AURORACUMPLEAÑOS PARTE IFinalmente habia llegado el día. Cuando al fin podría transformarme en mi loba. Verla por primera vez, que aspecto tiene y completar al 100% nuestro vínculo de licantropas. Y además, será el día en que mi esencia y la de Brenin saldrán a flote evidenciandonos como compañeros, pero pese a la emoción de aquello no puedo evitar eclipsarla con el temor de que él no reaccione de buena manera y se deje vencer por sus propios miedos. Porque pese a que los ultimos meses ha tenido actitudes que uno pensaría que lo ha asimilado y aceptado, también está la otra cara de la moneda cuando su mente lucha con salir a flote y termina dando vuelta todo volviéndolo el mismo distante y frío de siempre. Aún así, los ultimos días no se ha despegado de mí. No desde que le revele la marca de rastreo. Hemos estado averiguando qué hacer con ella, pero tal cual como yo ya habia leido en el libro, la unica manera de quitarla es si la dueña lo hace. Y eso lo tiene tenso, malhumorad
AURORACUMPLEAÑOS PARTE DOSMi corazón latia sin tregua ante el delicioso aroma que despredía el lobo moteado frente a nosotras y nuestras extremidades como por arte de magia cobraron toda la fuerza que perdimos ante nuestra primera transformacion ante la cercanía que teníamos con él. Una vez que Antón vió que podiamos mantenernos de pie por nuestra cuenta se alejó un par de centímetros y se sentó dejándose caer sobre su trasero.Lo obsrvé atentamente memorizando cada rincón de su apariencia, porque como mamá decia, él no aparecía nunca. La última vez que Brenin habia dejado salir a Antón fue cuando yo aún estaba dentro de la panza de mamá y ella cayó. Caida que fue evitada gracias a Antón que apareció sorpresivamente para ser un colchon en la caida. –¿Qué haces aquí lobo loco? –mamá preguntó acercandose a él–. Tenía tiempo sin verte.Mi lobo le dio una mirada fugaz antes de volver a centrar toda su atencion en mí, que permaneciamos de pie como unas idiotas viéndolo también.–¿Hija
BRENINPapeles y papeles.Es lo unico en lo que he podido refugiarme este día, revisando examenes escritos que agradezco ahora hayamos incluido, porque si no fuera por ellos no tendria nada para mantener mi mente ligeramente ocupada. Porque tampoco la mantengo al 100% en esto, ya que casi el noventa porciento de mi mente está en aquella pelirroja que me acelera el corazón como ninguna otra ha hecho. Aquella pelirroja que su simple aroma me devuelve toda la paz que un día perdí. Aquella pelirroja que sé está sufriendo este día y en este preciso momento por mi desplante de la mañana.Pero joder, no sé que hacer. Paso una mano por mi rostro con frustración cuando las letras ya son ilegibles debido a que no puedo centrarme lo suficiente, no cuanto todo mi cuerpo me pide ir con ella. Cuando cada terminacion nerviosa en mi esqueleto me pide hundir mi nariz en su cuello e impregnarme con su delicioso aroma, aquella esencia que confirma lo que ya sabíamos, pero que me he negado a aceptar.
AURORAUn quejido de frustración se me escapa cuando Brenin nuevamente pasa a mi lado como si nada, como si no fuéramos nada para él; pese a que sé que no es así. Ha actuado así los pasados tres días, por más que intente acercarme se aleja. Ya nisiquiera almuerza acá en la casa, por lo que los pocos segundos que logro verlo es ahora, en el desayuno.Pero siempre que bajo, termina todo en dos segundos y se coloca de pie para irse.Siempre encuentra la manera de escabullirse. –Hija…–mamá me habla con pesar viendo la situación–. Dale tiempo.–Ya ha tenido más que suficiente –respondo con seriedad escuchando el ventanal abrirse–. No seguiré así.–Aurora…–mamá vuelve a hablar pero la ignoro.Negando camino trás él siguiendo sus pasos consciente de que él puede escucharme. Va unos cuantos pasos más adelante adentrándose en el bosque, pero no detiene su andar.–¡BRENIN! –grito caminando más rapido–. ¡EY!Su indiferencia solo logra enfadarme más logrando que hasta Anahí gruña en mi interior
AURORAMantengo el rostro oculto en el cuello de papá mientras nos acercamos a la casa, intentando buscar confort en su aroma que me hace sentir en casa, pero pese a que siempre me ha dado seguridad; no es la que busco en estos momentos. No es la esencia de la cual necesito envolverme para poder sentirme completamente a salvo. Porque aquella que sé lograra calmar todas las emociones que pasan por mi cuerpo en estos momentos se encuentra a un par de pasos tras nosotros. Pero no puedo tenerla.–¿Estás bien princesa? –papá pregunta contra mi pelo apretandome más contra su cuerpo–. Estás temblando. –Estoy bien –miento. Porque no lo estoy.Estoy aterrada y el hombre que quiero que me proteja sé que no me dejara refugiarme en él.Alce la vista cuando la casa apareció frente a nosotros, rosita esperandonos en el umbral del ventanal jugueteando con sus dedos y una expresion de preocupacion en el rostro. Apenas nos vió, corrió la corta distancia que quedaba hacia nosotros con la mirada fi
BRENINCamino directamente hacia el despacho de Chris sin haber dado ninguna explicación a la pelirroja que dejo atrás, pese a que sé que me necesita como nunca, pero necesito hablar con ellos primero.El aura de Chris es cada vez más fuerte a medida que me acerco a la puerta y me detengo unos segundos meditando si realmente debería hablar con ellos ahora.–Volvamos con Aurora mejor –Antón menciona. –No seas miedoso –le respondo, pese a que considero su idea. –Ella nos necesita más –responde–. Además te fuiste sin decirle nada, seguirá creyendo que no la queremos.–Luego la buscamos…primero hablemos sobre todo con ellos. –Está bien –suspira–. Pero creo que nos golpearan. –No creo. –Yo sí, estoy casi seguro que Zeus desde que nos conoció quiere mordernos. –Solo alucinas –me río internamente–. Lobo miedoso. –Como digas.Toco una vez la madera frente a mí y un gruñido me recibió cuando entré sin esperar nada más. Chris está tras su escritorio e Isa está sentada sobre sus piernas a
AURORAMatías abre la puerta de la camioneta en la que vinimos y me bajo con una sonrisa en el rostro.–Gracias –respondo mientras él me da una asentimiento de cabeza–. No estaremos mucho tiempo, solo quería venir a saludar.–No se preocupe, estaremos el tiempo que ud quiera –responde Dominic bajándose del lado del copiloto.–Gracias…–caminé hacia la entrada–. Tomen o coman algo si quieren, no me hago dramas.Ambos asintieron, pero no dijeron nada más.Matías abrió la puerta de madera haciéndose a un lado y entré en el ruidoso ambiente, donde las risas y hablaudrías llegaron a mis oídos haciéndome sonreír ligeramente al impregnarme con la buena energía que ciruclaba por el lugar.No me costó encontrar a mi grupo de amigos, que parloteaban y reian en una de las esquinas del bar en una de las mesas redondas. Caminé hacia ellos con una sonrisa formándose en mi rostro cuando Francisco me divisó y se colocó de pie con los brazos abiertos. –¡Sí viniste! –gritó en mi oído haciéndome reír–.
BRENINCada parte del cuerpo me duele, mi corazón late desenfrenadamente en mi pecho ardiendo con cada latido y mis musculos ya se quejan debido a la tension que he mantenido en ellos desde que esas palabras salieron de la boca de mi pelirroja. Idiota y mil veces idiota. La seguí al baño con la intencion de interceptarla y poder hablar, pese a que sabía no era el mejor lugar, necesitaba sacar todo lo que tenía dentro con respecto a nosotros y ella; pero no salió como imagine. Mis demonios volvieron a atormentarme una vez la tuve de frente y me fue imposible hablar o siquiera moverme. Niego con la cabeza antes de golpear la pared con la palma de mi mano cuando Celia sale del baño.–¿Tu compañera? –pregunta alzando una ceja con picardia en su mirada.–Sí –respondo con sinceridad. –No por mucho por lo que oí –dice cruzandose de brazos sobre el pecho–. Ordena tu mente Brenin, porque estoy segura que tu oscuridad te ha abrazado impidiendo que su luz ingrese. Bufó y recuesto mi espald