Capítulo 2. Falsas apariencias . *Marco*.

-Eres un maldito cretino - me dijo Luciana en medio de la biblioteca, al menos habían cien personas y un silencio sepulcral se instaló en el lugar . - ¿ Has roto conmigo por W******p? ¿En serio Marco ?

 Yo miré alrededor algo avergonzado , aunque fuese frío las miradas ajenas si que las sentía por todas partes. 

 - ¿ Qué esperabas de mi? - le dije con sinceridad .

 - Llevábamos un año juntos. 

- Espera, espera ¿ Juntos? ¿Desde cuando le hemos puesto nombre a lo nuestro? ... tú y yo solo nos hemos divertido, hemos sido amigos , nada más,... vamos Luciana yo nunca dije que quisiese algo serio...

  - Eres un idiota , yo te quería... te quiero - dijo con lágrimas en los ojos. - He aguantado un año tus estupideces y que no definieras lo que teníamos porque creía que cambiarías y terminarías madurando .

 ¿Me quería? Por un momento sentí pena por ella,  pero al mismo tiempo sentí extrañamente envidia, de que ella pudiese sentir aquello , y me molestaba no poder sentirlo yo también ¿ Qué clase de persona sin sentimientos era? ¿ A ella le había sido fácil enamorarse de mi ? Y yo en cambio, había pasado por tantas camas desde los dieciséis años que no recordaba la gran mayoría de nombres. 

- ¿De verdad vas a dejarme?

- Luciana, me he comprometido,  voy a casarme en un mes.

-¿Pero qué estás diciendo?

En sus ojos pude ver el odio más intenso que había visto nunca. Acompañado de una tristeza profunda.

 - Lo siento. Pero de todas formas podemos seguir quedando... de manera discreta claro... - dije con un tono más bajo. Ella se quedó callada durante varios segundos junto antes de comenzar a llorar . 

- Eres un miserable Marco de Luca, no vuelvas a hablarme nunca más - dijo justo antes de irse llena de rabia, sus palabras estaban llenas de resentimiento y se largó sin más dejándome solo ante un público que miraba impactado el rastro dramático que se había creado en aquella biblioteca amplia universitaria.

No pretendía herirla, no siquiera sabía que Luciana había sentido algo fuerte por mí, solamente me divertía con ella, si lo hubiese sabido hubiese acabado con aquello antes.   Yo no era una mala persona, simplemente nunca había sentido más que deseo por una mujer... ¿ Me hacía eso de verdad un miserable?

Pasaron pocos días hasta que el show de Luciana se expandió por toda la universidad en forma de rumores. Ella quedó como una víctima y yo como el chico irrestible y rico que dejaba de estar en el mercado, aunque las proposiciones diarias que obtenía de compañeras en el centro no dejaron de llegar a mí. 

Aquel mismo viernes,  mi padre me dijo que cogeríamos un vuelo a Grecia al día siguiente y aquel sería mi segundo encuentro con Bryony. La primera vez fue en Nápoles, y ella fue fría y distante, aunque debo admitir que si quedé impactado por su belleza . Era hermosa y para ser sincero era lo único que le pedí a mis padres para contraer matrimonio, porque era superficial y solo pretendía que una mujer me incitase a poseerla , a hacerla mía,  que me atrayasé. 

Después de que nuestros padres hablasen durante horas sobre nuestra boda en la sala principal de nuestra casa familiar,  mi padre sugirió que la llevase a cenar, para que hablásemos y nos conociesemos mejor. Su padre estuvo conforme y la llevé en mi coche rojo caro a un restaurante justo enfrente del mar. 

-¿ Y qué estudias Bryony?

Si iba a ser mi esposa debía conocer todo de ella ¿ No era eso lo correcto ?

-Administración de empresas ... - dijo seria.

-¿ Te gusta?

- Mo está mal... es lo que mis padres querían que estudiase .

-Mmm ... - dije algo cortado.

Yo nunca me planteé que me gustaba estudiar, mis hermanos estudiaron lo mismo que yo, era lo que esperaba mi familia para gestionar bien las empresas.

- ¿ Y qué te gusta hacer en tu tiempo libre? - le pregunté directamente.

- ¿Y a ti?- me preguntó ella mirándome con algo de curiosidad.

No podía decirle que me gustaba acostarme con mujeres e ir a fiestas, no sería un buen punto para que se enamorase de mí y era eso lo que mis padres deseaban que consiguiese.

- ¿ Vas a la iglesia?

- Claro... - dije rápido,  punto positivo para mí,  y enseguida pensé que sería difícil llevármela a la cama incluso estando casado con ella.

Después de cenar y decirme que a parte de estudiar , ir a misa los domingos y gastar el dinero de su padre en ropa y viajes con sus amigas de la facultad no hacía nada más, fuimos a  pasear por al lado del mar. Juro que pensé en besarla, pero me detuve porque recordé lo estricta que parecía ser y que debía respetarla.

Cuando llegó aquel segundo encuentro no estaba tan nervioso como el primero, el vuelo fue rápido y luego un taxi enviado por la familia de Bryony nos llevó hasta su villa lujoso en una zona privada de Atenas, segura, bella y exótica.

Y entonces llegamos a aquel momento en el que ella me llevó hasta el baño, pasó conmigo y cerró con pestillo, acercando su cuerpo al mío sin previo aviso.

Bryony me miró a los ojos y pude ver mi reflejo en su color verde esmeralda.                 

   -¿ Estás nervioso? ¿ Es verdad lo que dice tu madre ? -         Su voz era calmada, segura, demasiado para la inocencia que sus padres decían que poseía.  

- Supongo que sí.... - dije serio intentando controlar la situación y haciendo que se sonrojase, pero no provoqué eso en ella. Igual que no lo provocaba cuando tenía encuentros con mujeres mayores de treinta y cinco.

Beyony colocó ambas manos en mi cintura, sobre mi camisa blanca que apretaba mis músculos y me atrajo hasta ella, y fue como si pudiese sentir su piel helada a través de la ropa. 

-Quizás deberías relajarte. Dijo insinuante y me di cuenta de que no era para nada tímida y casta como me había hecho ver mi familia e incluso ella.

 - ¿ Qué haces Bryony? 

- Darte lo que necesitas - dijo en un susurro y después apoyó su rostro en mi cuello, pude sentir su respiración caliente y luego sus labios suaves sobre mi piel ardiente, y algo se activó dentro de mí . 

- Tus padres se preguntarán donde has estado , vas a meternos en problemas,  bueno a mí solo ... 

- No sospecharán nada,  creen todo lo que les digo. Diré que fui a mi habitación porque estaba mareada por el calor.

 No esperaba para nada aquello, pero debía admitir que me gustaba, me gustaba bastante ... Bryany bajó una de sus manos sobre mis abdominales hacia mi pantalón de traje negro y la dejó justo sobre la bragueta pudiendo sentir el gran bulto que había generado.  

- Vaya, eres rápido... 

Yo estaba bastante parado ante la situación que había generado solo ella, sin que yo hubiese hecho nada como no era habitual. 

-Bryony... - dije en un susurro mientras miraba al techo blanco.  

Ella se colocó de rodillas y abrió la cremallera , parecía saber bastante bien lo que hacía. Enseguida se metió mi miembro en su boca y sentí su lengua caliente y suave igual que su piel . No pude evitar gemir, lo hacía mejor que modelos con las que había estado y que tenían mucha experiencia.  

- ¿ Te gusta ? - me preguntó bajito sabiendo la respuesta.  - Para o tendré que follarte aquí mismo - le dije firme.

- Ya lo harás en nuestra pedida de mano - dijo riéndose.

Aceleró el ritmo y con mi mano derecha agarré su cabello rubio y la ayudé a mover su cabeza más rápido mientras yo intentaba aguantar lo máximo el placer que me estaba geberando su boca. 

 Me encantaba como lo hacía,  hacia tiempo que no disfrutaba así,  y por un momento olvidé que nuestros padres esperaban en la sala principal y lo recordé justo después de dejarme ir y explotar con un gélido ahogado sobre su preciosa boca.                                      

- Habéis tardado mucho ¿Todo bien ? - dijo el padre de Bryony serio . 

- Sí,  me he mareado por el calor y Marco me ha abanicado - dijo con una actuación impecable.

 - ¿Te encuentras bien hija ? - dijo su madre preocupada.  - Es que está demasiado delgada, no come apenas nada.

- Por eso tiene esa figura tan perfecta - dijo mi madre introduciéndose en la conversación.

 - Os enseñaremos la casa, está se la quedará Bryony cuando os caseis, así podréis veranear aquí,  nosotros nos instalaremos en Mikonos. 

- Sí, esta será nuestra casa en Grecia - añadió Bryony con una sonrisa dulce que escondía ante los suyos lo que realmente era.

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