Christopher.
Gris.
Ese es el color que he visto desde la mañana.
El color del techo de mi habitación.
No tengo intenciones de ir a clases y la verdad no quiero hacerlo.
No quiero estar cerca de ella
De su olor.
Ese exquisito olor a lavanda que será capaz de volverme loco en segundos.
– Vamos, quiero verla.
Vuelve a decir Zeus como por millonésima vez desde que desperté, no me ha dado tregua. Suelto un suspiro pasando mis manos por mi cara y me siento en el borde de mi cama.
– No quiero.
– Oh vamos, quiero verla además debemos ir clases, es una responsabilidad.
Ruedo los ojos.
– Solo lo dices para convencerme.
– Cierto ¿funciono?
– No.
– Pf aburrido. – responde con gruñido cerrando el link.
Me levanto para caminar hacia mi baño y darme una d
Christopher.– Espero que tengas una buena explicación de por qué no has ido al instituto estos últimos días.Escucho la voz de Felipe entrando en mi habitación como si fuera la suya.– ¿No te enseñaron a tocar? – inquiero molesto sin mover un solo musculo desde mi posición acostada en la cama mirando el techo.– Oh vamos, ni que estuvieras haciendo algo importante.Bufo por su comentario, pero la verdad tiene razón.– ¿Me dirás que sucede contigo? ¿Crees que no me he dado cuenta? Desde tu transformación que estas así. – habla mientras se sienta en los pies de mi cama.Mi pulso se acelera y volteo a mirarlo rápidamente, ¿sabrá que la encontré? ¿Qué es ella?– No sé de qué hablas. – respondo rápida
Isabella.Me aferro lo más que puedo a su cuerpo, escondida en la curvatura de su cuello.Sintiéndome a salvo.Su calor me entrega una sensación de seguridad que no quiero dejar ir en estos momentos.No se que hubiera sido de mí si él no hubiera llegado, en qué situación me encontraría justo en estos momentos si no estuviera entre sus cálidos brazos, posiblemente estaría siendo violada.El llanto vuelve a salir de mi boca de solo pensar en eso y Christopher me pega más a su cuerpo.– Esta bien, ya estas bien. – susurra contra mi pelo – estas a salvo conmigo.Intento controlar las lágrimas mientras escucho como abre la puerta de mi hogar.–¿c-como abris..te la pu..puerta? – pregunto entre sollozos sin sacar mi cara de su cuello.– Eh... ¿no te enojes sí
Isabella.Pude sentir como su respiración se paro cuando mis labios impactaron contra los suyos. La corriente eléctrica que corrió por mi cuerpo derrumbo todas mis barreras, acelero mi corazón como nunca y un cálido sentimiento como nunca había sentido se instalo en mi pecho.Y eso que solo presione mis labios contra los suyos.¿Qué pasaría si lo beso bien?Estaba a punto se abrir mis labios para darle un beso cuando mis pensamientos se interrumpen al sentir que echa su cabeza hacia atrás alejándose de mi tacto.Abro mis ojos para mirarlo confundida, no retiro mi mano de su nuca y me afirmo más fuerte de él acercándome aun más como si eso fuera posible, prácticamente estoy encima de él ignorando el hecho que me encuentro completamente desnuda.Pero la necesidad de besarlo es más grande.<
Christopher Los primeros rayos de sol entran a través de las cortinas alumbrando a la hermosa chica que tengo abrazada a mi abdomen con su cabeza apoyada en mi pecho sobre mi corazón. Anoche luego de cenar y curar sus golpes nos acostamos a ver una serie llamada Teen Wolf, bastante irónico la verdad que esa serie trate sobre hombres lobos cuando acá vivimos rodeados de ello, pero la sonrisa que adorno su cara cuando se dio cuenta de mi cara de “es enserio” al momento que caí en cuenta sobre la temática me hizo darle una oportunidad y al final era bastante buena. Íbamos en la mitad del tercer episodio cuando comenzó a quedarse dormida, en ese entonces no nos encontrábamos en la misma posición que ahora, sino que cuando finalmente quedo rendida ante Morfeo acerque su cuerpo al mío para poder dormir acurrucados. – Y fue la mejor decisión. – ronronea Zeus. – La verdad sí.
Christopher – ¿Qué carajos? Exclamamarcos acercándose hacia la posición de Liam. Los guardias me miraron y con un asentimiento de cabeza lo retuvieron antes de poder llegar a él. – Christopher ¿qué carajos haces? – hablaba intentando zafarse del agarre de los muchachos. Finalmente se rindió y volvió a mi lado con el ceño fruncido y la preocupación plasmada en su rostro. – ¿No me vas a responder? Has estado sentado ahí mirando todo como idiota sin decir ni una puta palabra. Voltee mi cabeza para mirarlo con el ceño fruncido. – ¿Debo recordarte que estas acá para ver si eres digno del puesto de beta? Suelta un suspiro pasando sus manos por su cara y pelo con clara señal de frustración. – Joder, pero es Liam. – lo apunta con su mano – ¿qué hace aquí y en ese estado? – Se quien es, no debes recordarlo. – vuelvo a mirar al imbécil que mantiene la cabeza gacha – y los golp
IsabellaEl sonido del auto estacionándose fuera de la casa se hace presente al igual que mis nervios.Dije que podía ser su postre, joder, no sé porque hice eso.No tengo experiencias sexuales, él fue mi primer beso, ningún chico se ha acercado a mí desde que saben que soy hibrida y tuve la espectacular idea, notándose el sarcasmo, de seguirle el juego a él.Él que ha tenido ya sus experiencias, que me sobre pasan en cualquier tipo de conocimiento y ahora los nervios me comen viva al pensar que me cobrara la palabra y no sé si este lista.Me acerco a la puerta cuando escucho que toca y lo encuentro hablando por celular con expresión sería y con una bolsa en la mano que me tiende e inmediatamente alcanzo revisando su interior encontrándome con un helado de chocolate.Una sonrisa se forma en mi rostro y camino hacia el
IsabellaLos días pasan más rápido de lo que quisiera, dos días quedan para mi cumpleaños y los nervios respecto al tema del mate empiezan a cobrar vida.Mis tardes se resumen en pasar tiempo con Christopher y las mañanas ser ignorada en el instituto por todos. Las cosas con él están bien, muy bien me atrevería a decir. No hemos pasado más allá de besos y pequeños toques, nada más allá y la verdad las ganas por él aumentan cada vez más. Creo ya estar lista para dar el siguiente paso con él, pero no sé si el querrá.Quizás no quiere estar conmigo por no tener experiencias sexuales y no quiera perder el tiempo conmigo. Nunca ha intentado llegar más allá y las veces que yo me he dejado llevar, me detiene.El timbre de aviso de termino de jornada resuena por el lugar ocasionando que me sobre
IsabellaSus ojos me observan con tal intensidad que un revoloteo en mi estomago comienza a hacerse presente, su cuerpo dejo de estar sobre el mío y ahora se encuentra de rodillas entre mis piernas.Sus manos están acariciando mis muslos con pequeñas caricias que ascienden hasta llegar al borde de mi pantalón. Los nervios no han abandonado mi cuerpo en ningún momento, pero sus caricias los han mantenido a raya logrando que no me arrepienta de la decisión que tome.Su mirada conecta con la mía cuando sus dedos alcanzan el botón, pero se detiene mirándome como si estuviera esperando mi aprobación, con un leve asentimiento de cabeza comienza a desabrocharlo y retirarlo lentamente de mis piernas.Una vez salen por mis pies, sus dedos entran rápidamente en contacto con mi piel, arrastrando sus dedos desde mis tobillos subiendo por mis muslos logrando erizar toda mi pi