Holaa: Espero que les guste este episodio especial por Halloween. Es un capítulo que muchos estuvieron esperando, Osmond y lo que realmente pasaba por su cabecita. Cuéntenme que les pareció y que piensan de los sentimientos de nuestro dulce monje. Por otro lado, tengo que decirles que aun sigo escribiendo el segundo libro, lo he borrado tantas veces que he perdido la cuenta por lo que aquí va la pregunta: ¿Quieren que lo publique capitulo por capitulo, aunque me demore en publicar el siguiente o prefieren que lo termine completo, ya corregido por una profesional y listo para leer sin ningún tipo de error? Otra noticia es que en estos momentos estoy trabajando con una correctora profesional para darles una nueva versión de este libro, con mejor calidad para su disfrute. Muchísimas gracias por todo su apoyo.
Por muy cliché que suene, todo empezó en un viernes 13, viernes en el cuál había luna llena y para empeorarlo todo era Luna Roja. Para muchos eso no significaba nada, solo una noche con demasiada publicidad por las leyendas a su alrededor. Para otros era el día del año en que más hambre y fuerzas tenían. Habían unos terceros que se escondían, por si las dudas, no salían en todo el día y se mantenían alejados de cualquier puerta o ventana, estando alerta cada segundo que transcurría. Por otro lado estaba yo, para mí era otra noche de soledad, sin mis padres presentes por su trabajo, no tenía miedo ni creía en ninguna leyenda, pero tampoco me fiaba de las personas en este día en especial, solían ponerse algo locas, por lo que decidí quedarme en casa, o mejor dicho en el techo, admirando las estrellas y la transformación de la luna de un blanco brillante a un rojo carmesí más llamativo aún. En fracciones de segundos mi noche de tranquilidad y soledad terminó en una
"La ficción supera a la realidad... aunque a estas alturas no sé cuál es cuál" En ese momento no supe que hacer o por qué tenía tan mala suerte y ahora que lo sé, creo que fue mejor así, sino me hubiera puesto más nerviosa y no hubiera salido con vida de ese lugar. No sé cómo lo reconocí, solo que tenía que actuar lo más normal posible sin importar que no me quitara la mirada de encima. Por desgracia tuve que pasar por su lado y lo terminé de confirmar era el mismo chico que vi saliendo del callejón lleno de sangre, después de aquel lobo junto a uno de los chicos, mismo peinado, mismo estilo de vestir y esa aura fría que le rodeaba. Por primera vez en mi vida agradecí que el timbre para entrar a clases sonara. Entré a mi clase sintiéndome más segura desmoronándome en la silla, recosté mi cabeza en la mesa mientras esperaba a la profesora. No supe en qué momento me dormí hasta que sentí que tocan con suavidad mi brazo.—Uhmm...—Hice un sonido levantando la cabeza aún
Quedé atónita ante la reacción del hombre, eso sí que no era nada normal. Miré a Lisa sorprendida y confundida, pero ella estaba igual o peor que yo. Ambas negamos, agarré mi dibujo y nos dispusimos a salir cuando entra una chica que también trabajaba ahí.—¿En qué les puedo ayudar? ¿Necesitan algo? —preguntó la chica sonriente. No pude evitar reír por lo bajo al identificar varios tatuajes de mis historias favoritas.—Estee... si... pero el señor me acaba de echar... Quería hacerme esto, pero se asustó y me echó de la tienda —comenté tímida sin querer buscarle problemas a nadie o meterme yo en uno.—Qué raro... bueno ni tanto... aquí entre nos, es muy supersticioso... ¿De dónde sacaste el dibujo si se puede saber? —Su tono de voz era divertido y a la vez se mostraba muy interesada en el tema.—De un sueño, no recuerdo haberlo visto en ningún otro lugar —Miré a Lisa a ver si ella recordaba algo, pero al igual que yo solo se encogió de hombros y negó.—Suele pasar, a veces t
"A veces es mejor soltar todo aquello que uno ha estado aguantándose por un tiempo. A veces es mejor romperse y liberarlo todo, solo que hay que tener cuidado con el lugar"—No sé qué decirte... perdón... Deberías contárselo a la policía pero si dices que están detrás de ti sería muy peligroso para ti... ¡Tremendo lío! —Se veía muy preocupada por mí. Ella solo buscaba soluciones para que saliera del pozo donde había caído, pero todas las sogas eran muy cortas, ninguna me proporcionaba una salida segura. Estaba destinada a tocar el fondo y no salir en mucho.—No se lo digas a nadie... Y-yo solo tengo la es-esperanza de que algún d-día se cansen de seguirme y vean que no pienso hablar... —comenté sin creerme lo que decía. Me costaba respirar por lo que callé unos segundos mirando hacia abajo. Las lágrimas continuaban cayendo silenciosas.—Ay amiga... ¿Segura que no dirás nada? Vivir con ese miedo hasta que ellos quieran no es nada lindo... Por lo menos llamemos a tus p
"De verdad, a veces me pregunto donde rayos estaban mis vecinos porque había que estar sordos y ciegos para no darse cuenta de nada de lo que estaba pasando" Bajar a la cocina fue lo peor que pudimos hacer, había sangre en todo el patio, signos de cuerpos arrastrados por todos lados, pedazos de carne, pelo... Lo verde de las hojas había pasado a ser rojo sangre. La textura dura del suelo estaba marcada por enormes charcos húmedos de sangre y trozos de carne creando una tétrica escena que me acompañaría el resto de mi vida. Corrimos hacia afuera de la casa, hacia la escuela, corrimos y no miramos atrás. Pensamos que ahí estaríamos a salvo, que no nos podrían hacer daño o por lo menos no cómo el que pensaban hacer anoche. Al llegar a la escuela esta estaba completamente vacía por lo que corrimos hacía los baños y nos encerramos en estos.—P-por favor dime que eso fue una alucinación por no dormir... Que el rojo era parte de mi loca mente y que ahí había el verde brilla
"En ese momento juré que todas las deidades del universo estaban en mi contra o se les había olvidado el significado de ayuda" En ese momento estuve a punto de llorar de la impotencia que me daba esta situación, acorralada entre esos dos. Sus miradas llenas de odio, como si se quisieran matar. Los gruñidos por parte del chico que me impedía el paso y la sonrisa de ironía de Peter me tenían temblando. No tengo idea de que se traían esos dos, solo que no quiero ser parte de ello.—¿Ustedes nunca se rinden? Deberían aceptar su derrota, ella es nuestra, perro —dijo con enojo y desdén Peter. De un jalón Peter me sacó de donde estaba para dejarme detrás suyo. Había sido tan rápido que ni me había dado cuenta cuando me agarró hasta que estuve del otro lado, libre...—No creo que ella quiera permanecer a su lado cuando sepa que es lo que ustedes quieren con ella. ¡¡Devuélvemela!! —Gruñó el chico, de quien aún no sabía su nombre, intentando llegar a mí, pero el mismo Peter se
"Cómo mismo he dicho que mi suerte a partir de ese día fue en picada, puedo decir que siempre tuve una luz al final del túnel y ese era Osmon" —Respira profundo y dime que pasó. ¿Quiénes eran esas personas? ¿Por qué te perseguían? —preguntó con calma, aunque pude notar su preocupación. Solo negué comenzando a respirar profundo, aunque mis temblores no se iban. Me negaba a hablar. No podía hacerlo. No me lo perdonaría. No podía perderlo a él. Cuando terminó de curarme, entró el monje mayor y le pidió que me dejara sola con él. Junto a este hice ejercicios de meditación. Lloré hasta que me quedé sin lágrimas. Conversamos. Me dio consejos. Me dejó sola. Necesitaba tiempo conmigo misma, cómo decía él. Pasaron las horas y cuando por fin logré calmarme y desahogarme por completo, decidí salir del templo para ir a donde estarían todos los monjes haciendo sus cosas, no recuerdo el nombre, pero mis planes se vieron detenidos al encontrarme con Nadeem. C
"Tal vez si me hubiera dado cuenta de lo que pasaba en ese momento muchas cosas se hubieran evitado, pero era muy inocente..." —¿Todo bien? —pregunté, una vez Nad entró en la cocina. —Si, no te preocupes, solo problemas con un proyecto —Restándole importancia al asunto—. ¿Qué haces? —Acercándose a mí con curiosidad. —Tus padres dejaron la fórmula hecha, yo solo pongo a hacer los waffles. ¿Cuántos quieres? —pregunté con una sonrisa dejando dos en un plato. —Con estos está bien —Llevándolos a la mesa para terminar de ponerla mientras yo me hacía los míos. Durante el desayuno no dijimos mucho. Luego de eso teníamos que ir a mi casa, necesitaba bañarme y ponerme otra cosa para ir a la escuela. Una vez frente a mi casa apreté los puños con miedo. No quería entrar ahí y que hubiera alguien o algo que nos pudiera hacer daño. Temblaba mirando al suelo de tan solo recordar la horrible noche que pasamos Lis y yo y en cómo me encontré la casa la noche anterior... No, no q