Basima se levantó rápidamente del lugar en el que estaba, al observar que su hijo regresaba en compañía de Lyna.
Él buscó la mirada de su madre, ella lo evitó haciéndolo evidente, estaba molesta, no podía creer que no pusiera en su lugar a Lyna.Era más que obvio que estaba haciendo lo posible por molestar a Aisha, Basima se alejó de ellos, sin cuando menos voltear a ver a Lyna, su hijo era un tono, sí seguía así, iba a perder a Aisha.Basima se sentía arrepentida de sus acciones pasadas, había hecho sufrir a su hijo al no aceptar a la mujer que amaba, ese pensamiento se refería a Aisha, por cómo había tratado años atrás a Lyna, jamás se arrepentiría.—Tenemos que ser muy inteligentes, hija —dijo mientras se sentaba junto a Aisha —esa mujer es muy astuta, siempre lo ha sido, sí no le ponemos un alto ahora, terminara alejando a Ahmed de nosotros, Ahmed te ama, pero lo atormenta la culpa.—No quiero presionarlo, sé que para él es difícil, sufrió mucho cuando creyó que había muerto junto a sus hijos.—Fueron demasiados años de ausencia, creéme que suelo tener presentimientos, y ahora tengo miles respecto a ella.Lyna observaba a las dos mujeres disimuladamente, sonrió malévolamente, después recostó la cabeza en las piernas de Ahmed, tomó las manos de él y las colocó sobre ella, fingió quedarse dormida.Ahmed se sentía incómodo sabía que Aisha estaba sufriendo, pero no fue capaz de alejarse de Lyna.El Jeque Ahmed Khan Assad, por una vez en su vida no tenía idea de cómo iba a salir de ese lío, sí no amara intensamente a Aisha, no le importaría lo que pensara al devolver su lugar a Lyna.Pero sentía una terrible presión dentro de su pecho, el miedo a perderla crecía con cada minuto que pasaba junto a Lyna.Lyna sentía su frialdad hacía ella, todos esos años pensó que cuando regresara, Ahmed correría a sus brazos, dejando de lado a Aisha, mientras mantenía los ojos cerrados, en su mente maquinaba todo lo que haría.Aisha se levantó para dirigirse al área de televisión, donde se encontraban los hijos de Lyna.—Hola, ¿Qué película están viendo? ¿Puedo acompañarlos?Recibió el silencio como respuesta, aun así se sentó cerca de ellos para ver la película, sabía que a Ahmed le gustaría que llevara una buena relación con sus hijos.—Vete de aquí, nos molesta tu presencia.Aisha volteó a ver a Abdel enseguida, pudo ver un profundo odio reflejado en su rostro.—Hermano, los abuelos nos han dicho que no debemos de ser groseros con las personas mayores.—Está mujer no se merece nuestro respeto, está mujer es la culpable que nuestro padre no estuviera con nosotros durante los años que estuvimos lejos, así que a mí no va a venir a exigirme respeto.Abdel empuñaba sus manos mientras lo decía, Aisha se dio cuenta en ese momento que Lyna los había envenenado en contra de ella, ¿Cómo era capaz de mentir? Ella no era culpable de lo que el chico decía.—Abdel, yo no….—¿Abdel? Por lo visto no sabe las reglas básicas de cortesía, se debe dirigir hacía mí como su majestad, yo seré el heredero de mi padre algún día.Las demás personas que se encontraban en el avión se dieron cuenta enseguida, Abdel había alzado la voz, Lyna se levantó para dirigirse hacia ahí enseguida.Ahmed la siguió, también Basima hizo lo mismo.—¿Qué pasa, hijo? —Preguntó Lyna.—Está mujer que se atreve a molestarnos.Está vez Lyna no pudo fingir la aparente quietud de siempre, se acercó a Aisha, y sin que Ahmed lo pudiera evitar, alzó su mano y golpeó fuertemente la mejilla de Aisha.—Con mis hijos no te metes, ya te enseñaré cuál es tu lugar, estúpida.Aisha que aún continuaba sentada, colocó su mano sobre su mejilla, se sintió furiosa, pero al ver el rostro de desconcierto de Ahmed, se detuvo, en su mente ya había tomado por el cabello a Lyna, y recorrido todo el interior del avión con ella.—Lyna, ¿Qué haces? No te permitiré que hagas daño a Aisha.Ahmed después del desconcierto inicial, sin poderlo evitar, sintió una profunda furia.—¿La vas a defender, después de que molestó a nuestros hijos? Por Dios, Ahmed, estás ciego por ella.Basima que recién llegaba, se sintió también furiosa, al ver que esa mujer había golpeado a su nuera, y sin pensarlo, no dio tan solo un golpe, si no dos en la mejilla de Lyna.—Esto es para que aprendas a respetar a mi nuera, no se te ocurra volver a tocarla porque te arrancaré las manos, por cada golpe que se te ocurra darle, yo te daré el doble, estás advertida.—Madre, por favor, paren esto.Ahmed enseguida se sentó para abrazar a Aisha, Lyna se le quedó viendo por los ojos enrojecidos por la furia, pero de pronto se dio cuenta de que eso no funcionaría, así que cubrió su rostro con sus manos y comenzó a llorar desconsoladamente.—No puedo creer que después de que sufrí durante años por tu culpa, permitas que estás mujeres me traten como si yo no valiera, no te preocupes Ahmed, en cuanto lleguemos tomaré un avión que me lleve a Suiza.Ahmed palideció al escucharla, a su mente llegó todo lo ocurrido en el pasado, no deseaba perder de nuevo a sus hijos.Lyna se dio cuenta de la turbación del árabe, se dio la vuelta y se alejó de ellos junto a sus hijos.—Lyna, espera —Ahmed se levantó inmediatamente para seguirla, dejando a Aisha.—Esa mujer sí que nos dará problemas, hija, pero como vuelva a tocarte, va a conocer una versión de mí que hasta ahora no ha conocido, y mira que me conoció muy bien en el pasado.Aisha sentía su corazón oprimido, Ahmed la dejó ahí para ir tras de Lyna, eso era algo que le dolía, se levantó para regresar a la habitación con sus pequeños hijos que aún dormían.La nana se sentó junto a Basima que observaba como su nuera entristecida se marchaba.—Debe darle tiempo a la niñ* Lyna, ella no es mala, solo está dolida que al regresar el señor Ahmed ya esté casado, y mucho menos tiene la culpa la señora Aisha, ella solo ha quedado en medio de todo esto, y es claro que está sufriendo.—Vaya, mujer, por lo que veo ya no es tu niñ* mi nuera, ahora lo es de nuevo Lyna, a pesar de que te trata como si no valieras nada para ella, tienes que ver en dónde están tus prioridades, esa mujer es nuestra enemiga, y si piensas estás de su parte, no podrás estar junto a Aisha.La pobre nana bajó la mirada, no quería estar inmiscuida, y mucho menos tomar partido.Mientras tanto, Ahmed se sentó junto a Lyna, en cuanto él llegó, sus hijos se levantaron de ahí, estaba claro que lo culpaban a él de lo sucedido, no habían crecido bajo su cultura, y tal vez que su padre tuviera otra esposa, era algo inconcebible.El árabe se dio cuenta de que sería muy difícil ganarse su cariño, no creía capaz a Lyna de haber sembrado odio en sus hijos, tal vez estaban confundidos por lo que habían visto desde su llegada.Horas después, el avión aterrizaba en el hangar privado en Dubái, Ahmed quién había viajado todo ese tiempo junto a Lyna en completo silencio, dio un fuerte suspiro.Se disculpó con Lyna y se dirigió hacia la habitación, para ayudar a Aisha con sus hijos, la chica ya estaba por salir, cuando él abrió la puerta.—Vaya, pensé que no te darían permiso de acercarte a tus hijos.—Aisha, por favor.—Tendré que decirte que me iré lejos con mis hijos, así quizás logre que permanezcas a nuestro lado, o tal vez deba hacerme a un lado para que recuperes con ella lo que tenían.—Sabes que tu eres mi vida, y jamás permitiré que te alejes, escuchalo bien, nunca, Aisha, sabes que eres mía.Ahmed se puso tenso en cuanto la escuchó decir aquello, sabía que no lo decía en serio, pero él le ponía las cosas claras de una vez por sí algún día pensaba en hacerlo.Aisha no deseaba discutir con él, eso era precisamente lo que la pelirroja quería, pero no podía evitarlo, los celos que estaba sintiendo, la tenían confundida.Zafir que viajaba en el mismo avión, en otra área completamente dividida, se acercó a Lyna y a sus hijos, para ayudarlos a bajar, la mujer pasó a su lado ignorándolo completamente, él recordó que en el pasado, siempre había sido prepotente cuando Ahmed no la veía.El guardaespaldas había avisado a Dubái sobre su llegada antes de tiempo, así que ya los esperaban a su llegada, también Caroline y Amira habían acudido a recibirlos, no entendían por qué habían adelantado su regreso, algo delicado tendría que haber ocurrido.Las dos mujeres se sorprendieron al ver que la pelirroja y sus hijos bajaban del avión en compañía de Zafir, conocían a su esposa, y esa mujer no se le parecía, Amira reconoció perfectamente a Lyna cuando pasó junto a ellas ignorandolas.—Amira, Amira, reacciona mujer por Dios. —Caroline la sostuvo entre sus brazos cuando estuvo a punto de desmayarse por la impresión que había sufrido.—¡Por Alá! Esa mujer, esa mujer. —Repetía Amira una y otra vez mientras veía a Lyna.Caroline pensó que Amira estaba delirando, quizás era por el abrasador calor que hacía.—Mujer, termina de decir las cosas, tal vez es la segunda esposa de Zafir.—No, es la primera. —Logró decir aun con el susto reflejado en el rostro.—No, estás equivocada, la primera la conozco y no es ella. —Replicó Caroline, completamente convencida de lo que decía.—Es Lyna, la primera mujer de mi hermano.—¿La muerta? No, estás loca, no creo que tengamos algún tipo de alucinación colectiva, se ha de parecer a ella, quizás por el color de su cabello, me han contado que era pelirroja.Amira prefirió guardar silencio, no quería que dudaran de su cordura.Lyna subió en una de las camionetas, en la parte delantera subió Zafir junto al chofer.Ahmed y Aisha bajaron junto a sus hijos, seguidos de Basima y la nana, y algunos guardaespaldas que llevaban el equipaje.—Hermana, me da gusto ver que regresen con bien, pero pensé que se quedarían algunos días más.—Hola, Caro, tuvimos que regresar por un imp
La puerta de la habitación se abrió de represente, Aisha se sobresaltó, se encontraba completamente desnuda, llorando sobre la fina alfombra, no era común que alguien entrara sin llamar primero.Al alzar la mirada, Ahmed estaba ante ella, por su rostro pudo ver que le había impresionado encontrarla en ese estado, llevaba entre sus manos, una charola con el desayuno.—Habibi, ¿Qué ha pasado? —Aisha se le quedó viendo, comenzó a hipar con sentimiento sin poder evitarlo.Sus locos celos la habían llevado a imaginar que después de la noche que habían pasado, en cuanto amaneció, él la había abandonado para correr a los brazos de Lyna, pero se había equivocado, ahora era por la culpa que sentía que continuaba llorando.—Lo siento, Ahmed, yo…—No digas más, anda, te ayudaré a darte un baño, tenemos que hacerlo rápido o nuestro desayuno se habrá enfriado.Colocó la bandeja sobre la mesa, para después ofrecerle la mano, en cuanto ella se levantó, la llevó al baño, no le importó mojarse, lavó s
Aisha abrió los ojos, era muy temprano por la mañana, al voltear, pudo ver a Ahmed parado a un lado de la cama, estaba ahí mirándola fijamente, con esa sonrisa de medio lado que le encantaba. Lo observó por un momento, se veía realmente guapo, con esos profundos ojos azules, y esa barba corta, que lo hacían ver tan atractivo como siempre, Aisha se sintió feliz al verlo, tenía inmensos deseos de abrazarlo.Ella contestó la sonrisa antes de extender su mano para tocarlo, justo en ese momento, la figura de Ahmed se desvaneció en el aire.Ella volteó desesperada hacía los lados, pedía intensamente poder encontrarlo.No pudo evitar llorar de nuevo, había llorado tanto, hasta el punto que de sus ojos ya no salían lágrimas, el sueño se apiadó de ella envolviendola nuevamente entre sus brazos.Despertó un poco más tarde, dio un gran suspiro antes de levantarse de la cama, no deseaba hacerlo, había estado recordando todo lo que había ocurrido desde el día que Lyna se había entrometido en sus
El viaje de Aisha al escapar del país junto Basima, la nana y sus tres hijos, se convirtió en toda una odisea, por las noches se hospedaron en campamentos beduinos.Viajaron a través del desierto, buscando llegar a la región de Oman, donde los esperaban para llevarlos al aeropuerto internacional.Los miembros de las tribus los acogieron brindándoles protección y alimentos, así fue hasta que en unos de los campamentos, el jefe de la tribu, Mahmud, puso atención en la belleza de Aisha.La chica había olvidado llevar su niqab, así que no podía cubrirse el rostro, el jefe al verla se sintió atraído por su belleza, tanto que ofreció a Zafir cincuenta camellos por ella, deseaba convertirla en su sexta esposa.Al pobre hombre le dio trabajo convencerlo que Aisha solo le traería problemas, estaba casada y con tres hijos, aún así el hombre insistió en comprarla, adoptaría a sus hijos como suyos.Zafir se las ingenio de alguna manera para hacerlo entrar en razón, después de todo nadie querría a
Ibrahim se sentía furioso, mientras el médico atendía a Aisha, intentó comunicarse con Ahmed, pero no logró hacerlo, después de varios intentos, Lyna fue quien contestó el teléfono.—Aló.—Necesito hablar con Ahmed, soy Ibrahim, su hermano.—Ahmed no puede contestarte en este momento, y no sé si podrá hacerlo más adelante, él ya está enterado de todo lo que hicieron para apoyar a esa mujer, todos ustedes intentaron hacerle daño, así que pronto les hará pagar por eso.Lyna cortó la llamada, dejando a Ibrahim desconcertado, ¿Qué demonios se suponía que habían hecho? Ahmed amaba a Aisha, de eso estaba seguro, no tardaría mucho en querer estar junto a ella y junto a sus hijos.—Ibrahim, no sé qué ha sucedido, Ahmed no pudo hacer esto, no a sus hijos.—Tranquila, cuñadita, esto debe de tener alguna explicación lógica, algo grave debe de estar pasando.—¿Y si todo esto ha sido armado para deshacerse de mí y de mis hijos?—No lo creo, mi hermano jamás les haría daño.Zafir con el rostro enro
La primera impresión de Aisha fue de completo asombro, sobre todo al escucharlo, no pudo evitar que dentro de su pecho, su corazón latiera apresurado, pudo aspirar su aroma, ese aroma tan característico de él que la había acompañado todo ese tiempo mientras creía que estaba muerto.—Ahmed. —Hizo un gran esfuerzo para pronunciar su nombre, las luces se encendieron en ese momento.Pudo ver que Ahmed la veía fijamente, no pudo evitar observarlo, se veía tan atractivo como siempre, pero su cara reflejaba un gran disgusto.—No te autorizo a llamarme por mi nombre, para ti soy el señor Assad, ahora estoy enterado de que clase de mujer eres realmente, y todo lo que hiciste sufrir a mi esposa y a mis hijos durante estos años.Ella lo miraba asombrada, no tenía idea de que estaba hablando.—¿Señor? ¿Acaso debo llamar de esa manera a mi esposo? —Aisha no pensaba bajar la cabeza, iba a defenderse.—¿Tu esposo? Sal de mi oficina inmediatamente, te aseguro que pagarás caro tu atrevimiento, te haré
Basima entró en la oficina donde se encontraba Aisha, Ibrahim había ordenado que le adaptaran una oficina junto a la suya, así podría cuidar que Ahmed no se acercara para humillarla.Su hermano podía ser el hombre más generoso y amoroso del mundo, pero también era implacable cuando se trataba de proteger a los suyos, sus enemigos no tenían oportunidad alguna, y eso es lo que consideraba que era Aisha en ese momento, una enemiga.—Madre, ¿Qué ha sucedido?—La yabdu 'anah abni , la 'aerifuh (No parece ser mi hijo, lo desconozco) —Basima lo dijo dejando ver su gran pesar.—No diga eso, madre, Ahmed es el mismo, su hijo, sólo está confundido.Aisha tenía la esperanza de que lo que pasaba con Ahmed solo fuera temporal, Ibrahim llamó en ese momento a la puerta.—Cuñadita, hay reunión en una hora, se ha corrido la voz del regreso de mi hermano, los inversionistas y nuestros socios quieren saber quién estará al frente de la empresa, es todo un caos, he recibido un sin fin de llamadas respecto
Aisha salió del corporativo de prisa, se sentía agotada tanto física como mentalmente, no podía sacar de su mente las despectivas palabras con las que Ahmed se había dirigido a sus hijos.Al llegar y verlos, sintió su corazón oprimirse terriblemente, sus gemelos eran adorables, y el pequeño Ahmed era un niñ* muy tierno, cualidad que a su padre siempre había agradado, a pesar de sus múltiples ocupaciones, el Jeque siempre había ayudado a Aisha en el cuidado de sus hijos.Era algo que le gustaba hacer, sobre todo disfrutaba contarles cuentos por las noches, los pequeños la recibieron con alegría, le dolía el alma verlos, afortunadamente aún no ponían atención en lo que estaba sucediendo.Aisha se dio un baño rápido, para después bajar a cenar con sus hijos, durmió rodeada de ellos, antes les contó algunos cuentos.A la mañana siguiente, se despertó muy temprano, se esmeró en su arreglo, eligió un hermoso vestido en color negr*, era ajustado al cuerpo, el largo más abajo de las rodillas,