Capítulo: "La salvación de Diego"Mientras Verónica se alejaba, Diego se quedó parado en la acera, procesando lo que acababa de suceder. La mención de la cuenta para Carolina despertó en él un recuerdo, uno que había preferido ignorar hasta ahora. Esa cuenta que, en teoría, debía haber estado creciendo con el tiempo, debe estar prácticamente vacía. No había hecho ninguna aportación en años, y ahora, con las deudas de juego apilándose sobre su cabeza, necesitaba desesperadamente encontrar una manera de salir del agujero en el que se encontraba.Diego metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y caminó lentamente hacia su auto, su mente trabajando en una nueva estrategia. Si quería recuperar algo de control sobre la situación y hacer que Verónica bajara la guardia, necesitaba un movimiento que pareciera genuino. Y tenía una idea.Una vez en su auto, sacó su teléfono y revisó la cuenta de Georgina. Aunque el dinero que le había sacado ya estaba en su mayoría comprometido para pagar
Capítulo: "La Voz de Verónica" Verónica golpeó la puerta dos veces , observando a Ismael sentado en el sofá con una expresión de enojo persistente en su rostro. Había visto a Emanuel llorar en la cocina, ya había sido suficiente. Ismael parecía disco rayado ,repitiendo lo mismo . Sabía que las cosas no podían seguir así. Emanuel había estado haciendo todo lo posible por enmendar las cosas, pero Ismael no cedía. Finalmente, con un suspiro, Verónica decidió que ya era hora de hablar con claridad y tomar el toro por los cuernos . —Ismael, necesitamos hablar ,puedo pasar —dijo con firmeza, entrando en la sala y cruzándose de brazos frente a él. Ismael levantó la vista, su ceño fruncido se profundizó al ver la seriedad en el rostro de Verónica. —¿Qué pasa ahora, Vero ? —Me he cansado de verte tratar mal a tu padre —dijo ella, sin rodeos—. Emanuel cometió errores, sí, pero ya ha pagado bastante por ellos. Ha estado aquí, día tras día, soportando tu enojo, tu resentimiento. ¿Cuán
Emanuel estacionó frente a la casa de Verónica, y ambos permanecieron en silencio unos segundos, disfrutando de la tranquilidad del momento. Desde mañana, Emanuel ,volvería a trabajar en la empresa, algo que le entusiasmaba, aunque sabía que debía volver al bar a trabajar. A su jefa del bar le debía lealtad absoluta. Carolina, desde la ventana, observaba a su madre con una sonrisa. Había notado el cambio en ella, la forma en que su rostro se iluminaba después de las muestras de afecto de Emanuel. Por primera vez en mucho tiempo, veía a su madre feliz y radiante. Mientras Verónica pensaba en la relación que estaban construyendo, sus mejillas se sonrojaron. Emanuel, siempre atento, notó el cambio en su expresión y le preguntó con curiosidad: —¿En qué estás pensando, Vero? Verónica rió suavemente, intentando disimular. —Si te lo digo, no salgo del auto —respondió, riéndose a carcajadas. Emanuel arqueó una ceja, divertido pero decidido. —No voy a dejarte salir sin que me cuentes. S
Georgina estaba al borde de un ataque de nervios. Tres días sin noticias de Diego y, lo que era peor, sin rastro del dinero que él supuestamente había "invertido". Había buscado por todos lados, preguntado a conocidos y revisado los lugares que él solía frecuentar, pero nada. Finalmente, lo vio estacionado frente a un edificio, su auto reluciente como si no tuviera una sola preocupación en el mundo. Georgina decidió esperar y ver qué hacía.Para su sorpresa, una joven salió del edificio y se acercó a Diego. Desde la distancia, Georgina no podía oír mucho, pero las pocas palabras que alcanzó a captar hicieron que su sangre hirviera.—¿Recibiste el dinero que te deposité? —preguntó Diego a la chica, su tono era distante.—Nunca lo necesité —respondió con frialdad—. Ahora que puedo trabajar y ayudar a mi madre, menos.Georgina sintió un latigazo de celos. Algo en los ojos de la joven le resultaba familiar, y el pensamiento se hizo inevitable: "Debe ser su hija". Su mente se llenó de rabi
El Juego de la Manipulación Diego había aprendido a moverse en las sombras, a tejer sus trampas con precisión. Su visita a su hija no fue más que una jugada estratégica, un intento de desviar cualquier sospecha mientras comenzaba a vaciar la cuenta bancaria de Verónica, poco a poco. Había mucho dinero en juego, y aunque no sabía exactamente de dónde venía, estaba seguro de que ella tenía acceso a una suma considerable. Y si ella lo tenía, él lo obtendría. Sabía que su plan funcionaría. Lo había hecho antes, había logrado engañar y manipular a Verónica en el pasado. Pero lo que no entendía era que ella ya no era la misma. Verónica había crecido, había aprendido de sus errores, y ahora estaba lista para enfrentarse a él con la fuerza que antes le faltaba. Después de un breve encuentro con su hija, Diego se dirigió a la empresa donde trabajaba Verónica. La vio salir sola y aprovechó la oportunidad para interceptarla. Intentó abrazarla, mostrarle una fachada de afecto, pero ella lo rec
Capítulo: "Emanuel ,Guardián de lo Suyo" Esa noche, Verónica habló por videollamada con Emanuel. Le contó todo lo que había sucedido con Georgina cuando regresó del bar en su última noche de trabajo. Emanuel escuchó atentamente, sintiendo cómo la preocupación se transformaba en enojo. —Esa mujer se está volviendo loca —comentó, intentando aliviar un poco la tensión de Verónica. Luego, Verónica le habló de Diego. Le explicó que no entendía por qué ahora rondaba tanto, después de años de no estar en su vida. —No deja de molestar y de intentar hacerse el buen padre con Caro —dijo con frustración. Emanuel intentó tranquilizarla. —No te preocupes. Estaremos atentos. No va a lograr desestabilizarte. Después de esa conversación, empezaron a planear una salida de fin de semana juntos. Verónica necesitaba ese respiro, una escapada para desconectar de todo el caos. Además, Ismael estaba mejor, y Emanuel confiaba en que su hijo no haría nada que pudiera perjudicarlo nuevamente. Por primer
Emanuel se ajustó la corbata frente al espejo, preparándose para otro día en la empresa. Mientras se ponía la chaqueta, escuchó pasos acercándose. Ismael apareció en la puerta de su habitación, con una expresión seria en el rostro. —Emanuel , me llamó el médico. Tengo que ir a ver los resultados de los análisis y también tengo una ecografía programada para hoy —informó, con un tono que intentaba ser calmado. Emanuel se detuvo, la preocupación asomando en su mirada. —¿Quieres que te acompañe? —preguntó, intentando ofrecerle apoyo a su hijo. Ismael negó suavemente con la cabeza. —Prefiero ir solo. Quiero demostrarte que puedo manejar esto por mi cuenta. Pero, si quieres, puedes llamar al médico después para que te dé los resultados —añadió, como si supiera que Emanuel necesitaría esa tranquilidad. Emanuel vaciló por un momento, evaluando la mejor manera de manejar la situación. Finalmente, asintió. —Está bien, hijo. Confío en ti. Pero recuerda que estoy aquí si necesitas algo, ¿d
Emanuel caminaba hacia su oficina con una determinación inquebrantable. Desde la ventana, observaba cómo el sol brillaba con fuerza, pero dentro de él, una tormenta seguía latente. Georgina había cruzado un límite peligroso al intentar difamar a Verónica, y sospechaba que su ex, Diego, estaba involucrado. Por eso empezó a rondarla .No iba a permitirlo. Verónica no merecía ese trato, no después de todo lo que había hecho por él y su hijo. Al llegar a su escritorio, tomó su teléfono y marcó el número de Álvaro Méndez, un amigo de confianza y oficial de policía. —Álvaro, necesito tu ayuda con un tema delicado —dijo, su voz firme pero contenida. — Hola , tanto tiempo .Dime, Emanuel. ¿Qué sucede? —preguntó Álvaro, siempre dispuesto a escuchar. —Georgina López una mujer que lamentablemente tuve una relación hace un tiempo,está intentando ensuciar la reputación de Verónica,mi novia, insinuando cosas sobre su pasado en un bar. Sospecho que Diego Ramos su ex marido también está detrás de e