Habían pasado varios días desde que llegamos a nuestra casa y mi esposo, no fue esos días ni a la oficina, ni a sus reuniones, ni a ningún sitio, ya que llamó a su empresa para comunicarle a su asistente que estaría fuera unos días. Aaron y yo paseábamos por la playa o nos quedamos en casa, viendo alguna película o jugando a diversos juegos, lo que en parte aprovechamos para conocernos mejor hablando a veces durante horas. Mi forma de preguntarle cosas a mi marido le hacía que quisiera contarme más cosas sobre su vida y que según me dijo nunca se lo había contado a nadie, ni siquiera a su propia familia. Sobre nuestro amor, hicimos el amor con pasion y lujuria a veces y con frenesí otras, ya que yo estaba muy adelantada en mi embarazo, ya que parecía que Aaron nunca se saciaba de mi, ya que segun el me decia era demasiado perfecto haciendome reir cada vez que me lo recordaba. Nuestros cuerpos siempre encajaban de maravilla y la pasión que sentía por mi esposo no se parecía a nada, ya
Aaron esbozó una media sonrisa torcida mientras me miraba.— Yo aun no me creo que te pidiera a ti, a mi pesadilla personal, que viviera conmigo y se casara conmigo, por aquel entonces fui un capullo integral contigo ¿no te parece? – pregunto— Si, si que lo fuiste, te doy toda la razón — respondí—- No se si algun dia podré disculparme contigo lo suficiente, Rebeca — me dijo Aaron— Pues entonces, yo de ti, dejaría de intentarlo, todo eso ya pertenece al pasado y por mi está olvidado, me gusta más el presente que tenemos ahora tu y yo — le dije entrelazando mis dedos con los de mi esposoAaron levanto mi mano, besándome los nudillos, sin dejar de mirarme— Lo mismo digo mi amor — me contestó– aunque aún nos queda hablar con Clay, ¿no te parece? — preguntó muy serio— Lo sé ¿cuando lo llamarás?, estoy segura de que nos pedirá ir a su casa y hablar delante de toda su familia — conteste– ¿que crees que pasara cuando hables con Clay? — dije— No lo sé, cuando hable con él pensaba que me
Aaron empezó dentro de mi ser a moverse despacio, penetrandome hasta el fondo de mi ser mientras me susurraba que le pertenecía por completo y solo él era dueño de mi cuerpo y de mi vida, sus manos recorrieron todo mi cuerpo, su boca recorrio cada centimetro de mi piel, no quedo un solo centimetro de mi cuerpo sin tocarme mientras me decía Aaron cuanto me amaba.— Me tienes loco de amor, nena — me dijo haciendo que mi piel se erizaEnterré mis dedos en su pelo, tirando de ellos mientras arqueaba mi espalda y gemía gritando una y otra vez el nombre de mi marido. mientras él se movía cada vez más y más deprisa, haciendo que lo ansiara cada vez más, mientras mi esposo estaba enterrado dentro de mi.. Rodee con mis piernas sus caderas, pegando cada vez más nuestros cuerpos aferrandome con mis uñas en la espalda de mi marido. Aaron me empezó a embestir cada vez más y más fuerte, con frenesí cuando empezó a sentir como yo estaba moviéndome sin cesar, al sentir como se iba acercando mi orgasm
Mientras estabamos mi marido y yo acaramelados en el sofá, en el salon, escuchamos el timbre de la casa y aunque Aaron quiso ir a la entrada para abrir la puerta, se quedó mirando desde la puerta, ya que Elisa fue la que en verdad abrió la puerta de nuestra casa, volviendo mi esposo al sofá donde yo estaba sentada.— ¿Dejamos para más tarde, lo que estabamos haciendo ahora? — me pregunto Aaron, cogiendo mis mejillas con sus manos, cuando volvió a donde yo estaba— De acuerdo, pero nos queda pendiente ¿vale? — le pregunté riendo— Aaron tenéis visita, es el señor Clay y su esposa — nos dijo Elisa, asomada a la entrada del salon— Diles que pasen Elisa —- le dijo mi esposo, mientras los dos nos mirabamosMe levanté del sofá cogida de la mano de mi esposo, mirándonos los dos con cierto recelo— Pase lo que pase, lo superaremos los dos, Rebeca — me dijo Aaron muy serioCuando entraron en el salón Clay que traía una cara muy seria, y su esposa, nos dimos cuenta enseguida de que no venían
Clay quiso hablar, pero mi esposo levantó un poco su mano para acallarlo, siguiendo Aaron a hablar— Lo que me queda por decirte es, que tu familia y tú os habéis convertido en una parte muy importante en la vida de Rebeca y la mía y —cayó por un momento— ojala algun dia podais perdonarnos — termino de decir mi esposo— Dime una cosa Aaron ¿porque querías ser uno de mis socios? — preguntó Clay— Al principio fue por venganza, tengo un amigo que se perfectamente que le caes muy mal y sabía que si tenía la oportunidad de trabajar contigo, esa persona se sería capaz de ofrecerme dirigir su empresa, pero seguramente lo que él deseaba era quedarse también con mi empresa, y aunque me ofreció todo lo que siempre soñé, la verdad es que no me fie de él — dijo Aaron— ¿Por eso vinistes a mi? — me pregunto Clay— Si, después te conocí a ti y cuando hable contigo, todo cambio dentro de mi, fuistes el unico que me prestaba atención y que me animabas a desarrollar mis ideas, no como lo que intento
La hija de Clay se quedó mirándonos a mi esposo y a mí, dándome cuenta de que le caían varias lágrimas por sus sonrosadas mejillas, mientras escuchábamos a su padre y a mi esposo hablar.—- Podrías haberte callado con lo de tu relación con tu esposa Rebeca y tu, podrías habernos seguir engañandonos, aunque si te digo la verdad algo sospechábamos mi esposa y yo, sobre todo porque nunca lo habríamos sabido con certeza si no te llegas aquel dia a sincerar con nosotros. Todos nos dimos enseguida cuenta de lo amables que fuisteis con nuestra hija, ese es Aaron el hombre que quiero para mi empresa, el que quiere formar parte de ella y el que quiere crecer conmigo – Clay sonrió sin dejar de mirarnos– el que desea formar parte de mi familia, porque eso es lo que sentimos con vosotros, y así os consideramos a ti Aaron y a tu preciosa esposa Rebeca — nos dijo ClayCuando Clay nos dijo aquello, no pude reprimir que callera algunas lagrimas por mis mejillas, sabiendo que Aaron se dio cuenta enseg
Pasó casi una hora, cuando todos nos acercamos a la entrada de mi casa, estrechandole la mano a mi marido Clay para despedirse de él, acercándose hacia donde yo estaba dándome un fuerte abrazo y un beso en mi mejilla— Nos vemos mañana ¿vale? — le dijo Clay a AaronNos abrazamos la esposa y la hija de Clay antes de volverse las dos hacia mi marido— Esperamos mucho de ti Aaron — le dijo la esposa de Clay— No os decepcionare, os lo aseguro — contestó mi esposo, mientras ella le acariciaba la mejilla a Aaron— Se que lo harás, confio en ti — le dijo la esposa de Clay— Ahora tengo que esforzarme mucho más para compensar y te aseguro que me esforzare al máximo — dijo mi marido—- Vamos a hacer borron y cuenta nueva Aaron, cuando vayas mañana a la oficina empezaras de cero con Clay y conmigo —dijo sonriendo– Mi yerno en las votaciones, te voto para que siguieras trabajando con nosotros y todos los socios estuvieron de acuerdo con los votos — le comentó ella— No me cabe ninguna duda —son
— Tranquilo Aaron que estaré bien — le respondí— Por favor Rebeca –me insistió– solo te pido un poquito más de tiempo, quiero que te relajes ahora que todo está aclarado, lee, duerme, descansa todo lo que puedas hasta que nuestro hijo nazca, preparar tus comidas y tus increíbles cenas —me dijo sonriendo– Mirame Rebeca mi amor, te necesito cariño, os necesito a los dos y necesito saber que tu también me necesitas a mi — me dijo sin apartar su mirada de la míaAaron puso sus manos en mis mejillas, acariciandome con sus dedos— Te necesito y te amo Aaron — conteste— Cariño ¿lo harás por mi? –me suplico al mismo tiempo que pegaba su frente a la mia– solo te pido un poco de tiempo y que no me vuelvas a dejar — me respondió— De acuerdo Aaron, te lo daré y te prometo que nunca mas te dejare — respondí— Gracias cariño Aaron acercó sus labios a los míos, encontrándose y apoderándose mi esposo de mi boca, me pasó uno de sus brazos por debajo de mis rodillas poniéndose de pie conmigo en su