Levantarme al día siguiente a primera hora para ir a la universidad a una clase a las ocho de la mañana y encontré a Elisabeth de frente mía dispuesta meterse al baño a toda velocidad y con una mirada de perdonarme la vida no era lo que esperaba en mi segundo día en España.
_¿Te importa? _dijo claramente con odio. _Algunos trabajamos y no llegaré tarde por ti.
_Yo voy a la universidad, no de turismo... _ dije sarcástico y ella cerro la puerta en mi cara.
Lo único que tenía que admitir era que no era desagradable verla por las mañanas con su color bronceado, camisones cortos, que parecía tenerlos en varios colores y con su melena larga negra hasta el final de la espalda. Todo lo que tenía de guapa lo tenía de mala leche. No podía entender porque siendo familia podía carle tan mal, si ni siquiera había querido hablar conmigo o darme una oportunidad.
_No se lo tengas en cuenta... de lunes a jueves a veces está bastante alterada _ me dijo Oscar al pasar por mi lado con un café caliente.
_Contigo no parece ser así.
Él ignoró mi respuesta y se dirigió de nuevo hacia su habitación.
Lara, la chica que había conocido el día anterior no vivía demasiado lejos, solo a unas cuantas calles, y se había ofrecido para venir a buscarme, realmente yo necesitaba una amiga, o quien sabía quizás algo más para estar distraido.
Al bajar, la vi parada a unos metros mirando su teléfono móvil, con unos pantalones vaqueros rotos, un top y una chaqueta fina blanca.
_¿Qué tal tu primera noche aquí?
_Aburrida supongo...
_Te he metido en el grupo de fiestas de los jueves, esta semana hay una, deberías venir, nos reuniremos enfrente de la playa principal en un chiringuito. Las noches ya no son tan frescas.
_Sí estaría bien _ dije sonrirente.
Los días siguientes conocí a bastantes compañeros de mi clase, a los que enseguida caí bien, como solía pasar allí donde iba, y todo lo contrario a lo que me había ocurrido con Elisabeth, que apenas pasaba por casa y parecía un fantasma que solo entraba a su habitación para dormir a las tantas de la noche.
Las clases con Lara no estaban mal y me seguía a todas partes, me incluí en su grupito de amigos en el que estaba Óscar también, del que acabé entiendo rápidamente su positivismo positivo. También estaba otro chico más llamado David y otro que era Nel un poco más friki, que siempre iba con un skate y sudaderas otaku. Después me enteré que Elisabeth también era parte de aquel círculo y eso la verdad no me gustó , el jueves me presenté en la playa y enseguida Laura se me acercó.
No sabía si vendrías, como no has contestado a mis mensajes ...
- Estaba en el metro por eso ...
-Oh, era por si querías que pasase a por ti.
¿Controladora? Pensé de repente en mi cabeza, esperaba que no fuera una de esas mujeres que se meten un día en tu cama y luego quieren atraparte. Además, ni siquiera se había metido aún pero estaba claro que quería tener algo conmigo, ya que la tenía detrás en todo momento, y por una parte estaba bien pero por otro lado empezaba a sentirme por instantes demasiado agoviado.
-El resto están ahí.
El lado de la playa en el que se habían puesto estaba repleto de estudiantes , nos introdujimos entre la gente y llegamos a un pequeño círculo que estaba cerca de la orilla . Allí estabas todos y me sentí tranquila de no verla a ella. Aunque aquellos no duró demasiado.
_¿No sabíamos que venías acompañada?_dijo Óscar. En ese momento vi a Elisabeth vestida con unos pantalones jeans ajustados y un jersey blanco fino que resaltaba su color broceando y su pelo oscuro.
Nuestras miradas se encontraron y nos miramos por un momento con algo de vergüenza.
_Óscar no me dijiste que lo habías invitado.
_ Es que no lo ha invitado él, he sido yo... _ dijo la voz de Lara que apareció detrás mía._ Pero de todas formas podrías haberlo invitado tú ya que ahora vivis juntos, sois compañeros de piso.
_La verdad es que somos más que eso ...._ dije para molestar a Elisabeth y ella me miró desafiante mientras Lara levantaba una ceja, supongo que algo nerviosa pudiendo pensar que habíamos tenido algo más allá de una amistad o compañerismo.
_Somos familia lejana.
_¿Enserio? _ dijo Lara y los demás también nos observaron, incluso el chico que venía con ella al que yo no le había prestado la mínima atención hasta aquel momento y que era alto, delgada, con los brazos llenos de tatuajes y con una apariencia de chico malo de barrio.
_Sí, primos lejanos.
_Bueno, más o menos _ dijo ella cortando la conversación, y supongo que refiriéndose a lo que me había dicho de que quien creía que era su padre realmente no lo era._¿Empezamos a beber o que?
Todos parecían conocer a aquel chico cuyo nombre era Marc y que ni siquiera se me presentó.
Había una pequeña nevera sobre la arena con decenas de cervezas heladas, todos comenzaron a coger y Lara me pasó una.
_Gracias...
_¿Te está gustando la ciudad?
_No he visto demasiado estos primeros días, solo el piso donde vivo y el campus universitario. Podemos quedar este finde semana si quieres, yo suelo irme a mi verdadera ciudad con el tren, de viernes a domingo, porque los viernes no tengo clases, pero podría quedarte y enseñarte lBarcelona.
_¿Cuál es tu verdadera ciudad?
_Alicante.
_Oh.
_ ¿Entonces quieres que te la enseñe ? _dijo lanzandome una mirada de complicidad. Yo sonreí siguiendo la corriente, aquella noche no iba negar que me apetecía pasarmelo bien.
_Claro ¿Por qué no?
_Entonces me quedaré por ti este fin de semana. No suelo hhacer eso, tendrás que pagarme de alguna manera _ dijo bastante insinuante.
_¿Y cómo quieres que te pague ? _ dije mirándola directamente a sus ojos verdes.
_Ya pensaré en ello.
_Piénsalo y me lo dices. Házmelo saber... _ y ella se sonrojo un poco.
Ambos nos reimos y luego la curiosidad puso conmigo y le pregunté por ella.
_Ese chico es el novio de Elisabeth.
_Algo así, lo ha traido a otras fiestas un par de veces más, trabajan juntos, él va a veces a la cafetería donde trabaja pero solo los fines de semana a echar una mano, como ella trabaja de lunes a jueves a penas coincide.
_¿Y cómo es que coinciden?
_Porque ella a veces hace horas extra, esta ahorrando para algo o eso tengo entendido...
_¿No sois amigas?
_Sí, pero tampoco hablamos tanto, ella está bastante ocupada y a mi me gusta salir más. Pasa más tiempo con óscar.
_Y su medio novio no se pne celoso.
_Marco... Óscar es gay.
Yo me quedé algo parado porque de donde yo venía la gente no era tan abierta, y España me parecía un país más vanzado al nuestro.
Después de beber varias cervezas más, comecé a pasarmelo bastante bien, me divertía y deje de controlar el tiempo. La música del chiringuito algo alejado de nosotros estaba más alta y Lara y yo acabamos sentados cerca de la orilla. Ambos hablabamos y nos reimos y sin darme cuenta tras unos segundos ella se me echo encima y me besó, sus labios eran suaves y olía bien, no tardó mucho en sentarse encima de mí y meter sus manos por debajo de camisa. Y luego ir directa a la bragueta de mi pantalón.
_Hay gente a unos metros.
_Podemos ir lejos si quieres...
Yo sonreí, nos levantamos, ella cogió mi mano y me guió durante varios minutos a la parte rocosa de la playa, que estaba bastante alejada. Me había entretenido con Lara y no me había dado cuenta de que hacía tiempo que no escuchaba la voz de Elisabeth.
Acabamos en aquella parte donde no había nadie o eso pensaba y que estaba mucho más oscura, porque no había ningún tipo de iluminación artificial, solo la luz de luna que aquella noche era llena.
Lara se me lanzó practicamente encima, estaba claro que le gustaba bastante y que quería darlo todo aquella noche, yo tenía las manos en su cintura y ella estaba ya desabrochando el cinturón de mis pantalones, mientras nos estabamos besando.
Entonces fue cuando escuché su voz, era un sonido no muy lejano a nosotros, ahogado y que repetía un no y un para, una y otra vez, y entonces me giré y los vi a lo lejos, a aquel supuesto medio novio, encima de ella en la arena y a ella intentando quitarselo de encima sin exito.
_Pero que... _ dije desviando mi atención hacia ellos.
_Dejalos, estarán discutiendo solamente _ dijo Lara mientras intentaba volver a besarme.
Pero yo me aparté de ella y no pude evitar moverme rápido hacia aquella situación mientras la sangre cada segundo que pasaba se me alteraba más.
_Oye cretino, ¿No la estás escuchando?
All acercarme un poco vi como ella consiguió quitarselo de encima y él se levanto enfadado.
_¿Y tu por qué te metes?
_¿Sabes lo que significa cuando una señorita te dice un no? _ dije poniendome justo enfrente dispuesto a partirle los dientes.
Él parecía dispuesto a empezar una pelea, pero al contemplarme enfrente de él y ver que era mucho más fuerte y le paso varios centimetros, supongo que se lo pensó dos veces.
_Me largó de aquí _ dijo pasando por mi lado y dándome un pequeño golpe con su hombro.
Al alejarse un metro escuché como murmuraba un "Italiano de m****a" . Observé a Elisabeth en el suelo, con la cremallera del pantalón medio abierta y el jersey medio subida y el pelo alboratado. Tenía lágrimas en los ojos y tuve que aguantar la impotencia para no girarme y partirle la cara a aquel cobrase.
Ella me miró avergonzada y yo le tendí la mano.
_Te ayudaré a levantarme.
Elisabeth dudó varios segundos y después cogió mi mano y de un impulso la levanté justo hasta mí. Viendola así tan cerca, no podía negar que era preciosa, sin pensarmelo dos veces bajé sin poder contenerme su jersey y acaricié luego su pelo. Ella no dijo nada, luego nos miramos y escuché a Lara como me llamaba desde unos metros.
_¿Estás bien? _ dije nervioso, el corazón me iba a mil por hora, y no era solo por la situación, si no por haberme perdido en sus ojos por unos instantes fugaces por primera vez.
_Llévame a casa por favor.
A Lara no le sentó bien que me fuese tan pronto, sabía que deseaba otro tipo de final para aquella fiesta, pero supongo que disimuló porque ya sabía que Elisabeth y yo eramos familiares lejanos. Yo llamé a un taxi para ir más rápido, ni siquiera volvimos donde estaban los demás, supongo que Lara contaría lo sucedido. Ella no habó de camino casa, estaba desorientada, seguramente había bebido demasiado, no podía parar de pensar que hubiese sucedido si yo no hubiese llegado a aquella parte de la playa con Lara.
Al llegar, Elisabeth se había dormido en el taxi, pagué y la desperté y la guié hasta su habitación.
_¿Podemos ser ahora amigos? _ me preguntó claramente borracha, pero pensé que solo lo había dicho porque llevaba bastante alchol en sangre.
_Métete en la cama y hablemos mañana, necesitas descansar.
Fue extraño como después de aquello mi relación con Elisabeth comenzo a fluir bastante bien, fue como si por ayudarla ella me hubiese dado la oportunidad de formar parte de su vida, no era de una manera demasiado cercana pero si que me estaba ofreciendo una amistad ¿Sincera quizas? o almenos eso creía. Pero para comprender como sucedió aquello debía remitirme al principio, y digo principio porque después de lo sucedido fue como conocer una nueva versión de ella que no esperaba conocer.Al día siguiente de que sucediese el altercado de la playa, Elisabeth llamó a mi puerta, era temprano y yo aún seguía dormido porque no tenía clase los viernes a primera hora de la mañana._Soy Elisabeth, ¿Quieres café?Me costó levantarme de la cama, pero no iba a rechazar poder hablar con ella cuando era la primera vez que me ofrecía algo y supuse que no era para ser desagrable. Enseguida abrí la puerta, iba solo con los pantalones del pijama y ella me lanzó una mirada sorprendida._Oh, mejor me pondr
Aquel día con ella en Barcelona fue bonito para mí, enseguida entendí que vendrían muchos más así, y comenzaríamos a pasar mucho tiempo juntos. Realmente nunca pense que sucederia algo asi entre nosotros, ya que habia ido con un objetivo claro y sin esperarlo ambos habia iniciado una especie de bonita amistad y debia admitir que me gustaba pasar tiempo con ella. Desde entonces algo parecía atraernos intensamente él uno al otro, ella parecía sentirse bien conmigo y yo con ella. El hecho de haber sabido por mi padre que ella y yo no compartíamos la misma sangre me había tranquilizado, aliviado e incluso gustado para ser sincero, pero yo no quería tener aquellos pensamientos. Aunque en poco tiempo no pude negar las sensaciones que experimentaba, la necesidad de desearle buenas noches, de verla por las mañanas o de hacer cualquier plan con ella, aunque fuese ver una pelicula juntos en Netflix senandome junto a su lado en el sofá cuando ella llegaba del trabajo y yo de la universidad un s
Al subir, escuché el sonido de la ducha y entendí que Elisabeth estaba dentro, me imaginé como sería desnuda por un momento. Me quité la chaqueta y me pusé a cocinar algo rápido, unas pastas con verdura, cocinar me relajaba. A los minutos, apareció ella con el pelo largo mojado y un camisón corto beis, parecía ser el mismo en todos los colores._¿Peli o serie? Que prefieres _ dijo sonriente.Ser su amigo me gustaba, aunque yo deseaba cada vez algo más de ella._¿Cómo fue tu día con Lara?_Bien, me gusta como amiga, es simpatica.Dije dejando claro que no había nada más entre nosotros que el inicio de una amistad, todo lo contrario que deseaba con ella, ya que mi mente había estado fantaseando todo el día con que pasaría si estuviesemos solos aquella noche._¿Y Tarragona? Que tal lo has pasado._Bien, me encanta esa ciudad, es muy tranquila y mucho más segura que Barcelona._Me gustaría que me llevarás alguna vez._Puede que vaya la próxima semana o la siguiente, si quieres venir..._M
Al día siguiente Elisabeth me evitó practicamente durante todo el día, la escuché muy temprano practicamente correr por el pasillo y despues encerrarse de nuevo en su habitación. Estuvo encerrada en su cuarto practicamente hasta la tarde en su habitación, supongo que escribiendo la historia que debía entregar y obviamente tambien evitandome, evitar enfrentarse a lo que había sucedido entre ambos, y realmente no entendía por qué. Por la tarde no pude aguantar más y decidí tocar directamente a su puerta, quería hablar con ella y saber por qué me estaba evitando. Ella tardó un poco en contestar y a los dos minutos la escuché con una voz baja. _¿Sí? _Elisabeth, ¿Puedes salir un momento por favor? _Estaba durmiendo un poco, estoy bastante cansada. _Solo será un momento por favor _ dije persistente, no me gustaba serlo, y normalmente eran las mujeres quien lo eran conmigo y no entendía porque ella que parecía haber disfrutado tanto la noche anterior con mis manos me estaba esquivando p
A la mañana siguiente me desperté temprano para ir a clase, al salir al salón me encontré a Elisabeth vestida toda de negro y dispuesta a irse a su trabajo de media jornada a primera hora. _Buenos días _ dije algo serio, y ella no me contestó. Yo observé como bebía un sorbo de su taza llena de café y ignoraba completamente mi presencia. _¿Sabes que es de mala educación no contestar a un saludo? Veo que en España hay gente muy maleducada _ le dije directamente, no sé si estaba más enfadado yo o ella. _Hola... _ dijo tensa y desafiante. _ Por si no lo sabías yo no soy española, soy de la República Dominicana. _También eres italiana por si no lo recuerdas _ dije cruelmente. _No lo soy _ dijo firme. _Sí oficialmente, y supongo que eso te permite estar aquí en Barcelona. _¿Y tú qué sabrás? Ni si quiera me conoces de nada, hace una semana seguro que ni si quiera sabías de mi existencia. _Sí lo sabía, mi familia ya me había hablado de ti _ dije irónicamente. _Sí ya sé que en Nápoles
Debía de sacar aquel tema cuanto antes pero como Elisabeth y yo ya no eramos amigos y ella me evitaba no encontraba el momento. Por fin entregué todas mis tareas y accedí a ir aquel fin de semana con Lara a Denia, un fin de semana en una villa enfrente de una preciosa playa y con sexo intenso con Lara, que intentaba complacerme con todas sus fuuerzas, no estaría mal, empezaba a necesitar un descanso. Mi padre no había parado de presionarme para que le dijese lo avances sobre "El asunto" por lo que había terminado trasladandome a España y yo había evitado darle respuestas claras y no había contestado a la mayoría de sus mensajes y llamadas. Aquel jueves Lara me dijo que no iría a la fiesta universitaria en la playa porque iba muy retrasada en un trabajo que debía entregar el viernes, justo al día siguiente, pero yo por supuesto salí con óscar y los demás. Bebimos todos cervezas frescas y de fondo se escuchaba la canción ..., cuando vi a Elisabeth aparecer con ese tal Tom, que parecía
_No pienso pagar 120000 euros por un estudio, aunque tenga vistas a la playa más bonita de Tarragona. Además el banco nunca me daría un prestamo tan alto con el sueldo miserable que tengo._Además, con una habitación no es suficiente Elisabeth... _ dijo Dalia.Yo la miré mientras escuchaba lo que decía preocupado._Quizás deberías esperar un poco a tener un trabajo mejor._Tú no lo entiendes Marco, lo necesito ahora, necesito comprar un piso en un lugar tranquilo y acequible ahora..._¿Por qué ahora?_Para resolver unos asuntos legales.Pensé en preguntarle, pero sabía que evitaría contestarme así que no lo hice.El último piso estaba a unas calles de la universidad principal._Como te dije el ascensor es pequeño, pero ha habido hace poco una reforma en el bloque._No lo veo mal _ dijo Óscar con sinceridad. Y estaba en lo cierto, el portal estaba limpio y pintado por lo menos.Al llegar al segundo, entremos y el espacio no era muy grande pero tampoco pequeño como los anteriores, el co
Aquella noche me quedé dormido enseguida aspirando el aroma de su pelo negro azabache mientras la apretaba con fuerza contra mi cuerpo, en mi interior sentía miedo, miedo a que se alejase de nuevo de mí. Y por lo menos quería dormir aquella noche junto a ella, porque no sabía si volvería a estar por la mañana.Y la realidad es que fue así, al despertar, Elisabeth no estaba a mi lado, me levanté de la cama y la busqué por la casa pero se había marchado. Me sentí de nuevo utilizado, la misma maldita sensación que yo habría hecho sentir a muchísimas mujeres. Pero no entendía por qué se alejaba de mí, por menos podría haberse despedido antes de marcharse a donde quiera que fuese un domingo por la mañana a primera hora. La llamé varias veces pero no respondió a mis llamadas, y me sentí un maldito estúpido de nuevo.Me tumbé otra vez en la cama, y al despertar dos horas después, vi cientos de mensajes de mi padre, de Larra y por último... de Elisabeth."He ido al trabajo a hacer horas extra