Tras un largo y extenuante día de viaje, Xavier y Stacy entran en la mansión. La casa cruje dándoles la bienvenida como si los hubiese echado de menos.—Haré que alguien lleve tus cosas hacia tu habitación —le dice Xavier.—Gracias ¿Hablaremos ahora o más tarde? —le pregunta ella sin perder tiempo.Xavier aprieta sus labios en una línea bien definida. Por un momento, se le había olvidado que tenían una seria conversación pendiente y, por supuesto, ella no iba a dejarlo pasar.—Tengo que hacer unas llamadas ahora, pero sí, luego podremos hablar de todo lo que desees —le asegura.La rubia asiente. Él se dirige como de costumbre a su despacho y ella se va hacia su habitación. No pude evitar pensar en lo extraño que le parecerá ahora dormir sola sin la compañía de Xavier.No se había detenido a pensar en ello antes. Si ya ambos habían decidido mantener una relación estable y seria, ella estaba embarazada y ambos se convertirían en padres en cuestión de unos meses ¿Por qué todavía dormían
Las palabras de Xavier le calan los huesos a Stacy de tal manera que, instintivamente, ella se aparta de él y se pone en guardia. Lo que más deseaba era que él le dijera que lo que su hermano estaba intentando decirle era mentira, pero, por supuesto, cuando se trata de Xavier Lightwood siempre hay una historia tenebrosa y peligrosa detrás.En cuanto la rubia da unos pasos hacia atrás, Javier se levanta y se coloca a su espalda, cerrándola el paso. De pronto, no tenía a dónde ir. Instintivamente, traga saliva, pero su garganta está seca.—¿Qué mierda estás haciendo? —le pregunta a Javier mientras mira entre él y su hermano— No es necesario que me cortes el paso, no huiré —gira su cabeza hacia Xavier y lo mira fijamente más seria que nunca— te lo prometo, pero me reservo el derecho a largarme de aquí en cuanto termines de contar la historia.Estaba herida, esperaba que el futuro padre de su hijo no permitiera que su hermana la arrinconara como a un maldito animal asus
Las cejas de Stacy se fruncen y en su interior comienza a sentir la cólera ganando terreno. No se podía explicar cómo Xavier podía estar jugando con algo tan serio.—Pensé que ya habías terminado con las bromas —le dice molesta.—Stace, no es una broma, ya quisiera yo que lo fuera. La situación es mucho más complicada de lo que parece —Xavier se pellizca la nuca y se balancea sobre sus talones— ¿Cuánto recuerdas de la noche en la que nos conocimos? —la pregunta toma por sorpresa a la rubia porque ¿qué tenía que ver esa noche con lo que él acababa de decirle.—Yo lo recuerdo todo, aunque no comprendo por qué eso es relevante justo ahora.—¿Estás segura? Te estoy preguntando por las cosas específicas de aquella noche. —Con dulzura, él le indica que se siente en el extremo de la cama. Luego arrastra la silla del escritorio y toma asiento frente a ella.— Aquella noche jugamos a un juego, dos verdades y una mentira ¿lo recuerdas?—Por supuesto, yo gané las dos rondas, pero tú hiciste que t
—Mi madre era mi persona favorita en el mundo, no, lo he dicho mal, simplemente ella era mi mundo, todo se reducía a ella. Ya te he contado antes que yo tenía dinero por mi padre, pero mi madre era una criada.—Sí, eso lo recuerdo, fue ella la que te enseñó a cocinar.—Ella pensaba que mi padre era maravilloso, pero él no la veía de la misma manera. Desde el primer momento vio al embarazo, me vio a mí, como un inconveniente —le explica y, de manera inmediata, sus ojos se clavan en el vientre de Stacy, algo que ella no pasa por alto— Cuando la flamante esposa de mi padre se enteró de que la había engañado, se puso lívida. Javier no lo sabe, pero su madre llegó a intentar asfixiarme mientras dormía cuando tenía apenas dos años. Mi propia madre llegó al lugar cuando ya yo tenía la cara de color azul.Los ojos verdes de la rubia se abren de par en par y, mientras más va conociendo de la historia, más las cosas le van encajando, el rompecabezas va tomando forma. Al menos
Al escucharla, algo cambia en los ojos de Xavier. Por un momento, la oscuridad que estaba en ellos, se opaca, consumida por un brillo, uno de alegría y de orgullo hacia su chica. Eso le fue suficiente para armarse de valor.—Esperé pacientemente. Me gané la confianza de mi padre, asegurándome de que conocía los entresijos de Industrias Lightwood. No fue nada fácil, tuve que acercarme a él cuando su sola presencia me provocaba arqueadas, pero necesitaba asegurarme de que, cuando me hiciera cargo de la empresa, no la hundiría inmediatamente. La haría esperar. La ventaja de aprender sobre las Industrias Lightwood es que tuve que pasar mucho tiempo con mi querido papá. Aprendí su rutina: marcaba cada uno de sus movimientos, cada segundo del día.—Así sabrías cuál sería el momento justo para atacar.Él le sonríe orgulloso. Ella le estaba prestando atención. Le interesaba en verdad lo que le estaba contando y no había una sola gota de prejuicio en su expresión, no lo estaba ju
Stacy no podía ser hipócrita, no podía juzgar a Xavier por lo que había hecho cuando ella misma había deseado hacer lo mismo con su padre cada vez que golpeaba a su madre o a ella.Sonaba aterrador y le daba temor ahora que lo sabía todo, no porque pensara que él fuera a lastimarla, sino por todo lo que eso involucraba. Xavier le había sido completamente sincero por primera vez. Quizás acaba de contarle su secreto más oscuro y tenía que cargar con él por el resto de su vida.Sin dudarlo más, ella rodea lentamente las muñecas de Xavier con sus manos, alejándolas de su garganta sutilmente.—¿Sabes qué? Tienes toda la razón. Los dos, de una forma u otra, teníamos el mismo motivo: lo hicimos por nuestras madres, tú para tomar venganza en su nombre, y yo para salvarla —dice ella finalmente dándole la razón en lugar de llevarle la contraria sin razón.El alivio se filtra por los poros de Xavier y toda su expresión se relaja. Por mucho que confiara en ella temía que después de escucharlo tod
A la mañana siguiente, Xavier se marcha justo y como lo había prometido. Stacy exhala un suspiro con la mente acelerada por toda la locura.Se habían conocido aquella noche en el restaurante en el que ella trabajaba, se habían pasado toda una semana enviándose mensajes y planeando una cita. Ella terminó matando a su padre y terminó ahí en esa enorme mansión.Lidiaron con la policía, Ali fue asesinada, Luca y Emy desaparecieron y Xavier admitió haber cometido un asesinato premeditado en el pasado. Si todo no era demasiado como para volverla loca, no sabía qué lo haría entonces.Su corazón se aprieta. Todos los indicios disponibles apuntan a que es un monstruo asesino, sin embargo, dice que su padre y su madrastra son las únicas víctimas y todo lo que la rubia quería era creerle a él. Confiar en que no había ningún otro secreto.Sin más, Stacy sale de su habitación y avanza por la chirriante mansión, buscando respuestas cuando ni siquiera conoce las verdaderas pregunta
—¡Por Dios, Stace! ¿Estás bien? —cuando escucha la voz es que se da cuenta de que es Javier quien la ha sacado del agua.Stacy se agarra con fuerza al musculoso bíceps de él, expulsando todavía de forma desesperada agua por su boca.—Agárrate de mí…te tengo —con una mano en su espalda y otra bajo sus muslos, él la levanta contra su cuerpo.Rápidamente, la lleva hacia el interior de la mansión y la envuelve en una toalla. Unos minutos después, ella logra recuperar el aliento por fin.—Gracias por sacarme de ahí. Me has salvado, sin ti, estaría muerta a estas alturas —le dice con su voz un poco ronca a causa del agua y la tos.—No tienes nada que agradecerme, me alegra poder haber estado aquí —le responde él tomando asiento frente a ella, su ceño está fruncido cuando vuelve a hablar— ¿Qué pasó ahí afuera?—Quería darme un chapuzón y despejar mi cabeza después de todo lo que tu hermano me había contado. No sé qué, pero algo me rodeó el tobillo y me hundió.—