XimenaMe tensé por completo, había estado esforzándome mucho por sacar su horrible voz de mi cabeza desde lo que pasó como para ahora tenerla tan cerca de mí, y esta vez tiene más ventaja, un movimiento en falso y aquí quedé. Una vez más soy esa Ximena en defensa que tiene que hacer lo que otros le dicen solo para sobrevivir.Sigue tapando mi boca con su mano y de pronto se siente como si todo a mi alrededor se estuviera encogiendo.—Me debes una pistola —susurra —¿Creíste que te dejaría ir así tan fácil? No tienes ni idea de cuánto he cambiado, así que saldremos y tendremos una conversación, una muy seria porque hay muchas cosas que tienes que explicar, preciosa —intento decir algo, pero solo consigo que ejerza más presión—. Para empezar, tendremos un encuentro apasionado en mi cama, seguro que te gustara.Niego con la cabeza, pero ejerce más presión con el cuchillo.—¡Ximena! —grita mi novio desde arriba —¿Va todo bien?—Tienes que hacer que no baje, si gritas morirás y no solo eso
XimenaEl problema que tenemos ahora es Tristán y quitarlo por siempre de nuestras vidas es la única manera en que Santiago podrá estar a salvo, no hay más opciones.—Por supuesto.—No nos dejará en paz, mucho menos a ti, hará lo posible por encontrar a Santi y con tal de cumplir con una estúpida venganza injustificada, lo lastimará.Sé por dónde iba encaminado el comentario de mi novio y, aunque estaba lista para hacer cualquier cosa con tal de verlo sufrir y hacer que pagara por lo que le hizo a mi familia y a mí, algo dentro de mí me decía que esta no era la forma de solucionar las cosas. Nunca lo había hecho.—¿Qué propones?—La única manera de asegurarnos que no volverá a acercarse a ustedes y que dejará de ser un estorbo es matándolo.Es lo que imaginé.—Lo dices como si no estuvieras acostumbrado a hacer este tipo de cosas.—Yo estoy acostumbrado, tú no —tragué grueso —y si quieres hacerlo pagar, entonces debes ser tú la que debe disparar.—¿Pero?—Ya viste cómo reaccionó Carol
XimenaLlegamos hasta el auto de Nick y en la cajuela hay varios tipos de armas, Klaus toma unas cuantas, y me entrega una pistola, subimos de vuelta al auto y detrás de nosotros van dos camionetas, asumo que son los hombres que mencionó Carol.Le voy indicando a Klaus donde queda la casa de Tristán y a medida en qué avanzamos siento algo extraño instalándose en mi pecho, en el fondo algo me dice que no es lo correcto, pero no deseo nada más que verlo pagar por todo el daño que causó en mi vida.—Asumo que Carol te contó un poco de sus entrenamientos con Mark para aprender a usar el arma —menciona para aligerar el ambiente.—Un poco.—Y no es lo mismo escucharlo a practicarlo, pero estará atado, no se moverá lo que facilitará que dispares.—De acuerdo.Esta vez nos sumergimos en un silencio incómodo que no es capaz de prolongar por más tiempo.—Tengo que cerciorarme ¿Estás segura de querer hacer esto?—Más que nunca, quiero que pague.—De acuerdo. Estaré contigo —me mira de reojo mien
Carol Otro día en donde me despierto temprano, donde me siento como una usurpadora, tomando un lugar que no me corresponde, me prometí encontrar respuestas, se lo prometí a Tamara y es lo último que he hecho, buscar al responsable de todo este caos, ¿en qué clase de persona me convierte eso? En una muy mala, sin duda. Oh, cállate. Encontraré respuestas, con Nick centrado en la campaña será más fácil. ¿Segura? Me gusta mantenerme positiva. Después de arreglarme voy al Golden donde de nuevo Nick no se encuentra en la oficina, seguro que estará ocupado con la campaña. —Hola, Carol. —Klaus, pensé que estarías con Nick. —Cuando se trata de ser el centro de atención prefiere ir solo, seguro ya no tarda en llegar, ¿estás bien? —Sí, por supuesto, ¿por qué no habría de estarlo? —Por nada, descuida, te veré después. Comienza a alejarse y eso me deja un poco confundida, aprovecho esta oportunidad en donde estoy sola y busco en todos los estantes, carpetas y archivos digitales que tie
CarolCuando regreso a la oficina un poco más calmada y decidida a obtener lo que quiero me encuentro con la intimidante figura de Nick, recargado en el escritorio, mantenía la vista en la puerta, como si me estuviera esperando.—Hola.—Hola.—¿Te interrumpo? —niega—. ¿Tienes tiempo?—Carol, para ti siempre tengo tiempo.Me siento como en un campo de minas temiendo que cada paso que doy hacia él sea el que provoque que todo esto exploté. No sé muy bien cómo formular las preguntas a partir de ahora, ni cómo decirle que estuve buscando respuestas que me dejó en claro que no buscara, ah, y que todo lo hice con su portátil.Había cumplido con mi parte, estuve investigando y mientras más me acerco a la verdad más temo perder todo lo que he logrado hasta ahora.—¿Dirás o te quedarás ahí mirándome?—Me gustaría escoger la segunda opción —sonríe de lado—. Vengo a decirte algo, más bien.—Te escucho.—Estuve investigando sobre la muerte de mis padres y —frunce el ceño—. Ya sé que me pediste qu
NickValió la pena, habrá sido una discusión, pero siempre las tendremos, es necia y se aferra a que las cosas se hagan como ella quiere, sin mencionar que no le importan las consecuencias de sus actos, tal vez por eso estamos hecho el uno para el otro.—¿Problemas en el paraíso, Nick?—No, bueno lo normal.—Si dejarás de ser un poco idiota seguro que Carol seguiría a tus pies.—Gracias por el apoyo, Key.Estábamos en una oficina esperando a alguien importante, teníamos que cerrar un trato en la zona sur de la ciudad.—Caballeros —entra un hombre arreglando su traje—. Lamento haberlos hecho esperar de más, tenía otro asunto que tratar y requería mi presencia.—No hay problema —dice Key.—La próxima vez sería mejor que midieras tus tiempos —le digo—. De esa forma evitarás perder clientes.—Lo tendré muy en cuenta, Nick gracias. Y bien ¿dónde está el dinero?Key deja un maletín sobre el escritorio lleno de dinero, el hombre asiente satisfecho ante lo que ve.—Ahora me gustaría que nos m
NickAquí viene la parte complicada.—Libertad, ninguna alianza, ningún trato, negocio o intercambio se lleva a cabo si no ha pasado antes por mi autorización, tengo que mantener todos sus movimientos controlados si quiero parar esto.Mientras el resto de la asamblea lo piensa, Gregor comienza a reírse.—Déjame adivinar, quieres actuar como si fuera el líder de la MOH.—Como si fuera el gran jefe —menciono manteniendo mi vista hacia enfrente sabiendo que entre las sombras él se encuentra—. Como si fuera un Cox.—¿Y si no lo logras? —habla el jefe.—Viviré con mi fracaso y —qué difícil era decir esto—. Pueden considerar esta derrota mi renuncia, abandonaré el liderazgo de la MOH.—Nick, ¿de qué demonios hablas? —murmura Carol más confundida que antes.Después de unas cuantas aclaraciones, se llega a un consenso, todos los integrantes presentes dicen «sí»—Y, aunque tengo todos los votos a mi favor, sé que el decisivo es el del jefe, ¿qué dice señor, Cox?Esperamos largos segundos hasta
CarolEl tiempo pasaba y descubrí muchas cosas, como que ahora el ex prometido de mi madre tenía mucho que ver en el desastre de vida que llevaba.A pesar de seguir trabajando me vino bien quedarme en casa, comenzaba a agotarme toda la rutina de posar para las cámaras, las donaciones y las entrevistas que nos realizaban, era vista como la mano derecha de Nick tanto para la campaña como para el resto del mundo, estaba relacionada con él, con su apellido, supongo que eso de mantener un perfil bajo ya no será posible.—Traje unas fotografías —entra Ximena y toma asiento a mi lado en el sofá —seguro tú conoces estos lugares mucho mejor que yo —las deja frente a mí en la mesa.—¿Fotos?—Es el último lugar en el que parece que estuvo Patrick y creo que esto podría ayudarnos, así al menos tendremos un lugar y partiremos de ahí.Empiezo a ver las fotografías, no logro reconocer ningún lugar, hasta que, casi al final me encuentro con una fotografía de un sitio, me parece vagamente familiar.¡N