Rihanna. - “Bueno señora Miller, ¿cómo lleva este último mes? Comprendo que debo de haberla vuelto loca con mis exigencias, lo lamento, pero este embarazo me tiene desquiciada, no sé cómo mi marido y mi hijo me aguantan. Menos mal que estoy en la recta final, se supone, en cualquier momento me pondré de parto. Porque unas semanas más así, y comprendo que dimita de su trabajo. Ni yo me soporto.”- le dije a mi asistente, la pobre llevaba haciendo un sobre esfuerzo, con muchas de las cosas que, por mi estado, estaba limitadas. Incluso, aguantando los desplantes incomprensibles de mi hijo Kenai, que desde el minuto cinco que la conoció, la rechazó, algo que en mi adorable hijo era incomprensible, que ese niño de nueve años, que es el ser más empático que conozco, por alguna razón, ha rechazado a la pobre señora Miller, me hubiera hecho pensar en estado natural, pero en mi estado actual, ni lo pensé, un error grave. - “No se preocupe señora Vieira, es normal, recuerdo lo que es ser madr
Narrador. Mientras en la sala de partos, ocurría todo esto, en la sala de espera, toda la familia, y los herederos mayores, Marcus y Kenai, permanecían nerviosos, esperando la feliz noticia de que una nueva integrante de la familia había llegado, además de que todo, había salido bien. Justo en ese momento, en el teléfono de Marcus, saltó una alarma, que obligó al príncipe a atraer la atención del rey Carlos, y de su mejor amigo Kenia. Los tres se reunieron en una sala exterior a la sala de espera de maternidad, y Marcus les notificó, lo que su seguimiento de la señora Miller, había descubierto. Desde hace semanas, esos tres, la llevaba investigado, el rey había puesto medios, para controlar a la señorita Miller, sin ser detectado, Marcus, controlaba todos sus movimientos en la empresa, sus correos, y sus cuentas bancarias, así como sus movimientos en la calle, y en el exterior de su casa, y Kenai se pasaba horas, y horas, visualizando las grabaciones que le enviaba Marcus, anotand
Rihanna. - “¿Se puede saber por qué compras eso, pervertida Medusa? ¿No se supone que vienes a busca ropa para tu ahijado, y querido sobrino, Alexei?.”- me dijo Andrómeda mientras veía que miraba un salto de cama de satén rojo de Victoria Secret, y lo colocaba en mi mano. - “¿Que dices? Ese precioso niño, va a tener el mejor regalo de su madrina, pero hoy me comunicó el médico que ya he pasado el puerperio, y puedo tener momentos de calidad, con cierto ex acosador, Poseidón.”- le dije gimiendo de frustración, inconscientemente. - “¡Que suerte tienes! a mí me falta unas semanas, pero ¿por qué ex?, ¿no me digas que ese golfo de Rayco, se porta modosito ahora?.”- la burla de la diosa no se pasó desapercibida. Muchas cosas han pasado estos tres meses tras el nacimiento de la niña, una de ellas fue el nacimiento de mi ahijado, Alexei Bencomo, dos semanas después, ese bebe, era un calco de su padre, y su tío Benearo, y mi total adoración, por algo Rayco y yo éramos sus padrinos, como A
Otra de mis obras finalizadas, espero que os gustara tanto como a mí me gustó escribirla. La próxima novela se llama “EL GUARDIA DE MI CUERPO”, dejo aquí la sinopsis, por si no la habéis leído, os aviso volveremos a saber de Samary, el Demonio, el descarado de Bacón, y de la salvaje Valeria. “El Guardian de mi cuerpo” Vermont Wilson luchó por lo que quería, ser policía, cuando desde la cuna le había preparado para ser el heredero del Conglomerado Wilson Group, el grupo empresarial responsable de los avances armamentístico y en defensa de Estados Unidos. Su vida como el detective Wilson en Nueva York era todo lo que él siempre había soñado, hasta que la llamada de su amigo Smile, el vicepresidente de Nikolaus L.G. Electronics, le indico que era urgente que se reuniera con su amigo Dante, las esposas de ambos, y él, a la mayor brevedad posible. A partir de esa reunión, su vida, sus sueños, y su mundo, cambiaron, ya que paso de ser policía, a convertirse de nuevo en un heredero, mie
Rihanna. - “Tranquila mamá, todo está bien la abuela, está bien cuidada, y Milissen, la enfermera que contrataste, es muy buena con nosotros, sólo estamos esperando que cojas las vacaciones para que vuelvas.”- la voz de mi tesoro, por teléfono, me hizo aguantar las lágrimas. - “¿En qué momento mis hijos se habían convertido en un pequeño adulto?, sólo tiene ocho años. Yo debería ser la menor de sus preocupaciones.”- pensé mientras le oía explicarme como le iban las clases y los amigos que había hecho. Estar separada de ellos, era el peor de mis castigos, de hecho, pensé en traerlos conmigo a Japón, después de mi destierro, por el error que cometí, pero le enfermedad de mi abuela estaba en una etapa muy avanzada, según su médico, para la personas con Alzheimer, las rutinas, y los lugares conocidos le ayudaban a sentirse seguros, por eso no podía traerla, ni tampoco enviarla a una residencia, para traerme a mi pequeño Kenai conmigo, él se hubiera negado a abandonar a su adorable abue
Rihanna. La noche que regresé, por fin se dieron cuenta que existía, simplemente era un maldito problema más en su vida, me echaron de casa cuando les conté que estaba embarazada, por encima de muchas cosas, incluido sus ideales religiosos, que era lo único que le impedían que me obligaran a abortar, de resto daba igual todo, incluido mi condición de embarazada, únicamente yo era una mancha para mis padres. Si mi abuela no hubiera aparecido en ese momento para recogerme, al ser avisada por mi madre, que se quejaba de lo podrida que estaba yo ante ojos. No sé qué hubiera sido de mí. Mi abuela es el ser más inteligente que he conocido, se presentó con un abogado, que hizo firmar a mis padres un documentó en el entregaban mi custodia, y la del ser que yo traían en mi vientre, ambos firmaron rápidamente para deshacer rápido del problema. Nunca supe porque mi abuela había hecho esto, pero fue la jugada más inteligente que realizó mi heroína, ya que, cuando mi hijo nació, al descubrir mi
Rihanna. -“Te lo advierto, babosa, ni se te ocurra traspasar tu lado del asiento, o no me hago responsable de que partes blandas de tu cuerpo pueden quedar gravemente perjudicadas.”- le dije nada más sentarme en mi asiento, al ver que él se sentaba a mi lado, con esa maldita sonrisa burlona. - “¿No te cansas de ser tan agresiva? ¿no te han dicho que se caza mejor con azúcar, que con vinagre?”- me dijo sin dejar de sonreír mirándome desde su asiento, con esos preciosos ojos marrones. Me di cuenta de que sin querer me había quedado prendada de ellos, y me golpee mentalmente por caer en la mirada del ser más pervertido que haya sobre la tierra, esta maldita serpiente sabia hipnotizarte. - “Quién ha dicho que quiera cazar nada, sobre todo a babosas pervertidas como tú, que son más molestas que mosquitos sedientos de sangre. No gracias, por mí, con respecto a usted, cuanto más lejos mejor, ahóguese en mi vinagre, mosquito molesto”- la estruendosa carcajada del estúpido CEO de Vieran De
Rayco. - “Acepto, pero con condiciones, las hablamos mañana.”- oí su deliciosa voz a través del teléfono, y tras decir esto, colgó, ni pude hablar. Mi sonrisa se amplió, había reconocido el número, desde que el móvil había sonado, mientras yo, en mi suite del hotel, me tomaba un Whisky on the Rock. No me sorprendió que tras decirme lo que me tenía que decir la mujer biónica, colgara el teléfono, sin apenas dejarme hablar. Desde que la conocí me había intrigado, normalmente, todas las mujeres, incluido las secretarias, tanto de Ruyman, como de Benearo, se derretían cuando nos veían, pocas eran inmunes a nuestros encantos, incluso Mary y Emi, terminaron cayendo bajo el influjo de sus maridos, aunque se resistieron durante mucho tiempo, y los hicieron caer a ellos también. No quiero decir que comparé a ese robot, con las esposas de mis mejores amigos, que va. Ambas son seres humanos, y Rihanna Morris está aún por demostrarlo, casi siempre me mira con ese aire de suficiencia, como