Ya Samira estaba al tanto de todo
y teníamos el carro listo para la partida.Habíamos hecho las maletas y había quedado con Alexander vernos en el hotel para ir con Sami y tener todo para partir directo desde allí.
Su hermana también había sido informada de nuestra repentina partida hacia su casa pero sin darle detalles de los motivos.
No pensábamos quedarnos mucho tiempo, solo quería estar alejada y la finca de Samantha era una buena opción.
Ya luego decidiría como salir del país y hacia dónde iría , aunque me dolía mucho separarme de Sami era necesario al menos por un tiempo y ella lo entendía y me apoyaba .
Tuvo que pedir unos d
Ese beso amenazaba con demoler los cortos muros que había lograda levantar para protegerme del tornado que era este hombre .Cada vez que aparecía por mi vida barría todo a su paso y lo dejaba en ruinas.Cuando el elevador abrió sus puertas me saco entre sus brazos casi arrastrándome sin despegar nuestras bocas y cuando soy consciente que estamos en una suite privada lo empujo y me limpio la boca con el dorso de mi mano y le grito furiosa—No me vuelvas a tocar, no quiero que me beses, no quiero que me respires cerca y no quiero que siquiera me pienses —enumero con mis dedos y lo veo como relaja su expresión y se encamina hacia mi.—No te me acerques Ian ,no te atrevas —le señalo y me planto en posición defensiva, porque no me puedo confiar.Podría venir su hermano en cualquier momento por
Las náuseas amenazan con convertirse en vómito.No puedo..., no quiero creer lo que estoy leyendo pero es un hecho.Es un hecho y nada podía haberme preparado para lo que estoy sintiendo ahora mismo.Él lo nota.Sé que lo nota porque levanta sus manos y me ruega con la mirada que lo deje explicarse...y hombre si lo haré. Mucho más de loque piensa me va a explicar.—¡Déjame explicarte,¿ vale?!No hablo, no soy capaz .Cuando lo haga saldré por esa puerta y no me detendrá ni aunque pudiera poner grilletes en mis pies.(...)—Cuando tú padre ofreció al mío el arreglo de tu matrimonio con mi hermano, yo no te conocía , no sabía quién eras y jamás...jamás imagin&e
A medida que avanzaba por aquel pasillo, las ganas de volver y arreglarlo todo con él eran mayores.Pero no podía permitir que creyera que era correcto todo lo que había hecho, me sentía asqueada de mi padre, ¿como pudo negociarme así?Si soy honesta mi reacción con Ian principalmente era por crear un precedente en nuestra relación de respeto y apagar cualquier llama de sumisión que pudiera surgir , más que por dolor o reproche.Porque él de forma equivocada o no , me había salvado de una vida espantosa al lado de Emilio, fui sentenciada al mismo destino pero con diferente condena.Y encima estaba disfrutando dicha condena,y cada vez se metía más adentro de mi piel el condenado príncipe.Bajé, saliendo al salón en busco de Alex, necesitaba ver cómo estab
La ira me superaba, los celos también, pero sobre todo era la traición.Si, me sentí traicionada cuando los ví juntos , él tan tranquilo y sonriente con otra mujer.Me había mentido en la cara, diciéndome en el mensaje lo mucho que me iba a extrañar y que cuidara lo que era suyo, entre otras mentiras, y luego se desaparece con la justificación del teléfono y los problemas con su padre.¡Qué cabrón!, menudos problemas tenía cuando lo ví justo al otro día en aquellos paseos y cariñitos con otra, y yo suspirando por él y siéndole fiel al no querer ni siquiera ir a un baile con otro hombre, que no era más que un compañero de trabajo y el que ahora por nuestra culpa tenía una nariz en recuperación.—Cariño las cosas no son como
La cara que tenía Ian era tan horrorizada que no pude contener la risa.Mis carcajadas le hicieron arrugar la frente del desconcierto.No sabía si aceptaría o no pero el hecho de verlo tan afectado y descolocado había valido la pena.—Solamente la cara que has puesto —le digo entre risas —es suficiente para que disfrutara la broma —sigo riendo más fuerte y él se sienta sobre el sofá soltando aire contenido.—Nena,esta me la pagas —amenaza alzando un dedo hacia mi.—Fue una broma, pero tienes que admitir que muy ingeniosa y además te lo estabas pensado —trato de quitarle peso al asunto, porque lo que en realidad le voy a pedir sé que lo va a cabrear.—Te dije que lo que quisieras, así que sí, lo iba a hacer —dice sorprendiendome, aun
Amanecer a su lado era idílico, y yo ya lo había experimentado, quería volver a sentir esa sensación esta mañana ;pero el idilio acabó pronto por lo tremendos estruendos que hacía un claxon afuera de la casa .Abro un ojo, y seguido abro el otro tapándome la luz con las manos, que molesto era despertar con ganas de amar a mi príncipe y que me cortaran los planes los benditos amigos que compartíamos.No necesitaba bajar para saber que eran ellos. ¿Quien más podría ser?Cuando me giro hacia el lado de Ian, lo descubro vacío y hago un puchero lamentando su ausencia.¿Dónde estará?Mi respuesta llega rápido al verlo en la puerta con una bandeja de desayuno y unas flores rojas, muy rojas, adornando el romántico detalle.—
Los siguientes días en la finca fueron maravillosos, estuvimos una semana entera haciendo paseos románticos y acumulando recuerdos hermosos que se convertirían en anécdotas para nuestros hijos en un futuro.Junto a Liam y Sami compartimos días mágicos. Mientras ellos empezaban a dar sus primeros pasos como pareja , nosotros lo hacíamos como matrimonio.Aquella mañana era la última que pasaríamos en la calma del valle y el romance idílico llegaría al final dando paso al rutinario compromiso con la vida . Todo dejaría de ser rojo pasión para volverse una mezcla de colores entre vivos y menos vivos , con las cosas buenas y malas de la vida.Era como tener un maquillaje doble,un lado muy común y neutral , contrastado por el otro lado con uno más relajado.Decidí d
¡Ian,... Estephano o Emilio!Íbamos por la carretera en el auto y me parecía mentira que al fin la tuviera para mí. Había tantas mentiras en mi vida, que sentía que terminarían hundiendo nuestra historia cuando ella supiera la verdad.Solo le había ido dando pequeñas dosis de esa verdad, pero lo principal no lo sabía, y temia tanto el día que supiera todo, que casi podía sentir mi corazón bombeando más y más fuerte ante mis propios pensamientos.Cuando amas tan enfermizamente como yo la amo a ella, estás al borde de un abismo todo el tiempo. Y ni por asomo quería curarme... estaba tan enfermo de ella como quería .Era un kamikaze de su amor.El amor lastima, aunque creamos que cura ...el amor lastima.No paro de pregúntar