Salgo en busca de mi hijo traidor y le escucho gritando, riendo desde la habitación del señor Saint Amour en la cual pase la noche, toco la puerta y escucho un "adelante" perezoso. Al momento de entrar me quedo con la boca abierta al ver a mi hijo saltar sobre la espalda de Demetrio quien parece estar nuevamente más dormido que despierto. Júpiter le salta y cuando se acuesta sobre su espalda decide jalarle el pelo. Demetrio no se queja.
Ahora con la luz del día puedo ver lo sofisticada y enorme que es la habitación; paredes oscuras, todo se ve limpio y organizado, poderoso, solo representa lo que Demetrio Saint Amour es, un amo y señor. Increíble que he pasado la noche con él y no me arrepiento de lo que he hecho.
—Júpiter... duérmete... —le dice en inglés.
Mi hijo hace caso omiso.&n
Me doy una ducha rápida, me pongo unos vaqueros negros, una blusa larga y tenis, no quiero enfermar porque como ya he mencionado, para mí los cambios de clima son algo a lo que nunca me adapto. Me arreglo el cabello y me apresuro cuando mi móvil suena y Horus me pregunta donde estoy para pasar a recogerme. No le digo absolutamente nada y solo le pido que me envíe la dirección del lugar.Busco a Demetrio y Júpiter en su habitación pero ya no están ahí, bajo hasta la primera planta y pregunto por ellos. Me informan que está en la cocina y me indican como llegar, solo tengo dos días aquí y esta casa es inmensa, sorprendente para solo un hombre y me pregunto si su antigua esposa vivió aquí.Entro a la cocina y lo primero que veo es a Júpiter sobre los hombros de Demetrio, mi pequeño está agarrándole del cabello y Demetrio le dice que no tiene que soltarse p
Entro al restaurante y como es de esperarse, mi hermano me espera con la más grande de sus descaradas sonrisas. Respiro profundo cuando le veo coquetear con una de las meseras, no puedo creer que sea tan maleducado espero que de verdad encuentre una mujer que lo haga cambiar o bueno, no me importaría que terminara siendo gay pero que cambie esa actitud tan machista que tiene.—¡Nefertiti! ¡Mi hermanita preciosa! —dice entusiasmado en cuanto me acerco a él. Me mira a cuerpo completo. —Nefertiti esa no es ropa que alguien como tú debería de estar usando, no pareces más que una chica común. —se planta frente a mí y levanta la mano.—No besaré tu mano. —aclaro. Me mira a los ojos y asiente.
Me cambio de ropa bajo la mirada acusadora de Júpiter. Es un bebé bastante peculiar. No entiendo muy bien cómo es que he terminado cuidando este bebé cuando realmente no soy un hombre de niños. Necesito regresar al casino temprano porque tengo que firmar unos documentos que el inepto de Miguel olvido darme, tendré que llevar a Júpiter conmigo y me parece que será un reto bastante grande. No me molesta en lo absoluto.—Bien, ¿estás listo? —le pregunto.El pequeño me mira con una sonrisita de picardía que le he aprendido cuando quiere algo o esta emocionado por algo, los niños pueden ser unos diablillos. Jupiter me sonríe y quiero pensar que le agrado, soy hombre capaz y extraordinario, no podría desagradarle.—¡Eomaaaa! —-grita. Me rio y le acaricio la cabeza. —¡¿Qué hace ese niño contigo?! —gruñe.Me quedo observándolo por unos segundos. No necesito ni excusas para darle un buen puñetazo, juraría que podría matarlo. Necesito tranquilizarme o podría cometer una locura.—Saint Amour te estoy haciendo una pregunta, ¡¿Qué haces con ese chino?! —este imbécil.—Ese niño se llama Júpiter, es coreano no chino, y lleva mi apellido así que te pido que guardes tu tono de voz, es mi oficina y no creo haberte invitado a pasar. Horus no tientes a tu suerte suficiente paciencia he tratado de tenerte porque respeto los deseos de Nefertiti. —se acerca a mi escritorio dándole un fuerte golpe.Capítulo 50
El incidente con Horus me deja con un muy mal sabor de boca, mi dura coraza se destartala por unos segundos y me siento triste, con el corazón roto y muy decepcionada de todo lo que mi familia es capaz de hacer con tal de tenerme regreso en casa.—¡¿Nefertiti?! —escucho a lo lejos la voz del hombre que de forma deliberada dice amarme, y al cual he decidido dejarle estar a mi lado.La decisión no la he tomado de forma deliberada, me he tomado el atrevimiento de pensar y sentir, no soy una mujer que se deja nublar por sentimientos pero aun así este hombre me desarma. No entiendo la razón, no sé si es su sinceridad, manía por controlar todo pero contenerse conmigo hasta un punto, su atractivo físico, su forma de tratarme, la forma en la que trata a mi hijo. No lo sé, hasta puede ser el deseo intimo que ha nacido en mi inter
He traído a Neferiti a The Metropole Monte-Carlo, uno de los mejores restaurantes de la zona y de los pocos que aún no me pertenecen pero que si es de un buen amigo mío, el dueño es Ángel Tosse hermano mayor de Miguel, ambos hermanos son bastante apasionados con sus carreras y son exitosos aquí en Mónaco.Nefertiti observa el lugar encantada, creo que le he sorprendido y sobre todo por el diseño del lugar. He tomado la decisión de conquistar a Nefertiti, ella tiene razón, no es una mujer cualquiera y tengo que demostrarle que no ha sido capricho mío hacerla mi esposa de esa manera, quiero hacerle saber que para mí ella es más, mucho más.—¿Te he sorprendido? —pregunto de todas maneras.Repasa con la mirada tod
Llegamos hasta el coche pero por más que intento contenerme no puedo, me abalanzo sobre ella para poder besarla y ella no pone resistencia. Me he dado cuenta que le gusta como la beso y a mí me encanta besarla.Me hago de su boca explorándola por completo, acaricio su lengua y como siempre. Ella se deja explorar, se deja atrapar por mi deseo y no me detiene, me provoca sin saberlo. Joder. Es preciosa, perfecta y la deseo. En cualquier momento.-1Demetrio, pueden vernos y nos meteremos en problemas. —se separa de mi unos segundos, no sé lo permito.La estampo contra el coche con el cuidado de no lastimarla, ella lo deja estar sin importar nada y eso me encanta, me permite acercarme y joder, es lo único que necesito.
Cinco dias después de la maravillosa cita que he tenido con el señor Demetrio Saint Amour, me encuentro aquí en esta gigante cama, cubierta con las sabanas y casi muriendo. Yo sabía que en cualquier momento terminaría enfermándome, entre viajar de Corea a Alemania, de Alemania a Mónaco, de Mónaco a Corea y al final regresar e instalarme en Monte-Carlo, definitivamente me tenía que enfermar y veme aquí peor que una pasita.Las cosas no han cambiado en lo que respecta al señor Saint Amour y yo, el continua siendo una persona muy atenta en relación a nuestro matrimonio, mi hijo y su amor por el también ha ido aumentando, mi pequeño es un bebé y le gusta tener la atención de todos.Hoy por la mañana Demetrio me ha info