Casi todas las noches cenábamos Rebeca y yo, dándome cuenta de que le hablaba de mi dia, compartiendo con ella mis proyectos en la empresa donde estaba trabajando con Clay, ofreciendo mi esposa algún consejo o alguna cosa de la que a mi jamas se me habría ocurrido, A partir de aquella noche que hicimos el amor con tanta pasión, ya no me quedaba en mi despacho, cogia el portatil sentandome al lado de mi mujer en el sofa del salon con él y trabaja mientras Rebeca veía la televisión o leía un libro, me gustaba la silenciosa compañía de mi mujer. Hubo varias ocasiones en que invitamos a Kristy y a su esposo a cenar en nuestra casa junto con Jimy el amigo de mi mujer, aunque algunas veces después de cenar, nos quedamos hablando hasta altas horas de la noche. En mi despacho estuve concentrado en uno de los documentos que tenía que revisar, ya que el cliente estaba muy contento por el entusiasmo que le puso Clay, aunque todavía estabamos elaborando distintos conceptos de su propuesta, tuve
Al día siguiente cuando me desperté, Aaron me tenia envuelta con sus brazos y con sus piernas, ya que cada centímetro de su cuerpo envolvió el mío, teniendo una de sus manos enredado en mi pelo y su otra mano pegada a mi cuerpo, teniendo nuestras piernas entrelazadas, clavandome su erección en mi culo. Me enterró la cara en mi cuello haciéndome notar su respiración, erizando mi piel. Intenté apartarme de su brazos, pero me fue totalmente imposible. Aaron empezó a besar mi cuello, haciendo que me estremeciera, recorriendome Aaron seguidamente mi espalda haciendo que la arqueara, teniendo que pegar mi culo todavía más a su miembro erecto—- Quédate un poco mas Rebeca, por favor — me dijo mi esposo—- Sueltame Aaron, necesito levantarme — le supliqueAaron me dio la vuelta pegando su boca a la mía, besándome con brusquedad y con la necesidad de sentir mis labios contra los suyos, acariciándome con su lengua recorriendo la comisura de mis labios, atormentándome ya que yo también lo deseab
Después de salir de la consulta del médico, Kristy y yo nos fuimos de compras como ya habíamos quedado el dia anterior, siendo una deliciosa mañana la que pase con mi amiga, ya que nos reímos y disfrutamos mucho, cuando llegó la hora de comer, nos marchamos a uno de los restaurantes que había en el centro de la ciudad. Entramos en el local sentándonos en una mesa que había al fondo del local, acercándose uno de los camareros que allí trabajaban a nuestra mesa, para que le dijéramos que deseábamos comer. Estabamos comiendo Kristy y yo animadamente cuando de pronto vi que la mirada de ella se quedó fijó en la entrada del restaurante, ya que mi amiga estaba sentada justo de frente a la puerta del restaurante, me gire para ver qué es lo que estaba mirando, cuando de pronto me di cuenta de que Aaron entraba con la misma mujer que se acercó a nosotros aquel dia en aquel restaurante donde Aaron y yo estabamos comiendo tranquilamente— Ese es tu esposo — me dijo Kristy— Si, estará con alguna
Una vez que regrese a la mesa donde estaba mi amiga Kristy sentada, me pude fijar en que mi esposo ya no estaba con esa mujer, me senté en mi silla, dándome cuenta de que mi amiga no dejaba de mirarme— Aaron y esa mujer se han marchado hace unos minutos, pero primero ha venido él a saludarme ¿estas bien, Rebeca? — me pregunto— Si gracias, solo estoy un poco inestable, pero todo está bien, tranquila — le respondíDespués de pagar nuestra consumición al camarero, Kristy y yo nos levantamos de nuestras sillas, marchandonos de aquel restaurante hacia su vehículo, subiendo las dos para dirigirnos a mi casa. Una vez que ya llegamos y bajamos del coche de mi amiga, Kristy abrió el maletero de su coche para que yo recogiera las bolsas de la compra que había hecho, me despedí de mi amiga marchando hacia la puerta de mi casa, cuando entre Elisa me ayudo con las bolsas que yo llevaba en mis manos, acercándome después al despacho de Aaron para ver si él ya había llegado a casa. Estando en la pu
Me eche por un momento a reír, sin apartar nuestras miradas— No te estoy analizando Aaron, solo estoy ahora tratando de entenderte, solamente eso — respondí— No firmaste un contrato conmigo para que me digas que entiendes mis posturas Rebeca, lo firmamos porque yo necesitaba que representarás el papel de esposa y conseguir ser socio de Clay Wilson, solamente — me dijo— ¿No te cansas Aaron — grite levantándome del sofá— de las mentiras, de los engaños, de decir cosas que luego resultan ser falsas? Yo estoy fingiendo aunque en parte es real, que soy tu esposa, pero ahora las cosas están marchando a mayores, ya no reconozco quien soy y que soy para ti — le grite sin dejar de mirarnos— El contrato fue un medio para conseguir mi fin — me respondió sin dejar de comerse sus malditas tortitas— Creo que en eso te equivocas Aaron, la gente que nos conoce si se llegara a enterar de tu engaño ¿no crees que sufrirán por nuestras mentiras? —- pregunte— ¿Qué sabes tú de lo que es sufrir?, Clay
Quería dormir y así olvidarme de lo que me había dicho Aaron, así que en la oscuridad de aquel dormitorio, me gire dándole la espalda a aquel hombre que con tanta ilusión yo lo llamaba mi esposo, poniendo mis manos en mi vientre, sintiendo el aliento de aquel que era mi marido y que yo tanto amaba en mi cuello.— Rebeca — lo escuche decir— ¿Qué? — pregunte, intentando que no se me notara que estaba llorando en silencio—- Se perfectamente que eres muchísimo mejor persona que yo, pero lo que no esperaba cuando firmamos el contrato es que Clay y su familia formaran parte de nuestra vida también, aunque se que ya no podemos hacer nada, quiero decirte que no puedo cambiar mi forma de ver las cosas, pero sí que sé, que hay algo en lo que te equivocas —- me dijo—- ¿En que, Aaron? — volví a preguntar, sintiendo como mi esposo me ponía su mano en mi barbilla, acercando su rostro al mío— Me arrepiento y mucho de haber sido algo cruel contigo porque creo que eres muy valiente por acceder a t
Estaba sentada tranquilamente en el sofá leyendo un libro, cuando de pronto me acordé que en el dormitorio había una caja con precinto y que cada vez que abría aquel vestidor quería mirar qué había dentro de aquella caja y como estaba segura de que Aaron tardaría en volver a nuestra casa, me dedici en investigar un poco por mi cuenta. Me levanté del sofá decidida a ir al dormitorio y ver que había en esa caja misteriosa, pero cuando por fin ya la tenia en mis manos, me gire viendo a mi marido apoyado en el marco de la puerta del dormitorio— Hola ¿qué haces con esa caja? — me pregunto— ¿Qué hay aquí dentro? — le pregunté— Cosas personales de mis padres y fotos digitales, solo eso — me respondió— Vale, gracias y perdon por ser tan curiosa — le respondí, dejando la caja otra vez donde la había cogido— Anda vamos al salon que tengo que hablar contigo — me dijo— ¿Qué pasa? es algo bueno ¿no? — pregunteCuando llegamos al salon, nos sentamos los dos en el sofá mirándonos los dos fijam
Al día siguiente cuando me desperté, me giré en la cama dándome cuenta de que estaba sola, me levanté y me dirigí hacia el cuarto de baño para ducharme, una vez que termine, me sequé el pelo con la toalla y rodeando mi cuerpo con otra toalla regrese al dormitorio para vestirme bajando después a la cocina para desayunar, donde pude ver a mi esposo, sentado en una de las sillas que habían rodeando la encimera tomando su taza de cafe— Buenos días — le dije a mi marido y a Elisa que estaba haciendo tortitas— ¿Has dormido bien? — me pregunto Aaron, cogiendo mi mano para acercarme a su cuerpo— La verdad que si, te echado estos días que no has estado en casa de menos — conteste—- Rebeca ¿quieres tortitas con el cafe? — me pregunto Elisa— Si por favor y bien Aaron ¿me vas a contar lo que sucede en tu viaje con Clay? — le pregunté a mi esposo— Vamos al salon y te cuento todo lo que quieras — me dijo Aaron levantándose de su silla y cogiendo mi mano, nos fuimos los dos hacia el salón, s