La cena fue tranquila, en la terraza de aquel restaurante habían puesto una mesa grande con una mantelería preciosa, poniendo también velas encima, donde el fuego se podía ver que se movían con la brisa del mar. Cuando llegamos la anfitriona nos sonrió al vernos llegar abrazándome con fuerza primero a mi mientras Clay le daba unas cuantas palmadas en la espalda a mi marido en modo de felicitación, siendo después felicitados por Kristy la hija de Clay y su esposo, viendo como se apartaba un poco de ellos Aaron, para acercarse a donde yo estaba cogiéndome la mano. La cena esa noche fue de platos muy distintos dejando correr todo el champán que podíamos beber, pero me pude dar cuenta de que Aaron no dejo de que se le fuera la mano con la bebida. Lo que más nerviosa me puso fue que la esposa de Clay y su hija Kristy, no dejaban de hacernos fotos, tanto Aaron como a mi, y claro a ellas y a sus esposos, aplaudiendo y gritando que nos besaramos, teniendo por unos momentos mi esposo y yo que
Estabamos mi marido y yo sentados en el sofá del salón, solamente con nuestras tazas de café en nuestras manos, cuando de pronto me picó algo la curiosidad, necesitaba saber porqué era tan importante para Aaron ese bebe que no dejaba de pedirme, así que hice un par de respiraciones fuertes y al final me atreví a preguntarle. — Aaron quiero saber algo de ti que nunca me he atrevido a preguntarte, pero quisiera que me lo contaras, como tu esposa que soy, creo que me lo debes — le dije, viendo en el rostro de mi marido su cara de sorpresa mirándome — ¿Qué quieres saber de mi? — pregunto — Pues ¿por qué es tan importante para ti, que yo te dé un heredero? — pregunte Aaron dejó la taza de café en la mesita, levantándose de pronto del sofá, escuchando cómo reía a carcajadas secas y amargas, quedando esta vez yo mas sorprendida — Mi abuelo lo dejó estipulado en su testamento, si seguía siendo el playboy que era, mi empresa pasaría a otras manos y yo nunca podría tocar el dinero que me pe
El viernes cuando le dije a mi asistente las obligaciones que yo deseaba que tuviera, ella me sorprendió con otra lista ya que los asistentes personales de Clay eran totalmente diferentes a las que estaba acostumbrado a tener en mi oficina ya que el deber de una asistente era, ofrecer apoyo a su jefe, tener organización con todos los documentos y en alguna ocasión traerme el café si se lo pedía, aunque me dejó muy claro que no estaba conmigo para servirme si no para todo lo contrario. Pero si tuvo la amabilidad de decirme donde se encontraba la enorme sala de descanso del personal de la empresa, donde estaba la maquina de cafe como también me enseño donde tenían los aseos. Después de trabajar, regrese a mi casa contándole a mi esposa lo sucedido en la empresa de Clay, viendo como se estaba riendo con una sonrisa contagiosa haciendo que me enfadara algo con ella, porque para mi no tenia ninguna gracia, ya que estaba acostumbrado a ser yo el que dijera que se tenía que hacer y quien deb
Casi todas las noches cenábamos Rebeca y yo, dándome cuenta de que le hablaba de mi dia, compartiendo con ella mis proyectos en la empresa donde estaba trabajando con Clay, ofreciendo mi esposa algún consejo o alguna cosa de la que a mi jamas se me habría ocurrido, A partir de aquella noche que hicimos el amor con tanta pasión, ya no me quedaba en mi despacho, cogia el portatil sentandome al lado de mi mujer en el sofa del salon con él y trabaja mientras Rebeca veía la televisión o leía un libro, me gustaba la silenciosa compañía de mi mujer. Hubo varias ocasiones en que invitamos a Kristy y a su esposo a cenar en nuestra casa junto con Jimy el amigo de mi mujer, aunque algunas veces después de cenar, nos quedamos hablando hasta altas horas de la noche. En mi despacho estuve concentrado en uno de los documentos que tenía que revisar, ya que el cliente estaba muy contento por el entusiasmo que le puso Clay, aunque todavía estabamos elaborando distintos conceptos de su propuesta, tuve
Al día siguiente cuando me desperté, Aaron me tenia envuelta con sus brazos y con sus piernas, ya que cada centímetro de su cuerpo envolvió el mío, teniendo una de sus manos enredado en mi pelo y su otra mano pegada a mi cuerpo, teniendo nuestras piernas entrelazadas, clavandome su erección en mi culo. Me enterró la cara en mi cuello haciéndome notar su respiración, erizando mi piel. Intenté apartarme de su brazos, pero me fue totalmente imposible. Aaron empezó a besar mi cuello, haciendo que me estremeciera, recorriendome Aaron seguidamente mi espalda haciendo que la arqueara, teniendo que pegar mi culo todavía más a su miembro erecto—- Quédate un poco mas Rebeca, por favor — me dijo mi esposo—- Sueltame Aaron, necesito levantarme — le supliqueAaron me dio la vuelta pegando su boca a la mía, besándome con brusquedad y con la necesidad de sentir mis labios contra los suyos, acariciándome con su lengua recorriendo la comisura de mis labios, atormentándome ya que yo también lo deseab
Después de salir de la consulta del médico, Kristy y yo nos fuimos de compras como ya habíamos quedado el dia anterior, siendo una deliciosa mañana la que pase con mi amiga, ya que nos reímos y disfrutamos mucho, cuando llegó la hora de comer, nos marchamos a uno de los restaurantes que había en el centro de la ciudad. Entramos en el local sentándonos en una mesa que había al fondo del local, acercándose uno de los camareros que allí trabajaban a nuestra mesa, para que le dijéramos que deseábamos comer. Estabamos comiendo Kristy y yo animadamente cuando de pronto vi que la mirada de ella se quedó fijó en la entrada del restaurante, ya que mi amiga estaba sentada justo de frente a la puerta del restaurante, me gire para ver qué es lo que estaba mirando, cuando de pronto me di cuenta de que Aaron entraba con la misma mujer que se acercó a nosotros aquel dia en aquel restaurante donde Aaron y yo estabamos comiendo tranquilamente— Ese es tu esposo — me dijo Kristy— Si, estará con alguna
Una vez que regrese a la mesa donde estaba mi amiga Kristy sentada, me pude fijar en que mi esposo ya no estaba con esa mujer, me senté en mi silla, dándome cuenta de que mi amiga no dejaba de mirarme— Aaron y esa mujer se han marchado hace unos minutos, pero primero ha venido él a saludarme ¿estas bien, Rebeca? — me pregunto— Si gracias, solo estoy un poco inestable, pero todo está bien, tranquila — le respondíDespués de pagar nuestra consumición al camarero, Kristy y yo nos levantamos de nuestras sillas, marchandonos de aquel restaurante hacia su vehículo, subiendo las dos para dirigirnos a mi casa. Una vez que ya llegamos y bajamos del coche de mi amiga, Kristy abrió el maletero de su coche para que yo recogiera las bolsas de la compra que había hecho, me despedí de mi amiga marchando hacia la puerta de mi casa, cuando entre Elisa me ayudo con las bolsas que yo llevaba en mis manos, acercándome después al despacho de Aaron para ver si él ya había llegado a casa. Estando en la pu
Me eche por un momento a reír, sin apartar nuestras miradas— No te estoy analizando Aaron, solo estoy ahora tratando de entenderte, solamente eso — respondí— No firmaste un contrato conmigo para que me digas que entiendes mis posturas Rebeca, lo firmamos porque yo necesitaba que representarás el papel de esposa y conseguir ser socio de Clay Wilson, solamente — me dijo— ¿No te cansas Aaron — grite levantándome del sofá— de las mentiras, de los engaños, de decir cosas que luego resultan ser falsas? Yo estoy fingiendo aunque en parte es real, que soy tu esposa, pero ahora las cosas están marchando a mayores, ya no reconozco quien soy y que soy para ti — le grite sin dejar de mirarnos— El contrato fue un medio para conseguir mi fin — me respondió sin dejar de comerse sus malditas tortitas— Creo que en eso te equivocas Aaron, la gente que nos conoce si se llegara a enterar de tu engaño ¿no crees que sufrirán por nuestras mentiras? —- pregunte— ¿Qué sabes tú de lo que es sufrir?, Clay