Ninguno de los dos estabamos preparados para ese despliegue de pasión y ese deseo inminente por estar los dos solos y no rodeados de tanta gente mientras nos demostrabamos nuestro deseo. Aaron se apartó de pronto de mi, dándonos cuenta de cómo Kristy y su esposo nos miraban con cara de sorpresa, Cuando mi esposo se apartó de mí, casi me caigo, pero el fue mas rapido cogiéndome de la cintura con su brazo antes de caerme. Nos quedamos mirándonos los dos, sintiendo como tenía mis mejillas sonrojadas de vergüenza, dándome cuenta de como Aaron me miraba con una especie de sonrisa burlona— Cariño, creo que debemos marcharnos — me dijo mi marido— Estoy de acuerdo contigo — fue lo único que pude expresar— No, de eso nada, vosotros dos no vais a marcharos —nos dijo Kristy– mi madre y yo no hemos terminado de hablar con tu esposa y además Rebeca, no se ha comprometido con nada de lo que le hemos dicho, y juraría que nos estáis ocultando algo — termino de decirnos Kristy— Esta bien, no te po
Al día siguiente me desperté algo confundido, ya que tardé un buen rato en darme cuenta de donde estaba, porque estaba acostado y vestido en el sofá de mi salón. Me senté sujetándome la cabeza, pues me dolía como los demonios, pensando en que en parte me lo merecía, aunque no dejaba de ser una mierda la manera en que me desperté. Con cuidado fui abriendo los ojos sorprendiéndome cuando vi encima de la mesita que tenía enfrente de mi, una botella de agua y dos pastillas, las cogí bebiéndome seguidamente toda la botella de agua, ya que tenía la boca bastante seca por culpa del alcohol que me bebí, pero lo que mas me impresiono fue cuando me levanté del sofá, ya que estaba cubierto con una manta, cayendo esta al suelo cuando me levante, al coger la manta del suelo, fue como un reflejo para mi, acordandome más o menos de lo que anoche pasó con Rebeca. Acordándome de que cuando ella se marchó del salón muy enfadada, cogí la botella de whisky, bebiendo hasta que conseguí acabar con el líqui
Clay se puso después de felicitarme en pie levantándome yo de mi sillón también, tendiendome el la mano mientras me sonreía, aunque yo sabía que mi cara era un poema, ya que no me acordaba si lo que Clay me dijo era cierto o no, sobre que iba a ser padre, ya que no me acordaba si Rebeca al final me confirmó su estado — Felicidades Aaron, ojala la bendición que viene en camino, os haga a los dos tan felices como nos pasó a mi esposa y a mi cuando tuvimos a nuestra hija Kristy —- me dijo Clay— Gracias — le dije estrechando también su manoClay se marchó seguidamente de mi despacho mientras yo lo miraba fijamente, ya que después de lo bebí la noche anterior no tenía muy claro, de que Rebeca fuera a volver a hablarme ya que se marchó de mi casa antes que yo y cuando la llame, no conseguí que me contestara a mis llamadas.Me senté en el sillón y seguí mirando los documentos con mi ordenador encendido, para buscar el numero de telefono de Jimy el amigo de Rebeca, ya que necesitaba verla c
La cena fue tranquila, en la terraza de aquel restaurante habían puesto una mesa grande con una mantelería preciosa, poniendo también velas encima, donde el fuego se podía ver que se movían con la brisa del mar. Cuando llegamos la anfitriona nos sonrió al vernos llegar abrazándome con fuerza primero a mi mientras Clay le daba unas cuantas palmadas en la espalda a mi marido en modo de felicitación, siendo después felicitados por Kristy la hija de Clay y su esposo, viendo como se apartaba un poco de ellos Aaron, para acercarse a donde yo estaba cogiéndome la mano. La cena esa noche fue de platos muy distintos dejando correr todo el champán que podíamos beber, pero me pude dar cuenta de que Aaron no dejo de que se le fuera la mano con la bebida. Lo que más nerviosa me puso fue que la esposa de Clay y su hija Kristy, no dejaban de hacernos fotos, tanto Aaron como a mi, y claro a ellas y a sus esposos, aplaudiendo y gritando que nos besaramos, teniendo por unos momentos mi esposo y yo que
Estabamos mi marido y yo sentados en el sofá del salón, solamente con nuestras tazas de café en nuestras manos, cuando de pronto me picó algo la curiosidad, necesitaba saber porqué era tan importante para Aaron ese bebe que no dejaba de pedirme, así que hice un par de respiraciones fuertes y al final me atreví a preguntarle. — Aaron quiero saber algo de ti que nunca me he atrevido a preguntarte, pero quisiera que me lo contaras, como tu esposa que soy, creo que me lo debes — le dije, viendo en el rostro de mi marido su cara de sorpresa mirándome — ¿Qué quieres saber de mi? — pregunto — Pues ¿por qué es tan importante para ti, que yo te dé un heredero? — pregunte Aaron dejó la taza de café en la mesita, levantándose de pronto del sofá, escuchando cómo reía a carcajadas secas y amargas, quedando esta vez yo mas sorprendida — Mi abuelo lo dejó estipulado en su testamento, si seguía siendo el playboy que era, mi empresa pasaría a otras manos y yo nunca podría tocar el dinero que me pe
El viernes cuando le dije a mi asistente las obligaciones que yo deseaba que tuviera, ella me sorprendió con otra lista ya que los asistentes personales de Clay eran totalmente diferentes a las que estaba acostumbrado a tener en mi oficina ya que el deber de una asistente era, ofrecer apoyo a su jefe, tener organización con todos los documentos y en alguna ocasión traerme el café si se lo pedía, aunque me dejó muy claro que no estaba conmigo para servirme si no para todo lo contrario. Pero si tuvo la amabilidad de decirme donde se encontraba la enorme sala de descanso del personal de la empresa, donde estaba la maquina de cafe como también me enseño donde tenían los aseos. Después de trabajar, regrese a mi casa contándole a mi esposa lo sucedido en la empresa de Clay, viendo como se estaba riendo con una sonrisa contagiosa haciendo que me enfadara algo con ella, porque para mi no tenia ninguna gracia, ya que estaba acostumbrado a ser yo el que dijera que se tenía que hacer y quien deb
Casi todas las noches cenábamos Rebeca y yo, dándome cuenta de que le hablaba de mi dia, compartiendo con ella mis proyectos en la empresa donde estaba trabajando con Clay, ofreciendo mi esposa algún consejo o alguna cosa de la que a mi jamas se me habría ocurrido, A partir de aquella noche que hicimos el amor con tanta pasión, ya no me quedaba en mi despacho, cogia el portatil sentandome al lado de mi mujer en el sofa del salon con él y trabaja mientras Rebeca veía la televisión o leía un libro, me gustaba la silenciosa compañía de mi mujer. Hubo varias ocasiones en que invitamos a Kristy y a su esposo a cenar en nuestra casa junto con Jimy el amigo de mi mujer, aunque algunas veces después de cenar, nos quedamos hablando hasta altas horas de la noche. En mi despacho estuve concentrado en uno de los documentos que tenía que revisar, ya que el cliente estaba muy contento por el entusiasmo que le puso Clay, aunque todavía estabamos elaborando distintos conceptos de su propuesta, tuve
Al día siguiente cuando me desperté, Aaron me tenia envuelta con sus brazos y con sus piernas, ya que cada centímetro de su cuerpo envolvió el mío, teniendo una de sus manos enredado en mi pelo y su otra mano pegada a mi cuerpo, teniendo nuestras piernas entrelazadas, clavandome su erección en mi culo. Me enterró la cara en mi cuello haciéndome notar su respiración, erizando mi piel. Intenté apartarme de su brazos, pero me fue totalmente imposible. Aaron empezó a besar mi cuello, haciendo que me estremeciera, recorriendome Aaron seguidamente mi espalda haciendo que la arqueara, teniendo que pegar mi culo todavía más a su miembro erecto—- Quédate un poco mas Rebeca, por favor — me dijo mi esposo—- Sueltame Aaron, necesito levantarme — le supliqueAaron me dio la vuelta pegando su boca a la mía, besándome con brusquedad y con la necesidad de sentir mis labios contra los suyos, acariciándome con su lengua recorriendo la comisura de mis labios, atormentándome ya que yo también lo deseab