POV : CIRO. [Parte I] — No me creo que te haya echado de su casa después de lo que hiciste por ella. Pero también tengo que decir que te lo mereces. — Alexandre se seca las lágrimas de los lados de sus ojos con el dorso de su mano.— Me alegra que te parezca divertido. — Le digo triste. Ha sido la semana más larga de mi vida. He ido a la nueva casa de Bella para ver a Liz y me he asegurado de cumplir los deseos de Bella de ir mientras ella está trabajando. Es viernes por la noche y le he dicho a Alex que nos invite a James y a mí, a su casa a cenar. ¡No soporto estar más tiempo solos!James está armando un rompecabezas con Jenna, mientras que Alex y yo estamos relajados con una cerveza en el balcón, disfrutando un tiempo cálido. — Echas de menos a tu familia. — Dice y es más una afirmación que una pregunta. — Sí, más de lo que creía. — Admito. Pensaba que a estas alturas ya me habría acostumbrado a nuestra nueva rutina. Y supongo que lo he hecho, pero no me satisface ni
POV : CIRO. [Parte II]A la mañana siguiente ocupe mi lugar en la cabecera de la mesa de juntas, dónde ya habían sentadas veinte personas esperando a que iniciara la junta. Estás reuniones siempre eran brutales ya que mi padre y Luciano se encargaban de cuestionar todas mis decisiones con respecto a OMEGA CORP y sus comentarios a menudos eran muy duros. Sorprendentemente esta mañana cuándo empecé hablar ninguno de los dos dijo nada. — Buenos días a todos. Quiero informarles a todos que las cifras de este mes para OMEGA CORP se han triplicado. — Comencé con la junta dando paso a la persona a cargo del proyecto. Mantuve una mirada glacial en toda la junta, mi postura ante los negocio fue la misma igual que siempre. Pero esperaba que en algún momento mi padre o Luciano me atacaran por los rumores de la prensa, pues en lugar de quedarse en Londres dónde presentarían una conferencia, habían tomado un avión para reunirse aquí conmigo. «Sabia que no estaban aquí por la junta, ni tamp
POV : BELLA.— Hay dos líneas rosas. ¡Estás embarazada!— Esas fueron las palabras de Tracy después de hacerme la tercera prueba de embarazo aquella noche. Solo de recordarlo se me empieza hacer un nudo en el estómago, un sudor frío recubre mi piel. ¡En qué lío me he metido! Durante la última semana mi cuerpo ha cambiado mucho, me siento cansada sin razón y me cuesta tanto levantarme en las mañanas. Me imagino diciéndole a Ciro que estoy embarazada y me empiezo a sentir mal físicamente. Desde el incidente con el imbécil de Liam no he vuelto a saber de él.Se que lo eché de casa de Tracy pero estaba muy alterada, había quedado como una idiota que no sabe diferenciar el bien del mal. Sin darme cuenta mis ojos estaban inundados en lágrimas. Odio sentirme así, que las emociones me abrumen de repente. A veces estoy enfadada, luego triste y de repente atontada. También echo de menos a Ciro, necesito escuchar su voz y el sonido de su risa. Extraño ver lo buen papá que era con Jame
POV : BELLA. [Parte II]Dos Meses después...— ¡Empezaremos con pasos básicos!.Esta es una clase para principiantes así que iremos de poco a poco.— Digo observando desde el otro lado de la tarima. Me encantan las clases de principiantes, siempre hay caras nuevas de mujeres que han decidido tomar las riendas de su vida y comenzar a practicar una disciplina. Me presento mientras no deja de entrar gente, es una mezcla de mujeres jóvenes tipo veinteañeras y mujeres maduras de mediana edad. Una figura familiar aparece y, cuándo me giro, veo que se trata de Margareth. La madre de Ciro. Ya había pasado un tiempo que no la veía, ella me sonríe y me saluda con la mano mientras se dirige hacía la parte de atrás de la clase. La sigo con la mirada confundida, por su ropa deportiva para entrenar. Y, si. Efectivamente se inscribió en mis clases de pole dance. Me quiero morir. Le retiro la mirada y me concentro en comenzar la clase. Cada vez que nuestras miradas se encuentran, me sonríe
POV : BELLA. [Parte III] [...] Han pasado dos días desde que Margareth habló conmigo, sus palabras no dejan de rondar mis pensamientosA las ocho de la mañana y después de dejar a Lizzie en el Santa Eduviges, ingresé como siempre a mi establecimiento, saludé con la mano a Dani y me fui directo a la oficina. Me acomodé en mi mesa y enciendo el ordenador. Entro al sistema y en el registro para ver cómo han ido mis finanzas. Satisfecha con el resultado miro mi correo y le respondo a algunos proveedores. El resto son vendedores de equipos de gimnasio. Se me ocurre mirar mi bandeja de spam y consigo el último correo de Brenda hace unos días. «Ciro entra en mis pensamientos.»Recordé que nunca revise los paquetes. Era tanto mi orgullo, que no me dejaba aceptar que todo acabo. «Él dijo que lo nuestro era de verdad y me falló» El tiempo pasa lento y decido acabar con esto de una buena vez. Abrí los últimos cajones en mi escritorio y entonces ví el montón de cajitas de regalo que B
POV : CIRO. Isabella se desplomó encima de mí, con el cabello enredado y la piel empapada en sudor, mientras me vaciaba dentro de ella la apreté con fuerza sin desear que jamás se apartará de mi lado. Luego recordé que está embarazada. Y solté un poco mis dedos de su cintura, todavía no me acostumbro que ahora lleva una personita en su interior y debo ser más cuidadoso que antes. Aquella noche que nos reconciliamos me quedé despierto en la cama, todos los pensamientos de sueño estaban lejos de mi mente, mientras trataba de procesar lo que había sucedido. Esos meses para mí se habían sentido tan surrealistas que era casi abrumador.Lo que comenzó como una torpe mentira para mantener mi estatus, se había convertido en mucho más. ¿Cómo había cambiado tanto tan rápido?¡Voy a convertirme en padre a los 40 años! «Algo que nunca pensé podía sucederme a mí» Si alguien llegara a contarme esto en el pasado, seguramente le contestaría con una carcajada hilarante, por su mal chiste. ¿Qu
POV : LIZZIE. — ¡Bueno, mis narices! — Exclamé disgustada mientras esperaba con impaciencia el momento para confirmar si James era el culpable de la mala suerte que últimamente me precedía en todo lo relacionado con los chicos en los que me sentía interesada. Primero fue Jack, víctima de una inoportuna indigestión, después fue Richard, con su desafortunado incidente por el que se quedó encerrado en los vestidores. Justo el día que me invitó almorzar en la cafetería de la prepa.Después de eso se negó rotundamente a volver a quedar conmigo. También estaba Noha, Chase, Nick y Loyd. Chicos que siempre me cortejaban, hasta que un día dejaron de hacerlo y comenzaron a huir de mí por los pasillos. Es así como resultado de todos esos acontecimientos, algunas malas lenguas esparcieron el rumor por el instituto de que yo estaba maldita y que la mala suerte recaería sobre cualquiera que pensara en salir conmigo. Dado que estaba segura de quién había sido el incitador de todo esto y más
— Ciro Marshall, ¿acepta usted, a esta mujer Isabella Miller.... — Preguntó el padre Mauricio, mientras me mantenia en el altar de aquella iglesia enfundado en mi fluyente esmoquin negro. — ... Para ser tu verdadera y legítima esposa, para amarla, cuidarla y respetarla, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, para mejor o peor, renunciando a otras mujeres y serle fiel hasta que la muerte los separe?.— Parpadeé un par de veces al escuchar sus palabras. ¿Que fue lo que dijo? ¿Renunciar a otras mujeres? Si todo fuera real, estoy seguro que decir "Si, acepto" sería mucho más fácil. Las palabras saldrían de mi boca con más fluidez y menos toscas, después de todo, es la mujer que amo. La que elegí para compartir el resto de mi vida, pero resulta que la mujer que está a mi lado no debería estar ahí. La novia era una sensual y encantadora desconocida a la cuál le iba a pagar varios miles de dólares para casarse conmigo y ayudarme a mantener mi fortuna. Pero ¡por