--Mi señor… por favor espere, no puede simplemente partir a la guerra, necesitamos a nuestro rey en Hicraros, necesitamos saber que usted nos dará el reguardo rey Elek… además usted aún está en medio de los cuarenta lunares con su heret…--Elek, quien ahora poseía su armadura y parecía estar dispuesto a partir, mientras su ejército, junto con el ejército dragón y parte de shawares guerreras esperaban por el rey, quien había indicado partir hacia Atemira y luego a las profundidades de Esturian, en donde se decía que había una gran parte de arcaicos preparados para la guerra.

--¿No ve por qué no puedo marcharme? Colín se hará cargo de todo lo que se supone que de hacer…--el príncipe abrió sus ojos grandemente sobre todo al ver la mirada furibunda que le había enviado la heret quien se encontraba allí de pie