Mi día es un caos total por los múltiples preparativos, una infinidad de mujeres que no sé de donde salieron se encuentran en mi habitación según para prepararme. Sin embargo, eso no significa que no esté feliz.Una presión en el pecho me trae devuelta al mundo real. Lo llevo sintiendo desde que llegué aquí; como si algo malo sucederá. Trato de no pensar en ello en mi día feliz y me preparo para el evento, las mujeres me miran emocionadas, siempre respetándome y aunque me siento un poco incómoda con tanta atención, debo admitir que a la vez me siento importante.Un vestido entallado al cuerpo, bordado con piedras preciosas, tal cual utilizaría una princesa, asimismo, un maquillaje sutil acompañado de un peinado digno de una futura Reina. Me miro al espejo cuando al fin estoy sola, nadie más puede entrar a la habitación hasta que llegue la hora. Estoy irreconocible, con la diferencia de que mis ojos están cambiando, en estos momentos son de un dorado que me molesta del mismo modo que m
Gritos por todos lados, fuegos alrededor nuestro. Mucha sangre por los pisos. Gael no suelta mi mano, cubriéndome de la balacera que hay. No entiendo nada.—Gael ¿Qué sucede? —pregunto desesperada.Pero la respuesta no llegó. Fui despegada de sus brazos a la fuerza, sus gritos llamándome me rompían el corazón y la confusión invadía mí mente. Mis gritos se intensificaron, pero no lograba soltarme del agarre.Lo último que vi fue al amor de mi vida rodeado de hombres que lo golpeaban, mientras a mí me alejaban de lo que más amaba. Me sentí nuevamente inútil por no poder defenderme ni defender a los míos. Siento que los he fallado. Al cabo de unos minutos, la oscuridad llega a mí al recibir un golpe en la cabeza que me hace perder totalmente el conocimiento.El agua fría logra despertarme, casi dejándome sin aire. Desorientada observo todo a mi alrededor, topándome con un lugar mugroso, oscuro, a la vez que mis ojos van en las cadenas que tengo en mis manos y en mis pies, como si pudiera
Lo siguiente que paso en resumidas palabras es que me encadenaron incluso hasta el alma y me obligaron con empujones violentos a caminar.—Apúrate —ordena Boruta.—Si usaras tus neuronas sabrías que empujándome solo logras ralentizar mis pasos —respondo cansándome del jueguito del secuestro. Lo único que recibo es una mirada de, ni siquiera sabría explicarlo, no hay odio ni hay amor.Caminamos por un largo y estrecho pasillo, encendidos por antorchas como en la época medieval, en algunos temas estos seres no se actualizan y esos detalles también pude observar en el castillo de Gael, lo cual no logro entender, pues su nombre grita lujos por donde lo mires.En nuestro trayecto pienso en mis padres, en mis amigos y la gente de ahora mi pueblo. Pero amarrada de esta forma no creo poder hacer nada. Pienso también en las palabras de Fabricio a quien no volví a ver, en cuanta razón habrá de tener, porque de ser verdad y soy la mujer que dice que soy, el poder que poseo es sumamente grande y
GAEL CLAYTON. Me encuentro amarrado de pies a cabeza, ante mis ojos se encuentra mi madre y Derek, asimismo también algunos de mis hombres de confianza. Nos encontrábamos en una especie de coliseo dentro de una cueva, observo y puedo ver a algunos miembros del consejo. Dejando mis ojos clavados en ello unos segundos, logrando incomodarlos de ese modo. Desconozco que ha pasado con las familias de mí ahora esposa y lo que más preocupado me tiene es no saber qué fue de ella. Porque la llevaron, porque justamente a ella. —Pensando mucho —inquiere un Fabricio sonriente, pero lo único que despierta en mi es repugnancia— Enseguida tu amante y Boruta la traerán. —Más vale que no tenga ni un solo rasguño, porque juro… —Shh —me silencia, levantando su dedo índice—, tú ni siquiera estarás vivo. Me muestra una daga de plata, con la que supongo me apuñalara en el corazón. Miro a Derek y está tan preocupado como yo, mi madre aún sigue inconsciente y no entiendo porque aún no ha despertado. —
DAILA PETTERSEN.Cuando la mirada de Gael se clavó con la mía, sentí como la daga se adhería dentro de mi corazón, a pesar de ser él quien recibía dicho puñal. Sus ojos empañados de sangre me dolieron, su dolor es mi dolor, su desesperación era la mía. Él se sentía débil e impotente en no poder hacer mucho para defenderme y yo me sentía mucho peor al no saber cómo defenderme.Fabricio absorbía gran parte de mis poderes, sentía como cada fibra de mi cuerpo se iba debilitando, pero su error fue despertar mi ira, mi dolor, arrebatarme a mi esposo fue una equivocación muy grande de su parte.No sé, pero lo primero que hice fue gritar de dolor al ver caer de rodillas a Gael, logrando con ese grito que el brujo me soltara y que todos se revolcarán de dolor tapando sus oídos, incluido mi esposo.Estaba sumida en mi miseria, que toda la ira se acumulaba en forma de fuego en mis manos, mis huesos parecían hacer una fiesta dentro de mi cuerpo, que crujían como evolucionando dentro mío haciéndom
GAEL CLAYTON.Escucho sollozos a mi alrededor, mi esposa está llorando. Intento levantarme, pero siento mi cuerpo congelado. Su mano se aprieta en la mía y sus suplicas son desgarradoras.Quiere que regrese a su lado y no entiendo en que momento me fui si aún la sigo escuchando. Quiero que sepa que estoy a su lado, que sigo aquí con ella. Escucho todo, incluso cuando Derek viene a buscarla con Caine, incluso sus suplicas al querer que silencien todo. Las voces que llegan a ella. Sus habilidades se han desarrollado demasiado rápidos que me tienen sorprendidos y a la vez preocupados al sentir su desesperación. No puede controlarlo.Caine junto con Derek le han propuesto que se quede para adaptarse con las nuevas habilidades que posee y eso en parte me tranquiliza, especialmente porque no estoy muerto y la quiero cerca. El estimado rey que ya no es enemigo, no quiere responsabilidades, por lo que a toda costa quiere que ella se haga cargo.Un latido más escucho en su cuerpo, pero siento
Un brazo rodea mi cuerpo; es la de mi madre, quien aun con lágrimas en los ojos, no puede creer que estoy vivo.—Pensé que los perdía —susurra.—Ella me salvó madre. —Apartándome de ella y arrodillándome a la altura de donde se encuentra mi esposa.—Ella sobrevivirá y esperemos que sea la misma —murmura, la miro con suma intranquilidad, realmente eso me llena de temor. Cuando digo que no quiero perderla, me refiero exactamente no solo a lo físico, sino a su esencia.—La voy a bañar y a cambiar estas telas blancas—aviso y ella se va. Ella aún seguía puesta con el vestido con el cual contrajimos matrimonio. El blanco no era blanco, estaba pintado de rojo y tierra. Sus uñas estaban ligeramente sucias, pero aparte de eso, no había rastro de ninguna herida en su cuerpo a excepción… rápidamente abro el lado del pecho de su vestido que tenía una mancha de sangre reciente y al romper la tela pude ver la herida de la daga que estaba en mi pecho. Ella había absorbido mi muerte.Pasé rápidament
Los días pasan tan rápidos que ya se han vuelto meses y ella aún no despierta. Tuve que inventarme escusas a sus padres de que aún seguíamos de luna de miel, asimismo, Derek se encargó de la empresa, la cual ya era de ella. Sus padres a duras penas aceptaron, pero fue lo que quería. El hospital también pasó a ser de ella, para cuando despierte encuentre que tendrá un trabajo seguro, con personales competentes.Pude observar que ella cada vez se veía más flaca, sus huesos sobresalían, sus ojos se encontraban hundidos y eso en parte me desesperaba. No quería entubarla para alimentarla, pues sola no podía, por lo que me vi en la obligación de hacerlo, ya que no entendía que es lo que necesitaba.No le faltaba nada, tenía todo a su disposición, por lo que las opciones para alimentarla se estaban agotando. No sabíamos que es lo que mi hijo quería, pues él era el que consumía todo de mi esposa, su madre.Él, así es, ya sabíamos el sexo del bebé, es un hombrecito. Para el pueblo será un here