CarolNos mantenemos en silencio durante el camino, no es un ambiente incómodo, es solo que no se me ocurre qué decir, hay mucho que asimilar todavía, cuando estamos en el jet de nuevo y despegamos es cuando me atrevo a hablar de nuevo.—Llegaste rápido ¿Cómo sabías dónde estaba? —saqué mi teléfono revisando los mensajes que tenía de mi amiga.Ximena: ¡Amiga!Ximena: HXimena: EXimena: YXimena: ¡RESPONDE!Ximena: Lo siento mucho, tu hombre estaba preocupado, me amenazó diciendo que no me dejaría entrar de nuevo a ningún cuarto azul sino le decía en dónde estabas, no le di más información de la que necesitara, solo le dije que te reunirías con un vendedor en el bar que me dijiste.Ximena: LO LAMENTO MUCHOYo: ¿Me delataste solo para que pudieras seguir teniendo sexo? ¿Es en serio?Guardo el teléfono y miro a Nick quien no puede ocultar la sonrisa en su rostro.—Creo que ya te enteraste.—No me creo que hayas amenazado a mi mejor amiga diciendo que le prohibirías tener sexo.—Es neces
CarolLa verdad es que fue solo cuestión de suerte que llegáramos con vida a la comisaria, estuvimos a punto de chocar ¡Dos veces! Y Ximena solo se justificaba diciendo «Querías llegar ¿O no?» Al final sí que lo hemos hecho.—¿Estás bien? —me mira confundida —¿Fui muy rápido?—Creo que quiero vomitar —todavía sigo aferrada al asiento.—Ya puedes soltarlo —aparta mis manos de él —llegamos y en una sola pieza.—Recuérdame no volver a dejar que estés al volante, de regreso manejo yo.—No seas aburrida —la miré de mala manera esperando que no hablara más —entendí, quieres silencio ¿Entramos o qué?—Habrá que darnos prisa.Bajamos del auto y me pongo los lentes de sol, al entrar a la comisaria se nos acerca uno de los policías.—Buenas noches ¿Podemos ayudarlas?—Sí —responde por mí Ximena —mi amiga Miranda viene a realizar una denuncia.—¿Motivo? —anota algo en su tableta.—Acoso sexual, esperaba que pudiéramos hacer esta denuncia cuanto antes —se acerca al guardia para murmurar —si no es
CarolNos mantenemos a una distancia prudente para que podamos charlar sin interrupciones.—Tengo que saber —le suelto cuando estamos tranquilas —¿Lograste…Llamada entrante: MarkPerfecto, lo que me faltaba, tomo el teléfono y respondo.—¿Qué pasa, Mark?—Hubo un ligero cambio de planes, Nick no podrá ir contigo al club, surgió un imprevisto.—¿Qué clase de imprevisto? —tenía toda mi atención.—Una cosa sin importancia descuida, no es nada.—La última vez que él me dijo eso casi lo pierdo ¿Qué ocurrió?—Mataron a un integrante de la MOH, alguien que llevaba dos años con nosotros.—¿Y tú crees que fue…?—Sí —responde, ambos sabemos a quién nos referimos —él podría estar detrás de todo esto, aunque necesita ganarse a los integrantes de la MOH, no asesinarlos, esto no parece ser obra de Gregor.Y entonces ¿Quién está detrás? No tengo idea, aún es pronto para sacar conclusiones, tal vez Gregor esté más enfermo de lo que pensamos y quiera deshacerse de toda la organización.—Gracias por a
XimenaSiento que mi piel está ardiendo tanto como la suya y cuando se aparta tan solo unos centímetros me sonríe.—Parece que estás orgulloso de esto.—Pues sí —ensancha su sonrisa y empieza a reírse —no te has apartado, supongo que es una buena señal.—No estés tan seguro.—¿De verdad? Porque tus brazos siguen alrededor de mi cuello.Me aparto de inmediato siendo consciente de lo que hago, eso solo lo divierte más.—¿Ya me puedo ir? —pregunto esperando no llevarme más sorpresas.Agradecería no discutir sobre este tema.Me siento esperanzada cuando toma mi mano y me guía del otro lado del auto, me subo sin saber muy bien qué es lo que hará, momentos después aparece sentado en el asiento del conductor y estira su mano.—Las llaves.—Estás loco.—Entonces dame el código para encender el auto, funcionará igual.—Tengo que ir a casa.—Y ahí es a dónde te llevaré, peor no pienso desperdiciar más tiempo, así que hablaremos.—¿Esperas que decida sobre mi futuro en una noche?—Espero que dec
Klaus5 años antesSentado en una silla en el patio trasero de mi casa, sintiendo el sol en mi cuerpo, relajado sin preocupación alguna, el negocio familiar va bien, pero incluso nosotros tenemos que descansar un poco de vez en cuando, supongo que ha sido el estrés de estos días lo que provoca que mis padres actúen tan extraño últimamente, he querido saber qué pasa, pero no me dicen nada o solo responden «tienes 18 años, no lo entenderías» sigo sin entender quién les ha dicho a los adultos que la edad da la madurez.Igual no es algo que me quitara el sueño, estaba a punto de irme a la universidad y sé que aún tenía muchas que hacer, mi novia recién se había mudado, creo me preocupaba que esto de una relación a distancia no funcionara, pero cuando se ama de verdad se hace lo posible por sacar la relación adelante ¿No?A veces siento que todo lo que necesito en mi vida es amor, culpo a mis padres por ello, tan equivocados no creo que estén, después de todo ¿Qué somos sin amor? ¿Qué nos
KlausMientras ella se va con mi padre, guardo lo indispensable después de cambiarme, dudo que dispongamos de mucho tiempo, ni siquiera sé qué llevar porque no tengo ni idea de adónde nos dirigimos, solo sé que cuando cierro la maleta, papá y mamá ya tienen la suya.Bajamos y llegamos hasta nuestro auto, guardamos las cosas en la cajuela y mamá se viene conmigo en la parte trasera del auto mientras papá conduce.—Por favor díganme algo.—Dame tu pierna —la levanto y saca un pequeño botiquín.—Por favor —suplico.—Es mi culpa —confiesa mi madre —fue hace un año mientras hacía guardia, solicitaron refuerzos, todos estaban fuera por alguna razón ese día, la única persona disponible fui yo y accedí a ir.—¿A qué te enfrentabas?—Un cártel —responde sin mirarme mientras termina de curar la herida —me metí con las personas equivocadas, Klaus, asesinaron a mis compañeros y me tuvieron atada a un sótano por horas, dijeron que si no los ayudaba alguien a quien amaba pagaría las consecuencias,
KlausVeo una luz blanca al abrir los ojos, es demasiado fuerte como para que pueda acoplarme tan fácil a ella.—¿Morí?—De no ser por mí tal vez lo hubieras hecho —escucho a un hombre.Cuando puedo verlo mejor me doy cuenta que evidentemente, no morí, estoy en un hospital y no sé qué quiere el hombre a mi lado.—¿Buscas esto? —señala el arma que me entregó mi madre —muy poco astuto, no tiene balas, es una linda arma ¿Regalo de tu novia?—De mi madre —hablé entre dientes.Su expresión se suavizó con mi respuesta.—Imagino que eran tus padres las personas que asesinaron.Lo decía tan tranquilo como si no supusiera un problema, sus palabras crudas parecían irreales. Mis padres murieron.—No te tortures.—¿De qué hablas?—Deja de pensar que tenías que ser tú quien muriera y no ellos, lamentarse no trae de vuelta a las personas.—Que empático.—He presenciado más muertes de las que te imaginas, supongo que estoy acostumbrado.—¿Qué quieres?—La pregunta que deberías hacer es ¿Quién soy?—
XimenaCuando abrí los ojos sentí algo pesado en mi cintura, era el brazo de Klaus.Un segundo, recién despierto y creo que mi cerebro no está procesando nada en estos momentos ¿En qué momento pasé de hablar con él a dormir en mi cama? ¿Él y yo habíamos tenido…? No, no, seguro lo recordaría.Intenté levantarme sin que lo notara, pero no funcionó.—Buenos días, preciosa.Escuchar su voz grave en la mañana era un placer auditivo.—Buenos días ¿Qué hora es?—Eso no importa —me pegó más a su cuerpo —podemos quedarnos lo que resta del día en la cama.Pues la verdad es que ganas no me faltan.—Hay trabajo que hacer —me estiré para tomar mi teléfono.Como era de esperarse, cientos de llamadas perdidas de Carol y mensajes sin leer, me buscó por todas las redes sociales. A estas alturas me sorprende que no haya derribado mi puerta con tal de saber cómo estaba, seguro que Klaus tuvo algo que ver con eso.Sentir su respiración en mi cuello era una sensación extraña, todo esto, todo lo que implic