Kareem se tambaleó por el golpe y se llevó la mano al rostro, sorprendido por la reacción de Ahmed.Mía, por su parte, en ese momento comenzó a toser y a sacar agua por la boca, se levantó rápidamente para después llevarse las manos al pecho, intentando recuperar el aliento.En cuanto logró estabilizarse, se percató de lo que acababa de hacer su esposo.—¡Ahmed, ¿Qué estás haciendo?! —exclamó Mía, asombrada por la ira de su marido.—¡No tienes derecho a tocar a mi mujer! —gritó Ahmed, con los ojos llenos de rabia.—No entiendes, Ahmed, Kareem me estaba salvando, me dio un calambre en la pierna mientras me encontraba en el agua, Kareem me ayudó —explicó Mía, tratando de calmar la situación.Los ojos de Ahmed se abrieron de par en par y su expresión cambió de furia a sorpresa, miró de nuevo a Kareem, quien se recuperaba del golpe.—¿Es eso cierto, Kareem? —preguntó Ahmed, con incredulidad en su voz.Kareem asintió, aún saboreando el golpe que acababa de recibir.—Sí, Ahmed, Mía empezó a
Mía y Ahmed regresaban de la cueva, Kareem había sido invitado por Malak y su familia a pasar el día buceando, él había intentado negarse, pero ante la insistencia de su amiga, terminó aceptando.Cuando el Jeque y su esposa llegaron a la villa, se dieron cuenta de que Zafir los esperaba afuera, enseguida que los vio llegar, se acercó a ellos, después de saludarlos respetuosamente, pidió hablar con Ahmed.—Por supuesto, amigo, entremos.Mía se alejó para dejarlos hablar, mientras preparar un té, le daba gusto ver que Ahmed llamaba amigo a Zafir de nuevo.—Una disculpa, señor, no es mi intención interrumpir su descanso, pero hay algo que tiene que saber de manera urgente.—Sabes qué más que un amigo, eres como un hermano para mí, Zafir, también pido disculpas por todo lo que llegue a decir sobre ti, y por mi mala actitud, ¿Qué es eso tan importante que me tienes que decir?—Cuando ocurrió su accidente, la señora Lyna se encargó de que su hijo ocupara su lugar enseguida, pidió a su conse
Antes de que los guardias se llevarán a Lyna, la pelirroja se lanzó a los pies de Ahmed, abrazándolo con fuerza, suplicando.—No, Ahmed, no puedes repudiarme, perderé todo, quedará en la calle.—No puedo pasar por alto lo que has hecho, fueron años de sufrimiento en los que mi vida fue miserable, en los que me culpaba por tu muerte y la de mis hijos, todo eso sucedía mientras tu estabas feliz con tu amante, sabías que mis hijos eran mi vida, no Lyna, no te equivoques, jamás podré perdonarte.Basima, y Mía veían aquella deplorable escena, sin poder creer lo que escuchaban, las dos habían sido testigos del enorme sufrimiento de Ahmed, esa mujer no tenía perdón por lo que había hecho.Los guardias tomaron por los brazos a Lyna, para llevársela, pero Abdel y Antara llegaron en ese momento, al ver lo que pasaba, corrieron hasta su madre.—Cuanta razón tenía mi madre, padre, tu crueldad no tiene límites, por eso es que decidió abandonarte, sí le haces daño, o vuelves a humillarla, no te lo
El Jeque se perdió por un momento, su mirada seguía fija en aquel sobre, su corazón seguía latiendo desenfrenadamente, sin que él pudiera controlarlo, abrió el sobre despacio para sacar los resultados, cuando los tuvo entre sus manos, sus manos comenzaron a temblar.Su nerviosismo era evidente, aquellas dos hojas se encontraban dobladas, las extendió lentamente, no entendía mucho de lo que venía escrito, pero la conclusión de cada una, la entendió perfectamente.De acuerdo a los resultados obtenidos, quedaba excluido del vínculo biológico, los dos resultados eran lo mismo, él no era el padre de Antara, tampoco lo era de Abdel.Ahmed se dejó caer sobre el sillón, cubrió su rostro con sus manos, quería gritar, gritar lo más fuerte posible para ver sí así podía liberar un poco ese terrible dolor que amenazaba con partirle el pecho, y el alma.A su mente acudieron viejos recuerdos, recordó el nacimiento de cada uno de ellos, y la felicidad que había sentido al tenerlos entre sus brazos,
Ahmed intentó contener su furia delante de Abdel y Antara, después de todo ellos no tenían la culpa de lo sucedido, les pidió salir, mientras él soportaba que el traidor colocara su mano sobre su hombro a manera de saludo.—Amigo, he decidido pasar un buen tiempo aquí contigo, espero que puedas admitirlo, sabes que he perdido toda mi fortuna nuevamente, y confío en que cuento contigo.—Claro, amigo, hablaremos sobre eso al regresar, necesito que me acompañes, se me ha presentado un asunto urgente, y te necesito conmigo.—Por supuesto, en casos así, debes de tener a tu lado a personas de gran confianza, así como yo, que me cuento entre tus más cercanos amigos.—Perfecto, entonces vamos.Azzel sonrió, Ahmed era un completo tonto, había caído de nuevo, siempre había sentido odio hacia él, no entendía porque algunos nacían privilegiados, y otros, tenían que sufrir para conseguir salir adelante, aunque gracias a Ahmed, él había vivido bastantes años entre lujos.Subieron a la camioneta, Za
Los pensamientos dentro de la cabeza de Ahmed no cesaban, lo atormentaban, no sabía cómo reaccionar ante el comportamiento agresivo de Abdel, al que a pesar de todo seguía viendo como su hijo.—Hijo, creo que necesitamos hablar, ¿Qué piensas hacer con esos niñ*s? —Basima no deseaba tener cerca a los hijos de Lyna.—Madre, son mis hijos, y no quiero que nadie más se entere de lo que ha sucedido respecto a ellos.—No puedes hacerte cargo de los hijos de otro hombre, Abdel no puede ser tu heredero, de ningún modo voy a permitirlo, es un chico agresivo, sí crece junto a tu mujer y tus hijos, será un peligro.—Madre, no puedo simplemente echarlos a la calle, para ellos yo soy su padre.—Yo cumplo con advertirte, Abdel te dará grandes dolores de cabeza, pero es tu decisión, solo mantenlo lejos de mis nietos, así evitaremos más problemas, que desde que esa mujer regresó, es lo que hemos tenido.Ahmed llevó sus manos a la cabeza, el dolor que tenía era insoportable, pero no deseaba preocupar
La pelirroja continuaba riendo mientras observaba a Mía y a su hijo, había sido tan fácil.Mientras tanto Ahmed buscaba a Mía desesperado, colocó las manos sobre su cabeza intentando pensar racionalmente.—Hijo, necesitas calmarte, estás demasiado nervioso.—El brazalete. —El brazalete que le regalé a Mía durante nuestra luna de miel, jamás se lo ha quitado, debe de tenerlo puesto, cuando se lo regale le pedí que jamás se lo quitara, tiene un GPS.Ahmed llamó de inmediato a la compañía de seguridad para pedir la ubicación del brazalete, en cuanto se la dieron, se dirigió inmediatamente hacia allá.Zafir acompañado de varios guardias lo siguieron, Ahmed sentía que no avanzaba a pesar de la gran velocidad a la que estaba manejando.Al llegar al lugar donde marcaba la señal del GPS, bajaron de inmediato de las camionetas, Lyna se dio cuenta de inmediato.—Vaya, esto se pone interesante, ha venido a rescatarte tu amado, veamos que tanto está dispuesto a sacrificar para salvarte.Lyna abr
Ahmed había buscado incansablemente a Abdel por un tiempo, sin embargo no logró encontrarlo, solo esperaba que donde quiera que estuviera, se encontrará con bien.Cambell y Thara se tuvieron que hacer a la idea de que su hijo compartiría tiempo con Emma, el juez otorgó custodia compartida, la morena creía que era injusto, pero muy a su pesar tuvo que aceptarlo.Leonard creció como un chico huraño, reservado, al que obligaron a compartir tiempo con su madre sin él desearlo, se había convertido en un chico muy apuesto ya había cumplido 19 años.Mohamed era muy parecido a su padre, apuesto, pero hacía un par de años había dejado las fiestas para dedicarse por completo a prepararse para ser el sucesor de su padre, al contrario de Ahmed, a él le hacía ilusión llegar al día en el que se convertiría en Jeque.A sus 19 años sabía cómo comportarse en reuniones de estado a las que acompañaba a su padre, Ahmed era un padre orgulloso.Por el contrario Fahriye, era un huracán en potencia, rebelde