Una voz familiar interrumpe las palabras de Xavier y hace que la rubia sienta una punzada de nostalgia en medio de su pecho. Nada más y nada menos que Ali, la mejor amiga de Stacy se les aparece en medio de su camino.El remordimiento se apodera de la rubia cuando recuerda los cientos de llamadas perdidas que tenía de su mejor amiga. Ella tenía la intención de llamarla y explicarle todo antes que Xavier destruyera su teléfono.De pronto, el temor reemplaza a la nostalgia en el cuerpo de Stace. De forma instintiva, entrelaza sus dedos con los de Xavier y los aprieta con fuerza, utilizándolos como apoyo e indicándole que está nerviosa.En menos de dos segundos, él le devuelve el apretón y se coloca más cerca de ella haciendo que el calor que ella conoce muy bien, emane de su cuerpo y la tranquilice al menos un poco.—Ali ¿qué estás haciendo aquí? —le pregunta Stacy en un hilillo de voz.—Michel quería traerme a comprar un vibrador nuevo, ya sabes cómo es él —dice señalando al hombre qu
Justo en ese momento, Stacy se dio cuenta de que, por muchas excusas que le diera, ninguna iba a sonar lo suficientemente convincente como para que Ali se estuviera tranquila y dejara de indagar. La rubia supo de inmediato lo que tenía que hacer y no iba a ser nada sencillo.—¿No te das cuenta de que estoy bien? Siempre haces esto, siempre son preguntas y preguntas, hablar y más hablar ¿no te das cuenta lo cansino que eso puede llegar a ser? ¿no te preguntaste ni una sola vez si me marché porque necesitaba un poco de espacio de ti?Mientras Stacy pronunciaba las palabras se daba cuenta de los absurdas que sonaban. A ella le encantaba que su amiga fuera tan habladora, eso la mantenía distraída de los problemas que siempre había en su casa, pero, no hay nada que convenza más al ser humano que las palabras hirientes.En cuanto la escuchó, el rostro de Ali se transformó en puro dolor y decepción. No instó por preguntarle a su amiga si era cierto, simplemente se conformó, le creyó.—Pensé
Cuando por fin llegan a la mansión, en lugar de pasar tiempo con ella como le había prometido en la boutique, Xavier desaparece por uno de los pasillos sin mencionar ni una sola palabra.De forma inmediata, Stacy se traslada hacia su habitación donde ya Verónica la espera para asistirla y ayudarla a estar lista a tiempo para el evento.—El señor Lightwood fue muy claro en sus instrucciones, quiere que se vea natural, pero mejorada… ¿Desea comenzar por el peinado, o por el maquillaje? —le pregunta la ama de llaves sin siquiera explicarle cuándo Xavier le dio esas instrucciones o cómo supo siquiera que ya habían llegado.—Empecemos con el cabello, eso tomará un poco más de tiempo —le dice mientras toma asiento en la butaca que Verónica ya tenía colocada frente a ella y, rápidamente, comienza manos a la obra.—Espero no tenga la cabeza sensible porque esta peluca no será nada agradable de llevar por tanto tiempo —dice mientras sostiene en alto para que ella pueda verla una peluca de cabe
El trayecto hasta la fiesta, lejos de lo que Stacy había pensado, es corto, lo que le da menos tiempo para mentalizarse. Cuando estacionan frente a la mansión, siente que el estómago se le retuerce y no de la forma placentera en la que suele hacerlo cuando se debe a Xavier.A través de las ventanas del coche puede apreciar con facilidad que la fiesta está en pleno apogeo. Las personas van vestidas como solo había visto antes en las películas.—Creo que llegamos un poco tarde —le dice ella girándose hacia Xavier.—Cuando eres tan importante como yo, no existe tal cosa como el retraso, siempre llego a tiempo. Digamos que los demás son los que llegan demasiado temprano —le responde él acomodándose la corbata.Los ojos de ella se retuercen, poniéndose en blanco mientras niega con su cabeza rápidamente. Se había olvidado de lo arrogante que él podía llegar a ser, pero le gustaba esa confianza que emanaba y, en un momento como ese, la necesitaba más que nunca.—¿En serio nadie te ha dicho n
Stacy se acerca a la puerta desde donde observa a Xavier saludando y hablando con los invitados. Con su presencia, la dinámica del salón ha cambiado por completo, antes, todos estaban disfrutando de la música, las bebidas, conversando, ahora, con él ahí, es como si todo girase a su alrededor a pesar de que no es el homenajeado de la noche.Las personas han parado de hacer lo que estaban haciendo para acercarse a él, saludarlo, hablarle o, simplemente observarlo, muchos con la boca abierta, envidia o admiración en su mirada y, muchas, pero muchas mujeres, con puro deseo.La rubia está en el umbral de la entrada con la respiración más que agitada mientras lo observa embriagada en todo su ser y en toda la energía que desprende, esperando poder ser capaz ella de hacer lo mismo, quizás no con la misma grandilocuencia, pero lo suficientemente convencida de llamar la atención.De pronto, capta cómo el calor en sus clavículas empieza a emanar, él la encuentra con la mirada y le hace un sutil
De pie, en el centro del salón de baile, todas las personas cercanas que han estado escuchando la conversación la observan fijamente esperando una respuesta de su parte.El caos comienza a desatarse en el interior de Stacy. Su corazón está palpitando a toda velocidad. El calor empieza a azotarla como si la habitación estuviera encogiéndose y apretándola dejándola completamente sin aire. Casi que empieza a hiperventilar cuando su cerebro se digna a funcionar y a darse cuenta de algo muy importante.Si Luca no la ha acusado de ser quien realmente es, si ha tardado tanto tiempo en localizar su cara y saber de dónde le parecía conocida, es porque tiene un poco de dudas y eso le brinda a ella una ventaja.—¡Wow! El parecido es increíble —dice él mirándola de pies a cabeza. Luca se acerca, observando su rostro desde todos los ángulos— Estaba leyendo que ella…—Luca, me estás ofendiendo ¿En serio estás comparando a Bella aquí con una asesina? Por favor, el simple hecho de que digas que se pa
De pronto, todos los ojos de los presentes se posaron en Luca quien, a su vez, no apartaba su vista de ella. El bullicio y los comentarios en voz baja cesaron, dando lugar a un completo silencio, no escuchaba nada más allá de la música.Todos están expectantes a la respuesta y al siguiente movimiento de Luca, este parece haber entrado en una especie de viaje astral porque la mira sin mirar en realidad.La respiración de Stacy se corta, temiendo que quizás se haya pasado más de la cuenta, pero, cuando una sonrisa empieza a formarse en el rostro del hombre que tiene en frente, no puede dar crédito.De pronto, otra carcajada estalla en él con más fuerza que la primera. Levanta sus manos, deja caer su celular al suelo y comienza a aplaudir sin dejar de reír como si su cerebro hubiese estado en cortocircuito.—Tengo que admitirlo, eres ruda, me gusta la forma en la que peleas, me gusta. Serás una rival excelente.—No lo entiendes, yo no quiero ser tu rival. Estoy con Xavier y eres su amigo
Los ojos de Xavier brillaron con esa maldad ya característica en él que tanto le gustaba a Stacy.—Ese es el espíritu. Démosle un espectáculo a esos bastardos. Vamos a enseñarles lo que es divertirse.Ella le acepta la mano de Xavier y este la conduce hasta el centro del salón, guiándola en un baile sencillo, pero llamativo. Los invitados de la fiesta se giran para mirarlos, casi como si estuvieran en trance.—Actúa como si no te fijaras en ellos, como si no existieran, no les des importancia. Eres mucho mejor que ellos, estás por encima de la cadena alimenticia, esa tiene que ser tu mentalidad.—Pero no lo estoy, en realidad, estoy muy por debajo de ellos.—Corazón, sí que lo estás. Todas estas personas no son más que una mancha en tu universo. Eres una chica inteligente, agradable, extremadamente atractiva y sensual ¿te has visto esta noche? Estás radiante, Stace. Ellos no te llegan ni a la suela de los zapatos, jamás lo harán. El dinero no define quién eres y ellos jamás hubieran p