Me levanto de la cama y la observo desde lo alto. Se ve hermosa, impaciente, deseosa. Sus ojos brillan ilusionados y su boca hinchada por tantos besos. Ella fue mía desde el primer instante en que se cruzó en mi camino y esta noche voy a demostrárselo con hechos. Después de que le haga el amor, se dará cuenta de que no hay otro hombre para ella más que yo. Me mira expectante mientras me deshago de la corbata y me quito la chaqueta. Sigo con los botones de mi camisa. ―¿Recuerdas que te dije que me fascinaba ese vestido que llevas puesto? ―asiente en respuesta―. Ahora se ha convertido en mi favorito, pero quizás esta noche solo sea un recuerdo más de nuestra primera vez. Traga gruesa y noto como se acelera el movimiento de su pecho. Sonrío satisfecho. Me quito los zapatos y las medias y me quedo con el pantalón puesto. Esto no se trata solo de mí, sino también de ella. Entrecierra sus ojos y me mira confusa al ver que me alejo. ―¿Ethan? Se afinca sobre sus codos y me sigue mirando
Apoyo mis manos en sus rodillas y beso la parte interna de sus muslos. Tiembla y jadea con mis caricias. Apenas puedo resistirme. Vicky me vuelve loco e impaciente. Este sentimiento que ha aflorado en mi interior es poderoso y me tiene perdidamente enamorado de ella.―Te amo, Vicky, has sido la única que ha podido conseguir que me enamore.Sus preciosos ojos se abren y me miran de una manera que me eriza la piel. Sé que ella también lo siente, que, aunque no se sienta libre para decirlo, soy correspondido en la misma medida.―Yo…No logra alcanzar a decir la frase, porque mi boca llega a ese punto cálido y placentero que le hace perder la razón. Sonrío con cinismo; me fascina enloquecerla, provocarla y llevarla al límite. Gime y se contorsiona al sentir mis labios rozando su pubis húmedo y necesitado. Me inclino y aspiro su dulce olor a afrodisiaco, éxtasis y lujuria. Gruño como bestia y gimo, fascinado con la fragancia de su esencia. Tiro de sus muslos y cuelgo sus piernas sobre mis
Después de pedir algunos bocadillos para nosotros, entro al cuarto de baño y sonrío al verla parada en medio de la habitación, nerviosa e impaciente.―¿Pasa algo, cielo? ―niega con la cabeza. Me acerco a ella, sujeto su mentón y hago que me mire a los ojos―. ¿Qué es?Insisto. Se relame los labios y se atreve a decirlo.―Es que, después de lo que pasó entre nosotros ―mis músculos se tensan y me preparo para que me diga que está arrepentida. Me mantengo en silencio y la escucho con atención―, no sé si pueda renunciar a ti.Aquellas palabras me causan furor.―Entonces, quédate conmigo, Vicky ―pego mi cuerpo al suyo y hago contacto ligero con sus labios―. Es a mi lado donde debes permanecer, cariño, porque estamos hechos el uno para el otro.Sonríe, pero esta no les llega a las esquinas de sus ojos.―En mi situación, no es tan fácil tomar una decisión como esa, Ethan ―indica preocupada―. Sin embargo, ya no me siento segura de nada.Le devuelvo la sonrisa, porque a pesar de todo, la compre
La experiencia de amanecer con ella entre mis brazos, por primera vez, fue reveladora y trascendental. La amo, ahora estoy seguro de ello. La quiero en mi vida, tenerla de todas las formas y maneras posibles que existan. Sé que nuestra situación es complicada, pero entregaré mi alma y corazón para encontrar una salida que nos beneficie a los dos y nos permita estar juntos para siempre.Sé que la conozco desde hace poco tiempo, pero lo suficiente como para saber que es la mujer que he estado esperando durante toda mi vida. Lo supe casi desde el mismo instante en que la vi. A pesar de lo predispuesto que estaba por odiarla por haberme quitado lo que por derecho me pertenecía, mi corazón se volvió un blanco fácil para aquella mujer de ojos celeste que me puso a sus pies de manera inevitable. Río y niego con la cabeza, ¡vaya sorpresa la que el destino me tenía preparada!Vicky se mueve entre mis brazos y hace que la sábana se deslice por su cuerpo, para dejar expuesta su hermosa figura de
Despierto con el sonido de un teléfono que está repicando con insistencia el algún lado de la habitación. Reconozco el tono, es el mío. ¿Quién llama a esta hora de la madrugada? Abro los ojos, completamente alarmada. La luz de la luna se cuela por la ventana y me permite ver el rostro masculino del hombre que duerme desnudo, debajo de mi cuerpo. Admiro sus hermosos rasgos y me inclino para dejar un beso suave sobre sus labios. Lo amo, ya no tengo razones para negarlo, pero no soy libre para decírselo.No despierta, así que no lo molesto. La faena lo dejó agotado. Sonrío feliz y me muevo con cuidado para no incomodarlo ni interrumpir su sueño. Salgo de la cama y cubro mi cuerpo con la bata que está tirada en el piso. La noche fue loca y desenfrenada. Nuca antes tuve tanto sexo en tan pocas horas ni amante tan exigente como él. Por supuesto, Ethan y Dalton han sido los únicos hombres de mi vida, pero mi prometido nunca fue tan amoroso, dedicado y ardiente, como lo es este hombre. Me rub
¿Su esposa?Aquellas palabras me dejan sin aliento. Me le quedo mirando como si no lo comprendiera o me hubiera hablado en un idioma totalmente diferente. Las revoluciones de mi corazón se multiplican en milésimas de segundos y mis pulmones se quedan sin aire. ¿Acaba de pedirme que me case con él?A pesar de que su propuesta es inesperada y hecha sin la más mínima preparación, es decir, en un contexto nada apropiado y mucho menos que romántico, causan el efecto deseado.―Reconozco que no hay una pizca romanticismo al hacer esta propuesta en medio de una habitación de hotel y completamente desnudos ―sonríe como niño travieso―, pero mis palabras son sinceras, Vicky ―mis piernas se tornan flácidas, por fortuna, él lo nota, antes de que caiga de rollito sobre el suelo―. Te prometo, que en la próxima ocasión te daré rosas y un anillo de compromiso, pero, ahora mismo, lo único que necesito es que me digas que quieres casarte conmigo ―me aprisiona contra su cuerpo y me sorprende con un beso
Después de colgar la llamada, llamo a la recepción y pido que me suban el desayuno. Aprovecho la oportunidad y me doy una ducha rápida. Veinte minutos después, salgo del baño y regreso a la habitación.Me pongo un vestido veraniego y saco mi computadora personal del maletín para aprovechar el tiempo trabajando. La coloco sobre la mesa y abro mi correo para revisar los mensajes y meterme de lleno al trabajo. Mientras respondo algunos mensajes, oigo un par de toques a la puerta.Me levanto de la silla y camino hacia la entrada.―Buenos días ―me indica el camarero―. Traigo su desayuno.Abro la puerta para que entre y deje toso sobre la mesa. Me acerco al mueble y saco de mi cartera la propina y se la entrego, antes de que abandone la habitación. Mi estómago cruje del hambre.Vuelvo a la silla y devoro todo el desayuno en cuestión de pocos minutos. Con el vaso de jugo de naranja en la mano, me acerco al balcón y quedo fascinada con el hermoso día soleado que está haciendo y con lo azul qu
En tres días estaremos volviendo a Estados Unidos y no quiero irme de aquí sabiendo que ella volverá a los brazos de ese imbécil. Lo tengo decidido. Voy a poner todas mis cartas sobre la mesa y hacer lo que debo hacer para retenerla a mi lado.Después de recorrer todas aquellas áreas que están incluidas en el proyecto de remodelación, Jeremy y yo, volvemos a su oficina.―¿Crees que hay alguna posibilidad que el tiempo de ejecución se adelante una semana?Es bastante complicado, pero no imposible.―Por supuesto, Jeremy, no obstante, antes de confirmártelo quiero estar seguro de que podemos hacerlo.Asiente en respuesta. Su teléfono suena, así que aprovecho la oportunidad para repasar toda la información que levanté durante el recorrido a las instalaciones y hago cálculos mentales. Sin embargo, mis pensamientos me llevan al Penthouse de este hotel. Lugar en el que se encuentra la mujer de mi vida.Me levanto de la silla y me dirijo a la ventana para disfrutar de las preciosas vistas que