-Eres un maldito cretino - me dijo Luciana en medio de la biblioteca, al menos habían cien personas y un silencio sepulcral se instaló en el lugar . - ¿ Has roto conmigo por W******p? ¿En serio Marco ?
Yo miré alrededor algo avergonzado , aunque fuese frío las miradas ajenas si que las sentía por todas partes.
- ¿ Qué esperabas de mi? - le dije con sinceridad .
- Llevábamos un año juntos.
- Espera, espera ¿ Juntos? ¿Desde cuando le hemos puesto nombre a lo nuestro? ... tú y yo solo nos hemos divertido, hemos sido amigos , nada más,... vamos Luciana yo nunca dije que quisiese algo serio...
- Eres un idiota , yo te quería... te quiero - dijo con lágrimas en los ojos. - He aguantado un año tus estupideces y que no definieras lo que teníamos porque creía que cambiarías y terminarías madurando .
¿Me quería? Por un momento sentí pena por ella, pero al mismo tiempo sentí extrañamente envidia, de que ella pudiese sentir aquello , y me molestaba no poder sentirlo yo también ¿ Qué clase de persona sin sentimientos era? ¿ A ella le había sido fácil enamorarse de mi ? Y yo en cambio, había pasado por tantas camas desde los dieciséis años que no recordaba la gran mayoría de nombres.
- ¿De verdad vas a dejarme?
- Luciana, me he comprometido, voy a casarme en un mes.
-¿Pero qué estás diciendo?
En sus ojos pude ver el odio más intenso que había visto nunca. Acompañado de una tristeza profunda.
- Lo siento. Pero de todas formas podemos seguir quedando... de manera discreta claro... - dije con un tono más bajo. Ella se quedó callada durante varios segundos junto antes de comenzar a llorar .
- Eres un miserable Marco de Luca, no vuelvas a hablarme nunca más - dijo justo antes de irse llena de rabia, sus palabras estaban llenas de resentimiento y se largó sin más dejándome solo ante un público que miraba impactado el rastro dramático que se había creado en aquella biblioteca amplia universitaria.
No pretendía herirla, no siquiera sabía que Luciana había sentido algo fuerte por mí, solamente me divertía con ella, si lo hubiese sabido hubiese acabado con aquello antes. Yo no era una mala persona, simplemente nunca había sentido más que deseo por una mujer... ¿ Me hacía eso de verdad un miserable?
Pasaron pocos días hasta que el show de Luciana se expandió por toda la universidad en forma de rumores. Ella quedó como una víctima y yo como el chico irrestible y rico que dejaba de estar en el mercado, aunque las proposiciones diarias que obtenía de compañeras en el centro no dejaron de llegar a mí.
Aquel mismo viernes, mi padre me dijo que cogeríamos un vuelo a Grecia al día siguiente y aquel sería mi segundo encuentro con Bryony. La primera vez fue en Nápoles, y ella fue fría y distante, aunque debo admitir que si quedé impactado por su belleza . Era hermosa y para ser sincero era lo único que le pedí a mis padres para contraer matrimonio, porque era superficial y solo pretendía que una mujer me incitase a poseerla , a hacerla mía, que me atrayasé.
Después de que nuestros padres hablasen durante horas sobre nuestra boda en la sala principal de nuestra casa familiar, mi padre sugirió que la llevase a cenar, para que hablásemos y nos conociesemos mejor. Su padre estuvo conforme y la llevé en mi coche rojo caro a un restaurante justo enfrente del mar.
-¿ Y qué estudias Bryony?
Si iba a ser mi esposa debía conocer todo de ella ¿ No era eso lo correcto ?
-Administración de empresas ... - dijo seria.
-¿ Te gusta?
- Mo está mal... es lo que mis padres querían que estudiase .
-Mmm ... - dije algo cortado.
Yo nunca me planteé que me gustaba estudiar, mis hermanos estudiaron lo mismo que yo, era lo que esperaba mi familia para gestionar bien las empresas.
- ¿ Y qué te gusta hacer en tu tiempo libre? - le pregunté directamente.
- ¿Y a ti?- me preguntó ella mirándome con algo de curiosidad.
No podía decirle que me gustaba acostarme con mujeres e ir a fiestas, no sería un buen punto para que se enamorase de mí y era eso lo que mis padres deseaban que consiguiese.
- ¿ Vas a la iglesia?
- Claro... - dije rápido, punto positivo para mí, y enseguida pensé que sería difícil llevármela a la cama incluso estando casado con ella.
Después de cenar y decirme que a parte de estudiar , ir a misa los domingos y gastar el dinero de su padre en ropa y viajes con sus amigas de la facultad no hacía nada más, fuimos a pasear por al lado del mar. Juro que pensé en besarla, pero me detuve porque recordé lo estricta que parecía ser y que debía respetarla.
Cuando llegó aquel segundo encuentro no estaba tan nervioso como el primero, el vuelo fue rápido y luego un taxi enviado por la familia de Bryony nos llevó hasta su villa lujoso en una zona privada de Atenas, segura, bella y exótica.
Y entonces llegamos a aquel momento en el que ella me llevó hasta el baño, pasó conmigo y cerró con pestillo, acercando su cuerpo al mío sin previo aviso.
Bryony me miró a los ojos y pude ver mi reflejo en su color verde esmeralda.
-¿ Estás nervioso? ¿ Es verdad lo que dice tu madre ? - Su voz era calmada, segura, demasiado para la inocencia que sus padres decían que poseía.
- Supongo que sí.... - dije serio intentando controlar la situación y haciendo que se sonrojase, pero no provoqué eso en ella. Igual que no lo provocaba cuando tenía encuentros con mujeres mayores de treinta y cinco.
Beyony colocó ambas manos en mi cintura, sobre mi camisa blanca que apretaba mis músculos y me atrajo hasta ella, y fue como si pudiese sentir su piel helada a través de la ropa.
-Quizás deberías relajarte. Dijo insinuante y me di cuenta de que no era para nada tímida y casta como me había hecho ver mi familia e incluso ella.
- ¿ Qué haces Bryony?
- Darte lo que necesitas - dijo en un susurro y después apoyó su rostro en mi cuello, pude sentir su respiración caliente y luego sus labios suaves sobre mi piel ardiente, y algo se activó dentro de mí .
- Tus padres se preguntarán donde has estado , vas a meternos en problemas, bueno a mí solo ...
- No sospecharán nada, creen todo lo que les digo. Diré que fui a mi habitación porque estaba mareada por el calor.
No esperaba para nada aquello, pero debía admitir que me gustaba, me gustaba bastante ... Bryany bajó una de sus manos sobre mis abdominales hacia mi pantalón de traje negro y la dejó justo sobre la bragueta pudiendo sentir el gran bulto que había generado.
- Vaya, eres rápido...
Yo estaba bastante parado ante la situación que había generado solo ella, sin que yo hubiese hecho nada como no era habitual.
-Bryony... - dije en un susurro mientras miraba al techo blanco.
Ella se colocó de rodillas y abrió la cremallera , parecía saber bastante bien lo que hacía. Enseguida se metió mi miembro en su boca y sentí su lengua caliente y suave igual que su piel . No pude evitar gemir, lo hacía mejor que modelos con las que había estado y que tenían mucha experiencia.
- ¿ Te gusta ? - me preguntó bajito sabiendo la respuesta. - Para o tendré que follarte aquí mismo - le dije firme.
- Ya lo harás en nuestra pedida de mano - dijo riéndose.
Aceleró el ritmo y con mi mano derecha agarré su cabello rubio y la ayudé a mover su cabeza más rápido mientras yo intentaba aguantar lo máximo el placer que me estaba geberando su boca.
Me encantaba como lo hacía, hacia tiempo que no disfrutaba así, y por un momento olvidé que nuestros padres esperaban en la sala principal y lo recordé justo después de dejarme ir y explotar con un gélido ahogado sobre su preciosa boca.
- Habéis tardado mucho ¿Todo bien ? - dijo el padre de Bryony serio .
- Sí, me he mareado por el calor y Marco me ha abanicado - dijo con una actuación impecable.
- ¿Te encuentras bien hija ? - dijo su madre preocupada. - Es que está demasiado delgada, no come apenas nada.
- Por eso tiene esa figura tan perfecta - dijo mi madre introduciéndose en la conversación.
- Os enseñaremos la casa, está se la quedará Bryony cuando os caseis, así podréis veranear aquí, nosotros nos instalaremos en Mikonos.
- Sí, esta será nuestra casa en Grecia - añadió Bryony con una sonrisa dulce que escondía ante los suyos lo que realmente era.
Los días en Nápoles eran calurosos, era abril y el sol en el sur pegaba con una fuerza brutal. En Italia siempre se dice que los hombres del sur son intensos y conflictivos, que no dan buena vida a las mujeres, que no las respetan. Pero mi madre siempre me decía que cuando un italiano del sur se enamora de verdad hace todo por una mujer. Supongo que yo nunca sabría eso porque en mi familia existía esa maldición que se instauró hacía años, y que decían que nos incapacitaba para amar . Supé que ocurrió hacía mucho tiempo por un conflicto familiar, pero entre los míos nunca se hablaba de ello y yo ni siquiera preguntaba, para ser sincero no me interesaba. Aunque cuando mis hermanos contrajeron matrimonio con sus hermosas esposas y continuaron viendo a escondidas a otras mujeres empecé a pensar que quizás aquella historia era cierta y no podíamos enamorarnos nunca. -No puedo dejar mis estudios, estoy a punto de terminar el último año y tengo las entregas de los trabajos más important
Ella se alejó de mi deprisa y yo impulsivamente la seguí. _Soy tu primo lejano Luca, nunca nos hemos visto, creo que solo cuando ambos eramos muy pequeños. _Te he dicho que yo no tengo familia y menos en Italia._¿Eres Elisabeth no?Ella miró desafiante._Eres tú, mejor terminemos con esto cuanto antes, mi padre solo me ha enviado para tratar un asunto._¿Que asunto?_Bueno, primero de todo mis condolencias por mi padre._Oh ,si. _ dijo fria y distanmte.Yo no entendia que le sucedia y esperaba algo de simpatia por su parte pero parecia estar loca y que no le importaba nadie que tuviese que ver con su familia, justo era como me la habia descrito mi padre. Lo que o me habia dicho era que era gusapisima y que tenia un trasero de infarto. _¿Puedes detenerte un momento para que hablemos?Ella se detuvo un momento y me lanzó una mirada molesta y desafiante._Como puedes ver llego tarde, tengo que ir a la universidad, asi que si no te importa._No puedes deternerte un momento a tomar un
Levantarme al día siguiente a primera hora para ir a la universidad a una clase a las ocho de la mañana y encontré a Elisabeth de frente mía dispuesta meterse al baño a toda velocidad y con una mirada de perdonarme la vida no era lo que esperaba en mi segundo día en España. _¿Te importa? _dijo claramente con odio. _Algunos trabajamos y no llegaré tarde por ti. _Yo voy a la universidad, no de turismo... _ dije sarcástico y ella cerro la puerta en mi cara. Lo único que tenía que admitir era que no era desagradable verla por las mañanas con su color bronceado, camisones cortos, que parecía tenerlos en varios colores y con su melena larga negra hasta el final de la espalda. Todo lo que tenía de guapa lo tenía de mala leche. No podía entender porque siendo familia podía carle tan mal, si ni siquiera había querido hablar conmigo o darme una oportunidad. _No se lo tengas en cuenta... de lunes a jueves a veces está bastante alterada _ me dijo Oscar al pasar por mi lado con un café calient
Fue extraño como después de aquello mi relación con Elisabeth comenzo a fluir bastante bien, fue como si por ayudarla ella me hubiese dado la oportunidad de formar parte de su vida, no era de una manera demasiado cercana pero si que me estaba ofreciendo una amistad ¿Sincera quizas? o almenos eso creía. Pero para comprender como sucedió aquello debía remitirme al principio, y digo principio porque después de lo sucedido fue como conocer una nueva versión de ella que no esperaba conocer.Al día siguiente de que sucediese el altercado de la playa, Elisabeth llamó a mi puerta, era temprano y yo aún seguía dormido porque no tenía clase los viernes a primera hora de la mañana._Soy Elisabeth, ¿Quieres café?Me costó levantarme de la cama, pero no iba a rechazar poder hablar con ella cuando era la primera vez que me ofrecía algo y supuse que no era para ser desagrable. Enseguida abrí la puerta, iba solo con los pantalones del pijama y ella me lanzó una mirada sorprendida._Oh, mejor me pondr
Aquel día con ella en Barcelona fue bonito para mí, enseguida entendí que vendrían muchos más así, y comenzaríamos a pasar mucho tiempo juntos. Realmente nunca pense que sucederia algo asi entre nosotros, ya que habia ido con un objetivo claro y sin esperarlo ambos habia iniciado una especie de bonita amistad y debia admitir que me gustaba pasar tiempo con ella. Desde entonces algo parecía atraernos intensamente él uno al otro, ella parecía sentirse bien conmigo y yo con ella. El hecho de haber sabido por mi padre que ella y yo no compartíamos la misma sangre me había tranquilizado, aliviado e incluso gustado para ser sincero, pero yo no quería tener aquellos pensamientos. Aunque en poco tiempo no pude negar las sensaciones que experimentaba, la necesidad de desearle buenas noches, de verla por las mañanas o de hacer cualquier plan con ella, aunque fuese ver una pelicula juntos en Netflix senandome junto a su lado en el sofá cuando ella llegaba del trabajo y yo de la universidad un s
Al subir, escuché el sonido de la ducha y entendí que Elisabeth estaba dentro, me imaginé como sería desnuda por un momento. Me quité la chaqueta y me pusé a cocinar algo rápido, unas pastas con verdura, cocinar me relajaba. A los minutos, apareció ella con el pelo largo mojado y un camisón corto beis, parecía ser el mismo en todos los colores._¿Peli o serie? Que prefieres _ dijo sonriente.Ser su amigo me gustaba, aunque yo deseaba cada vez algo más de ella._¿Cómo fue tu día con Lara?_Bien, me gusta como amiga, es simpatica.Dije dejando claro que no había nada más entre nosotros que el inicio de una amistad, todo lo contrario que deseaba con ella, ya que mi mente había estado fantaseando todo el día con que pasaría si estuviesemos solos aquella noche._¿Y Tarragona? Que tal lo has pasado._Bien, me encanta esa ciudad, es muy tranquila y mucho más segura que Barcelona._Me gustaría que me llevarás alguna vez._Puede que vaya la próxima semana o la siguiente, si quieres venir..._M
Al día siguiente Elisabeth me evitó practicamente durante todo el día, la escuché muy temprano practicamente correr por el pasillo y despues encerrarse de nuevo en su habitación. Estuvo encerrada en su cuarto practicamente hasta la tarde en su habitación, supongo que escribiendo la historia que debía entregar y obviamente tambien evitandome, evitar enfrentarse a lo que había sucedido entre ambos, y realmente no entendía por qué. Por la tarde no pude aguantar más y decidí tocar directamente a su puerta, quería hablar con ella y saber por qué me estaba evitando. Ella tardó un poco en contestar y a los dos minutos la escuché con una voz baja. _¿Sí? _Elisabeth, ¿Puedes salir un momento por favor? _Estaba durmiendo un poco, estoy bastante cansada. _Solo será un momento por favor _ dije persistente, no me gustaba serlo, y normalmente eran las mujeres quien lo eran conmigo y no entendía porque ella que parecía haber disfrutado tanto la noche anterior con mis manos me estaba esquivando p
A la mañana siguiente me desperté temprano para ir a clase, al salir al salón me encontré a Elisabeth vestida toda de negro y dispuesta a irse a su trabajo de media jornada a primera hora. _Buenos días _ dije algo serio, y ella no me contestó. Yo observé como bebía un sorbo de su taza llena de café y ignoraba completamente mi presencia. _¿Sabes que es de mala educación no contestar a un saludo? Veo que en España hay gente muy maleducada _ le dije directamente, no sé si estaba más enfadado yo o ella. _Hola... _ dijo tensa y desafiante. _ Por si no lo sabías yo no soy española, soy de la República Dominicana. _También eres italiana por si no lo recuerdas _ dije cruelmente. _No lo soy _ dijo firme. _Sí oficialmente, y supongo que eso te permite estar aquí en Barcelona. _¿Y tú qué sabrás? Ni si quiera me conoces de nada, hace una semana seguro que ni si quiera sabías de mi existencia. _Sí lo sabía, mi familia ya me había hablado de ti _ dije irónicamente. _Sí ya sé que en Nápoles