—Siempre pensé en como empezaría esto de tener la oportunidad, pero ahora que estás frente a mí no sé cómo hacerlo.El mesero se acercó a Raquel con el trago que había pedido minutos antes.—Disculpe la tardanza señorita.—No hay problema, gracias.Samuel rompió su silencio una vez que el mesero se retiró de la mesa y observó a Raquel tomar un pequeño trago de su bebida, a diferencia de la premura del primer trago, Raquel acarició la boca del vaso y sonrió.—Tienes el tiempo de hablar en lo que termino mi trago, después de eso me iré.Samuel asintió apresurado y finalmente exhaló.—Bueno... Ahora que sé que vienes una familia adinerada y que cuyo apellido pesa sobre tus hombros, sé que podrás quizás comprender lo que sucedió... Mi madre siempre ha pensado que nacer en una familia privilegiada es todo en la vida y viví con ese peso, el peso de saber que heredaría el negocio familiar sin importar que deseara para mi futuro, tener que estudiar algo que aborrecía solo para poder manejar c
Raquel observó la hora en la pantalla del celular y al apartar la vista de este vio como la mujer mayor se acercaba a la mesa donde ella esperaba.—Buenas tardes.Saludó cordialmente la mujer al sentarse frente a Raquel.—Buenas tardes, señora.—Veo que sí recibiste mis flores.—Así es, la pregunta es ¿A qué se debe el querer verme?—El fingir por cortesía es algo que nos enseñan desde muy pequeñas a las personas que venimos de buena familia, pero eso supongo que lo sabes.—¿De qué habla?—El fingir anoche que no eras la chica que provoco que mi hijo cancelara su boda fue un acto de cortesía como te lo dije.—Ah, entonces, ¿si me reconoció?Dijo Raquel con una pequeña sonrisa.—Así es, pero fue una gran sorpresa enterarme del apellido que acompaña tu nombre, un apellido que tenías muy bien escondido en el pasado.Soltó la mujer sonriendo.—No lo tenía escondido, simplemente las personas que miran por debajo de su hombro a las demás no tienen el tiempo para indagar sobre ellas.—Si es
Raquel se levantó de la cama aun con el cansancio del día anterior debido a haber trabajado hasta tarde, se sentó sobre la cama y por algunos segundos se preguntó si debía faltar ese día y descansar lo que su cuerpo le pedía, pero sacudió su cabeza al concluir que quizás no solo ella debía estar cansada si no ta bien Alexander con quien había trabajado la noche anterior haciendo algunos ajustes presupuestales, así que considero que si faltaba no sería justo para él. Raquel se estiró al levantarse de la cama y con pereza caminó hacia su escritorio donde al colocar la canción de Sía " Unstopabble" en la bocina comenzó a bailar para recargarse de energía, subió todo el volumen de la canción.Mientras la música resonaba por el departamento de Raquel, ella se dirigió al baño y al quitarse el pijama se admiró en el espejo y sonrió para luego meterse a la ducha donde bailaba felizmente.El reloj colgado sobre la pared de su sala de estar marcaba las 7: 30, al ver esto Raquel pensó que debía
Raquel frotó sus ojos tratando como siempre de ahuyentar el cansancio de estos por permanecer prácticamente todo el día frente a la computadora, al abrir uno de estos aún con el cansancio presente, dirigió su vista hacia el calendario a un costado de la pantalla de la computadora y se percató de que era el último día del mes, día en el que dedicaba a trabajar con Alexander sobre los egresos e ingresos del mes. Raquel dirigió su mirada hacia Alexander, discretamente que también se frotaba uno de sus ojos debido al mismo cansancio que ella sentía, y antes de que él la mirara desvió su vista hacia el calendario nuevamente recordando el beso de aquella noche...—¿Qué...?Raquel preguntó confundida por lo que acababa de ocurrir—Eh, yo...Soltó Alexander aún en un susurro.Raquel se levantó de la silla rápidamente, alejando el sueño que minutos antes la invadía, miró hacia la gran mesa y sujetó algunos documento para después caminar apartándose de Alexander.— ¿Terminamos verdad? Disculpa
Raquel al ver la puerta de su departamento giró para ver a Alexander quien tomaba su mano.—Bueno, ya llegamos.Raquel se sonrojó un poco.Era muy extraña la sensación de estar en ese contexto con él, no era algo desagradable, solo que no podía evitar sentirme nerviosa y apenada, algo que no es común en mí desde hacía mucho tiempo.—Entonces nos vemos mañana.Él soltó con una pequeña sonría al ver las mejillas de Raquel que se pintaban de rosa.—Sí.Alexander se acercó a Raquel y besó su mejilla haciendo que Raquel sonriera por la ternura del chico, Alexander se alejó levemente de Raquel, pero Raquel besó sus labios antes de que se alejara completamente.—Buenas noches.Ella soltó después de separar sus labios de los de Alexander.—Buenas noches.Alexander sonrió y se alejó un poco de Raquel, pero ella lo detuvo sujetándolo.—Antes de que te vayas, quiero hablar de nosotros.El rostro preocupado de Alexander se hizo presente.—¿Te estás arrepintiendo?Preguntó temeroso.Raquel negó su
Alexander Abrazaba por la cintura a Raquel mientras ella tenía sus brazos rodeando su cuello, los besos entre ellos eran dulces y tiernos. Raquel disfrutaba la sensación de los labios de Alexander y el dulce sabor de él.Habíamos pasado un par de noches así después de la cita tan vergonzosa que pasamos, aunque debo admitir que después de eso pude desenvolverme más con él y dejar un poco la vergüenza atrás. Desde la primera cita apenas si habíamos salido, ya que había tenido mucho trabajo y no lográbamos ajustarnos a nuestros horarios. Alexander apretó sutilmente a Raquel contra su cuerpo, haciendo que Raquel abriera sus ojos y sonriera entendiendo el mensaje, algo que ella también quería y deseaba. Raquel besó suavemente a Alexander y al finalizar el beso mordió sutilmente el labio inferior de Alexander, que ante esta acción de Raquel solo sonrió.—No hagas eso.Susurró Alexander.—¿Por qué?—Por qué si continúas no podre parar.—¿Si sigo haciendo esto?Raquel se acercó nuevamente a
Raquel recargó su cabeza sobre la palma de su mano mientras su codo estaba sobre la mesa.—¿Qué tanto piensas?Preguntó Sara al ver a Raquel un poco pensativa.—Me preguntaba si la vida en verdad te da señales para no hacer las cosas o solo es casualidad.Sara no entendía lo que Raquel decía.—Explícate mejor.Raquel sabía que no podía decirle sobre la relación con Alexander, consideraba a Sara su mejor amiga, pero no se sentía aún segura para contarle que estaba saliendo con Alexander, con su empleado y el chico más dulce que había conocido.—Vi una película y me quedé pensando sobre eso.—¿Qué viste en la película?—Los dos querían estar juntos, pero no se presentaba la oportunidad.Puede ser que la vida te da señales para evitar equivocarte.Sara observó a Raquel un poco pensativa mientras decía lo anterior.—¿Tú qué piensas?—Me hizo recordar a Samuel.Sara se extrañó que Raquel mencionara a Samuel, ya que no lo había hecho hacía mucho tiempo.— Es decir, si yo hubiera tomado aten
Raquel miraba fijamente a Alexander, ambos se encontraban recostados uno frente al otro solo mirándose, el sonido de la lluvia solo era lo único presente entre ellos. Alexander dirigió su mano hacia el rostro de Raquel y acarició sus mejillas para luego dirigirse a sus labios suaves haciendo que Raquel sonriera.—¿Nos damos una ducha?Preguntó Raquel mientras sentía el delicado tacto de Alexander.—¿Juntos?Raquel asintió.—No puedo rechazar tan perfecta oferta.Raquel sonrió aún más.Alexander se levantó de la cama y se cubrió con la toalla.—¿Me pasarías una para mí?Preguntó Raquel mientras se cubría con la sábana de su cama.—Ten, toma esta.Alexander se despojó de la toalla y se la ofreció a Raquel, que ya se encontraba sonrojada.—Me mirarás de todos modos al ducharnos, así que, toma.Raquel tomó la toalla y se cubrió con esta, admiró a Alexander cuando caminaba hacia el baño y observó la toalla que traía ya sobre ella."Soy una adulta, soy una adulta, no debería darme. Vergüenz