“Estar entre dos bandos es horrible, pero peor es vivir con incertidumbre, sin poder creer en nadie, ni saber en qué creer" Habían pasado tres meses desde que Nad se peleó con todo el mundo. No quería hablar de nada, solo lo básico. Nuestras conversaciones últimamente eran solamente para preguntarme por mis padres y para regañarme porque le seguía hablando a Cristian. Sus padres nunca me quisieron decir que estaba pasando, ni cómo les podía ayudar, solamente me dijeron que eran decisiones erróneas de Nad y que él solo las tenía que arreglar. Después de todo eso, de sentir la tensión que tenían los tres, decidí irme con Lisa y no volver más o por lo menos no hasta que todo se arreglara. Por otro lado, todo el progreso que había tenido Cristian en cuanto a los insultos se había ido al diablo. Si mencionaba tan solo una vez a Nadeem se pasaba el día entero hablando horrores de él, Matheo ni se diga. Al no poder lograr que ninguno de los chicos dejara de insultar al otro
"Una pérdida de un ser querido siempre va a ser dolorosa pero cuando es por tu culpa…" Estaba petrificada escuchando cada uno de los golpes que recibía la puerta detrás de mí. Quería volver y ayudar a Nadeem, pero sería un estorbo. Quise esperar a que todo se calmara y volver con Nadeem. Quería que solo fuera una pesadilla. Mis lágrimas corrían y mi cuerpo no se movía. Por un segundo pensé que todo había acabado, que podría volver con Nad… Me giré para regresar, pero justo cuando tomé el picaporte con mis manos lo sentí… los sentí… tres disparos uno tras otro… ahí mi mundo se vino abajo… caí de rodillas, deseando que fuera mentira, que hubiera escuchado mal, que hubiera sido mi cabeza jugándome una mala pasada, pero cómo si el destino quisiera confirmármelo escuché otros dos y como caía algo enorme sobre la puerta… cómo si hubiera caído un cuerpo… —N-Nad… Nad… n-no… p-por favor… Nadeem… no… e-esto n-no es real...n-no… —Comencé a mecerme abrazando mis piernas, mordiéndome el
"Siempre hay que contar la verdad… toda la verdad por muy dolorosa que sea… por mucho miedo que se tenga a las consecuencias" Me había quedado completamente vacía. Ya no tenía lágrimas para llorar y el vacío que sentía en mi pecho se había apoderado por completo de mí. Me separé de Osmon, con cuidado y sin fuerza alguna. No pude mirarle a la cara, no tenía valor. Él y Nadeem eran más que primos, eran cómo hermanos gemelos, inseparables. No tenía idea de cómo decírselo o de cómo iba a reaccionar, pero no podía escondérselo… no podía dejar que se enterara por otro.—¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué entraste por esa puerta? ¿Quién te hizo llorar de esa forma? —preguntó una vez estuve más calmada. Él nunca preguntaba, pero que lo hiciera justamente en ese momento, justamente ese día, solo hizo que dudara aún más en decirle. Él siempre hablando tan pausado y tranquilo. Esperó mi respuesta, pero no llegó.—¿Sabes que puedes contarme lo que sea? Por algo eres cómo mi hermanit
"El no reaccionar a las cosas horribles que están pasando en tu vida y simplemente darle vuelta a la página sin más está bien, pero ¿no darte cuenta de que todo es una mentira?" Pasaron las horas y yo seguía ahí sentada sin saber qué hacer. Llamar a la policía podía ser una opción, pero nada me quitaba de la cabeza que eso sería una pésima idea. Ir con Lisa solo la pondría en peligro. Tampoco podía ir con Cristian. Quedarme allí los pondría en peligro a ellos. No podía solo quedarme y ver a Osmon, aparte de que no estaba permitido. No tenía nada. Ni ropa. Ni celular. Ni dinero. Nada. No podía escapar así. ¿A dónde iría? Mis padres eran hijos únicos. Yo también. Nunca supe de mis abuelos. No conocía ningún pariente lejano. Nada. Estaba completamente sola. Con mis padres desaparecidos, no tenía a donde escapar. Mi garganta ardía. Mi pecho dolía. Mis ojos ardían. Mis labios dolían. Estaba rota. Hecha mil pedazos. Estaba en un hoyo oscuro. Estaba sola. Una inme
"No todo es lo que parece… Siempre nos dicen eso, pero para mí que viví toda una fachada mi vida entera, es mi completa realidad" Luego de saber que toda mi vida era una completa mentira simplemente no pude hablar. Tenía mucho que procesar, demasiado para un solo día. Lo único que logré hacer fue salir al jardín. Las plantas que de niña usé para esconderme de mis amigos entre risas ahora las usaba con el mismo propósito, pero entre llantos. Quise desaparecer, evitar toda la locura de la que me acababa de enterar. Los recuerdos de risas, promesas, juegos, complicidades de niños, pasaron por mi mente. Pude ver cómo seis niños corrían por todo el jardín, todos amigos, sin maldad o división alguna. Todo era feli
"Voy a tener que empezar a cuidar lo que pido como deseo" En varias ocasiones de mi vida quise desaparecer e irme a un lugar nuevo, donde nadie me conociera y empezar de cero. Creo que todo adolescente en algún momento pensó en la clásica historia de lugar nuevo, vida nueva, nuevo look, nuevo todo y a mí me fascina esa idea, más por el hecho de que sería algo súper emocionante, no por supervivencia o por tener que huir de algo. Para mi desgracia ese deseo se me cumplió, pero no por las razones adecuadas… Después de intentar que Osmon me dijera quiénes eran esas cinco personas, él terminó diciéndome que era muy tarde que teníamos que dormir, que mañana sería un día largo. En todo el camino hacia las habitaciones seguí preguntándole, pero &eac
"Es horrible ver caos a tu alrededor, saber que de alguna forma es tu culpa, pero que nadie quiera decirte que pasa realmente" En dieciocho años que llevo viniendo a este lugar jamás los había visto salir de su zona de absoluta calma. Por un segundo pensé que de verdad se acercaba el Apocalipsis al verlos tan asustados, nerviosos y desorientados corriendo de un lado a otro buscando adelantar no sé qué. Miré a Osmon buscando respuestas, pero él estaba igual que el resto de los monjes. A diferencia de los otros estaba estático, pero su rostro hablaba más que mil palabras o gestos. Sus ojos abiertos de par en par, sus labios se movían tratando de decir algo, pero nada salía de ellos.—¿Osmo? ¿Qué está pasando? ¿Por qué rayos están todos así? &iqu
"A veces hay que tomar decisiones peligrosas para salir del peligro"—En ese caso vamos ya, antes de que se haga más tarde. Si tienes más preguntas las puede hacer en el camino —dijo el monje comenzando a caminar hacia el mismo lugar por el que había llegado el chico que nos avisó.—Vayan primero. Tengo que ir a buscar algo —nos dijo Osmon mientras caminaba en dirección contraria a los demás, pero antes de que se alejara lo tomé del brazo. Estaba más que claro que no me iría sin él—. Tranquila pelirojita, yo voy con ustedes solo tengo que ir a buscar algo importante. Dame unos minutos y estaré a tu lado nuevamente —Me aclaró mientras me besaba en la frente antes de salir corriendo. Resignada caminé hasta donde estaban los demás esperándome. A cada rato miraba hacia atrá