Xavier es el primero en tomar distancias, separa sus labios de los de Stacy y da un paso hacia atrás para quedarse observándola. Las cejas de ella se fruncen mostrando lo confundida que se siente en esos momentos.—¿Por qué te has detenido? —le pregunta.—Este no es el momento adecuado para hacer esto. Quizás pienses que sí lo necesitas, pero estás confundida, molesta, irritada y enormemente sensible. No quiero que esto se vea confundido por toda esa mezcla de sentimientos, quiero que si me eliges, sea porque de verdad lo sientes.Stacy da un fuerte suspiro deseando que todo lo malo en su interior se fuese con él. Quería las manos de Xavier sobre su cuerpo para despejarse, pero también sabía que él llevaba razón.—Yo solo quiero encontrarle un sentido a todo esto ¿sabes? —dice ella finalmente.—No estoy seguro de lo que quieres decir.—Es difícil de explicar, pero estuve con ella solo unas horas antes de que muriera ¿Por qué alguien querría asesinar a Ali cuando es una de las mejores
Stacy agacha su cabeza mientras el calor se extiende por todo su cuerpo y su estómago se le revuelve.—Creo que cuando llegaste aquí estábamos a punto de utilizar esa manera de distracción, pero me dijiste que no querías que lo hiciéramos mientras me sentía de esta manera.—No, me refería a que no estoy dispuesto a que hablemos de nuestros sentimientos mientras toda tú eres un remolino de ellos. Necesito que tengas tu mente despejada para ello.Un suspiro de alivio se escapó de ella cuando leyó entre las líneas de sus palabras, al final de todo, iba a poder tener algo de él.—Yo solo quiero que me hagas olvidar todo, Xavier.—Eso será un placer para mí, señorita Neelson —él le pellizca la barbilla con el pulgar y el dedo índice, acercándola hacia sí— Ahora, voy a besarte, solo necesito que me digas cómo y dónde lo quieres.Ella se inclina más hacia adelante para que sus alientos pudieran entremezclarse y su olor a menta y madera la inundara. Pasa su lengua por su labio inferior indicá
Antes de que Stacy se de cuenta, el día llega y se va, últimamente le sucedía así, simplemente deambulaba esperando a que el tiempo avanzara. Los cuervos graznan junto a su ventana mientras se viste para el funeral.Las paredes beige y lúgubres encierran a la pequeña multitud que asiste al funeral de su mejor amiga, Ali. A pesar de su fuerte amistad, ella no conoce a ninguno de los presentes.Sus cejas se fruncen confundida, tenían amistades en común y no estaban ahí. Pensaba que, al menos conocería a alguna persona y Michael ni siquiera estaba ahí.—No entiendo, ¿por qué no conozco a nadie?—En los funerales siempre aparecen personas inesperadas, créeme, he estado en muchos —le asegura Xavier quien no se ha separado de ella ni un solo instante.Una presión en la parte baja de su espalda la guía hacia delante. Flexiona las manos, desesperada por mantenerlas ocupadas.—Espera, ¿por qué está cerrado el ataúd? —pregunta ella.—Sobre eso… —comienza a decir él y se detiene cuando ella se d
La respiración de Stacy está más agitada que nunca en su vida. Su corazón palpita a un ritmo que no es para normal y cada parte de su cuerpo se encuentra temblando horrorizada por lo que acaba de hacer.—¡Dios mío! ¿Está respirando? —se pregunta a sí misma mientras observa fijamente el cuerpo inmóvil en el suelo sucio de la sala de su casa.El lugar es un completo desastre. Los pedazos de vidrios rotos se esparcen por todo el suelo, el cuerpo de su padre yace boca abajo en la dura madera mientras un enorme charco de sangre se acumula alrededor de su cabeza, esparciéndose poco a poco y manchando todo lo que toca.“¡Ay, Dios mío, Dios mío! ¿Qué demonios he hecho?”. Se pregunta aterrada y lo que quedaba de la botella de cerveza resbala de su mano cayendo hacia el piso y llenando la habitación del eco del estruendo.—Stacy, tienes que salir de aquí ya. Tengo un poco de dinero ahorrado. No es mucho, pero al menos es algo. Cógelo y vete de aquí corriendo.La voz ronca de Celeste, la madre d
Una semana antes.Stacy va camino hacia la única mesa ocupada de la cafetería ignorando el teléfono que suena a sus espaldas. Lleva una bandeja con una única taza de café al hombre que está sentado con aire misterioso.Está impecablemente vestido de pies a cabeza y Stacy nunca lo había visto antes. Por eso y la forma en la que está vestido, es evidente que o bien anda de visita, o bien acaba de mudarse al pueblo de los mil demonios.Los ojos grises del mismo brillan cuando ella llega con el café. Por más que lo desea, no puede dejar de mirarla, no sabe por qué, pero esos ojos verdes con destellos amarillos lo han invadido y ahora no quiere salir de sus profundidades.—Negro como mi alma. Es perfecto —dice él y le da un sorbo al café sin dejar de mirarla aún. Sus ojos se arrugan en las comisuras cuando sonríe— Muchas gracias. No te imaginas de qué forma una buena taza de café puede enmendar un día horroroso.—De nada —responde ella tímida, la forma en la que él la observa la amedrenta
—¿Sabes? Yo nunca he sido fan de hacer las cosas tan básicas y sencillas, así que vamos a convertir esto en algo más que un tonto juego de fiesta —continúa diciendo Xavier sin esperar una respuesta de parte de ella.Stacy lo observa atentamente mientras saca cuatro billetes de cincuenta dólares de su cartera y los alinea sobre la mesa.—¿Podrías explicarme exactamente en qué consiste el juego y por qué estás sacando dinero? —le pregunta ella finalmente alzando una de sus cejas.—Fácil, tienes que contarme dos cosas tuyas que sean ciertas y una falsa, obviamente yo tengo que adivinar cuál es la falsa. Si logras engañarme en algo, te irás con cien dólares.Los ojos boscosos de la rubia se entrecierran cuando se clavan en el dinero que hay encima de la mesa.—¿Y el resto del dinero?—Fácil también. Te diré mis dos verdades y mi mentira. Si adivinas correctamente, los otros cien dólares son tuyos.—¿Y ya está? Parece demasiado sencillo.—A menos que te interese añadir términos adicionales
Stacy se aleja de Xavier y se dirige a la barra para llevarle el menú al nuevo cliente. Su compañera de trabajo y mejor amiga, Kate está apoyada en la barra mientras consulta su celular.—No te preocupes, yo me encargo —le dice Stace.—¿Estás segura? Puedo encargarme de este si quieres volver a hacerle el amor con los ojos al galán de allá —le responde Kate divertida refiriéndose a Xavier.—No estaba haciendo nada de lo que acabas de decir. No seas ridícula, solo estaba…Kate deja el celular y levanta la vista para observar a su amiga a través de sus largas pestañas para luego hacerle una seña que le indica que mire hacia atrás.Stacy no puede evitar mirar a Xavier y este levanta una de sus cejas mientras bebe su café. —Lo ves, sí hacen el amor con los ojos, él no te los ha quitado de encima desde que saliste de su mesa.—Bueno, como tú digas. De momento voy a atender al nuevo cliente que parece que quiere asesinarnos con la mirada ¿Soy solo yo o ese tipo también te hace sentir un po
Stacy coloca las bolsas en el suelo y cruza los brazos sobre su pecho mientras respira hondo. Sabe que es necesario que mantenga la calma pase lo que pase. No es un hombre normal, lo supo desde el momento en el que entró al restaurante. Algo en sus expresiones y en su forma de ser la mantiene alerta.—Creo que olvidaste que esta es la puerta de servicio, no se puede entrar por aquí, además, ya está cerrado —le dice ella calmada, pero con voz firme.—Menos mal que no estoy aquí para comer entonces —la afirmación del hombre suena más a una amenaza.Al escucharlo, ella se aleja un paso, pero él es más rápido y la agarra firmemente de la muñeca, sujetándola con fuerza.—¡Suéltame! —le ordena ella.—No hasta que consiga lo que quiero.Un millón de horrores pasan por la mente de Stacy, pero se mantiene fuerte y los aparta, necesita tener la cabeza despejada para pensar con claridad.—¿Qué es exactamente lo que quieres? —le pregunta ella.El hombre la mira de arriba abajo lascivamente mientr