Narrador omniscienteLuka regresó a casa por la mañana, solo para encontrarla vacía. La habitación donde tantas veces durmió con la que, hasta el día de ayer, habido sido su esposa, aún guardaba ese dulce olor a ella. Su cama seguía hecha, como si nadie hubiese dormido en ella. Observó la cuna de su pequeño hijo con dolor, y no pudo evitar tomar la almohada que reposaba sobre las mantas y llevarla a su nariz. Las lágrimas recorrieron su rostro al recordarlo y se estremeció al pensar en no volver a verlo jamás, pues, lo que le esperaba no era nada fácil.Roxanne reunió a las mafias enemigas de Luka bajo la premisa de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, por lo que no se tocó el corazón para atacarlo en donde sabía que causaría más daño; lo debilitó, acabó con gran parte de sus hombres y con las reservas de lo mejor de su armamento. Luka no era tonto, sabía que, al enfrentarse a ella con lo poco que le quedaba, se arriesgaba a ser eliminado con rapidez; pero tenía que hacerlo, nadie
Narrador omniscienteDos días habían pasado desde que Luka fue tomado como rehén por su exnovia y Marco, su nuevo examigo. Aún con su propio futuro incierto, no dejaba de pensar en ella; ¿qué sería de Alina y su pequeño hijo?, ¿adónde habrían ido?Sabía que por dinero no sufrirían, pues él mismo se había encargado de hacerle llegar una maleta con el efectivo suficiente para vivir tranquila durante algunos años; no podía arriesgarse a usar tarjetas a su nombre, y solo sería durante el tiempo que tardara en resolver su asunto con Roxanne. Sin embargo, no contaba con todo lo que le estaba pasando. Ahora no tenía tan claras las cosas como antes, sin duda, la traición de Marco fue un duro golpe del que no se repondría fácilmente.Sin su amigo, sin el poder de su mafia y sin el apoyo de su esposa; Luka se sentía completamente solo, pero ese espíritu de lucha y la fortaleza que siempre había mostrado lo ayudaban a sobrellevar las adversidades.—Tú te buscaste esto. —La molesta voz de su exno
AlinaObservo con dolor el documento que Luka me entregó antes de marcharse. Limpio la lágrima que moja mi mejilla y tomo el bolígrafo; mi mano tiembla y dudo un par de veces antes de firmarlo y dejarlo sobre la mesita de nuevo.Sabía que esta fecha llegaría, pero me confié ante el amor que parecía surgir como nunca entre nosotros. Debo admitir que me sorprendió, pues apenas anoche nos prometimos estar juntos para siempre, mientras hacíamos el amor, y verlo llegar hoy con esto me ha dejado completamente confundida.Preparo mis cosas y las de Leonardo, en lo que mi mente no deja de pensar qué es lo que haré ahora; con mi abuela no puedo ir, no de momento por lo menos. Sé que sería capaz de buscar a Luka y decirle unas cuantas verdades, incluso le devolvería la casa y todas las cosas que fueron posibles gracias a él, arriesgándose a sufrir un nuevo infarto.Lola es mi única opción por ahora, mi amiga vive sola en su departamento y supongo que le caerá bien que compartamos gastos entre a
Alina Ha pasado un día desde que llegamos a vivir con Lola y, por más que he tratado de poner buena cara, me ha sido imposible. Todo el día me la paso sumergida en los recuerdos y cada vez que observo a mi hijo, la imagen de Luka se me viene a la mente. Sus ojos son iguales, así como ese gesto rudo que ambos tienen, a pesar de ser tan solo un bebé, nuestro hijo tiene el carácter tan fuerte como su padre. La oscuridad de la noche nos envuelve sin que apenas me dé cuenta, y me obligo a dormir, aunque sea unas horas al ver que otra vez no llega el sueño. Es de madrugada para cuando despierto y tras darle vueltas por un día completo, y después de comprender que Luka jamás me apartaría de su lado por su propia voluntad; he llegado a la conclusión de que debo regresar a la casa y exigirle una explicación, no me daré por vencida hasta escuchar de su boca que ya no me ama y por eso se divorcia de mí, pero como sé que el amor no se muere de la noche a la mañana, estoy segura de que hay otra r
Narrador Omnisciente La enorme residencia frente Alina denotaba poder, lujo y, sobre todo, peligro. Jamás se imaginó tener que pisar la casa de Alonzo Provenzano y, si hubiese tenido otra opción, habría muerto feliz sin tener que hacerlo. El tío de Luka era conocido por ser un hombre avaricioso, malhumorado y temible; pero todo empeoró después de adjudicársele el puesto de líder de la Cosa Nostra por órdenes de su hermano. Según las clases de mafia que había tenido —cortesía de Chiara—, Alonzo era solo algunos años mayor que Luka y siempre había tenido envidia de él por ser el líder por derecho de la mafia. Había luchado por ganarse un lugar importante dentro de la misma y, según lo que Alina podía ver, lo había logrado. Al cumplirse un año de su matrimonio con Luka y, a su vez, dar por hecha la única condición que su padre estipuló en el testamento; automáticamente dio paso a la terminación del liderazgo del hombre, lo cual, Alina imaginaba que no lo tendría de muy buen humor. Los
AlinaLa declaración de Alonzo me golpea justo en la conciencia, pues, aunque es reconfortante saber que soy bienvenida en su familia, mi mente recuerda que, en realidad, ya no es así; pero él no necesita saber eso ¿cierto?, no ahora por lo menos. No cuando se encuentra organizando a sus soldados para ir a la batalla y poder rescatar a “mi esposo” de las garras de esa odiosa mujer.Le he contado todo lo que sé: en dónde exactamente lo tienen, cuántos hombres lo están custodiando, por cuál entrada podemos ingresar sin ser vistos, y los planes que tienen para Luka.¿Qué cómo sé todo esto?, simple, esa llamada misteriosa que recibí después de hablar con Marco fue de mucha ayuda. Al principio pensé que se trataba de una trampa, pero luego de ver las fotografías que me envió, pude darme cuenta de la verdad detrás de sus palabras. Por supuesto, saber todo eso no garantiza que logremos rescatar a Luka sin mayor problema; cientos de cosas pueden salir mal en un segundo, por ello es por lo que
AlinaRoxanne cae de espaldas en un charco de sangre. El arma que antes sostenía entre mis manos cae al piso cuando por inercia llevo mis manos a mi boca debido a la impresión. ¿Qué acabo de hacer?«Soy una asesina»Mis manos tiemblan al igual que mis labios, no sé en qué momento comencé a llorar, pero mis mejillas están húmedas y no puedo controlar los sollozos que sacuden con violencia mi cuerpo. Alonzo llega a mi lado y me sostiene entre sus brazos, apenas soy consciente de mí misma cuando el cuerpo de Luka cae junto al mío en el suelo, su costado sangra abundantemente y corro hacia él tan rápido como mis piernas temblorosas me lo permiten.En el lugar solo resuenan mis gritos y el ruido que aún se escucha en el exterior. El equipo con el que entramos aquí se aproxima hasta nosotros y sin perder tiempo nos levantan a ambos y nos sacan de la bodega a pesar de mis súplicas por estar junto a mi esposo.—Tranquila, él estará bien. —Alonzo me ayuda a entrar a una de las camionetas, mien
LukaHan pasado tres meses desde que Alina se fue de mi lado. Tres jodidos meses en los que no he hecho más que extrañarla como un demente. Tres meses en los que mi hijo ha crecido lejos de mí. ¿qué nuevos logros habrá alcanzado?, ¿estará bien?, ¿se habrá enfermado?, ¿me extrañará?«¿Me recordará siquiera…?»No lo creo, es tan pequeño que se habrá adaptado rápidamente a vivir sin mí, y eso me aterra.Ni siquiera he hecho un esfuerzo por encontrarlos, ella quiso alejarse de esta vida y estoy tratando de respetar sus deseos, pero a veces me es tan difícil continuar sin Alina, que siento que en cualquier momento mandaré todo a la mierda y correré a buscarla.Por fin he tomado mi puesto como líder en la organización. Mi tío, lejos de lo que pensé, se ha tomado el cambio bastante bien, tanto, que puedo decir que se ha vuelto mi mejor aliado.—Deberías buscarlos —dice Marco desde la puerta de mi oficina—. Solo para asegurarte de que estén bien.—¿Qué haces aquí? —Aprieto con más fuerza el j