Aisha se sentía agotada y sin fuerzas para nada más, hizo lo que Basima le pedía, mientras Ahmed parecía perdido en sus pensamientos, Lyna tomó a Ahmed de la mano y lo llevó hacia el interior del avión, seguida por sus hijos y Zafir.
Dentro del avión, el ambiente se volvió tenso, Lyna exigió que Ahmed se sentara a su lado, hizo esto mientras posaba su mirada con total despreció sobre Aisha, Ahmed se vio obligado a aceptar, pues Lyna sostenía su mano con fuerza.—Amor, te sentarás a nuestro lado —dijo Lyna con voz firme.Ahmed volteó a ver a Aisha, quien fingió estar concentrada en una revista para evitar cualquier confrontación.—Está bien, me quedaré con ustedes —respondió Ahmed con resignación.Aisha se sentía cada vez más alejada de Ahmed, sabía que su matrimonio estaba en peligro, y que Lyna era una amenaza constante, pero no sabía cómo enfrentar la situación, se sentía cada vez más sola y vulnerable.Mientras el avión despegaba, el silencio se hizo presente en el ambiente, Ahmed se sentía atrapado en una situación cada vez más complicada, mientras que Aisha se aferraba a la revista como si fuera su única tabla de salvación.Basima decidió quedarse junto a Aisha durante el vuelo, evitando cualquier acercamiento con Lyna y sus nietos, sabía que las próximas catorce horas serían incómodas e interminables, y no quería hacer la situación aún más difícil.Mientras tanto, la nana esperaba que Lyna se acercara a saludarla, pero eso nunca ocurrió, en cambio, Lyna le lanzó miradas de desprecio, incapaz de confiar en una mujer que ahora era cercana a la otra esposa de Ahmed.Un par de horas más tarde, Aisha decidió llevar a sus hijos a la recámara para que pudieran dormir cómodamente, Lyna, al darse cuenta de esto, decidió seguirlos.—Hijos, vamos a la habitación, allí estarán más cómodos —dijo Lyna con voz suave.Basima no perdía de vista a Lyna, y en cuanto Aisha y sus hijos entraron en la recámara, la obesa mujer se plantó frente a la puerta, lista para defender a su nuera.—¿A dónde van? —preguntó Basima con voz desafiante.—Con permiso, señora, llevaré a mis hijos a descansar dentro —respondió Lyna con voz firme.Pero Basima no estaba dispuesta a permitirlo.—No, regresen a sus asientos —ordenó con autoridad.—No puede prohibirme entrar, esa mujer saldrá de ahí ahora mismo, y con ella sus hijos —dijo Lyna con determinación.Basima soltó una risa burlona.—Ja, ja, ja, en tus sueños, querida Lyna —respondió Basima con una sonrisa desafiante.Ahmed había mantenido su mirada fija en la ventana durante todo el tiempo, pero al escuchar la voz de su madre, se dio cuenta de que algo estaba sucediendo, suspiró profundamente antes de levantarse y acercarse a la habitación.—¿Qué está ocurriendo aquí?Lyna no perdió tiempo en explicarle la situación.—Tu madre no me permite entrar a la habitación para permitir que nuestros hijos descansen dentro —respondió con frustración.Basima intervino de inmediato.—Esta mujer decidió hacerlo justo cuando vio que Aisha entraba junto a los pequeños, Pretende sacarla para entrar ella, y te lo advierto, Ahmed, no voy a permitirlo —dijo con determinación.Ahmed se dio cuenta de que la situación era tensa, y decidió intervenir para calmar los ánimos.—Lyna, será mejor que regresemos a nuestros lugares, los asientos en los que estamos son cómodos, y mis hijos son pequeños, necesitan un lugar tranquilo para descansar —dijo Ahmed con voz suave.—Ahmed, ¿Pondrás a esa mujer sobre mí que soy tu primera esposa?—Lyna, no vamos a discutir ahora por esto.Ahmed se dió la vuelta para regresar al lugar en el que estaba, Lyna lo siguió mientras ordenaba a sus hijos que fueran al área de televisión a ver alguna película.Antara y Abdel aún no se sentían cómodos en compañía de su padre, cuando él les dirigía la palabra, le contestaban con monosílabos, a él más bien le parecía que le contestaban por educación, no por estar interesados en hablar con él, en cuanto a Basima, su madre se había encargado en envenenarlos contra ella, y la mujer prefería ignorarlos.Los padres de Lyna habían decidido regresar a Suiza, sabían perfectamente lo que había hecho su hija, y no tenían cara para estar ante el árabe, y él creía que era porque no lo soportaban.Ahmed se sentó, fingió seguir mirando por la ventana, sobre todo cuando Lyna se sentó a su lado, ella tomó su mano de nuevo, sabía ocultar muy bien la furia que sentía, fingiría ser una mujer comprensiva, eso ya lo tenía decidido, iba a actuar tal y como lo había hecho en el pasado, ya que le había funcionado.—Perdón, mi amor, sé que para ti debe de ser difícil estar en esta situación, pero estoy segura de que aun me amas, y podemos recuperar el tiempo que hemos perdido junto a nuestros hijos, ellos pronto se adaptaran a su nueva vida, sé que te amaran mucho.La mujer tomó su mano, la alzó para colocarla sobre su pecho, Ahmed volteó a verla, Lyna era una mujer realmente hermosa, pero su corazón ya no latía por ella.Aisha salió de la habitación en ese momento, pudo ver que Lyna no estaba dispuesta a alejarse de Ahmed , estaba pegada a él como una sombra, Ahmed y Lyna estaban sentados de frente a donde estaba Aisha, él bajó su mano rápidamente, sintió el impulso de ir a su lado, pero Lyna se lo impidió en cuanto se dio cuenta.—Mi amor, no pretenderás dejarme sola, sabes que los vuelos me aterran, además de que quiero estar junto a ti, ya estuviste junto a ella todos estos años.Basima que estaba en todo, se levantó rápidamente.—Hijo, puedes ir junto a tu esposa, sí Lyna tiene alguna clase de miedo, yo la acompañaré hasta que se calmé, es más, llamaré a nana para que también venga, le dará mucho gusto, yo no sé por qué está mujer se ha dedicado a ignorarla.Ahmed se levantó rápidamente, y sin decir una sola palabra a Lyna, se alejó para acercarse a Aisha.—Hola, amor, ¿Se han dormido nuestros pequeños?—Lo han hecho. —Contestó, con disgusto, sin poder evitar hacerlo.—Sé que estás molesta, y lo entiendo, solo dame un poco de tiempo, Lyna no es culpable de lo que sucedió, Arkham fue el culpable, él la secuestró, la amenazó, si escapaba, mataría a nuestros hijos.—Pero Arkham murió hace algunos años, ¿No es extraño que vuelva hasta ahora?—Ella no lo sabía, Aisha, Lyna y mis hijos son tan solo unas víctimas más de mi hermano.—En verdad lo siento, pero creo que ya es hora de hablar referente a lo nuestro.—Aisha, por favor, necesito que me des tiempo, pondré cada cosa en su lugar, tal como debe ser, pero no ahora, me siento perdido en esto, lo único que me interesa es recuperar el amor de mis hijos, que como puedes ver rehuyen de mí, no sabes lo que me duele verlo.Lyna no perdía detalle de lo que sucedía entre Aisha y Ahmed, desde donde estaba no podía escuchar de qué hablaban, frente a ella Basima sonreía triunfante.—Tendrás que acostumbrarte querida, mi hijo la ama, está vez no saldrás triunfante.—No me moleste, es usted una mujer muy desagradable, ya lo alejé de ustedes una vez, esta vez no será diferente.—Suerte con eso, yo me sentaré pacientemente a observar como eres repudiada, porque estoy segura de que mi hijo lo hará tarde o temprano, sobre todo si te atreves a tocar a la mujer que ama, por que eso es Aisha, la mujer que mi hijo ama más que a su propia vida.—Ja, ja, ja, eso está por verse, pronto lo tendré de nuevo rendido en mis brazos, sí he regresado es para recuperarlo.—Después de tantos años, él ya te había olvidado, dudo que sienta por ti algo más que lástima.La nana que estaba sentada junto a ellas, decidió intervenir para suavizar las cosas, hasta ese momento no se había atrevido a hablar, sobre todo porque había notado que Lyna estaba molesta con ella, la conocía perfectamente, estaba acostumbrada a tolerar sus continuos berrinches y desplantes, situación que Ahmed desconocía completamente.—Mi niñ*, que bueno que han regresado, los extrañe tanto.—No te atrevas a hablarme, aceptaste a otra mujer al lado de mi esposo, ahora eres mi enemiga, tanto como lo es ella.La nana hizo un gran esfuerzo por contener las lágrimas que amenazaban con salir, se levantó de inmediato para sentarse en otro lado.—Vaya, sigues siendo tan despreciable como siempre, solo que está vez mi hijo no está cegado.Lyna se levantó mientras fulminaba a Basima con la mirada, se dirigió hacia donde se encontraba el Jeque, Aisha estaba sentada a su lado, con la cabeza recostada sobre su hombro.—Mi amor, te necesito a mi lado, tu madre no ha hecho más que incomodarme, me cuesta un poco respirar, creo es porque ha logrado alterarme.Ahmed depositó un tierno beso en la frente de Aisha, ella no dijo nada cuando él se levantó para dirigirse junto a Lyna a otra área del avión.Mientras se alejaban, Lyna volteó a ver a Aisha con un gesto de burla en su rostro, Aisha se dio cuenta de que tendría en ella a una férrea enemiga, pero no estaba dispuesta a darse por vencida, estaba claro que era el inicio de una guerra entre ellas.Basima se levantó rápidamente del lugar en el que estaba, al observar que su hijo regresaba en compañía de Lyna.Él buscó la mirada de su madre, ella lo evitó haciéndolo evidente, estaba molesta, no podía creer que no pusiera en su lugar a Lyna.Era más que obvio que estaba haciendo lo posible por molestar a Aisha, Basima se alejó de ellos, sin cuando menos voltear a ver a Lyna, su hijo era un tono, sí seguía así, iba a perder a Aisha.Basima se sentía arrepentida de sus acciones pasadas, había hecho sufrir a su hijo al no aceptar a la mujer que amaba, ese pensamiento se refería a Aisha, por cómo había tratado años atrás a Lyna, jamás se arrepentiría.—Tenemos que ser muy inteligentes, hija —dijo mientras se sentaba junto a Aisha —esa mujer es muy astuta, siempre lo ha sido, sí no le ponemos un alto ahora, terminara alejando a Ahmed de nosotros, Ahmed te ama, pero lo atormenta la culpa.—No quiero presionarlo, sé que para él es difícil, sufrió mucho cuando creyó que había muerto junto
Caroline pensó que Amira estaba delirando, quizás era por el abrasador calor que hacía.—Mujer, termina de decir las cosas, tal vez es la segunda esposa de Zafir.—No, es la primera. —Logró decir aun con el susto reflejado en el rostro.—No, estás equivocada, la primera la conozco y no es ella. —Replicó Caroline, completamente convencida de lo que decía.—Es Lyna, la primera mujer de mi hermano.—¿La muerta? No, estás loca, no creo que tengamos algún tipo de alucinación colectiva, se ha de parecer a ella, quizás por el color de su cabello, me han contado que era pelirroja.Amira prefirió guardar silencio, no quería que dudaran de su cordura.Lyna subió en una de las camionetas, en la parte delantera subió Zafir junto al chofer.Ahmed y Aisha bajaron junto a sus hijos, seguidos de Basima y la nana, y algunos guardaespaldas que llevaban el equipaje.—Hermana, me da gusto ver que regresen con bien, pero pensé que se quedarían algunos días más.—Hola, Caro, tuvimos que regresar por un imp
La puerta de la habitación se abrió de represente, Aisha se sobresaltó, se encontraba completamente desnuda, llorando sobre la fina alfombra, no era común que alguien entrara sin llamar primero.Al alzar la mirada, Ahmed estaba ante ella, por su rostro pudo ver que le había impresionado encontrarla en ese estado, llevaba entre sus manos, una charola con el desayuno.—Habibi, ¿Qué ha pasado? —Aisha se le quedó viendo, comenzó a hipar con sentimiento sin poder evitarlo.Sus locos celos la habían llevado a imaginar que después de la noche que habían pasado, en cuanto amaneció, él la había abandonado para correr a los brazos de Lyna, pero se había equivocado, ahora era por la culpa que sentía que continuaba llorando.—Lo siento, Ahmed, yo…—No digas más, anda, te ayudaré a darte un baño, tenemos que hacerlo rápido o nuestro desayuno se habrá enfriado.Colocó la bandeja sobre la mesa, para después ofrecerle la mano, en cuanto ella se levantó, la llevó al baño, no le importó mojarse, lavó s
Aisha abrió los ojos, era muy temprano por la mañana, al voltear, pudo ver a Ahmed parado a un lado de la cama, estaba ahí mirándola fijamente, con esa sonrisa de medio lado que le encantaba. Lo observó por un momento, se veía realmente guapo, con esos profundos ojos azules, y esa barba corta, que lo hacían ver tan atractivo como siempre, Aisha se sintió feliz al verlo, tenía inmensos deseos de abrazarlo.Ella contestó la sonrisa antes de extender su mano para tocarlo, justo en ese momento, la figura de Ahmed se desvaneció en el aire.Ella volteó desesperada hacía los lados, pedía intensamente poder encontrarlo.No pudo evitar llorar de nuevo, había llorado tanto, hasta el punto que de sus ojos ya no salían lágrimas, el sueño se apiadó de ella envolviendola nuevamente entre sus brazos.Despertó un poco más tarde, dio un gran suspiro antes de levantarse de la cama, no deseaba hacerlo, había estado recordando todo lo que había ocurrido desde el día que Lyna se había entrometido en sus
El viaje de Aisha al escapar del país junto Basima, la nana y sus tres hijos, se convirtió en toda una odisea, por las noches se hospedaron en campamentos beduinos.Viajaron a través del desierto, buscando llegar a la región de Oman, donde los esperaban para llevarlos al aeropuerto internacional.Los miembros de las tribus los acogieron brindándoles protección y alimentos, así fue hasta que en unos de los campamentos, el jefe de la tribu, Mahmud, puso atención en la belleza de Aisha.La chica había olvidado llevar su niqab, así que no podía cubrirse el rostro, el jefe al verla se sintió atraído por su belleza, tanto que ofreció a Zafir cincuenta camellos por ella, deseaba convertirla en su sexta esposa.Al pobre hombre le dio trabajo convencerlo que Aisha solo le traería problemas, estaba casada y con tres hijos, aún así el hombre insistió en comprarla, adoptaría a sus hijos como suyos.Zafir se las ingenio de alguna manera para hacerlo entrar en razón, después de todo nadie querría a
Ibrahim se sentía furioso, mientras el médico atendía a Aisha, intentó comunicarse con Ahmed, pero no logró hacerlo, después de varios intentos, Lyna fue quien contestó el teléfono.—Aló.—Necesito hablar con Ahmed, soy Ibrahim, su hermano.—Ahmed no puede contestarte en este momento, y no sé si podrá hacerlo más adelante, él ya está enterado de todo lo que hicieron para apoyar a esa mujer, todos ustedes intentaron hacerle daño, así que pronto les hará pagar por eso.Lyna cortó la llamada, dejando a Ibrahim desconcertado, ¿Qué demonios se suponía que habían hecho? Ahmed amaba a Aisha, de eso estaba seguro, no tardaría mucho en querer estar junto a ella y junto a sus hijos.—Ibrahim, no sé qué ha sucedido, Ahmed no pudo hacer esto, no a sus hijos.—Tranquila, cuñadita, esto debe de tener alguna explicación lógica, algo grave debe de estar pasando.—¿Y si todo esto ha sido armado para deshacerse de mí y de mis hijos?—No lo creo, mi hermano jamás les haría daño.Zafir con el rostro enro
La primera impresión de Aisha fue de completo asombro, sobre todo al escucharlo, no pudo evitar que dentro de su pecho, su corazón latiera apresurado, pudo aspirar su aroma, ese aroma tan característico de él que la había acompañado todo ese tiempo mientras creía que estaba muerto.—Ahmed. —Hizo un gran esfuerzo para pronunciar su nombre, las luces se encendieron en ese momento.Pudo ver que Ahmed la veía fijamente, no pudo evitar observarlo, se veía tan atractivo como siempre, pero su cara reflejaba un gran disgusto.—No te autorizo a llamarme por mi nombre, para ti soy el señor Assad, ahora estoy enterado de que clase de mujer eres realmente, y todo lo que hiciste sufrir a mi esposa y a mis hijos durante estos años.Ella lo miraba asombrada, no tenía idea de que estaba hablando.—¿Señor? ¿Acaso debo llamar de esa manera a mi esposo? —Aisha no pensaba bajar la cabeza, iba a defenderse.—¿Tu esposo? Sal de mi oficina inmediatamente, te aseguro que pagarás caro tu atrevimiento, te haré
Basima entró en la oficina donde se encontraba Aisha, Ibrahim había ordenado que le adaptaran una oficina junto a la suya, así podría cuidar que Ahmed no se acercara para humillarla.Su hermano podía ser el hombre más generoso y amoroso del mundo, pero también era implacable cuando se trataba de proteger a los suyos, sus enemigos no tenían oportunidad alguna, y eso es lo que consideraba que era Aisha en ese momento, una enemiga.—Madre, ¿Qué ha sucedido?—La yabdu 'anah abni , la 'aerifuh (No parece ser mi hijo, lo desconozco) —Basima lo dijo dejando ver su gran pesar.—No diga eso, madre, Ahmed es el mismo, su hijo, sólo está confundido.Aisha tenía la esperanza de que lo que pasaba con Ahmed solo fuera temporal, Ibrahim llamó en ese momento a la puerta.—Cuñadita, hay reunión en una hora, se ha corrido la voz del regreso de mi hermano, los inversionistas y nuestros socios quieren saber quién estará al frente de la empresa, es todo un caos, he recibido un sin fin de llamadas respecto