Aaron dio un paso más hacia donde yo estaba, haciendo que sintiera la calidez de su cuerpo haciéndome desear el que me acunaba en sus brazos y me diera a probar el sabor de sus labios que tanto necesitaba, — No te llevastes nada de las cosas que tenías en ese hostal, ¿como ibas a poder seguir adelante sin tu bolso, sin la documentación y sin dinero? — pregunto Aaron— Solo tengo aqui lo que más necesitaba, a mi amigo Jimy para ayudarme y apoyarme, no necesitaba nada más — respondí—- No Rebeca, te mereces mucho más que eso – dijo Aaron— ¿Por qué has venido Aaron?¿cómo me has encontrado? —- pregunte— He venido hasta aquí por ti, para llevarte a nuestra casa, una vez te escuche hablar con tu amigo de que tus padres tenían una casita, aquí, en la playa.--- me comentó Aaron— A y por eso sabias donde me encontraba — dije— Clay me ha ayudado a encontrarte, él ya tenía sus sospechas de que entre tu y yo las cosas no iban bien, pero me dijo que te buscara, que siguiera buscándote, y no d
Entre Jimy y Aaron hicieron la comida mientras yo los ayudaba a poner la mesa, sentándonos los tres después en la mesa para comer.— Rebeca mi amor, hay una cosa que no entiendo bien ¿porque tenías que huir de mi? es una pregunta que no me puedo quitar de la cabeza —- me dijo Aaron— Porque estoy completamente enamorada de ti, no creo que sea muy difícil que lo entiendas Aaron y además estaba muy convencida de tu no me correspondieras, aunque ya no podía ocultarlo más y sabía que cuando te enteraras me echarías de tu vida a mi y a nuestro hijo — respondíAaron me cogió la mano, dándome un fuerte apretón — ¿Y qué creías que iba a hacer? echar de mi casa a mi esposa y a mi hijo, y ¿quedarme con los brazos cruzados tranquilamente? — pregunto— Echarme de tu casa y de tu vida, volver a ser el hombre que una vez odie, porque ya no me necesitas, así que la mejor forma y la mas facil seria que yo decidiera marcharme y apartarme de tu vida — respondí, fijándome en cómo me miraba mi amigo Jim
En un abrir y cerrar de ojos, me senté en el regazo de mi esposo, acercando mis labios a los suyos besándonos con bastante pasión ya que todas mis emociones y mis pensamientos iban en el beso que le estaba dando a Aaron.Nuestro deseo, el amor, la necesidad, el alivio por tener a mi esposo otra vez conmigo y las emociones que habían en ese momento en nosotros, se transformó en alegría. Alegría de tener a mi marido otra vez conmigo, alegría de ver como Aaron correspondía a mi amor y la alegría por el futuro que teníamos por delante. Aaron me cogió con su mano de mi nuca, pegando más sus labios a los míos, juntando nuestros cuerpos, sintiendo como mi esposo me estrechaba con fuerza con sus brazos, anhelando los dos estar cerca. Aaron me estrechaba con más fuerza entre sus brazos, moldeando mi cuerpo a su cuerpo, acariciándome la espalda suavemente con sus manos, haciéndome gemir de placer. Antes de tumbarnos en la cama, Aaron me quito toda la ropa dejándome desnuda ante su caliente mirad
Habían pasado varios días desde que llegamos a nuestra casa y mi esposo, no fue esos días ni a la oficina, ni a sus reuniones, ni a ningún sitio, ya que llamó a su empresa para comunicarle a su asistente que estaría fuera unos días. Aaron y yo paseábamos por la playa o nos quedamos en casa, viendo alguna película o jugando a diversos juegos, lo que en parte aprovechamos para conocernos mejor hablando a veces durante horas. Mi forma de preguntarle cosas a mi marido le hacía que quisiera contarme más cosas sobre su vida y que según me dijo nunca se lo había contado a nadie, ni siquiera a su propia familia. Sobre nuestro amor, hicimos el amor con pasion y lujuria a veces y con frenesí otras, ya que yo estaba muy adelantada en mi embarazo, ya que parecía que Aaron nunca se saciaba de mi, ya que segun el me decia era demasiado perfecto haciendome reir cada vez que me lo recordaba. Nuestros cuerpos siempre encajaban de maravilla y la pasión que sentía por mi esposo no se parecía a nada, ya
Aaron esbozó una media sonrisa torcida mientras me miraba.— Yo aun no me creo que te pidiera a ti, a mi pesadilla personal, que viviera conmigo y se casara conmigo, por aquel entonces fui un capullo integral contigo ¿no te parece? – pregunto— Si, si que lo fuiste, te doy toda la razón — respondí—- No se si algun dia podré disculparme contigo lo suficiente, Rebeca — me dijo Aaron— Pues entonces, yo de ti, dejaría de intentarlo, todo eso ya pertenece al pasado y por mi está olvidado, me gusta más el presente que tenemos ahora tu y yo — le dije entrelazando mis dedos con los de mi esposoAaron levanto mi mano, besándome los nudillos, sin dejar de mirarme— Lo mismo digo mi amor — me contestó– aunque aún nos queda hablar con Clay, ¿no te parece? — preguntó muy serio— Lo sé ¿cuando lo llamarás?, estoy segura de que nos pedirá ir a su casa y hablar delante de toda su familia — conteste– ¿que crees que pasara cuando hables con Clay? — dije— No lo sé, cuando hable con él pensaba que me
Aaron empezó dentro de mi ser a moverse despacio, penetrandome hasta el fondo de mi ser mientras me susurraba que le pertenecía por completo y solo él era dueño de mi cuerpo y de mi vida, sus manos recorrieron todo mi cuerpo, su boca recorrio cada centimetro de mi piel, no quedo un solo centimetro de mi cuerpo sin tocarme mientras me decía Aaron cuanto me amaba.— Me tienes loco de amor, nena — me dijo haciendo que mi piel se erizaEnterré mis dedos en su pelo, tirando de ellos mientras arqueaba mi espalda y gemía gritando una y otra vez el nombre de mi marido. mientras él se movía cada vez más y más deprisa, haciendo que lo ansiara cada vez más, mientras mi esposo estaba enterrado dentro de mi.. Rodee con mis piernas sus caderas, pegando cada vez más nuestros cuerpos aferrandome con mis uñas en la espalda de mi marido. Aaron me empezó a embestir cada vez más y más fuerte, con frenesí cuando empezó a sentir como yo estaba moviéndome sin cesar, al sentir como se iba acercando mi orgasm
Mientras estabamos mi marido y yo acaramelados en el sofá, en el salon, escuchamos el timbre de la casa y aunque Aaron quiso ir a la entrada para abrir la puerta, se quedó mirando desde la puerta, ya que Elisa fue la que en verdad abrió la puerta de nuestra casa, volviendo mi esposo al sofá donde yo estaba sentada.— ¿Dejamos para más tarde, lo que estabamos haciendo ahora? — me pregunto Aaron, cogiendo mis mejillas con sus manos, cuando volvió a donde yo estaba— De acuerdo, pero nos queda pendiente ¿vale? — le pregunté riendo— Aaron tenéis visita, es el señor Clay y su esposa — nos dijo Elisa, asomada a la entrada del salon— Diles que pasen Elisa —- le dijo mi esposo, mientras los dos nos mirabamosMe levanté del sofá cogida de la mano de mi esposo, mirándonos los dos con cierto recelo— Pase lo que pase, lo superaremos los dos, Rebeca — me dijo Aaron muy serioCuando entraron en el salón Clay que traía una cara muy seria, y su esposa, nos dimos cuenta enseguida de que no venían
Clay quiso hablar, pero mi esposo levantó un poco su mano para acallarlo, siguiendo Aaron a hablar— Lo que me queda por decirte es, que tu familia y tú os habéis convertido en una parte muy importante en la vida de Rebeca y la mía y —cayó por un momento— ojala algun dia podais perdonarnos — termino de decir mi esposo— Dime una cosa Aaron ¿porque querías ser uno de mis socios? — preguntó Clay— Al principio fue por venganza, tengo un amigo que se perfectamente que le caes muy mal y sabía que si tenía la oportunidad de trabajar contigo, esa persona se sería capaz de ofrecerme dirigir su empresa, pero seguramente lo que él deseaba era quedarse también con mi empresa, y aunque me ofreció todo lo que siempre soñé, la verdad es que no me fie de él — dijo Aaron— ¿Por eso vinistes a mi? — me pregunto Clay— Si, después te conocí a ti y cuando hable contigo, todo cambio dentro de mi, fuistes el unico que me prestaba atención y que me animabas a desarrollar mis ideas, no como lo que intento