Me quedé mirándolo con intensidad sintiendo como mi cuerpo estaba temblando en ese momento, pensaba que la sola presencia de mi esposo no me afectará tanto, pero solo era que me estaba engañando a mi misma, ya que él era el único hombre que era capaz de robarme el aliento y acelerarme el pulso en menos de un segundo— Dime por favor ¿porque te has marchado sin decirme a donde te ibas, — me preguntó con aire adusto pero, al mismo tiempo con cierta ternura— En nuestro contrato, está bien claro que no debes inmiscuirte en mis deseos y yo deseaba estar un tiempo lejos de ti — le respondí— Dejate de tonterias Rebeca, mi hijo no es un juego, bueno nuestro hijo, !! Joder Rebeca ¡¡ !! estás embarazada de mi hijo ¡¡¡ estás esperando un hijo mío, ¿no te das cuenta? — me dijo gritando— Aaron, guarda respeto hacia mi persona, por favor — conteste— !! Ya está bien¡¡ — me gritó al mismo tiempo que paró de pronto su vehículoMi respiración subía y bajaba a un ritmo anormal cuando los coléricos o
Al ver la escena que había en el hall de aquel hostal entre mi esposo y Chad, me gire sobre mis propios pies marchándome de aquel lugar a la calle, tropezando a unos metros con mi amigo Jimy que me cogió con sus brazos por mis hombros, haciendo que me parara de pronto, mientras yo seguía llorando.—- ¿Que pasa Rebeca, para un momento por favor ¿que ha sucedido hay dentro? ¿Que ha pasado contigo en el hostal, alguien te ha hecho algo? — me pregunto mi amigo—- Jimmy sácame de aquí, por favor vámonos lejos, están peleando Aaron y Chad en la entrada del hostal por mi culpa y no puedo verlo, quiero marcharme por favor, vámonos — le supliqué a mi amigo.—- Esta bien preciosa, nos marchamos de aquí, primero te dejaré a salvo y ya vendré a por nuestras cosas, pero dime una cosa Rebeca ¿estás segura de que es eso lo que de verdad quieres hacer? — me pregunto mi amigo—- Sacame de aqui, por favor Jimy, si, eso es lo que quiero hacer — le suplique llorandoSeguimos mi amiga y yo andando unos m
En un momento dado, nos sentamos mi amigo y yo en unas rocas que había en la orilla de aquella tranquila playa. Me quedé mirando al horizonte fijamente mientras recordaba como Aaron me hizo suya nuestra primera noche juntos en aquel hotel, le entregue la única cosa que podía darle, a mi misma. Jimmy rodeo mis hombros acunando entre sus brazos, mientras yo ponía mi cabeza en el hueco de su cuello, ya que empezaba a refrescar y mi amigo se dio cuenta de que se me estaba erizando la piel. Suspire mientras jugaba con mis dedos en la arena, sin dejar de pensar en mi esposo, siendo mi amigo respetuoso con mi silencio mientras los dos mirábamos el horizonte. Recordé en un momento los labios carnosos y suaves de Aaron cuando los posaba sobre mis labios, como se acoplaban nuestros cuerpos cuando nos haciamos el amor, la calidez de su cuerpo mientras rodeaba mi cuerpo, diciendo una y otra vez mi nombre, — Creo que deberíamos entrar en la casita, ya hace frío y en tu estado no me parece bien qu
Aaron dio un paso más hacia donde yo estaba, haciendo que sintiera la calidez de su cuerpo haciéndome desear el que me acunaba en sus brazos y me diera a probar el sabor de sus labios que tanto necesitaba, — No te llevastes nada de las cosas que tenías en ese hostal, ¿como ibas a poder seguir adelante sin tu bolso, sin la documentación y sin dinero? — pregunto Aaron— Solo tengo aqui lo que más necesitaba, a mi amigo Jimy para ayudarme y apoyarme, no necesitaba nada más — respondí—- No Rebeca, te mereces mucho más que eso – dijo Aaron— ¿Por qué has venido Aaron?¿cómo me has encontrado? —- pregunte— He venido hasta aquí por ti, para llevarte a nuestra casa, una vez te escuche hablar con tu amigo de que tus padres tenían una casita, aquí, en la playa.--- me comentó Aaron— A y por eso sabias donde me encontraba — dije— Clay me ha ayudado a encontrarte, él ya tenía sus sospechas de que entre tu y yo las cosas no iban bien, pero me dijo que te buscara, que siguiera buscándote, y no d
Entre Jimy y Aaron hicieron la comida mientras yo los ayudaba a poner la mesa, sentándonos los tres después en la mesa para comer.— Rebeca mi amor, hay una cosa que no entiendo bien ¿porque tenías que huir de mi? es una pregunta que no me puedo quitar de la cabeza —- me dijo Aaron— Porque estoy completamente enamorada de ti, no creo que sea muy difícil que lo entiendas Aaron y además estaba muy convencida de tu no me correspondieras, aunque ya no podía ocultarlo más y sabía que cuando te enteraras me echarías de tu vida a mi y a nuestro hijo — respondíAaron me cogió la mano, dándome un fuerte apretón — ¿Y qué creías que iba a hacer? echar de mi casa a mi esposa y a mi hijo, y ¿quedarme con los brazos cruzados tranquilamente? — pregunto— Echarme de tu casa y de tu vida, volver a ser el hombre que una vez odie, porque ya no me necesitas, así que la mejor forma y la mas facil seria que yo decidiera marcharme y apartarme de tu vida — respondí, fijándome en cómo me miraba mi amigo Jim
En un abrir y cerrar de ojos, me senté en el regazo de mi esposo, acercando mis labios a los suyos besándonos con bastante pasión ya que todas mis emociones y mis pensamientos iban en el beso que le estaba dando a Aaron.Nuestro deseo, el amor, la necesidad, el alivio por tener a mi esposo otra vez conmigo y las emociones que habían en ese momento en nosotros, se transformó en alegría. Alegría de tener a mi marido otra vez conmigo, alegría de ver como Aaron correspondía a mi amor y la alegría por el futuro que teníamos por delante. Aaron me cogió con su mano de mi nuca, pegando más sus labios a los míos, juntando nuestros cuerpos, sintiendo como mi esposo me estrechaba con fuerza con sus brazos, anhelando los dos estar cerca. Aaron me estrechaba con más fuerza entre sus brazos, moldeando mi cuerpo a su cuerpo, acariciándome la espalda suavemente con sus manos, haciéndome gemir de placer. Antes de tumbarnos en la cama, Aaron me quito toda la ropa dejándome desnuda ante su caliente mirad
Habían pasado varios días desde que llegamos a nuestra casa y mi esposo, no fue esos días ni a la oficina, ni a sus reuniones, ni a ningún sitio, ya que llamó a su empresa para comunicarle a su asistente que estaría fuera unos días. Aaron y yo paseábamos por la playa o nos quedamos en casa, viendo alguna película o jugando a diversos juegos, lo que en parte aprovechamos para conocernos mejor hablando a veces durante horas. Mi forma de preguntarle cosas a mi marido le hacía que quisiera contarme más cosas sobre su vida y que según me dijo nunca se lo había contado a nadie, ni siquiera a su propia familia. Sobre nuestro amor, hicimos el amor con pasion y lujuria a veces y con frenesí otras, ya que yo estaba muy adelantada en mi embarazo, ya que parecía que Aaron nunca se saciaba de mi, ya que segun el me decia era demasiado perfecto haciendome reir cada vez que me lo recordaba. Nuestros cuerpos siempre encajaban de maravilla y la pasión que sentía por mi esposo no se parecía a nada, ya
Aaron esbozó una media sonrisa torcida mientras me miraba.— Yo aun no me creo que te pidiera a ti, a mi pesadilla personal, que viviera conmigo y se casara conmigo, por aquel entonces fui un capullo integral contigo ¿no te parece? – pregunto— Si, si que lo fuiste, te doy toda la razón — respondí—- No se si algun dia podré disculparme contigo lo suficiente, Rebeca — me dijo Aaron— Pues entonces, yo de ti, dejaría de intentarlo, todo eso ya pertenece al pasado y por mi está olvidado, me gusta más el presente que tenemos ahora tu y yo — le dije entrelazando mis dedos con los de mi esposoAaron levanto mi mano, besándome los nudillos, sin dejar de mirarme— Lo mismo digo mi amor — me contestó– aunque aún nos queda hablar con Clay, ¿no te parece? — preguntó muy serio— Lo sé ¿cuando lo llamarás?, estoy segura de que nos pedirá ir a su casa y hablar delante de toda su familia — conteste– ¿que crees que pasara cuando hables con Clay? — dije— No lo sé, cuando hable con él pensaba que me