POV : BELLAYa llevo dos tazas de café, cuando Ciro entra en la cocina con un aspecto como si le hubiera pasado un camión por encima pero aún se ve placenteramente guapo con el pelo despeinado y sus ojos hacen el esfuerzo por no cerrarse. Me río con disimulo recordando la situación de anoche, no me pareció mal que sufriera un poco al ver lo que se ha perdido por rechazarme además, Tracy me aconsejó utilizar hasta mí último recurso. Por supuesto ya no aspiraría a nada más con aquel gruñón de primera. — ¡Bueno días! La pesadilla continua.— Niega con su rostro. «Que imbécil»— Vaya, parece que tuviste una noche muy... ¡Placentera!. — Murmura apenas me ve. — ¿Que dijiste?— Me hice la que no escuché.— No dije nada. Y ¿Que le sucedió a los niños? ¿Por qué parecen niños ñoños?— Dice disimulando sus ganas de reír.Tuve que hacer de tripas corazón para no dejarme llevar por el disgusto, cuidaba mucho hacer comentarios negativos sobre el aspecto físico de mi hija, leí en un artículo de
POV: CIRO. Esperé pacientemente mientras Damien Evans, estudiaba los planos proyectados en la pantalla blanca de la sala de conferencias, de hecho llevaba más de quince minutos analizandolos.Los planos proporcionados eran para un centro comercial que cuenta con 502 mil metros cuadrados, conectandose a través de una pasarela, con una segunda edificación que estará rodeada por un espléndido lago artificial.Era una impresionante pieza de ingeniería y en lo que estructura se refería era algo magistral dónde había mucho dinero de por medio. Teniendo en cuenta el tiempo en que Evans había estudiado cada detalle, estába claro que sabia lo que hacía, por su parte Astrid se encontraba del otro lado la mesa, no le he dirigido la primera mirada, sin embargo ella se ha encargado de observarme desde que ingresó a la sala de juntas. — Estoy impresionado, el diseño me tiene fascinado.— Reconoció con tranquilidad, algo que viniendo de un experto acaudalado era un elogio.A diferencia de mí, Evan
* * * * * * * * * * — Hola Isabella, no sé si me recuerdas. — Alex se acercó peligrosamente a mi esposa. — Soy Alexandre Hard y fuí el padrino de tu boda, déjame ser el primero en decirte que te ves hermosa. — Isabella rodó sus ojos al igual que yo. — Se supone que Brenda estaría disponible para ti las 24 horas y en todo lo que necesites, Isabella. ¡No puedes venir hasta aquí.!— Traté de reclamarle pero Alex intervino de nuevo. — Ciro, ¡Joder! Los Japoneses están en la sala de juntas, lo que menos necesitamos ahora es una pelea entre marido y mujer. — Murmuró casi de manera imperceptible, mirando a nuestro alrededor. Por mucho que lo odiara era cierto. — Si me permiten pueden terminar esta conversación en un lugar más privado. — Extendió sus brazos para guiarnos hacía una oficina multiuso que se encontraba en frente.De forma rápida abrió las puertas corredizas que dividían la mesa en escuela y las fotocopiadoras, luego nos obligó a entrar para evitar el ruido junto con el
POV : BELLA.Cómo era de esperarse, Ciro actuó cómo de costumbre; frío, distante y despreocupado. Para él nada había cambiado porque todo sigue siendo parte de su juego, pero para mí el mundo entero ahora es diferente.Estaba cansada de pelear, demostrar al mundo que lo mejor de mi misma lo guardaba dentro, a pesar de lo que pudiera parecer, no había tenido una vida fácil, me corrieron de mi casa con niña pequeña en los brazos, hice lo que tenía que hacer en su momento pero siempre aparecía alguien que se creía con el derecho de hacer conmigo lo que le diese la gana, es por eso que está vez todo sería diferente. — No esperarás en serio que vaya a una reunión de Tupperware. — Le hice saber mi descontento a Brenda, cuando me invitó a tomar un café. La última semana había compartido mucho tiempo con ella, ya que por órdenes de Ciro se ha convertido casi que en mi sombra. — Es importante que asistas a reuniones de este tipo y conozcas el entorno que te rodea, muchas pertenecen al comi
POV : CIRO. Eran cerca de las cuatro de la tarde del sábado. Isabella los chicos y yo hemos estado dando vueltas en un supermercado comprando suministros para nuestro hogar, lo que es completamente absurdo, pues tengo un personal que se encarga de eso. Llevaba noches sin dormir ansioso por tocar la puerta de la habitación de enfrente y también luchaba por procesar los destellos del lado más tierno de Isabella Miller, desde la forma en que preparaba mi desayuno favorito cada mañana, hasta cómo se preocupaba por los niños; y todo eso despertaba una serie de sentimientos confusos para mí. Definitivamente algo me sucedía con esta chica, desafiaba mi autoridad eso ya me gustaba de ella, carecía de cualquier tipo de pretención. Era enérgica y libre. Elegante, sin ser engreída. Incluso su cuerpo era de infarto. Todo me hacía preguntarme si podíamos desarrollar algún tipo de relación sin involucrar sentimientos. «Es solo el sexo quién habla, Ciro. Bella sigue siendo una bailarina de un cl
POV : ISABELLA—Dame por favor un curso acelerado sobre los miembros de tu familia. ¿algunas pistas claves, o un tema tabú de conversación? No quiero preguntarle a una de tus tías dónde está su esposo y resulta ser que haya fallecido, o peor aún asesinado. — Hurgo en mi bolsa y saqué un espejo de bolsillo para mirar mi rostro por quinta vez, admito que me siento nerviosa por conocer a la familia de Ciro. — Bueno, hasta el día de nuestra boda, cuándo nos tropezamos en el pasillo con mis padres, yo llevaba varios años sin verlos. — ¿A qué te refieres con varios años? ¿Dos o tres?— Pregunté con curiosidad. — Nueve años.Aunque nunca he perdido comunicación con mi madre del todo, siempre la llamo a ella y a mi hermana Janett, al final de cada mes, para ponerme al día con la novedad de amigos, vecinos y demás conocidos que siempre me han tenido sin cuidado. Mi hermano Luciano, es todo lo contrario a mi ¿sabes? Es el tipo agradable y bueno, el que todos siempre aman, además tiene un
POV : CIRO. Me detuve fuera del cuarto de baño, con la mano en el pomo pulido de la puerta, no sabía por que demonios vacilaba.Isabella no me intimidaba, al contrario la deseaba con locura, y nada me hubiese gustado más que hacerla mía justo ahora, que estoy anhelando el derecho de tocarla. Si aún sigo de éste lado de la puerta es porque aún quedaba algo de cordura en mí. Toc, toc, toc. Unos golpes en la puerta me hicieron despegarme de mí fantasía con Isabella y caminar hasta el umbral de la habitación. — ¿Si?— Respondo, pero sabía muy bien de quién se trata.— ¿Hermano, podemos hablar?.— Me coloque de nuevo la camisa y salí hasta el pasillo. — ¿Que sucede, Luciano.?— Indague yendo directo al punto. — ¡Solo quería saludarte, hombre!¿Cómo va la constructora? ¿Y el nuevo proyecto que ya está en marcha?El lunes me marcho a Washington. Puedes venir si quieres, si necesitas documentarte más sabes que puedes quedarte en mi casa.«Se me encoge el estómago solo de pensarlo».—
POV : BELLA. No entiendo que hace esta mujer aquí, quién la invitaría y lo más importante ¿Por qué lo harían?.Sonrío en plan forzado cuando todos me miran, cómo era de esperarse no resulta nada convincente. No quiero arruinar el alegre ambiente de la boda de Jannett, pero por dentro estoy hecha polvo. ¿Cómo he podido ser tan idiota de pensar de que él me estaba exhibiendo así porqué si? No estaba siendo tierno ni especial conmigo. Solo lo hacía para aparentar delante de todos, ahora puedo caer en cuenta de que los desconocidos que se han pasado la velada observando me simplemente querían saber cómo era capaz de sobrellevar el gran Ciro Marshall su nueva vida de papel. — Hola, Isabella. Yo soy Astrid. La... Hmmm, Ex- esposa de tu nuevo marido. — Extendió su delgada mano y yo la tomé con nerviosismo. — Encantada de conocerte. Me moría de ganas por conocer a la zorra que se estuvo revolcando durante años con mi marido. — Fruncí mi entrecejo un poco confundida pero luego caí en