GREYSON HUNTER
Frené de golpe para no ser aplastado por las rocas enormes que bajaron rodando la empinada pendiente.
El auto de Owen y el mío quedaron separados.
—¡Owen! —tiré la puerta y caminé bajo la lluvia.
El derrumbe era serio y aún amenazaba con seguir. La carretera bloqueada y era peligroso de transitar.
—¡Papá, estamos bien, pero me preocupa más Ava! —y a mí. Me está matando la preocupación.
—¡Voy a convertirme en lobo y rastrearla, tranquilo, busca la manera de regresar!
—¡No, no, moveremos las rocas y te alcanzamos luego!
Me dijo, pero yo ya no estoy escuchando. Mi ropa cae al suelo. Desnudo bajo la lluvia fría convoco la transformación a mi lobo.
Como una bestia sobre la tierra, mis articulaciones crujen, los poros se dilatan para dejar salir el pelaje negro azabache.
Rujo con la boca alargándose en un poderoso morro, mis ojos cambian, mi columna se remodela.
Kaos toma el control. No es un Alfa común, nosotros no somos normales por ningún lado.
Esta manada oculta más de lo que muestra a simple vista.Corremos por el bosque, las patas se hunden en el fango, apenas se detiene unos segundos para olfatear en el aire.
Cada vez más adentro de la arboleda salvaje, donde nos lleva el dulce aroma de vainilla mezclado con lluvia y sangre.
“¡Rápido Kaos, está herida, rápido!”
Mi lobo vuela sobre la hierba resbalosa, aúlla una advertencia cargada de violencia para alejar el peligro de Ava.Llegamos a un sitio remoto, no percibo a nadie en los alrededores, pero veo un agujero oscuro en la tierra.
Mi lobo salta, parado en el borde, y las pupilas se estrechan con la luz del relámpago que nos muestra a la hembra desmayada en las profundidades.
“¡Déjame salir, Kaos!”
Aunque reacio, cambiamos de nuevo y me precipito por la pared que cede bajo mis garras.
Salto a más de un metro del fondo y me abalanzo hacia Ava, sosteniéndola entre mis brazos y protegiéndola de la lluvia.—Nena, por favor, reacciona… Diosa, que esté bien mi hembra, te lo suplico…
Con un dedo tembloroso compruebo el pulso y late débilmente. Se ve pálida y mi mano bajo su nuca se tiñe de rojo por su sangre.
Voy a alimentarla. El pánico de perderla nos tiene enloquecidos.
Estiro una garra para abrirme el pecho, pero en eso mi oído sensible siente los aullidos de lobos.
Es Owen, y parece que salieron a buscarla también… o siguen atrapados…
La miro fijamente y las gotas de lluvia caen desde mi cabello oscuro hacia su hermoso rostro.
Ideas posesivas pasan por mi mente, el instinto de proteger a mi pareja, de darle de mi vida… no imagino a Ava tomando de la sangre de Owen.
“Hazlo, Greyson, ¡hazlo!…”
Mi lobo pone ideas en mi cabeza y en un arranque, sin pensarlo más, la sostengo contra mi pecho y comienzo a escalar a fuerza bruta.
Salgo al bosque, llenos de lodo y hojas; nadie a nuestro alrededor.
Miro en la dirección donde están mis hombres, pero comienzo a correr con Ava hacia el lago.
La sostengo contra mí mientras cometo una de las grandes locuras de mi vida: robarme a la prometida de mi propio hijo.
*****
Llegué al pequeño embarcadero privado y abordé mi yate, bajando por las escaleras hasta la recámara central donde dejé a Ava.
La miré acostada sobre la cama, temblando, y no podía seguir perdiendo más tiempo. Regresando al muelle, desaté la soga y subí al puente de mando, encendiendo el motor. Entonces sigo con más mentiras: llamo a Owen y le digo que la encontré, que está bien, pero la llevo a la clínica en la embarcación.—¡Gracias a la Diosa! ¡Seguimos atrapados aquí! ¡La dejo en tus manos… espera, animal, que vas a provocar otro derrumbe!
Entre rugidos me cuelga y no sé si suspirar de alivio o arrepentirme por traicionarlo de esta manera.
“Aún no hemos hecho nada.” “Pero deseamos hacerlo, Kaos. Sabes que morimos por hacerlo.”Le respondo, deteniendo los motores en un lugar remoto del inmenso lago con salida al río que recorre mis tierras.
Bajo los escalones en penumbras, a través del pasillo, aún desnudo y empapado, para encontrarla sobre mi cama. Cierro la puerta tragando, el cuarto saturado en su aroma, y voy a retirarle las ropas mojadas, diciéndome una vez más que esto es solo para salvarla.****
—Ssshh… mnn… —gimo apretando los caninos cuando cae el primer lengüetazo sobre la herida en mi pecho.
Jadeo excitado en medio de la oscuridad de la recámara, sentado, recostado al cabecero y Ava envuelta en una sábana sobre mis piernas. Sus suaves labios se mueven saboreando mi sangre poderosa. Continúa inconsciente, pero actúa por instinto.—Bebe de mi fuerza, pequeña… vamos, lobita… saca tus colmillos… más, Ava… —mi mano tosca sostiene con suavidad su cabeza.
Kaos empuja su compulsión de Alfa para aumentar el instinto de su loba dormida.—Mmmm… —gime al succionar, encajándome los dientes y yo me tenso, sudando frío, mi respiración agitada, pegándola más a mi cuerpo.
Mi polla endurecida entre sus piernas abiertas, sintiendo el calor de su delicioso coño, el aroma intenso que me lleva al éxtasis.—Ah, joder, joder… shhhh, qué rico, nena… más… gggrrr… Ava... —mi pelvis se eleva, todos mis músculos contraídos, nuestras pieles sudadas en estrecha conexión.
Todos mis sentidos en la hembra que se alimenta de mi vida, que me clava las uñas en los hombros y comienza a devorarme con frenesí.
—Mi hembra… —jadeo agonizando en el placer prohibido.
Mis testículos laten emocionados, mis rudas manos bajan a sus caderas, aprieto sus nalgas y froto mi polla tiesa contra ella.
Gruño en el hueco de su cuello, ronco y bestia como mi lobo.Diosa, qué delicia de mujer, la deseo con locura…
Pero ella está herida y, además… la imagen de Owen buscándola, preocupado por su pareja mientras yo la estoy manoseando, me corta toda la líbido de golpe.
Soy un maldito traidor.
*****
Ava ha terminado de alimentarse y solo puedo abrazarla y acariciarla, aprovechándome de su inconsciencia y guardando este preciado recuerdo en mi mente.Diciéndome que no puede repetirse algo como esto, cuando ni yo mismo me lo creo…
*****
Crac
La puerta suena al cerrarla con suavidad.
Mi interior es un caos de tormentas y lujuria reprimida.“No puedo hacer esto, Greyson, simplemente no puedo renunciar a ella.”
“Pues tendrás que poder.”Le digo a mi lobo y corto la conexión con él, mientras me meto en la ducha y me paro bajo el chorro de agua helada.
Con las manos en la baldosa y mirando al suelo, perdido en mis pensamientos, en tantas cosas de mi vida. ¿Por qué nunca puedo tener lo que realmente deseo? ¿Es por esa maldición que pesa sobre mi linaje?Cerrando los ojos y suspirando, bajo la mano hacia mi pene erecto, las venas laten a punto de reventarse.
Lo encierro en un puño apretado, viscoso de tanto presemen, y comienzo a pajearme arriba y abajo, recuperando las ganas, pensando en ella, en su aroma que aún perdura en mi nariz.Mis caderas empujan hacia el frente y el estremecimiento baja por mi columna.
Siseo bajo, meneándomela rápido, duro, imaginando cómo se siente penetrar su coño, lamerlo, chuparle esas deliciosas tetas, domarla bajo mi cuerpo…—Ava… mmnn… Ava, tócame más… sshh… así, nena… así, joder…
A un punto de caer por el abismo del placer pecaminoso, el sonido de la puerta abriéndose de golpe me sobresalta.
Giro la cabeza y mis pupilas se estrechan, asombrado de ver a la mujer que inunda mi mente parada en el umbral.¡No, no, no! ¿Ahora cómo explico que me estaba masturbando mientras fantaseaba con la prometida de mi hijo?
—Ava, esto… no es lo que parece… — “es mucho peor”
GREYSON HUNTER—Ava… yo… hablemos…Salí de la ducha agarrando una toalla que no tapaba para nada el pico de mi erección apuntándola.Mi polla casi habla y la saluda incluso, toda emocionada de ver a la mujer que nos tenía bien cachondos.Sin embargo, esta era la situación más incómoda de mi vida.—Nena… digo… Ava, lo que escuchaste…“Algo no está bien con ella” Kaos me dice, y yo también reparo en que Ava está como ida y sudando agitada.Me mira fijamente, de pie en la entrada, pero sus ojos se notan erráticos, tornándose de un color naranja y amarillo, como si llamas danzaran en las profundidades.—Ava, ¿qué te sucede? ¿Te encuentras mal? ¿Te hizo daño mi sangre? Háblame…Doy un paso adelante viéndola tambalearse y extiendo las manos para agarrarla.Todo el deseo se me apaga de golpe, sumido en la preocupación.—Ssh —siseo sorprendido por las quemaduras en las palmas de mis manos cuando sujeto sus brazos.Ava está hirviendo a una temperatura que no es normal.—Ava, ¿puedes hablarme?
GREYSON HUNTEREsto es malo, ya sea en mi pareja o en la de Owen.La manada Crimson Raven siempre debe contar con un heredero y no cualquiera.Yo me arriesgué con Owen al adoptarlo como mío, pero tuve que someterlo a ese cruel hechizo de sangre desde bebé, que no pienso realizar nunca más en mi vida.Owen casi muere en mis manos; sin embargo, él y sus descendientes tienen la fuerza para cargar con mi legado maldito si algo me sucede y no tengo más hijos.Pero, si Ava no puede concebir…"Ava es nuestra. Owen que se busque una loba fértil. Ya nosotros hemos dado demasiado por proteger a los demás", Kaos me dice, pero sabe muy en el fondo que las cosas no son tan sencillas.Jamás la rechazaría por eso, pero hay personas importantes que no pueden enterarse de este asunto o Ava estará en peligro.En Crimson Raven siempre tiene que haber un heredero varón.—Lo que acabas de decir, sabes que no puede salir de aquí, ¿cierto? —la miro con ojos afilados y una amenaza nada disimulada.—No tienes
AVA Logré recuperarme de este accidente no tan accidental. Recordé la razón por la que escapé de la protección del auto y antes de desmayarme. Unas personas raras me perseguían y Owen me dijo que ya estaban investigando. Esos días los pasé más tranquila. Visitaba a mi madre e intentaba adaptarme a las costumbres de la mansión del Alfa. Winifred en ocasiones, me quería poner las cosas difíciles, pero nada que no pudiese soportar. Hasta una noche que Owen me dijo que debía entrar al programa de entrenamiento. —Lo lamento, Ava, pero con lo que te sucedió, lo mejor es que ejercites un poco. Incluso le viene bien a la debilidad de tu cuerpo —conversábamos en la terraza del jardín por la noche. —Solo quieres verme en leggings, acéptalo —le dije de guasona, pateándolo un poco en el sillón frente a mí, intentando sacarle una sonrisa. —Seguro, nena, tú sabes que siempre has sido mi favorita —me dice guiñándome un ojo y nos reímos más de tanta tontería. Pero en eso la maleza se mueve
AVA El sol ni siquiera ha salido, mientras camino hacia la parte trasera de la mansión, bostezando y sacándome los leggings del culo. —Debo comprarme una talla más, esto me va a estrangular hasta la consciencia —murmuro de mal humor. No soy de las madrugadoras, esa es la verdad. Me encuentro por el camino con algunos machos y también hembras que ya están estirando y corriendo por los senderos entre los árboles. —¡Ava! —escucho la voz de Lima, la doncella que a veces me sirve. —Lima, ¿también entrenas? —veo su cabello rojo recogido y la sonrisa tímida. —Sí, quiero ser de la fuerza Gamma de mujeres… pero, bueno, soy algo débil… al menos intentaré pasar la prueba… —Oye, ¡claro que vas a poder! —le palmeo el hombro toda confianzuda. Se nota que le falta confianza, pero enseguida se anima y charlamos un poco. —Ava Reed —pongo los ojos en blanco al escuchar la voz de la Beta a mi espalda. Odio a esa mujer de a gratis… o más bien, odio que siempre esté girando alrededor de Greyson
AVA—¡DE NUEVO!Greyson le rugía a la loba Beta jadeando sobre la lona.Su pelaje gris húmedo del sudor, la lengua afuera, pero el fuego de la lucha estaba prendido en sus ojos.Debía admitir que me impresionó la Beta Bishop y que podía haberme ido mucho peor en su “entrenamiento”.Saltó de nuevo sobre el cuerpo de Greyson que se veía tan salvaje, con los caninos de lobo afuera y el aura completamente transformada en un guerrero.La agarró en el aire, controlando las fauces de la loba y sosteniéndola por las costillas para voltearla de nuevo sobre la arena.Ella no dejaba de retorcerse mientras Greyson la sometía, y cuando estaba a punto de rendirse, volvía a retarla.Alrededor todos comentaban con admiración sobre las habilidades del Alfa y la resistencia de la Beta.Y por alguna razón, en vez de alegrarme porque estaban barriendo el suelo con ella, me sentía amargada y confieso que un poco celosa.Sé que parece estúpido, pero sentí esa conexión entre ellos en la pelea.Se conocían b
AVAEscuché el sonido de otra puerta y me tensé pensando haber sido descubierta, pero esta no parecía ser la única entrada.Asombrada, escondida en las sombras, vi a la Beta desnudándose por completo, arrojando por último la braga al suelo para entrar en la misma ducha que Greyson.Era evidente que eso no lo podía hacer cualquier mujer.Di un paso atrás como si me hubiesen golpeado directamente la cara.Algo desagradable se movió en mi pecho, un dolor sordo que hizo que mis ojos se empañaran.Ellos dos estaban juntos. El Alfa y la Beta eran amantes.Salí corriendo de las duchas, sintiéndome fatal, internándome en el bosque como una fugitiva.Me recosté a un árbol y me fui resbalando por el tronco hasta caer sentada, jadeando, respirando agitada, con un nudo en la garganta.Odiaba sentirme tan débil, saber que no tendría un futuro.Ni siquiera cuando Emma me quitó a Feodor me sentí tan mal… tan inferior…Apreté mis labios para no llorar. No tenía razón para hacerlo. ¿Y qué si Greyson
AVA Pasé por el frente sin girar la cabeza, ignorándolo por completo hasta perderme por mi pasillo. Si tanto le molestaba mi presencia, entonces no seguiría mendigando su atención. Solo tiempo, necesitaba darle un poco más de tiempo a Owen y desaparecería de esta manada; tenía que pensar en conseguir un empleo. ***** Al llegar a mi habitación, me asombró encontrar un outfit completo sobre la cama. Un elegante vestido champán, con zapatos altos a juego, incluso con una caja de terciopelo al lado. Era un collar de hermosas piedras rojas a juego con los pendientes y no dudé ni un segundo de su autenticidad. Lo cerré sin impresionarme, esto seguro lo había dejado Winifred para su reunión élite de millonarios a la que no iría, menos sin Owen. Eso era como pedir a gritos ser humillada por la indiferencia de Greyson y las críticas de la abuela y la perfecta Beta. Quitándome la ropa para darme un baño, Lima tocó la puerta, venía a cambiar las sábanas de la habitación. Al ver s
AVA —No tengo que darle explicaciones de mis actos… —Vives en mis tierras, en mi casa, yo soy tu maldito Alfa, a mí me das todas las explicaciones que te pida —me gruñó en la cara con los caninos afuera, hecho una fiera, haciendo bullir mi indignación. —Aún no pertenezco a su manada, Alfa Hunter, y solo le debo explicación a mi pareja. Owen sabe a dónde voy, si tiene dudas, pregúntele a él. ¡Suélteme! Jalé mi brazo con ira. Estaba tan enojada, pero él no me soltó y, Diosa, no quería ni respirar porque juro que si le sentía el olor a la Beta, lo iba a morder. —Owen sabe la importancia de esta reunión y deberías tener más consideración con él. ¿Acaso no ves lo mal que estás haciéndolo quedar? Sus ojos rojizos bajaron hacia mi escote pronunciado. Admito que este vestido es un poco descarado y más admito que mientras lo escogía, estaba pensando en la cara que se le quedaría si me viera. —¿Lo estoy haciendo quedar mal a él o a usted, Alfa Hunter? —di un paso adelante, pegándole l