Aquella tarde, sobre las ocho, Sunset salía corriendo de la casa para recibir a Mía, vestida con un mono blanco ajustado de tirantes, hasta las rodillas.-Sunset! - los dos se saludaron como habitualmente lo habían hecho, bajo la atenta mirada de Hugo, quien jamás imaginó a Mía sintiendo aquel amor un perro. - vamos a pasear bajo el amanecer? Quieres?si?- saco una galleta de su bolsillo y caminaron juntos hacia la playa.-Puedo unirme a vosotros? - Mía dudo -No hay problema, pregúntale a tu novia, igual le molesta - Hugo sonrió, igual de cínica que siempre. Al acercarse a ella por detrás, observó algo que le llamó la atención sorprendentemente, Mía llevaba un tatuaje en la espalda, el árbol de la vida en negro y rojo.- el paseo fue amenizado por un silencio inexpresivo.-El silencio siempre ha sido una de tus mejores cualidades. - dijo Hugo para romper el hielo.-Os ha gustado la casa?-Es perfecta!- ha valido la pena vender el apartamento -sigues con el estudio?-No, tuve
-No crees que estás bebiendo demasiado?- preguntó Hugo , ella tomó otra copa y bebió a su Salud. -Que eres mi padre?-No, soy tu amigo-Amigo dice, los amigos no abandonan ni traicionan - dijo con un tono demasiado alto - algunos invitados se giraron a mirarlos-Estoy aquí no? He vuelto …-Acompañado, el gran Hugo, siempre en compañía de una bella mujer- sonrió sarcástica - Lina se acercó a ella -Mía, acompáñame no es el momento …-Nunca es el momento, el título de mi vida, A Mía nunca le llega el momento y cuando le llega … la abandonan.-Oye mira, no permito que sigas acusándome de algo que tú misma pediste en un cruel mensaje de móvil - exclamo Hugo ya enfurecido -Ese mensaje lo envió Mat poco antes de morir - dijo sarcástica brindando por el hombre que había arruinado su vida, bebió la copa de un trago y salió de la casa dispuesta a coger su coche y marcharse.- Hugo aturdido, miró a Gina y Lina, dispuesto a seguir a Mía, Cloe le detuvo. No entendía como todos habían p
-En serio? No era una pregunta, Son las cuatro de la mañana, vas vestida con unas mallas y un tutu rosa, el apartamento está a diez kilómetros y solo hay ocho grados en la calle.-He dicho que voy a andando- dijo rotunda.-Bien, iremos andando -Iré sola - comenzó andar -No no irás sola - Mía le miró, conocía esa mirada, y ese tono de voz, serio y enfadado- Ella recapacitó, si la iba acompañar mejor ir en coche, tardarían menos de cinco minutos, en cambio andando, sería más de una hora caminando con Hugo a su lado, y eso no le apetecía para nada.-Mejor vamos en coche, - subieron al todoterreno de el, Hugo encendió la calefacción, Mía se acomodó en el asiento, el cansancio empezaba a notarse en su cuerpo. -Tenemos una conversación pendiente, Mía, la otra noche, cuando ….-Déjalo! Querías repuestas, ya las tienes, listo.- cerro los ojos, para no mirarlo.-Necesito explicarte, porque me fui del apartamento yo… -Te equivocas, no me debes ninguna explicación, no soy ni tu muje
Mia Aparco la camioneta frente a la casa, ya estaba anocheciendo, cogió una linterna de la guantera, y después de bajar del vehículo, comenzó a buscar a Sunset, conocía bien la zona, y al perro, deseo poder encontrarlo pronto. Después de buscar durante una hora, localizó a Sunset a dos kilómetros de la casa, recostado bajo un árbol. Al acercarse a él, vio que estaba herido en su pata derecha. Pensó fríamente, y decidió volver corriendo a buscar la camioneta, regresó a por el perro, puso rumbo al veterinario. Durante el trayecto llamó a Hugo.-Mía!-Hola, lo he encontrado, lo llevo al veterinario, tiene una herida en la pierna, y está algo desnutrido. Imagino que lleva casi un día sin comer. -Te veo en el veterinario. -No! Hugo, está bien, solo es un perro, un perro, debes quedarte hay.-Esta bien. -Escucha, se que te dije que no me quedaría en la casa, pero es mejor para Sunset este allí, y no en el apartamento.-Por supuesto! Llámame cuando estés de vuelta. Cuando Mía r
Al pasar junto a la mesa Hugo saludo a las chicas con un beso en la mejilla, Cloe le imitó. -que casualidad! Venís a cenar también?- preguntó Lina -Si - respondió Cloe-Será mejor que nos sentemos - se apresuró Hugo a decir- nos vemos chicas- se despidieron -Os digo una cosa, y que me perdone Rober, no sé si soy yo o las hormonas, pero habéis visto a Hugo?que músculos!está claro que este último año ha entrenado duro, Yo me perdería en esa melena-Lina! - gritó Gina-Que? No soy la única que lo piensa, mira Mía - quién no dejaba de mirar a Hugo, los vaqueros negros y la camiseta gris hacían resaltar su musculatura- El cabron sigue mirándote igual! Nena mírame! Quiero follarte aquí y ahora!-Lina! - gritó Mía-Conmigo no te hagas la monja, que tú le miras igualito. Espera! Serás zorra! Habéis vuelto?-No -Habéis follado?-Que no! Solo … nos besamos -Que?cuando?donde?como?- preguntaron las dos amigas al unísono -Esta mañana, en su casa, me quedé a dormir a noche cuan
Las dos próximas semanas tanto Mía como Hugo se centraron en el trabajo. Varios mensajes de whatsap fue lo único que les mantuvo en contacto esporádico. La primera en dar el paso fue Mía, que una mañana se levantó más nostálgica de lo habitual. Cogió su móvil y tecleó: -Buenos días - borró, demasiado formal.- hola, hace días que no me paso a ver a Sunset, que tal está?, envío. Dos minutos después llegó la respuesta -Hola, bien, cuando te hecha de menos coge la manta que le trajiste y se echa la siesta en el sofá. -Que rico! Un día de estos me paso a verle. Por cierto, como va el libro? -Nos gustaría que te pasaras. Estancado.- -Nos? - la respuesta de él llegó en forma de foto, ella la abrió, selfie de Hugo con cara de pena junto a la carita mona de Sunset, miró detenidamente la fotografía, sin poder evitar sentir un vuelco en el estómago, Hugo se había cortado el pelo, ya no había rastro de la barba, sus ojos sonrían, con una ceja levantada, cara seria y demasiado sexy. La fotogr
- Mía sigue enamorada de ti, eso nadie lo duda, intenta no presionarla, deja que sea ella quien se acerque a ti. - aconsejo Michael.- Mia no es el tipo de mujer que da el primer paso. - afirmó Hugo.A veces volver a la realidad asusta tanto que incluso un día soleado se vuelve gris. Así se sentía Mia, envuelta en nubes grises nublando cada pensamiento positivo que cruzaba por su mente. Cada día le era más difícil no pensar en Hugo. - Podéis dejar los móviles un ratito quietos? Chicas!- dijo Mía ofendida- tranquila! - susurró Gina.- tranquila? Os habéis pasado todo el fin de semana pegadas a los móviles, a penas hemos hecho otra cosa que comer, dormir y ver la tele. - No entiendo porque estás tan ofendida, si veníamos a descansar el fin de semana- Lina sabía que el problema de Mía era Hugo. Su amiga empezaba acostrumbrarse a tener a Hugo cerca, pero nunca reconocería que ese fin de semana le echaba de menos. - Si tan aburrrida estas porque no aprovechas las entradas que tienes
Despertarse una lluviosa mañana de domingo con resaca, después de dos noches seguidas durmiendo poco gracias a las charlas con las chicas, noches de bocatas, dulces y vino, mucho vino. El cuerpo y la mente de Mía necesitaba resetearse urgentemente, dejo una nota a las chicas, avisándoles que regresaba al apartamento. Una hora después, un taxi la dejaba frente al edificio. Una ducha relajante, un batido de frutas y un relajante sofá era lo único que necesitaba. En realidad no, no era eso lo que necesitaba, necesitaba a Hugo, darse cuenta de lo mucho que le hecha a de menos, empezaba a pasarle factura, porque emocionalmente su mente empezaba a controlar su estado emocional, subiéndola en un bajón sentimental difícil de controlar. - Ahora o nunca Mía, - se dijo a sí misma, cuando una idea paseó por mente. Se plantó unos vaqueros desgastados, una camiseta negra, sudadera con capucha azul y deportivas. Cogió una caja que guardaba debajo del fregadero desde hacía meses, las llaves, el móvi