El sonido del despertador hizo que inevitablemente Raquel despertara, estaba tan cansada que había decidido ignorar el sonido del celular que solo le recordaba que debía ir a trabajar. Solo fueron pocos minutos de calma cuando el sonido que ya se había detenido comenzó a sonar nuevamente, con fastidio buscó el celular entre las sabanas y después de unos segundos logró encontrarlo apagando el molesto sonido.Frotó sus ojos y resopló, porque la búsqueda había esfumado su deseo de continuar con el plácido sueño. Se tornó un poco pensativa y teniendo el celular en la mano nuevamente se dirigió a ver el último mensaje que había recibido de Alexander, aun conservando la misma sensación extraña que tuvo la noche anterior al leerla… Finalmente, chasqueo su boca y arrojó nuevamente el celular sobre el colchón, queriendo olvidar esa rara sensación.Raquel, aun en la cama, se estiró un poco y se dispuso a levantarse para arreglarse, pero antes de bajar sus pies de la cama se detuvo.Nunca he sid
—¿Qué quieres?Preguntó Raquel un poco fastidiada, apenas entraron a la sala de juntas.Samuel sonrió un poco apenado.—Quería disculparme.Raquel frotó su frente en señal de frustración para después soltar un resoplo molesta.—Te la vives disculpándote, pero no pasa mucho tiempo para que vuelvas hacer otra cosa que traerá otra disculpa falsa... Estoy cansada de eso.Samuel se acercó a Raquel mirándola fijamente.—No me culpes por amarte… Trataré de no hacer nada que te moleste porque sé que estás con ese “chico”Raquel se sintió sumamente triste al pensar que esa relación había terminado.—Sí. Así que por favor, no sigas con esto.—Haré mi mayor esfuerzo.—Bien, ahora, ¿Podrías dejarme sola?Samuel asintió un poco decaído.Raquel, una vez estando sola, encargó sus manos sobre la mesa colocada en el centro de la sala y bajó su cabeza.En verdad quería que dejara de molestar, así que, no lo contradije cuando mencionó mi relación con Alex, pensé que solo así me dejaría en paz, aunque fu
Raquel trataba de continuar durmiendo a pesar de llevar casi una hora escuchando las llamadas insistentes de su celular. Estaba tan exhausta por haber llorado gran parte de la noche sin saber en qué momento el sueño dominó su cuerpo. Dirigió su mano hacia el celular para contestar a la llamada que la regresaba a la triste realidad.—¿Qué?Solo atinó a decir Raquel sin ánimos de absolutamente nada.—¡¿Estás bien!?Preguntó algo alterada Aurora.—Sí. Solo dormía.Contestó Raquel, aún carente de ánimo ante la pregunta llena de preocupación de Aurora.—Dormía.Dijo Aurora, repitiendo las palabras de Raquel a quien seguramente era Sara.—¿Estás enferma?Preguntó ahora más tranquila Aurora.—No.—Es que… Es raro en ti que no vengas a esta hora a trabajar y no saber nada de ti.Raquel alejó de su oído el celular para ver en el reloj de este, percatándose que ya pasaban del medio día.—Si es algo tarde.Retomó la llamada Raquel.—¿Tomarás el día libre?Preguntó Aurora.—No. Ahora voy. ¡Ah, po
Raquel se detuvo frente al escritorio de Ana, su secretaria, que solo la observó mientras esta resoplaba con cansancio. —¿Tenía alguna cita para hoy? Preguntó Raquel con voz tenue con la ausencia de la sonrisa que todos los días le brindaba a Ana. —¿Eh?… Sí, sí, era con el señor Castro, para hablar sobre los detalles de su línea que lanzara en unas semanas. —Cierto. Raquel se frotó su frente un poco estresada porque, de no haber llegado tarde ese día, podría haber cumplido con su agenda sin problemas. —Le dije que mañana lo atendería. Soltó Ana al ver que Raquel se notaba preocupada.] —Bien, sí, mañana a primera hora lo atenderé... Gracias Ana. Bueno, me iré a trabajar porque si no me seguiré atrasando. Sonrió un poco con lo último que había dicho, tratando de recuperar el ánimo de los días anteriores. —Sí. Licenciada. Raquel entró ante la mirada de los demás que trabajaban, Alexander la observó y ella solo sonrió gentilmente. Él no pudo evitar ver un poco de la hinchazón de
Verónica bostezó un poco mientras seguía escribiendo todos los puntos que se trataron en la junta que acaba de dar fin después de 4 horas.—Bueno, chicos, entonces cada uno tiene su tarea…Raquel vio su reloj viendo que la jornada laboral había terminado desde hacía un par de horas.—Ya pueden retirarse.Pilar se levantó del asiento y unos segundos después lo hizo Verónica.—Alex.Pronunció Raquel al ver que este se levantaba de su asiento.—¿Sí?— Necesito hablar contigo un momento.El rostro serio de Alexander hizo que una sensación de dolor se colocara en su corazón.—Sí, está bien.—Bueno, entonces los dejamos solos... Mientras le hablaré a Ivonne para decirle que ya estamos libre... Te esperamos en la oficina.Soltó Sara mientras sujetaba el antebrazo de Aurora que sonreía.—Sí, no tardaré mucho.—Bien.Hubo un poco de silencio mientras los demás salían de la sala de juntas. Raquel organizaba su carpeta para reducir el incómodo momento de silencio.—Dime.Soltó Alexander al ver q
Raquel despertó en el suelo justo a un costado de su cama, el despertador sonaba insistentemente. Antes de levantarse sujetó un poco su cabeza debido al dolor que le provocaba la resaca. Al estar de pie caminó un poco hacia el baño, pero se detuvo al ver tirada a Aurora también sobre el suelo, y no pudo evitar reír. —Aurora. Raquel movió un poco a Aurora. —Mmm. —Despierta. ¿Qué pasó ayer? No recuerdo mucho de lo último. —Eh, ¿De qué hablas? Con dificultad habló Aurora. —Nos emborrachamos de más. Río un poco Raquel. Aurora se levantó del suelo y también se río. —¿Dónde está Sara?, ¿Ivonne se fue? Preguntó Raquel. —No lo sé. Raquel tomó del antebrazo a Aurora y caminó hacia la sala donde rápidamente vio en el sofá a Sara dormida y sobre el otro costado del sofá a Ivonne. Al acercarse Raquel junto con Aurora, a las dos chicas dormidas cubrieron sus bocas para que sus risas no las despertarán. Raquel vio sobre la pequeña mesa de centro el celular de Sara. —Pásame su teléfon
Sara se sentía cansada y lo que deseaba era llegar a su cama y dormir; observó la hora en su celular, sintiendo un poco de felicidad porque solo faltaban 30 minutos para que la jornada laboral terminara por ese día. Estaba por bloquear su teléfono cuando una notificación de Raquel le llamó la atención, debido a que la tenía frente a ella y era extraño que le mandara mensaje teniéndola tan cerca. “Revisa tu galería” Leyó Sara confundida. “¿Mi galería?” Respondió rápidamente Sara, para después mirar fijamente a los ojos a Raquel, que solo sonrió y asintió desde la poca distancia que se encontraba de ella. Sara suspiró y se dirigió hacia su galería de fotos y no puedo evitar sonreír al ver las tres últimas fotos. Sara levantó su vista hacia Raquel que respondió con una pequeña burla con su lengua. La vista de Sara regresó hacia el teléfono donde rápidamente se dirigió hacia la conversación que tenía con Ivonne y sin pensarlo dos veces mando las fotos Al no ver respuesta de Ivonne blo
Un par de días habían pasado desde la salida con las chicas. Raquel se encontraba acostada sobre su cama mirando el techo de su habitación. Había permanecido así durante casi una hora, y finalmente exhaló. Estaba mirándome en el espejo mientras ponía un poco de rubor sobre mis mejillas, no tenía prisa porque me había despertado muy temprano. El sonido del celular sobre mi buró hizo que me pusiera de pie y al ver que era un recordatorio simplemente sonreí con nostalgia al ver la fecha que me recordaba, aunque no era necesario porque sabía perfectamente de qué día se trataba. Mi primer aniversario con Alex había llegado y era realmente nostálgico que él ya no estuviera conmigo. Sabía que ese día sería mucho más difícil que los días anteriores. Raquel entró a la empresa saludando a su recepcionista. —Buenos días, Liz. Saludó Raquel con poco ánimo. —Buenos... ¿Le pasa algo? Preguntó la chica algo preocupada. —No, todo bien... Nos vemos más tarde. Raquel caminó hacia el ascensor y a