Al dia siguiente teniamos una cena con unos socios de la empresa de Aaron en un lujoso hotel de la ciudad, así que me decidí por un vestido rojo, mirándome en el espejo del dormitorio para ver como me sentaba, ya que fue un regalo de mi esposo, fijándome en cómo ese precioso vestido hacían exuberantes mis curvas femeninas, sonrojandome cuando recordaba como mi marido me miraba con deseo cuando me lo probé en el probador de la tienda.De pronto y sin esperarmelo, escuche como tocaban a la puerta del dormitorio viendo entrar a Elisa.— Estás deslumbrante Rebeca, cuando Aaron te vea se va a quedar asombrado, he venido a decirte que el chofer ya te está esperando en la entrada de la casa — me dijo— Ya estoy lista, gracias Elisa por avisarme — le dije mientras cogía mi bolso de mano, mirándome en el espejo por última vez antes de marcharme de mi dormitorio.Durante el trayecto de mi casa hasta el hotel donde me estaba esperando mi esposo, el chofer puso algo de música suave en el coche, ha
Quise marcharme de su lado ya que me estaba incomodando mucho, pero preferí negándome a seguir hablando con él, por educación sin moverme del sitio— Tu maridito tendrá cosas mejores que hacer supongo, si yo fuera tu esposo nunca te dejaría a solas te lo aseguro, Rebeca ¿sabes con quién está tu esposo ahora mismo? — preguntoLevanté mis brazos, ya que exactamente no tenía ni idea de lo que pasaba y por que mi esposo no estaba conmigo en aquella fiesta— Que inocente eres preciosa, —me dijo Chad sin dejar de mover negativamente su cabeza– me enfada mucho que Aaron no te haya dicho nada, pero supongo que si no te ha contado nada, sus motivos tendrá ¿no te parece? — me dijo, sintiendo que cada vez, estaba más incómoda a su lado— La verdad es, que no se a que se está refiriendo — le dije— Rebeca bonita, ahora mismo tu querido esposo está con su ex mujer — me dijo sonriendo con cierta malicia, quedándome por unos momentos inerte, por la sorpresa ya que nunca me comentó Aaron nada.Me qu
Harta ya de escuchar a esa mujer, me gire sobre mis talones en ese lugar, marchándome de donde estaba hacia donde se encontraba la barra del bar, dándome cuenta de que Chad, estaba mirando con una cierta sonrisa algo sarcástica en su boca, mientras yo retenía mis lágrimas y hacia profundos esfuerzos respiratorios para que no se notara que estaba completamente hundida y humillada. pero por un momento me pude dar cuenta de que esa mujer tenía mucha razón y me había abierto los ojos sobre él que era mi marido. Pensé que tendría que conseguir de cualquier manera dinero para comprarle a Aaron Taylor mi empresa y luego me alejaría todo lo que pudiera de mi marido y de todo el mundo que le rodeaba. Una vez que ya llegue a la barra, me apoye con mis brazos en ella, pidiéndole al camarero una copa de vino.— Has vuelto a mi lado, preciosa — me dijo Chad con una sonrisa en su boca— Así es y ahora necesito saber todo lo que me tienes que contar de Aaron Taylor — le dije con mi voz cortada, tomá
Aaron me ayudo a sentarme en una silla sin dejar de mirarme, esperando a que los demás invitados se sentaran con nosotros en aquella mesa, ya que era una cena demasiado importante para Aaron y todos los invitados que asistieron a la fiesta, ya que mi marido tenía que hablar y convencer a unos clientes asiáticos que tenían millones y con los que mi esposo contaba sabiendo que Clay estaria mucho mas contento con el.— ¿Qué te pasa? parece que estás enfadada conmigo Rebeca cariño — me dijo Aaron— Si lo estoy, déjame en paz — le respondí— ¿Y se puede saber porque estas enfadada conmigo? — pregunto Aaron aun con su ceño fruncido, aunque no quise mirarlo ya que me empezaba a caer alguna que otra lágrima por mis mejillas— Rebeca por favor mírame, cariño — me dijo Aaron cogiendo mi mano que la tenía apoyada encima de aquella mesa—- ¿Estás enfadada porque no estaba aquí cuando tu has llegado? tenía un asunto muy importante — me dijo— Ah si, ¿no sería con tu ex mujer por ejemplo, que tení
Amanda se acercó a mi marido muy seductoramente sin dejar de sonreír— No hace falta que disimules delante de esta niñata mi amor, los dos sabemos que aun nos amamos y lo que sentimos el uno por el otro — le dijo a Aaron, mientras le acariciaba a él sus mejillas con sus dedos, hablando con cierta sensualidad— Ya esta bien, vamonos de aqui Rebeca — le dijo Aaron acercándonos hasta donde estaban Lucas el hermano de mi marido y su esposa— Eso marchate, pero dile a la pobre muchacha cómo te has arrastrado por volver a conquistarme todo este tiempo, cuéntale a tu nueva muñeca lo que en realidad soy yo para ti — dijo aquella mujerAaron y yo nos marchamos de aquel hotel, cuando ya estabamos fuera, me separé de Aaron ya que tenía ganas de llorar por la humillación que acababa de recibir por parte de la ex de mi esposo. Sintiendo a los pocos segundos los brazos de Aaron rodearon mi cuerpo cargandolo, en su hombro como si de un saco de patatas se tratara, aunque luche con él por soltarme de
Cuando me desperte al dia siguiente, intente levantarme de la cama, pero me fue inutil ya que no podia abrir los ojos, era tal la resaca que tenia, que no me encontraba nada bien, solamente tenía ganas de acercarme al cuarto de baño y poder vaciar mi dolorido estómago. Cuando me giré, sentí el cuerpo caliente y desnudo de Aaron a mi lado fijándome en cómo estaba durmiendo, con uno de sus brazos en su estómago y el otro brazo lo tenia por encima de sus ojos.Trate de levantarme de la cama, pero mi cuerpo aun seguía adormilado por los efectos del alcohol que ingeri la noche anterior, me moví en la cama para levantarme pero escuche como mi esposo se puso a refunfuñar algo de lo que no pude entender, rodeando mi marido mi cintura con su brazo para atraerme hacia su cuerpo— ¿Ya te vas a ir de la cama? ¿me dejas solo? — me preguntó, mirándonos mi marido y yo con mis ojos hinchados por el sueño— Aaron yo, no se que te puedo explicar por lo de anoche, supongo que un lo siento, seria lo mas
Aaron continuo metiendo su dedo dentro de mi, simulando como si me penetrara— Para por favor Aarón – le suplique— No Rebeca, asi no, quiero que me ruegues que me detenga, quiero que te sientas más que sobrepasada por el placer que te estoy dando, que me digas que vas a perder la razón si no hago que te corras — me dijo mi esposo—- Por favor Aaron callate ya, no puedo más — le rogué— ¿Por qué quieres que me detenga? — pregunto— No, ahhh, por favor no pares ahora no — le dije, sintiendo una fuerte corriente que se iba desplazando hacia mi sexoAaron metió un segundo dedo dentro de mi, haciendo que pegara mi cuerpo más a la pared de la ducha, Arquee mi espalda apoyando mi cabeza en el hombro de mi marido mientras sus dedos entraban y salían de mi con fuerza. y fue entonces cuando Aaron me cogió de mi pelo para buscar mis labios, besándome con frenesí y lujuria mientras restregaba su miembro contra mi culo, sintiendo lo duro que estaba y necesitado.— Porfavor Aaron para ya, esto es
Al día siguiente, me levanté yo primero de la cama viendo como dormía Aaron, entré en el cuarto de baño para ducharme, dejando que el agua golpeara mi cuerpo y así me relajaba los músculos tensos que tenía. Una vez que he terminado de ducharme, me tape el cuerpo con una de las toallas que habían volviendo al dormitorio, fijandome de que Aaron ya no estaba en la cama, después de vestirme me marché del dormitorio hacia la cocina ya que necesitaba una buena taza de café caliente.—- Buenos días, qué bien huele el café — dije cuando entre en la cocina, dándome cuenta de la preciosa sonrisa que tenía mi marido en su boca mientras me miraba— Buenos días Rebeca, ya veo que te apetece una buena taza de café — me dijo Elisa— Hola cariño, hoy voy a llegar tarde a la oficina y no creo que ha Clay le haga mucha gracias — me dijo Aaron tomandose seguidamente su cafe— Hoy tienes la visita de los asiáticos en tu despacho y luego la comida con dos de vuestros socios, ¿recuerdas? — le pregunté—- T