México, quince meses atrás.
Estoy cansado, el sol, la gente, la comida, todo me ha sentado fatal. Estoy aquí gracias a mi esposa que a puros deseos caprichosos me ha acarreado a un lugar como este. No tengo nada en contra de este país pero el clima me está agotando, estoy quemado, sudoroso y estresado, no hablo español y los empleados no me entienden en nada que solicito. Isabella está feliz se supone que tengo que alegrarme pero la realidad es que toda esta farsa es nada más y nada menos que eso, un error del que estoy seguro tendré que arrepentirme toda la vida.
Miguel tiene toda la razón, soy un imbécil.
Isabella tiene solo un interés y es todo menos yo, soy un hombre importante en Mónaco por lo tanto debí haber imaginado que ese era su motivo principal para acercarse a mí. Soy un tota
Me estiro en la cama sintiendo la mirada azul del señor Saint Amour abrazándome con dulzura, siento como su mano se pasea por mi brazo dejando suaves caricias, la sensación es agradable, estoy poco a poco acostumbrándome a despertar cada día de esta forma. En realidad, puedo decir que estoy acostumbrándome a todo lo que este hombre me da.Tras unos segundos abro los ojos encontrándomelo, su profunda mirada azul me repasa y puedo decir que su sonrisa es todo un número artístico del que tengo el placer de admirar desde la primera fila. Le sonrío de la misma forma, acaricia mi rostro y por unos segundos ninguno dice nada. Solo nos miramos como dos tontos.—Buenos días. —susurra.—Buenos días, señor Saint Amour. —hace un mohín.
Al medio día me despido de mi pequeño y de Demetrio, el señor Saint Amour me afirme e insiste que puede cuidar perfectamente del bebé y que no habrá ningún tipo de problema. Confío en que así será, mi pequeño solo la pasa mal cuando se enferma pero ya lleva meses sin tener ningún resfriado. Le digo a Demetrio que me llame en cualquier momento.—Te llamaría aunque no me lo pidieras. —gruñe.—Júpiter es un buen niño, recuerda que si te habla en coreano trata de interpretarlo en alemán. Sus comidas...—Un balance entre coreana y alemana, si Júpiter no quiere comer lo soborno con Kimchi. Entendido. —sonríe como si fuese un experto.—>>>Cariño portante bien, no le des malas pasadas y se un buen niño, no llores por puro
Me presento en mi empresa con anticipación, mis empleados me saludan y se alegran de verme lo que me hace pensar que mi hermano no ha estado haciendo su trabajo de la forma que es debida. Me reprocho el hecho, mi más grande error fue darla a Horus mi total confianza. Pierce me mantenía informada de todo pero al parecer me ocultada ciertos eventos.La oficina de presidencia ha sido preparada para mi llegada. Una pila de documentos me espera y trato de revisar los primeros, mi secretaria me explica algunos sucesos importantes y otros de los que me tengo que hacer cargo. De momento me concentro a completo en eso, necesito estar preparada para la reunión y aunque he descuidado mi trabajo se perfectamente que puedo lograrlo.—Señorita Lüneburg, el señor Ewet está aquí para reuni
Nos observamos en silencio.Somos amigos.Es un pequeño bastante inteligente que entiende hasta el momento dos idiomas; coreano y aleman, no puedo decir que habla el árabe egipcio, así que enseñarle francés no será difícil. Llevo enseñándole a Jupiter palabras sencillas como "Père", "Mère", "Je t'aime" y otras palabras básicas. Nefertiti no parece molestarse y ya me ha mencionado que es mejor enseñerarle a un niño desde pequeño a comunicarse.—Jupiter eres un niño bastante privilegiado, tienes una madre excepcional. —le digo sonriéndole.Jupiter me mira desde la cama, levanta los brazos y parece querer sonreírme aunque n
Joder con Miguel...Maldita sea con Miguel...No debí hacerle caso, no debí venir y mucho menos hacerle un favor tan estupido. No puedo creer que metiera en un problema como este a Jupiter, aunque claro el bebé no tiene idea de lo que está sucediendo porque al recibir las atenciones de todos parece más que feliz.Todo marchaba bien hasta hace veinte minutos...Me puse un traje, vestí a Jupiter con ropa más formal y nos preparé para reunirnos con los padres de Miguel. Les conozco y son buenas personas pero jamás pensé que creyeran semejantes cosas de mi. Lo que sucedió fue una completa estupidez.En la mesa estamos los padres de Miguel, la madre de una chica q
Las cosas no van tan bien como lo había imaginado, con lo que concierne a mi empresa trato de que todo marche bien y salga de ese hoyo en el que Horus la había metido. Mi hermano mayor y el responsable de protegerme según lo obliga la tradición, una cuyo interés es solo someterme y hasta ahora solo he podido odiarla, aborrecerla y escapar intentando no volver a aquel lugar que me ha quitado mucho. Crecí por mi cuenta, estudie, trabaje e incluso acepte infinidad de trabajos para poder construir el imperio que Luneburg Construction es ahora. Deseando tener algo mas que dinero, quería a mi lado una persona con quien compartir todo lo que había logrado hasta ahora, de esa manera es como mi pequeño Jupiter apareció en mi vida y es a quien quiero proteger. Creí que solo mi pequeño completaría mi vida pero este hombre también apareció en mi vida, tal cual una vez lo encontré por accidente. Ahora me ha buscado y desposado sin pedir mi autorización. Nefertiti no importa como lo veas ese ma
Mi cuerpo se paraliza impidiéndome seguir, incapaz de continuar y aceptar lo que esta frente a mi. He pasado por mucho para dejar que esto termine aquí y no voy a permitirlo. No lo haré. —¿Quienes son estos tipos? —la voz de Egor logra devolverme en seguida. Reacciona Nefertiti. No es momento para flaquear. —Vienen por mi, son miembros de la tribu Tutmose. —las palabras no parecen salir de mi boca con seguridad. Venga. Nefertiti. —Ellos vienen por mi, tenemos que salir de aquí en este momento. —Elliot todo esta preparado, segun las ordenes del señor Saint Amour un avión nos espera. ¿Ordenes de Demetrio? Elliot me mira con una ceja arqueada. —Ese tipo, me desagrada pero piensa en todo. Ha sido un dolor de culo el evitar que aparezca en Alemania. Si, eso es algo que el perfecto señor Saint Amour haría. ¡Nefertiti actúa como debes! —>>>Nefertiti Tutmose en nombre del gobierno egipcio y el sagrado pueblo Teneksine, tengo ordenes de llevarte conmigo. Cualquier intento de escapar
Corremos nuevamente hasta salir en el primer piso donde seguramente los hombre de Moleyit están. Egor sujeta mi mano, por la expresion que continua teniendo estoy segura que todavía no asimila lo que he pedido. Un disparo... no puede ser doloroso... ¿cierto?La entrada principal como es de esperarse está llena de hombres trajeados. Una cantidad exagerada de hombres solo para llevarme. ¿Acaso soy una criminal? Para ellos quizás lo soy, una desertora quizás... —>>>Nefertiti... ¡Atrápenla!—Maldicion. Reaccionó sintiendo el brazo de Egor envolverme el cuello y toparme a su cuerpo, la sorpresa me hace soltar un grito en el que Egor trata de soltarme. —No... esta bien... me asuste. —digo entre dientes. Egor hace un ruido con la garganta, vuelve a sostenerme y en pocos segundos su arma está sobre mi cabeza. ¡Si está cargando un arma! —Vamos a llevarla. ¡Atrápenla! Cuatro hombres se aproximan a nosotros. El agarre de Egor se hace más fuerte. —¡Si dan un paso más voy a matarla!—¡