El joven llegó a su casa, cabizbajo, golpeado por las circunstancias, con unos enormes deseos de llevarse a la boca un pastelillo de piña, de los que preparaba su hermana Angie, ansiando que su dulzura borre el mal sabor que llevaba él a causa de los acontecimientos pasados.
-¡Jeremy Owen, no luces bien! - lo recibió Phillips con preocupación y una misiva que puso en sus manos – ¡palideces! Espero que esta nota, que llegó muy temprano para ti, te levante ese ánimo ¡luces de muerte!...
-¡Ah! No empieces Phillips…- dijo levantando una mano mientras colo
Edgard Phillips se sintió más calmado al saber que Emiliana estaba tranquila en casa de los Ford. Luego de la boda y de haber advertido la discrepancia de la presencia de Lancaster en ese lugar, comentó a Jeremy que debían apremiar la ejecución del plan que habían elaborado días antes. Ese hombre se presentó allá para darles una advertencia. Probablemente estaba tramando algo que ellos no habían previsto y los dejaba un paso atrás de cualquier situación que podía presentárseles con él.Por su parte, Jeremy se preparaba para partir al despacho. Phillips solucionó acompañarlo por si se daba el caso que necesitara apoyo en cualquier circunstancia. Ambos se marcharon llevándole unos panecillos a Helen de parte de Angie que la invitó al té esa misma tarde.Una vez en el despacho fu
Llegada la tarde en casa de los Owen, se escucharon unos cascos de caballos que acercaban un carro sin prisa. Se trataba de la visita de Emiliana, había aparecido luego de muchos días para ver a su amiga Angie y ponerse al día pues ya se acercaba la boda de Monique y venía para aplacar toda la ansiedad que la consumía por este tan acercado evento. De su nueva residencia, la propiedad Owen quedaba de camino, para visitar a Monique tendría que desviarse hacia el pueblo directamente. Decidió pasar a saludar, y así, compartir unas horas al lado de su detective soñado. Suspiraba al pensar en él, quizá la invitaría a caminar por sus jardines o le propondría dibujarla bajo un árbol disfrutando la naturaleza, o solo quizá estaría Phillips merodeando por allí, interrumpiéndolos con su abrupta presencia acabando por completo con las ilusiones de la chica ¡hay
Pasados unos días, Phillips se encontraba leyendo la prensa en la propiedad de los Owen. La compañía y atención de estas personas había mejorado en gran manera su ánimo, pero a veces sentía que se aprovechaba de ellos, por lo tanto, estaba pensando seriamente reunirse con el albacea de su herencia para darle fin a ese asunto y así, disfrutar con sus nuevos amigos, de sus posesiones y propiedades, que eran varias y lugares majestuosos, comenzando de nuevo su vida, sin temores y despojándose del pasado que lo perseguía.Jeremy bajó las escaleras como de costumbre para tomar el desayuno y comenzar la faena del día. Al ver a Phillips despierto se sorprendió sin embargo, no le dirigió ningún comentario que tuviese que ver con ello.-¡Buenos días, Phillips! Luces fresco como una lechuga- bromeó Jeremy que amaneci&oa
Una fresca mañana otoñal, Priscila Winchester decidió salir de su invernadero, lugar para el cual, al parecer, había nacido. Desde que la mansión quedó vacía, la sexagenaria dispuso que lo único que merecía cuidado en esa casa, eran las plantas, pues no recibiría traición jamás de ellas. (Aunque quizá muchos no estarían de acuerdo con ella, siendo la primera traidora, solo por mantener las apariencias y que todo girara conforme le convenía, incluyendo entregar a la muerte a sus propios hijos).Se vistió de negro, permaneciendo en un luto por la muerte de su hijo (aunque algunos pensaban que estaba implicada). Bajó las escaleras sin prisa, observando a su esposo Wilfred que, sentado frente al piano entretenía con una dulce melodía al ama de llaves, Maggie.-¿Aún no se incorpora Al
La propiedad Ford, aunque pequeña y acogedora gozaba de ciertos privilegios que a Emiliana le encantaban. Entre ellos, una enorme biblioteca, muy apreciada por el Sr. Ford, con cientos de libros que pertenecían a ese mundo, al que le gustaba viajar al leer, y un pequeño, pero sin dejar de ser hermoso, piano de pared que le permitía practicar su música. El Sr. Ford gozaba de una gran inclinación por las artes, cosa que compartía con Emiliana y daba paso a fortalecer la relación entre ellos, que desde un principio había sido muy buena. Tenía una parte de su abuelo en su nuevo hogar, así, ese era su nombre. Un hogar lleno de afecto y comprensión, amor y trabajo en equipo. Un lugar nuevo, donde se sentía tan a gusto que olvidaba el pasar de los días.Sentada frente al piano recordaba una tonada que había compuesto su abuelo para ella cuando era solo una ni&
La mansión Winchester había caído en una crisis desoladora. Repleta de empleados y solo quedaba el abuelo Wilfred quien no deseaba habitar allí al lado de su esposa la insoportable, sobre todo para sus empleados, Lady Priscila Winchester.La frialdad que ocupaba el lugar los mantenía encerrados en un bucle de ocupaciones en medio del cual reinaba la monotonía. Alfred era tan necesario es esos momentos, él era quien brindaba compañía al abuelo en sus días más tristes y mantenía el orden dentro de la cocina y en cada rincón de la mansión.Lady Winchester, por su parte, entretenida con sus plantas y su maravilloso jardín pasaba gran parte del día encerrada en el invernadero.Este día, luego de tantos, encerrada, ocurrió una diferencia de la cual todos en la mansión quedaron atónitos. La
-Andrew, prepara el carruaje - dijo Landon Ford a su cochero - llevarás a la Srta. Emiliana a casa de los Smith.-¡Estoy lista! - expresó jadeando la joven con una sonrisa. Llegó corriendo preparada, con una pequeña maleta en las manos.-¡Perfecto pequeña! El viaje es un poco largo así que…- no lo dejó continuar.-¡No te preocupes, Landon! Estoy acostumbrada a los viajes extensos - expresó poniendo una mano en el hombro de Ford para sosegarlo - además este carruaje ha de ser muy cómodo, los de la mansión son de asientos rígidos.-Solo quiero que llegues segura- sonó preocupado- me inquieta Priscila, que llegue a importunarte.-Te confieso que también lo he p
Pasaron unos días y finalmente se cumplió la fecha para la esperada boda Forrest – Smith. Todos los invitados, cada uno en su casa, se afanaban por llegar a tiempo a la propiedad Smith.Tal era el caso de los Ford, debido a que su hogar quedaba en el centro, el recorrido para llegar al pueblo era extenso por lo tanto, si querían alcanzar el horario dispuesto, se veían obligados a salir con unas cuantas horas de anticipación.Marilyn preparó su indumentaria y la de su esposo en una pequeña valija y pretendían llegar con dos horas y media de ventaja para almorzar con los Smith y luego asearse. En los preparativos estaba, cuando escuchó que alguien llamaba en la entrada. Pidió a Landon que atendiera, quizá era un vendedor mañanero, pero no obtuvo respuesta de su esposo. El visitante insistió en su llamado y ella se movilizó hasta el pó