Llegamos hasta el coche pero por más que intento contenerme no puedo, me abalanzo sobre ella para poder besarla y ella no pone resistencia. Me he dado cuenta que le gusta como la beso y a mí me encanta besarla.
Me hago de su boca explorándola por completo, acaricio su lengua y como siempre. Ella se deja explorar, se deja atrapar por mi deseo y no me detiene, me provoca sin saberlo. Joder. Es preciosa, perfecta y la deseo. En cualquier momento.
-1Demetrio, pueden vernos y nos meteremos en problemas. —se separa de mi unos segundos, no sé lo permito.
La estampo contra el coche con el cuidado de no lastimarla, ella lo deja estar sin importar nada y eso me encanta, me permite acercarme y joder, es lo único que necesito.
Cinco dias después de la maravillosa cita que he tenido con el señor Demetrio Saint Amour, me encuentro aquí en esta gigante cama, cubierta con las sabanas y casi muriendo. Yo sabía que en cualquier momento terminaría enfermándome, entre viajar de Corea a Alemania, de Alemania a Mónaco, de Mónaco a Corea y al final regresar e instalarme en Monte-Carlo, definitivamente me tenía que enfermar y veme aquí peor que una pasita.Las cosas no han cambiado en lo que respecta al señor Saint Amour y yo, el continua siendo una persona muy atenta en relación a nuestro matrimonio, mi hijo y su amor por el también ha ido aumentando, mi pequeño es un bebé y le gusta tener la atención de todos.Hoy por la mañana Demetrio me ha info
Me muevo cómodamente sobre mi cama, la garganta me duele y la siento demasiado seca, a lo cual me muevo estirando el brazo hasta la mesita donde está el vaso con agua. Muevo la cabeza sintiendo el peso del hombre que sigue dormido a mi lado.Me tomo el agua de golpe con todo el dolor, no entiendo porque duele cuando tomas agua pero sé que mis quejas no servirán de nada. Me levanto de la cama para ir al baño, papá al sentir mi ausencia lejos de preocuparse se estira y se envuelve en las sabana para cubrirse de la luz que entra por la ventana. Sonrío divertida.Entro al baño, me miro en el espejo y trato de refrescarme un poco, me duele terrible el cuerpo y me siento débil. Me pongo a pensar en que en todo el día no he visto a mi hijo y sin despertar a mi dormilón padre,
Alessandro Lüneburg...No me agrada para nada.Desde la primera vez que escuche el nombre "Alessandro", pensé que tendría que encargarme de él aunque claro en ningún momento pensé que en realidad se tratara del padre de Nefertiti. Tenía conocimiento sobre sus padres pero no creí que estuviéramos hablando del mismo ya que Nefertiti le llama por su nombre y de una manera informal.No confío en la familia de Nefertiti, si su hermano quien juraba protegerla de todo es capaz de hacer algo tan sucio como ofrecerla a cambio de una empresa; creo que no tengo porque confiar en su padre. No soy una mejor persona por haber aceptado semejante trato pero prefiero tenerla a mi lado y cuidarla de cualquier cabron que quiera lastimarla. No soportaría verle llorar otra vez, no quiero verle en ese estado n
México, quince meses atrás.Estoy cansado, el sol, la gente, la comida, todo me ha sentado fatal. Estoy aquí gracias a mi esposa que a puros deseos caprichosos me ha acarreado a un lugar como este. No tengo nada en contra de este país pero el clima me está agotando, estoy quemado, sudoroso y estresado, no hablo español y los empleados no me entienden en nada que solicito. Isabella está feliz se supone que tengo que alegrarme pero la realidad es que toda esta farsa es nada más y nada menos que eso, un error del que estoy seguro tendré que arrepentirme toda la vida.Miguel tiene toda la razón, soy un imbécil.Isabella tiene solo un interés y es todo menos yo, soy un hombre importante en Mónaco por lo tanto debí haber imaginado que ese era su motivo principal para acercarse a mí. Soy un tota
Me estiro en la cama sintiendo la mirada azul del señor Saint Amour abrazándome con dulzura, siento como su mano se pasea por mi brazo dejando suaves caricias, la sensación es agradable, estoy poco a poco acostumbrándome a despertar cada día de esta forma. En realidad, puedo decir que estoy acostumbrándome a todo lo que este hombre me da.Tras unos segundos abro los ojos encontrándomelo, su profunda mirada azul me repasa y puedo decir que su sonrisa es todo un número artístico del que tengo el placer de admirar desde la primera fila. Le sonrío de la misma forma, acaricia mi rostro y por unos segundos ninguno dice nada. Solo nos miramos como dos tontos.—Buenos días. —susurra.—Buenos días, señor Saint Amour. —hace un mohín.
Al medio día me despido de mi pequeño y de Demetrio, el señor Saint Amour me afirme e insiste que puede cuidar perfectamente del bebé y que no habrá ningún tipo de problema. Confío en que así será, mi pequeño solo la pasa mal cuando se enferma pero ya lleva meses sin tener ningún resfriado. Le digo a Demetrio que me llame en cualquier momento.—Te llamaría aunque no me lo pidieras. —gruñe.—Júpiter es un buen niño, recuerda que si te habla en coreano trata de interpretarlo en alemán. Sus comidas...—Un balance entre coreana y alemana, si Júpiter no quiere comer lo soborno con Kimchi. Entendido. —sonríe como si fuese un experto.—>>>Cariño portante bien, no le des malas pasadas y se un buen niño, no llores por puro
Me presento en mi empresa con anticipación, mis empleados me saludan y se alegran de verme lo que me hace pensar que mi hermano no ha estado haciendo su trabajo de la forma que es debida. Me reprocho el hecho, mi más grande error fue darla a Horus mi total confianza. Pierce me mantenía informada de todo pero al parecer me ocultada ciertos eventos.La oficina de presidencia ha sido preparada para mi llegada. Una pila de documentos me espera y trato de revisar los primeros, mi secretaria me explica algunos sucesos importantes y otros de los que me tengo que hacer cargo. De momento me concentro a completo en eso, necesito estar preparada para la reunión y aunque he descuidado mi trabajo se perfectamente que puedo lograrlo.—Señorita Lüneburg, el señor Ewet está aquí para reuni
Nos observamos en silencio.Somos amigos.Es un pequeño bastante inteligente que entiende hasta el momento dos idiomas; coreano y aleman, no puedo decir que habla el árabe egipcio, así que enseñarle francés no será difícil. Llevo enseñándole a Jupiter palabras sencillas como "Père", "Mère", "Je t'aime" y otras palabras básicas. Nefertiti no parece molestarse y ya me ha mencionado que es mejor enseñerarle a un niño desde pequeño a comunicarse.—Jupiter eres un niño bastante privilegiado, tienes una madre excepcional. —le digo sonriéndole.Jupiter me mira desde la cama, levanta los brazos y parece querer sonreírme aunque n