Mientras tecleaba arduamente Raquel, la pequeña caja frente a ella, la voz que escuchó hizo que apartara sus ojos de la pantalla. —¡Feliz cumpleaños! Soltó en voz baja Aurora para no alterar el ambiente de concentración que había en el aire. Raquel sonrió conmovida. —Gracias. —Es un pequeño detalle. Ábrelo. Raquel sujetó la pequeña caja y al abrirla unos hermosos pendientes de oro hicieron que sonriera. —¡Gracias!, ¡están hermosos! —Son los que te gustaron cuando fuimos a la plaza, Aurora era una persona tan bella por fuera y por dentro y estaba muy feliz que después de que se mudara pudiera congeniar bien con Sara y en los últimos años hemos sido inseparables y eso era el mejor regalo que la vida me había dado, el tener dos fieles compañeras de vida. —Disculpa que llegué hasta esta hora. Raquel negó con su cabeza. —No te preocupes. Que bueno que ya estás aquí porque necesito empezar la junta. —Pero Pilar no vendrá hoy, está enferma y Verónica está de vacaciones. —Si lo d
Había convencido a Sara de acompañarme al evento de caridad y aunque hubiese querido que Aurora también me acompañara, ese día era "noche de películas" con Cristina, así que entendí.Raquel sobó su cuello mientras cerraba sus ojos, tratando de hacer desaparecer el cansancio de estar frente a la computadora todo el día.—Toma.Raquel abrió sus ojos y vio los ojos castaños de Alexander frente a ella y una cálida sonrisa mientras sostenía el café.—Te traje un café.—Gracias.—Es como te gusta.—Con leche y poca azúcar.—Así es.Ambos sonrieron para después Raquel aceptar el café con leche que Alexander había llevado gentilmente para ella.Alexander se recargó ligeramente en el escritorio de Raquel.—Sé que te irá bien esta noche.Raquel tomó un sorbo del recipiente.—Eso espero, por qué no me gustan estos eventos.—Lo sé.Ambos se miraron sin decir nada por un breve momento, mientras que Sara regresaba a su escritorio.—Oye, ¿por qué a mí nunca me traes café?, solo a la jefe.Alexander
Raquel caminó tomada del antebrazo de Sara y ambas bromeaban mientras entraban al gran salón.— Wooah, para ser un evento de caridad este salón se ve tremadamente costoso.— Nunca he entendido estos eventos.Respondió Raquel.Bajaron por algunos escalones a la parte baja del salón y ahí se encontraba la persona que los dirigió hacia la mesa que le correspondía.—¡Mira toda esa gente!Susurró con sorpresa Sara observando a las personas con hermosos vestidos y trajes elegantes.—¿De que crees que estén hablando?Cuestionó Sara.—Seguramente del día tan difícil que tuvieron al derrochar el dinero.—Ojalá alguno derrochara su dinero en la empresa.Raquel cubrió su boca para reírse disimuladamente de las ocurrencias de Sara.—¿Les puedo ofrecer algo?Preguntó el mesero a las dos chicas.—Dos copas de vino tinto, por favor.—Bien, ahora se lo traigo.—Gracias.Respondieron al unísono las dos chicas.—Bueno, y no pregunté, pero ¿de que tema es este evento?—Era una cena benéfica y creo que a
Empuñé mi mano derecha recogiendo un poco de la tela del vestido. En sus ojos negros estaba yo y era como si no se tratara de la realidad, es decir, cuando él y yo terminamos esa tormentosa relación y me fui, hubo días en los que imaginaba encontrarme con él, pero ahora era tan inesperado, siempre pensé que tendría muchas cosas que decir si ese día llegaba, pero el silencio hacía evidente que me había equivocado. —Raquel, yo... Samuel por fin pronunció, pero rápidamente detuvo sus palabras cuando Raquel levanto su mano para hacerlo silenciar. —No. Soltó Raquel. Haciendo que él exhalara profundamente por la respuesta tan firme que ella soltó. Era como si no hubiera pasado un solo día desde que lo vi por última vez, no había cambiado nada, seguía luciendo realmente atractivo, su altura, su cabello, inclusive su aroma. Mis piernas estaban a punto de fallarme, pero sentí la tibia mano de Sara y en ese momento por fin aparté mi vista de los ojos de Samuel. —Es hora de que nos vayam
Raquel se mantuvo en silencio mientras Samuel sentía la mirada de recelo de las dos chicas junto a Raquel, logró reconocer a las dos, la amiga de Raquel que claramente la recordaba perfectamente bien y a la otra chica como su antigua trabajadora y no porque hubiera sido relevante para él, si no por la razón que ella provocó que Raquel se enfadara sumamente con él y esto llevará un conflicto con su madre.—¿Me atenderás o seguiremos aquí sin decir nada?Raquel resopló con algo de derrota.—Pero que sea rápido porque tengo muchas que hacer.—Bien... Eh...Samuel observó el espacio percatándose de los 6 escritorios.—¿Hay algún lugar más privado donde conversar?Terminó de decir.—Sí, vamos a mi oficina.Sara no dijo absolutamente nada, aunque quería echarlo a patadas del lugar, pero Aurora le tomó la mano a pesar de que la misma idea rondaba por su cabeza.Raquel caminó un poco más al fondo de donde estaban los escritorios, abriendo una pequeña oficina con las paredes de cristal y las p
—¡¿En serio comerás con él?! ¿Estás segura de lo que harás?Preguntó Sara mientras miraba como Raquel preparaba un café en la sala de descanso, donde fue halada por sus dos amigas al escuchar que había concretado una comida con Samuel.Raquel suspiró antes de tomar un trago del café, mientras sus amigas esperaban la respuesta del cuestionamiento de Sara.—Es algo que en definitiva no quiero hacer, pero tengo que hacerlo.—¿Por qué?—En la reunión que tuve con Alexander tomé la decisión, él me aconsejo que debía considerar el posible negocio con Samuel y pues escucharé su propuesta.—¡Ese idiota de Alex!Soltó molesta Sara.—¡Ahora va a ver!—No le digas nada, él no tiene la culpa, solo está haciendo su trabajo.Dijo Raquel después de sujetar la mano de Sara que estaba decidida a ir a reclamarle a Alex.—Soy la presidenta y como tal debo hacer cosas que beneficie a la empresa y toda la gente que tengo a cargo, así que haré lo que tenga que hacer.Aurora también tomó la mano de Sara par
—Siempre pensé en como empezaría esto de tener la oportunidad, pero ahora que estás frente a mí no sé cómo hacerlo.El mesero se acercó a Raquel con el trago que había pedido minutos antes.—Disculpe la tardanza señorita.—No hay problema, gracias.Samuel rompió su silencio una vez que el mesero se retiró de la mesa y observó a Raquel tomar un pequeño trago de su bebida, a diferencia de la premura del primer trago, Raquel acarició la boca del vaso y sonrió.—Tienes el tiempo de hablar en lo que termino mi trago, después de eso me iré.Samuel asintió apresurado y finalmente exhaló.—Bueno... Ahora que sé que vienes una familia adinerada y que cuyo apellido pesa sobre tus hombros, sé que podrás quizás comprender lo que sucedió... Mi madre siempre ha pensado que nacer en una familia privilegiada es todo en la vida y viví con ese peso, el peso de saber que heredaría el negocio familiar sin importar que deseara para mi futuro, tener que estudiar algo que aborrecía solo para poder manejar c
Raquel observó la hora en la pantalla del celular y al apartar la vista de este vio como la mujer mayor se acercaba a la mesa donde ella esperaba.—Buenas tardes.Saludó cordialmente la mujer al sentarse frente a Raquel.—Buenas tardes, señora.—Veo que sí recibiste mis flores.—Así es, la pregunta es ¿A qué se debe el querer verme?—El fingir por cortesía es algo que nos enseñan desde muy pequeñas a las personas que venimos de buena familia, pero eso supongo que lo sabes.—¿De qué habla?—El fingir anoche que no eras la chica que provoco que mi hijo cancelara su boda fue un acto de cortesía como te lo dije.—Ah, entonces, ¿si me reconoció?Dijo Raquel con una pequeña sonrisa.—Así es, pero fue una gran sorpresa enterarme del apellido que acompaña tu nombre, un apellido que tenías muy bien escondido en el pasado.Soltó la mujer sonriendo.—No lo tenía escondido, simplemente las personas que miran por debajo de su hombro a las demás no tienen el tiempo para indagar sobre ellas.—Si es