Ahmed sintió un profundo dolor en su corazón al observar el rechazo de sus hijos, suspiró profundamente, intentando comprender que para ellos, él era simplemente un extraño.
—Tienes que disculparlos, Ahmed, hijos, sé que es difícil para ustedes, pero saben que él es su padre.—Lo siento mucho, padre —Abdel se disculpó inmediatamente, mientras que Antara guardó silencio mientras abrazaba un pequeño osito de peluche.Ahmed decidió no presionarlos para no hacerlos sentir incómodos, permaneció en silencio, observándolos fijamente.—Vayan un momento con sus abuelos, necesito hablar con su padre.Sus hijos salieron detrás de sus abuelos, los padres de Lyna no fueron capaces de mirar a los ojos a Ahmed, por lo que se retiraron rápidamente, sin saludarlo ni siquiera de forma cortés.—Parece que tus padres aún no han perdonado lo sucedido en el pasado.Ahmed se sintió desolado mientras veía cómo sus hijos salían, una sensación de tristeza y nostalgia lo invadió, era un momento difícil para él, enfrentando su pasado y las consecuencias de sus acciones.A pesar de todo, estaba decidido a recuperar el amor y la confianza de sus hijos, no importaba cuánto tiempo tomaría, sabía que necesitaría paciencia y comprensión, pero estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para sanar las heridas del pasado.—Debes darles tiempo, necesitan asimilar que estaremos juntos de nuevo.Esas palabras resonaron en la mente del árabe, era lógico que Lyna quisiera estar a su lado, después de todo, para eso había regresado.—Lyna, sabes que muero de deseos por tener a mis hijos a mi lado.—¿Solo a nuestros hijos?—Las cosas han cambiado. —Dijo con una débil voz, apenas audible.—Lo que pasó no fue mi culpa, viví aterrorizada pensando que tu hermano podría encontrarnos, necesito estar a tu lado, aún estamos casados, quiero recuperar el lugar que me pertenece, soy tu primera esposa y deseo que se me dé ese trato.Ahmed caminó de un lado a otro, intentando ordenar sus pensamientos que en ese momento se agolpaban en su mente por cientos.Lyna, en un afán por presionarlo, se sentó frente a él y cubrió su rostro con sus manos, fingiendo llorar desconsoladamente.—Lyna, lo siento.—No necesito que te disculpes nuevamente, solo siéntate junto a mí y abrázame, abrázame fuertemente.Ahmed lo hizo rápidamente, se sentó junto a ella y la abrazó, Lyna se regocijó internamente, él sintió la calidez de su cuerpo y aspiró su aroma que era el mismo que recordaba, pero se dio cuenta de que no despertaba en él un sentimiento que fuera más allá de culpa y remordimiento, se reprochó por eso.Lyna rodeó con sus brazos el cuello del árabe, pero su intento de besarlo fue recibido con un rápido giro de rostro por parte de Ahmed, la pelirroja luchó por contener el estallido de furia ante su rechazo.—Ahmed, te he extrañado tanto todos estos años, estoy dispuesta a olvidar todo lo pasado para poder estar a tu lado, te amo.Un suspiro escapó de los labios de Ahmed, pero prefirió guardar silencio.—Necesito saber que también me amas y que no me has olvidado, porque ahora que te he vuelto a ver, me he dado cuenta de que preferiría no vivir antes que alejarme de ti.Ahmed retiró sus brazos, sintiendo un nudo en la garganta, si bien estaba acostumbrado a enfrentar situaciones adversas en su papel de Jeque, no sabía cómo lidiar con lo que estaba ocurriendo en ese momento.—Viajarán conmigo a Dubái, eso es un hecho —dijo finalmente, buscando un camino intermedio.El rostro de Lyna se iluminó con esperanza, consciente de que poco a poco Ahmed estaba cediendo a sus peticiones.—Gracias, mi amor, te lo agradezco, pronto seremos la familia feliz que solíamos ser antes de que nos separaran.Estuvo tentado a pedir que no lo llamara amor, que lo llamara por su nombre, pero no tuvo valor para hacerlo, Aisha se sentiría traicionada sí la escuchaba hacerlo.—Deseo estar con nuestros hijos, pero es mejor no perturbarlos por ahora —continuó, sintiendo la necesidad de retirarse para aclarar sus pensamientos —Zafir se quedará con ustedes y los llevará al aeropuerto.—Perfecto, arreglaré nuestras cosas de inmediato —respondió Lyna, abrazándolo con efusividad antes de dejarlo partir.Una vez fuera, Zafir se acercó al jefe con cuidado, percibiendo la tormenta emocional en sus ojos.—¿Todo bien, jefe? —preguntó con cautela.—No, no puedo negar que mi mundo se ha puesto de cabeza—confesó Ahmed, suspirando —estoy atrapado en una maraña de emociones, amo a Aisha, ella es mi esposa, y siempre lo será, pero no puedo ignorar el afecto que siento por Lyna después de todo lo que ha pasado, se merece un lugar a mi lado.Zafir optó por guardar silencio, consciente de la complejidad de la situación en la que su jefe se encontraba, sabía que al llegar a Dubai, se desataría un torbellino de acontecimientos, además de que tendrían que enfrentar los cuestionamientos de la prensa.Lyna difícilmente podría ocupar el lugar que Aisha, con su amor y dedicación, se había ganado el amor de quien la conocía, estaba comprometida con numerosos eventos y lideraba asociaciones benéficas, siendo muy apreciada por la gente del pueblo.En el hotel, Aisha había hecho una llamada urgente a su amiga Thara, ella y Campbell, tenían planes de viajar desde Nueva York para visitarlos, pero ahora tendrían que cancelar debido a la situación.—Es difícil de creer, ¿Verdad? —le confesó Aisha a su amiga.—Sí, es increíble respondió Thara, sintiendo la angustia de su amiga —pero sé que eres fuerte, y amas demasiado a Ahmed como para rendirte así, juntos, podrán superar esto.—¿Cómo podría superarlo cuando ni siquiera sé qué implicaciones tendrá todo esto en nuestro matrimonio? — se lamentó Aisha, sintiéndose abrumada, quería gritar que temía perderlo, pero se obligaba a callar y ser fuerte.—Debes tomar las cosas con calma —aconsejó Thara —hablaré con Campbell, lo convenceré de que viajemos a Dubai para estar a su lado, estoy segura de que querrá apoyar a Ahmed en este momento complicado.—Gracias, amiga, te necesito aquí conmigo —agradeció Aisha.—¿Has hablado con Caroline al respecto? —preguntó Thara con preocupación.—Aún no lo he hecho —confesó Aisha.—Debes hacerlo pronto —insistió Thara —será una noticia impactante para ella, y sabes que todo lo que te afecte, nos afecta a todas.En ese momento, Ahmed ingresó a la habitación, y Aisha tuvo que despedirse apresuradamente de su amiga.—Hola, amor, ya está todo listo para nuestro regreso —anunció Ahmed.Perfecto, he arreglado nuestro equipaje, podemos partir cuando tú lo decidas —respondió Aisha, tratando de ocultar su tormento emocional detrás de una apariencia serena.—Lo haremos después de desayunar, vamos a buscar a nuestros hijos —anunció Ahmed.Juntos, se dirigieron hacia donde descansaban sus pequeños, Ahmed sintió cómo una oleada de culpabilidad lo invadía al ver a Mohamed, Fariye y el pequeño Ahmed, era un sentimiento poderoso y distinto al que experimentó cuando vio a Antara y Abdel, ahora comprendía que necesitaba recuperar todo el tiempo perdido con ellos.—Papá, has regresado —exclamó la dulce voz de la pequeña Fariye, quien corrió hacia él. Ahmed la acogió con ternura entre sus brazos.—Así es, preciosa, solo me fui por un momento —susurró, mientras notaba la mirada escrutadora de su madre sobre él.Desayunaron juntos, como solían hacerlo, rodeados de la compañía de Basima, la atenta nana, y los pequeños, sin embargo, para Aisha, cada bocado se volvía más amargo, ya que no podía evitar pensar en cómo todo cambiaría a partir de ese momento.El simple acto de compartir un desayuno en familia, tal como lo habían hecho innumerables veces antes, tal vez ya sería completamente diferente.Ahmed notó la tristeza en el rostro de su esposa, y aunque conocía el motivo de su dolor, sabía que no era el momento adecuado para abordar el tema.Después de todo, Lyna era un amor del pasado, y Aisha representaba el presente y el futuro que él deseaba, temía perderla, no sabía cómo explicarle que su matrimonio no era válido, y que para estar juntos nuevamente, tendrían que enfrentar complicaciones legales, Lyna tendría que aceptarla como segunda esposa.En el acuerdo prenupcial, Aisha había dejado en claro que no aceptaría que Ahmed tuviera otra esposa, y ahora esa situación se presentaba ante ellos, Lyna sería la primera esposa,y ella, la "otra", Ahmed no sabía si ella estaría dispuesta a aceptar tal rol.La mirada de Basima y la nana se posaba en ambos, conscientes de la tensión en el ambiente, la madre de Ahmed, por otro lado, parecía no tener prisa alguna por conocer a sus nietos, mucho menos en ver a Lyna, aun recordaba como cambiaba cuando no estaba en presencia de su hijo, era otra por completo.—¿No preguntara cómo están sus nietos, madre? —Ahmed sabía que su madre representaría el mayor problema.—No creo que sea necesario preguntar por los nietos en este momento, hijo —respondió con una mirada seria, —sé que pronto podré conocerlos, sin embargo, quiero que sepas que el lugar de Mohamed se respeta, y lucharé por ello, aunque se me vaya la vida en hacerlo.Ahmed sabía que el lugar le correspondía a Abdel por derecho, pero no discutiría con su madre por eso frente a Aisha.Más tarde salieron rumbo al aeropuerto, Aisha sentía que no podía respirar por momentos, bajó un poco la ventanilla del vehículo, Ahmed que viajaba junto a ella, tomó su mano apretando fuertemente para darle ánimo.Cuando llegaron a su destino, la camioneta se dirigió hacia el hangar privado, en ese momento, otra camioneta idéntica, se estacionó a su lado, Ahmed bajó, para después ayudar a Aisha a bajar mientras depositaba un tierno beso en su mano.—Suban al avión, ya los alcanzo.Basima pasó a un lado de su hijo con un gran gesto de disgusto, la nana estuvo tentada a pedir que la dejará verlos, pero decidió no hacerlo, tomó entre sus brazos al pequeño Ahmed para dirigirse hacia el avión, Aisha tomó de las manos a los gemelos para también abordar.Ahmed se dirigió hacia la otra camioneta, abrió la puerta para que Lyna bajara, ella le ofreció su mano enseguida para que la tomara, la pelirroja se dio cuenta de que Aisha los observaba, la chica se había detenido antes de abordar el avión.En cuanto bajó, Lyna atrajo a Ahmed hacia ella para darle un beso, Basima se dio cuenta de que su nuera estaba al borde del llanto, la tomó por la mano.Aisha se sentía agotada y sin fuerzas para nada más, hizo lo que Basima le pedía, mientras Ahmed parecía perdido en sus pensamientos, Lyna tomó a Ahmed de la mano y lo llevó hacia el interior del avión, seguida por sus hijos y Zafir.Dentro del avión, el ambiente se volvió tenso, Lyna exigió que Ahmed se sentara a su lado, hizo esto mientras posaba su mirada con total despreció sobre Aisha, Ahmed se vio obligado a aceptar, pues Lyna sostenía su mano con fuerza.—Amor, te sentarás a nuestro lado —dijo Lyna con voz firme.Ahmed volteó a ver a Aisha, quien fingió estar concentrada en una revista para evitar cualquier confrontación.—Está bien, me quedaré con ustedes —respondió Ahmed con resignación.Aisha se sentía cada vez más alejada de Ahmed, sabía que su matrimonio estaba en peligro, y que Lyna era una amenaza constante, pero no sabía cómo enfrentar la situación, se sentía cada vez más sola y vulnerable.Mientras el avión despegaba, el silencio se hizo presente en el ambiente, Ahmed
Basima se levantó rápidamente del lugar en el que estaba, al observar que su hijo regresaba en compañía de Lyna.Él buscó la mirada de su madre, ella lo evitó haciéndolo evidente, estaba molesta, no podía creer que no pusiera en su lugar a Lyna.Era más que obvio que estaba haciendo lo posible por molestar a Aisha, Basima se alejó de ellos, sin cuando menos voltear a ver a Lyna, su hijo era un tono, sí seguía así, iba a perder a Aisha.Basima se sentía arrepentida de sus acciones pasadas, había hecho sufrir a su hijo al no aceptar a la mujer que amaba, ese pensamiento se refería a Aisha, por cómo había tratado años atrás a Lyna, jamás se arrepentiría.—Tenemos que ser muy inteligentes, hija —dijo mientras se sentaba junto a Aisha —esa mujer es muy astuta, siempre lo ha sido, sí no le ponemos un alto ahora, terminara alejando a Ahmed de nosotros, Ahmed te ama, pero lo atormenta la culpa.—No quiero presionarlo, sé que para él es difícil, sufrió mucho cuando creyó que había muerto junto
Caroline pensó que Amira estaba delirando, quizás era por el abrasador calor que hacía.—Mujer, termina de decir las cosas, tal vez es la segunda esposa de Zafir.—No, es la primera. —Logró decir aun con el susto reflejado en el rostro.—No, estás equivocada, la primera la conozco y no es ella. —Replicó Caroline, completamente convencida de lo que decía.—Es Lyna, la primera mujer de mi hermano.—¿La muerta? No, estás loca, no creo que tengamos algún tipo de alucinación colectiva, se ha de parecer a ella, quizás por el color de su cabello, me han contado que era pelirroja.Amira prefirió guardar silencio, no quería que dudaran de su cordura.Lyna subió en una de las camionetas, en la parte delantera subió Zafir junto al chofer.Ahmed y Aisha bajaron junto a sus hijos, seguidos de Basima y la nana, y algunos guardaespaldas que llevaban el equipaje.—Hermana, me da gusto ver que regresen con bien, pero pensé que se quedarían algunos días más.—Hola, Caro, tuvimos que regresar por un imp
La puerta de la habitación se abrió de represente, Aisha se sobresaltó, se encontraba completamente desnuda, llorando sobre la fina alfombra, no era común que alguien entrara sin llamar primero.Al alzar la mirada, Ahmed estaba ante ella, por su rostro pudo ver que le había impresionado encontrarla en ese estado, llevaba entre sus manos, una charola con el desayuno.—Habibi, ¿Qué ha pasado? —Aisha se le quedó viendo, comenzó a hipar con sentimiento sin poder evitarlo.Sus locos celos la habían llevado a imaginar que después de la noche que habían pasado, en cuanto amaneció, él la había abandonado para correr a los brazos de Lyna, pero se había equivocado, ahora era por la culpa que sentía que continuaba llorando.—Lo siento, Ahmed, yo…—No digas más, anda, te ayudaré a darte un baño, tenemos que hacerlo rápido o nuestro desayuno se habrá enfriado.Colocó la bandeja sobre la mesa, para después ofrecerle la mano, en cuanto ella se levantó, la llevó al baño, no le importó mojarse, lavó s
Aisha abrió los ojos, era muy temprano por la mañana, al voltear, pudo ver a Ahmed parado a un lado de la cama, estaba ahí mirándola fijamente, con esa sonrisa de medio lado que le encantaba. Lo observó por un momento, se veía realmente guapo, con esos profundos ojos azules, y esa barba corta, que lo hacían ver tan atractivo como siempre, Aisha se sintió feliz al verlo, tenía inmensos deseos de abrazarlo.Ella contestó la sonrisa antes de extender su mano para tocarlo, justo en ese momento, la figura de Ahmed se desvaneció en el aire.Ella volteó desesperada hacía los lados, pedía intensamente poder encontrarlo.No pudo evitar llorar de nuevo, había llorado tanto, hasta el punto que de sus ojos ya no salían lágrimas, el sueño se apiadó de ella envolviendola nuevamente entre sus brazos.Despertó un poco más tarde, dio un gran suspiro antes de levantarse de la cama, no deseaba hacerlo, había estado recordando todo lo que había ocurrido desde el día que Lyna se había entrometido en sus
El viaje de Aisha al escapar del país junto Basima, la nana y sus tres hijos, se convirtió en toda una odisea, por las noches se hospedaron en campamentos beduinos.Viajaron a través del desierto, buscando llegar a la región de Oman, donde los esperaban para llevarlos al aeropuerto internacional.Los miembros de las tribus los acogieron brindándoles protección y alimentos, así fue hasta que en unos de los campamentos, el jefe de la tribu, Mahmud, puso atención en la belleza de Aisha.La chica había olvidado llevar su niqab, así que no podía cubrirse el rostro, el jefe al verla se sintió atraído por su belleza, tanto que ofreció a Zafir cincuenta camellos por ella, deseaba convertirla en su sexta esposa.Al pobre hombre le dio trabajo convencerlo que Aisha solo le traería problemas, estaba casada y con tres hijos, aún así el hombre insistió en comprarla, adoptaría a sus hijos como suyos.Zafir se las ingenio de alguna manera para hacerlo entrar en razón, después de todo nadie querría a
Ibrahim se sentía furioso, mientras el médico atendía a Aisha, intentó comunicarse con Ahmed, pero no logró hacerlo, después de varios intentos, Lyna fue quien contestó el teléfono.—Aló.—Necesito hablar con Ahmed, soy Ibrahim, su hermano.—Ahmed no puede contestarte en este momento, y no sé si podrá hacerlo más adelante, él ya está enterado de todo lo que hicieron para apoyar a esa mujer, todos ustedes intentaron hacerle daño, así que pronto les hará pagar por eso.Lyna cortó la llamada, dejando a Ibrahim desconcertado, ¿Qué demonios se suponía que habían hecho? Ahmed amaba a Aisha, de eso estaba seguro, no tardaría mucho en querer estar junto a ella y junto a sus hijos.—Ibrahim, no sé qué ha sucedido, Ahmed no pudo hacer esto, no a sus hijos.—Tranquila, cuñadita, esto debe de tener alguna explicación lógica, algo grave debe de estar pasando.—¿Y si todo esto ha sido armado para deshacerse de mí y de mis hijos?—No lo creo, mi hermano jamás les haría daño.Zafir con el rostro enro
La primera impresión de Aisha fue de completo asombro, sobre todo al escucharlo, no pudo evitar que dentro de su pecho, su corazón latiera apresurado, pudo aspirar su aroma, ese aroma tan característico de él que la había acompañado todo ese tiempo mientras creía que estaba muerto.—Ahmed. —Hizo un gran esfuerzo para pronunciar su nombre, las luces se encendieron en ese momento.Pudo ver que Ahmed la veía fijamente, no pudo evitar observarlo, se veía tan atractivo como siempre, pero su cara reflejaba un gran disgusto.—No te autorizo a llamarme por mi nombre, para ti soy el señor Assad, ahora estoy enterado de que clase de mujer eres realmente, y todo lo que hiciste sufrir a mi esposa y a mis hijos durante estos años.Ella lo miraba asombrada, no tenía idea de que estaba hablando.—¿Señor? ¿Acaso debo llamar de esa manera a mi esposo? —Aisha no pensaba bajar la cabeza, iba a defenderse.—¿Tu esposo? Sal de mi oficina inmediatamente, te aseguro que pagarás caro tu atrevimiento, te haré