Cuando me desperte al dia siguiente, intente levantarme de la cama, pero me fue inutil ya que no podia abrir los ojos, era tal la resaca que tenia, que no me encontraba nada bien, solamente tenía ganas de acercarme al cuarto de baño y poder vaciar mi dolorido estómago. Cuando me giré, sentí el cuerpo caliente y desnudo de Aaron a mi lado fijándome en cómo estaba durmiendo, con uno de sus brazos en su estómago y el otro brazo lo tenia por encima de sus ojos.Trate de levantarme de la cama, pero mi cuerpo aun seguía adormilado por los efectos del alcohol que ingeri la noche anterior, me moví en la cama para levantarme pero escuche como mi esposo se puso a refunfuñar algo de lo que no pude entender, rodeando mi marido mi cintura con su brazo para atraerme hacia su cuerpo— ¿Ya te vas a ir de la cama? ¿me dejas solo? — me preguntó, mirándonos mi marido y yo con mis ojos hinchados por el sueño— Aaron yo, no se que te puedo explicar por lo de anoche, supongo que un lo siento, seria lo mas
Aaron continuo metiendo su dedo dentro de mi, simulando como si me penetrara— Para por favor Aarón – le suplique— No Rebeca, asi no, quiero que me ruegues que me detenga, quiero que te sientas más que sobrepasada por el placer que te estoy dando, que me digas que vas a perder la razón si no hago que te corras — me dijo mi esposo—- Por favor Aaron callate ya, no puedo más — le rogué— ¿Por qué quieres que me detenga? — pregunto— No, ahhh, por favor no pares ahora no — le dije, sintiendo una fuerte corriente que se iba desplazando hacia mi sexoAaron metió un segundo dedo dentro de mi, haciendo que pegara mi cuerpo más a la pared de la ducha, Arquee mi espalda apoyando mi cabeza en el hombro de mi marido mientras sus dedos entraban y salían de mi con fuerza. y fue entonces cuando Aaron me cogió de mi pelo para buscar mis labios, besándome con frenesí y lujuria mientras restregaba su miembro contra mi culo, sintiendo lo duro que estaba y necesitado.— Porfavor Aaron para ya, esto es
Al día siguiente, me levanté yo primero de la cama viendo como dormía Aaron, entré en el cuarto de baño para ducharme, dejando que el agua golpeara mi cuerpo y así me relajaba los músculos tensos que tenía. Una vez que he terminado de ducharme, me tape el cuerpo con una de las toallas que habían volviendo al dormitorio, fijandome de que Aaron ya no estaba en la cama, después de vestirme me marché del dormitorio hacia la cocina ya que necesitaba una buena taza de café caliente.—- Buenos días, qué bien huele el café — dije cuando entre en la cocina, dándome cuenta de la preciosa sonrisa que tenía mi marido en su boca mientras me miraba— Buenos días Rebeca, ya veo que te apetece una buena taza de café — me dijo Elisa— Hola cariño, hoy voy a llegar tarde a la oficina y no creo que ha Clay le haga mucha gracias — me dijo Aaron tomandose seguidamente su cafe— Hoy tienes la visita de los asiáticos en tu despacho y luego la comida con dos de vuestros socios, ¿recuerdas? — le pregunté—- T
Aaron me sujeto de la muñeca tirando de mí hacia el cuarto de baño de los minusválidos, echando el cerrojo cuando entramos. Fijándome en la mirada de lujuria que tenía mi esposo, Aaron atrapó mi boca con desesperación y sin pensarlo, hundiendo su lengua entre mis labios encontrándose con mi lengua a medio camino. Mis manos se enredaron en su nuca arañando su piel mientras mis pechos se oprimían contra su pecho en un intento de tener nuestros cuerpos lo más cerca posible. En dos zancadas Aaron me pego contra el lavabo, sintiendo como su mano subia por mi pierna hasta alcanzar el pequeño triangulo de encaje que cubria mi sexo. Cuando sentí su contacto, arqueé mi espalda dando un pequeño gemido, apartando Aaron la tela de mi tanga lo suficiente para introducirme sus dedos en mi interior, sintiendo que ya me tenía mojada mi marido. Hundio su dedo en mi interior mientras con otro dedo suyo hacia circulos en mi clitoris, haciendo que yo gimiera cada vez mas, bebiendose mis gemidos mi esposo
Los días pasaban demasiado rápidos para mi, ya que no deseaba que mi relación con Aaron acabara, aunque sabía que volvería a ser dueña de mi empresa a parte de ser madre, un regalo especial del que ahora era mi esposo, aunque él me dijera que no lo deseaba, aunque yo sabia que los estabamos forjando un vínculo demasiado fuerte y peligroso al menos para mi.Pero me dolia que no solo habíamos engañado a su familia y a su socio, si no que tambien nos estabamos engañando a nosotros mismos, pero teniamos un contrato firmado y tenia que cumplir con el. Despues de lo que sucedio el dia anterior en el cuarto de baño de aquel restaurante, sabia que lo que necesitaba era alejarme unos dias de Aaron y pensar, en todas las opciones que tenia, ya que mi amor por el era demasiado sincero lo contrario de Aaron que parecia que solo deseaba sexo y mas sexo, asi que deccidida, y aprovechando que Aaron no estaba en casa, cogi una pequeña maleta que tenia, guarde algo de ropa y cosas personales, marchando
Aaron y yo nos quedamos por unos segundos mirándonos, ya que los dos sabíamos que dentro de mi ser, estaba creciendo nuestro hijo, aunque mi esposo seguía negando que fuera suyo. Me quedé mirando a aquel pequeñin sintiendo como si un cuchillo caliente me atravesara mi corazón, ya que yo ya lo amaba aunque no hubiera nacido todavía, pero el sonido del móvil de Aaron me hizo fijarme en la dolorosa realidad. Me fije cuando Aaron sacó su móvil del bolsillo de su pantalón quedándose rígido por un momento y muy serio cuando miro la pantalla para ver quien era el que estaba llamando.— Aaron si son los de la empresa, diles que hoy estás ocupado y que se encarguen ellos de todo, hoy quiero a toda mi familia reunida conmigo, es un dia muy especial — le dijo Lucas— Tranquilo hermanito, voy un momento para saber qué necesitan y enseguida estoy aquí otra vez — respondió Aaron, dándome un beso en mis labios antes de marcharme de aquella habitación.Cuando Aaron se marchó, le puse al pequeño en lo
— Rebeca cariño, ves a ver a Aaron, el otro dia me cruce con su hermano y me dijo que está fatal, por favor mi niña — me dijo Jimy, mientras paseábamos por la calle—- No Jimy lo siento y por favor no insistas mas — respondíLos días fueron pasando y cada vez me costaba más salir a la calle, pero no podía estar sola en la casa, ya que no hacía más que acordarme de Aaron y llorar por cada rincón de la casa su ausencia en mi vida. Un día que necesitaba comprar una cosa que faltaba en la casa, me vestí y me marché a la calle, dirigiéndome a la panadería mientras miraba al suelo, hasta que me tropecé con un hombre.que cuando levanté la vista me fije en quien se trataba, viendo que era Lucas el hermano de Aaron, que se quedó mirando lo grande que ya tenía mi vientre— Hola Rebeca ¿cómo estás? —- me pregunto dándome un beso en la mejilla— Bien gracias ¿y tu bebe? será todo un hombrecito ya ¿verdad?— le dije sonriendo—- ¿Me dejas que te invite a un café y así poder hablar contigo? —- pregu
Con los días mi embarazo ya se notaba bastante, solo me faltaban unas semanas para poder tener a mi bebe en mis brazos. Encontrarme con el hermano de Aaron me alegro mucho, pero tambien comprendi que debia de marcharme de la casa de mi amigo Jimy, porque si Lucas le contaba a Aaron que me había visto, estaba segura de que no tardaría en venir a buscarme y eso era una de las cosas que no me apetecía mucho, asi que pense que cuando mi amigo volviera a su casa tenía que hablar con él para comunicarle que me marchaba de su casa, por ese motivo. Me entretuve durante el día en hacer la comida mientras esperaba a que llegara mi amigo, sorprendiendome él cuando entró en su casa y yo ya estaba preparando la mesa para sentarnos a comer.— Hola mi niña, ¿qué huele tan bien en la cocina? — pregunto Jimy cuando entró en la casa— He hecho para comer lo que más te gusta, anda siéntate que tengo que hablar contigo — le dije sentandonos los dos alrededor de la mesa para comer— ¿Te pasa algo mi cielo