Si creímos que el problema terminaba allí, nos equivocamos, pero al menos la cena transcurrió con total paz antes que comience el juego de cacería, como les llama los licántropos. El idiota hijo del alfa, mandó a llamar a todos sus hombres y ahora nos tienen rodeados. Daila se encuentra muy nerviosa por lo que me tocó llamar a Derek para tranquilizarla y éste ya está en camino.—Debes ocultar tu miedo —aconsejo.—Ni siquiera sé cómo cambiar el color de mis ojos y me pides que oculte mi temor.—Pues entonces serás la damisela en peligro —comento con una sonrisa.—Y tu espero seas mi héroe. —Puedo notar que su corazón se ha calmado un poco.Camino hacia el capote, me apoyo en él y meto las manos en los bolsillos para demostrar que no me asusta sus acciones, aunque pretendan ser intimidantes. No les tengo miedo y aunque vengas de a diez, puedo con todos a la vez. Segundos más tarde, Daila aparece a mi lado y realiza el mismo gesto a excepción de las manos, ella mantiene sus brazos cruzad
Cuando llegamos, fue ella quien me aprisionó por la pared. Sus ojos dilatados y coquetos, llenos de lujuria me dejo a su merced y por eso en este preciso momento me estoy dejando acariciar por sus delicadas manos, dejándola tomar el control.Solo por eso.Pego su cuerpo con el mío para poder sentirla un poco más y aspirar su aroma, pero no se deja. Sus manos de forma lenta y segura comienzan a desprender los botones de mi camisa para luego sacármela y lanzarla en alguna parte de la habitación. Su concentración en mi pecho desnuda me enciende más haciéndome sentir poderoso de provocarla sin tocarla. Sus ojos vuelven a concentrarse en los míos mientras sus dedos trazan una línea lenta hasta la cremallera de mi pantalón. Me tenso al instante y ella sonríe.Deja un beso en el lado del corazón y posteriormente comienza a descender hacia abajo hasta quedar de rodillas ante mí. Una imagen maravillosa que quedará grabada por siempre en mi mente, desprende el botón y baja la cremallera y final
Los problemas parecían haber acabado, no hubo más presiones por parte de Fabricio, y tampoco podíamos encontrarlos. Los días fueron pasando, ella ha aceptado ser mi esposa lo que me convierte en el hombre más feliz de este planeta; así mismo, los preparativos para la ceremonia se llevarán a cabo en el castillo, donde asistirán los amigos y familiares de Daila. Hasta el momento no hay señales de problemas, pero debemos unirnos en sagrado matrimonio porque los rumores son rápidos y la aldea Luna Blanca está al tanto de quien es en realidad mi prometida. Los licántropos han estado invadiendo nuestra zona, pero nunca hemos encontrado nada, porque no sabemos si se trata de una manada en si o un solo lobo, pues el aroma es confuso. Pero siempre se encuentra cerca de nosotros y presiento que se trata de los curiosos que buscan conocer a la loba prometida o simplemente es ella en realidad, o Kora, que es el nombre que lleva su loba. Aun no nos hemos sentado a conversar del tema. Sin embargo,
Mi día es un caos total por los múltiples preparativos, una infinidad de mujeres que no sé de donde salieron se encuentran en mi habitación según para prepararme. Sin embargo, eso no significa que no esté feliz.Una presión en el pecho me trae devuelta al mundo real. Lo llevo sintiendo desde que llegué aquí; como si algo malo sucederá. Trato de no pensar en ello en mi día feliz y me preparo para el evento, las mujeres me miran emocionadas, siempre respetándome y aunque me siento un poco incómoda con tanta atención, debo admitir que a la vez me siento importante.Un vestido entallado al cuerpo, bordado con piedras preciosas, tal cual utilizaría una princesa, asimismo, un maquillaje sutil acompañado de un peinado digno de una futura Reina. Me miro al espejo cuando al fin estoy sola, nadie más puede entrar a la habitación hasta que llegue la hora. Estoy irreconocible, con la diferencia de que mis ojos están cambiando, en estos momentos son de un dorado que me molesta del mismo modo que m
Gritos por todos lados, fuegos alrededor nuestro. Mucha sangre por los pisos. Gael no suelta mi mano, cubriéndome de la balacera que hay. No entiendo nada.—Gael ¿Qué sucede? —pregunto desesperada.Pero la respuesta no llegó. Fui despegada de sus brazos a la fuerza, sus gritos llamándome me rompían el corazón y la confusión invadía mí mente. Mis gritos se intensificaron, pero no lograba soltarme del agarre.Lo último que vi fue al amor de mi vida rodeado de hombres que lo golpeaban, mientras a mí me alejaban de lo que más amaba. Me sentí nuevamente inútil por no poder defenderme ni defender a los míos. Siento que los he fallado. Al cabo de unos minutos, la oscuridad llega a mí al recibir un golpe en la cabeza que me hace perder totalmente el conocimiento.El agua fría logra despertarme, casi dejándome sin aire. Desorientada observo todo a mi alrededor, topándome con un lugar mugroso, oscuro, a la vez que mis ojos van en las cadenas que tengo en mis manos y en mis pies, como si pudiera
Lo siguiente que paso en resumidas palabras es que me encadenaron incluso hasta el alma y me obligaron con empujones violentos a caminar.—Apúrate —ordena Boruta.—Si usaras tus neuronas sabrías que empujándome solo logras ralentizar mis pasos —respondo cansándome del jueguito del secuestro. Lo único que recibo es una mirada de, ni siquiera sabría explicarlo, no hay odio ni hay amor.Caminamos por un largo y estrecho pasillo, encendidos por antorchas como en la época medieval, en algunos temas estos seres no se actualizan y esos detalles también pude observar en el castillo de Gael, lo cual no logro entender, pues su nombre grita lujos por donde lo mires.En nuestro trayecto pienso en mis padres, en mis amigos y la gente de ahora mi pueblo. Pero amarrada de esta forma no creo poder hacer nada. Pienso también en las palabras de Fabricio a quien no volví a ver, en cuanta razón habrá de tener, porque de ser verdad y soy la mujer que dice que soy, el poder que poseo es sumamente grande y
GAEL CLAYTON. Me encuentro amarrado de pies a cabeza, ante mis ojos se encuentra mi madre y Derek, asimismo también algunos de mis hombres de confianza. Nos encontrábamos en una especie de coliseo dentro de una cueva, observo y puedo ver a algunos miembros del consejo. Dejando mis ojos clavados en ello unos segundos, logrando incomodarlos de ese modo. Desconozco que ha pasado con las familias de mí ahora esposa y lo que más preocupado me tiene es no saber qué fue de ella. Porque la llevaron, porque justamente a ella. —Pensando mucho —inquiere un Fabricio sonriente, pero lo único que despierta en mi es repugnancia— Enseguida tu amante y Boruta la traerán. —Más vale que no tenga ni un solo rasguño, porque juro… —Shh —me silencia, levantando su dedo índice—, tú ni siquiera estarás vivo. Me muestra una daga de plata, con la que supongo me apuñalara en el corazón. Miro a Derek y está tan preocupado como yo, mi madre aún sigue inconsciente y no entiendo porque aún no ha despertado. —
DAILA PETTERSEN.Cuando la mirada de Gael se clavó con la mía, sentí como la daga se adhería dentro de mi corazón, a pesar de ser él quien recibía dicho puñal. Sus ojos empañados de sangre me dolieron, su dolor es mi dolor, su desesperación era la mía. Él se sentía débil e impotente en no poder hacer mucho para defenderme y yo me sentía mucho peor al no saber cómo defenderme.Fabricio absorbía gran parte de mis poderes, sentía como cada fibra de mi cuerpo se iba debilitando, pero su error fue despertar mi ira, mi dolor, arrebatarme a mi esposo fue una equivocación muy grande de su parte.No sé, pero lo primero que hice fue gritar de dolor al ver caer de rodillas a Gael, logrando con ese grito que el brujo me soltara y que todos se revolcarán de dolor tapando sus oídos, incluido mi esposo.Estaba sumida en mi miseria, que toda la ira se acumulaba en forma de fuego en mis manos, mis huesos parecían hacer una fiesta dentro de mi cuerpo, que crujían como evolucionando dentro mío haciéndom