Había imaginado cientos de veces en los últimos meses, donde, cuando y como le anunciaría a Hugo que sería padre, en ninguna de ellas sería como realmente sucedió. Los pequeños momentos de felicidad, esos momentos que no sabemos disfrutar, por el miedo a estropearlo., o por el simple hecho de no darle el valor que se merece. Mi felicidad contenida por la vuelta de Hugo, su felicidad contenida por el embarazo, si algo he aprendido este último año es que no pienso dejar que el miedo maneje el timón de mi vida. Nada me impedirá disfrutar de mi embarazo, disfrutar de Hugo. Y para ello tenía que enfrentarme a el, una última conversación para poner un punto y aparte y comenzar de nuevo, juntos.

Mientras Hugo se duchaba y se cambiaba de ropa, yo no dejaba de pensar, necesitaba respuestas, agradecí que los chicos hubieran decidido salir esta noche, a pesar de ver la preocupación en sus caras, intuían que algo no iba bien, y en cuanto los demás se enterasen de la vuelta de Hugo, los tendría a