Xavier la observa unos segundos para confirmar que ella estuviese de acuerdo, necesitaba su consentimiento para lo que tenía en mente.—¿Piensas atarme con esa corbata de una maldita vez o vamos a quedarnos así toda la noche? —le pregunta ella sonriendo alimentando más las ganas de él.—¿Está impaciente señorita Neelson? —le responde él con otra pregunta sintiéndose más divertido y ligero que nunca.La agarra de las muñecas y le sujeta las manos por encima de la cabeza, haciendo un lazo con la corbata y asegurándola al cabezal de la cama.—Tira de ella —le indica él.Stacy hala las ataduras mientras Xavier la aprieta, recompensándola con una deliciosa fricción.—No me provoques —le advierte la rubia.—De acuerdo, no lo haré si primero me suplicas. Pídeme que te deje sentir mi pene dentro de ti.Los ojos de ambos brillan mientras se observan mutuamente sonriendo. Él porque sabe que esa parte oscura le gusta a ella y, ella porque sabe lo mucho que él lo está disfrutando.En otra ocasión
Hay urgencia en sus movimientos. Stacy puede sentir cómo su corazón se ha acelerado a través de su espalda. Xavier cambia de nuevo la posición de sus manos, una se dirige directamente hacia su boca y la otra le da una cachetada a su trasero. El grito de placer que emana de su boca choca directamente con la mano de él.En lugar de continuar golpeando su trasero, su mano se dirige hacia ese punto entre sus muslos empapados y comienza a tocarla sin parar de embestirla. Todo el cuerpo de ella se contrae de nuevo y él lo siente con facilidad.—Córrete para mí, corazón.Sus palabras son la chispa final, el permiso que ella estaba esperando para liberarse y las llamas recorren su cuerpo al instante. Ve estrellas mientras acaba.—Justo así, corazón —con unas últimas embestidas, se derrama dentro de ella con un gruñido. Espera un par de minutos hasta que sus respiraciones se acompasan para decir— Quiero que lo hagamos de nuevo dentro de un rato; nos vemos en mi despacho. —y sin más, le desata
El terror se propaga por todo el cuerpo de Stacy mientras observa en el cristal de un espejo la palabra “Vete” escrita en mayúsculas.Luca le había advertido esa misma noche que se fuera, que se alejara de Xavier mientras pudiera hacerlo ¿Habría sido él quien le dejó ese mensaje? ¿Tenía Luca razón?La pintura roja gotea por el espejo. El mensaje es claro como el agua, alguien quiere que se marche o le está advirtiendo que lo haga.Unos segundos después, Xavier entra corriendo y la atrae hacia él, asustado debido al grito de espanto con el que ella lo había llamado.—Stace ¿estás bien? ¿qué ha pasado? Xavier recorre la habitación con los ojos y lo ve. Se acerca al espejo y pasa uno de sus dedos por las letras. Están recién hechas. La frota entre los dedos y luego la huele. Sus fosas nasales se agitan.—No es pintura, es sangre.—¡Ay Dios mío! ¿Por qué está pasando esto? ¿Quién pudo haber hecho algo así? —pregunta tras pregunta salen de la boca de la rubia.—NO lo sé, pero te puedo ase
Xavier inclina su cuerpo y su cabeza hacia abajo, hasta llegar a la boca de Stacy y le da un dulce beso, tan dulce que extraña a la rubia, nunca antes la había besado de esa manera. Su ceño se queda fruncido hasta que, poco a poco, el beso se va transformando hasta convertirse en uno más apasionado. Sus manos comienzan a recorrer todo el cuerpo de la rubia y sus respiraciones agitan de manera demasiada rápida. Stacy hace una pausa y se separa un poco de él, lo suficiente como para poder mirarlo a los ojos detenidamente. Ella no sabía qué, pero algo estaba cambiado en él, la estaba tratando con una dulzura que nunca antes le había mostrado, casi como si tuviera miedo de que desapareciera. En cuanto Xavier la ve, sus ojos comienzan a brillar. Desabrocha el lazo que sujetaba el albornoz de ella solo para encontrarse con su ropa interior. Junto antes de que Xavier le indicara a Stacy que la esperaba en su despacho, antes de todo el drama, ella se había colocado una lencería ne
Xavier se acerca a ella y le acaricia el labio inferior con el pulgar.—¿Estás convencida de que quieres dormir conmigo esta noche? Sé que es algo muy íntimo, quizás más de lo que acabamos de hacer, entenderé perfectamente si deseas tener la cama para ti sola, yo me iré al suelo.A pesar de que acababan de tener sexo, a pesar de que ella estaba completamente desnuda frente a él, Xavier le estaba dando la oportunidad de tomar ella su propia decisión.Con eso le estaba queriendo decir que no porque se acostaban quería decir que ella fuera de su propiedad, era una mujer que podía disfrutar de su libre albedrío y eso Stacy lo valoró mucho.—Xavier, estoy completamente segura. No pienso echarte de tu propia cama, además, si te quedas conmigo a mi lado me sentiré mucho más segura, sobre todo después de lo que acaba de suceder.ÉL asiente sonriendo y se mueve a su alrededor para quitar las sábanas que había colocado en el suelo y colocarlas de vuelta a la cama.—Me aseguraré de averiguar qui
Stacy no ha terminado de asimilar la noticia que Javier acaba de soltar cuando este cambia el tema rápidamente sin darle tiempo a hacer ni una sola pregunta.—Cuando termines de comer, quiero enseñarte algo.Tras un rápido desayuno y después de ansiar desesperadamente que Xavier apareciera sin suerte alguna, Stacy es conducida por Javier hacia una habitación de la mansión.La casa era tan grande que la rubia todavía no había descubierto todos sus lugares más intrincados, así que, cuando Javier la hace pasar a una habitación con un enorme piano en el centro, ella se desconcierta.—¡Wow! ¿Esto ha estado aquí todo el tiempo? —Javier asiente con su cabeza sonriéndole a ella— ¿Desde el primer día que llegué? —él vuelve a asentir— ¿Cómo es posible que nunca lo hubiera visto?—Este lugar es enorme, creo que habrá lugares que nunca descubrirás por ti misma —una punzada de curiosidad se enciende dentro de la rubia al escuchar esas palabras— Este lugar en particular, Xavi no lo frecuenta mucho,
Javier pasa las manos de su cara a su cabeza, entrelazando sus dedos por su cabello en señal de desesperación. Por una parte, quiere ser sincero con ella, pero, por la otra, teme a las consecuencias que sabe le esperarán.De un momento a otro, sus hombros decaen y la determinación se dibuja en su rostro.—Quiero decírtelo, tienes que saberlo. Vives en la casa de Xavier, así que te mereces saber lo que hizo.De pronto, el diario de Xavier le viene a la cabeza a la rubia, aparece en su mente y ella traga el nudo que se le forma en su garganta.Se le había olvidado por completo, esa era otra de las cosas misteriosas que sucedían ahí, cada vez que ella veía o descubría algo, tanto los sirvientes como el propio Xavier, hacían que a ella se le olvidara por completo, eso sin mencionar el estrés constante al que ella estaba sometida que tampoco ayudaba a que tuviera la cabeza clara y concentrada.Había demasiado misterio en ese diario, muchas cosas que leyó que nunca podrá entender sin que un
Las cejas de Stacy se contrajeron al darse cuenta de lo que eso significaba. Si Javier estaba tan seguro de que su hermano le había quitado y roto su teléfono celular con la excusa de protegerla, se debía a que esa no era la primera vez que lo hacía con alguna chica.Él saca el teléfono de su bolsillo y se lo extiende con una expresión de lástima y preocupación dibujada en su rostro.—¿A quién llamarás? No quiero líos con mi hermano.—Necesito hablar con mi mamá. Desde que llegué aquí no lo he hecho.—¿Te han dicho ya que eres muy mala mintiendo?—¿En serio soy tan obvia? —le pregunta ella con las mejillas sonrojadas debido a la vergüenza de ser descubierta mintiendo.—Sí —le sonríe él suavemente— Dime a quién vas a llamar de verdad. No voy a decirle nada a mi hermano, o a nadie si es eso lo que te preocupa.—Tengo que llamar a mi mejor amiga, está preocupada por mí. La última vez que hablamos no terminamos en muy buenos términos que digamos. La herí y le dije cosas feas, necesito hab