Hicraros

El solar iluminaba en todo su esplendor el lugar, no había duda que todo parecía estar en completa paz, por lo menos para todos los que se encontraba realizando sus vidas  como si nada, como si no hubiese una guerra y como si  aquel ser asqueroso no hubiese asesinado a su solunar, para Elek todos las bendiciones de los dioses no eran más que molestas, no podía creer que debía seguir con ello con normalidad, solo por el hecho de que debía comportarse como el rey que se suponía que era, debía actuar como lo esperan todos, observo hacia la derecha de su cama y logro asustarse un poco pues no supo en que momento aquella había llegado a su lado y como había tenido la osadía de irrumpir en sus aposentos.

--Mi rey vuelve a dormir… hoy los entrenamientos son hasta más tarde…--la chica dijo aquello en un quejido, lo que no le dio mayor importanci