Narra SebastiánVi sus ojos rojos de tanto llorar y se me rompió el corazón, pero cuando me dijo "tenemos que hablar" sentí un miedo , recorrer todo mi cuerpo.—María, te escucho —le digo sirviendo un vaso de whisky. La miro y se sienta en la silla frente a donde yo estaba parado.—Sebastián, no sé cómo decirte esto, no quiero lastimarte, perdón...No la dejo terminar de hablar cuando la interrumpo, "dime lo que tengas que decir, soy un hombre, no un niño", María le contesto mirándola a los ojos.—Lo que pasó anoche entre los dos no puede volver a pasar, Sebastián. Fue un error, me dejé llevar.—Me levanto dejando el vaso en la mesa, "te entiendo, María. Sé que no es fácil aceptar lo que sentimos. Yo te amo y no me arrepiento de lo que viví anoche contigo". Me acerco a ella, agarro sus manos entre las mías, "escucha, solo te voy a preguntar una cosa y quiero que me la contestes con sinceridad: ¿estás arrepentida o fue un error?"—"Las dos cosas", me responde ella, apartando sus manos
Perdóname, amigo, por no dejarte descansar en este paraíso.—Recuerda que eres un ser de luz. Siempre estaré ahí para ti. No te rindas, Sebastián, vas a ser amado y valorado por mis hijos. María te va a amar cada día más. Recuerda que ella es tu amor, tu vida, tu complemento, tu felicidad. Ella es el amor de tu vida y tú el de ella.—¿Lo sabías, Daniel, cierto? Yo no sabía nada, amigo. Lo presentí nada más o algún día lo soñé jajajaja.—Yo solo quería despedirme, nada más. Darte un abrazo, amigo. Prométeme que seguirás adelante. Ahora debes aceptar que no estaré más, pero siempre me llevarás en tu corazón. Ahora te toca a ti, solo a ti, amar y hacer feliz a mi tesorito. Promete siempre sonreír y estar para mis retoños. Te amo, amigo.Recuerda que solo puedo venir en sueños a visitarte. Se está haciendo tarde, tengo que marcharme. Quiero que seas como antes, sonriendo, amigo mío.Te lo prometo, Daniel. Volveré a ser el de siempre. Le doy una sonrisa, nos levantamos y nos damos un abraz
Narra MaríaLos rayos del sol entran por la ventana, dándole luz a la habitación donde se siente la paz más grande. Me despierto y digo: "Fue un sueño, nada más. Gracias, Daniel. Te dejo ir en estos momentos, suelto tu mano de la mía". Me levanto dispuesta a buscar a Sebastián, pero primero me doy una ducha rápida, me visto y me maquillo, dando una sonrisa. Me miro en el espejo y digo: "María, hoy es un nuevo día. A partir de hoy dejarás tus tristezas, dolores, miedos. Solo serás feliz.Tienes una segunda oportunidad de amar y ser amada. No lo arruines más, María. Ya se lo prometí a Daniel: seré feliz, seré como antes, seguiré mi viaje en la vida y será con Sebastián". Salgo de mi habitación dando unos toques leves en la puerta de Sebastián, pero nadie contesta. Abro su habitación, pero su cama está tendida.Veo una maleta pequeña encima de ella, miro el armario y veo que falta una maleta y ropa. Sebastián se fue anoche, así que corro a buscar mi celular y le marco, pero no contesta.
Narra SebastiánHe estado de un lado para otro corriendo todo el día, estoy cansado. Lo único que quiero es llegar al hotel, darme un baño después de estar reunido con los del evento Fashion Week que se celebra aquí en Bogotá por una semana.—Sebastián —escucho los gritos de Johana Visconti. Paro en seco y respiro profundamente. —¿Qué quieres, Johanna? —le pregunto seriamente.—Eres mi amigo, Sebastián Stone Miller —me dice colocando sus manos en su cintura y formando unas orejas de jarra. Me río internamente.—Sí, lo soy, pero estoy realmente cansado en este momento. ¿Puedes esperar a que llegue al hotel para hablar? —le pido con sinceridad.—¡No! Tengo una idea genial para tu próxima colección de moda. ¡Tienes que escucharme ahora mismo! —me emociona escucharla.Sus palabras me hacen sonreír. Si hay algo que me apasiona tanto como la moda, es escuchar las ideas de Johanna. Nos conocemos desde hace años y siempre ha tenido un ojo increíble para las tendencias y el estilo. No puedo ev
— Buenas noches, señorita —respondió Sebastián— ¿En qué le puedo servir? —me respondió la encargada de la ventanilla. Necesito información sobre el vuelo que sale en media hora hacia España —preguntó Sebastián con el corazón latiendo a mil.La encargada de la ventanilla revisó su sistema y le informó a Sebastián que el vuelo hacia España todavía estaba en espera y que debía dirigirse a la puerta de embarque lo más pronto posible. Sebastián agradeció a la señorita por su ayuda y se apresuró a seguir las indicaciones. No podía esperar para buscar a María y evitar que subiera a ese avión. Mientras caminaba hacia la puerta de embarque, recordaba todas las cosas que había hablado con Daniel en su sueño la noche anterior. Solo esperaba poder alcanzarla. Estaba ansioso por verla, sabía que por orgullo estaba en esa situación. La vio por la ventana cerca al avión, así que entró por la puerta de abordaje, pero por su angustia no se dio cuenta de que no tenía un boleto para poder pasar.Tan pr
Después de desayunar junto a Sebastián, salimos de la habitación para entregar el formulario lleno y firmado para participar en el evento Fashion Week en Colombia.—Sebastián me está diciendo que no tiene un diseño para presentar en el evento, —tú estás loco, amor. ¿Cuántos días hay para presentar el diseño?—Estos días, enana, el domingo tenemos que viajar a la ciudad de Medellín, allá se realizará el evento.—No te preocupes, te voy a ayudar. Me imagino que tienes ideas.—Hay algunas ideas, pero la mente maestra es Johanna.—Nos tendremos que reunir los tres más tarde. Vamos a entregar el formulario.—Te amo, María. Gracias, princesa —le digo con una sonrisa y dándole un beso en esos labios que me encantan.María asiente con una sonrisa y salimos juntos hacia el lugar donde debemos entregar el formulario. Mientras caminamos por las calles de Bogotá, Sebastián me cuenta más detalles sobre el evento Fashion Week y lo emocionado que está por participar. Me alegra verlo entusiasmado y dec
Llegamos al hotel y en la entrada vemos llegar a Johanna llorando. María me mira y me dice: "Tu amiga te necesita, ve mi amor, habla con ella. Te espero en la habitación". Le doy un beso y la veo entrar al ascensor.—¿Qué pasa, Johanna? ¿Por qué lloras? —la abrazo muy fuerte.—Mi novio me engañó con mi supuesta mejor amiga. No quiero volver a Italia, ser la burla de los demás no me gusta —me acerco a ella y limpio sus lágrimas.—Johanna, no tienes por qué llorar por un hombre que no vale la pena. Definitivamente, eres ciega, en tus narices está el hombre que te ama con el alma y no lo has volteado a mirar. Así que tú volverás con nosotros a Italia y le darás la oportunidad a Cristian Montiel para que te enseñe lo que es el verdadero amor.Johanna me mira sorprendida, sin poder creer lo que acabo de decirle.—¿Cristian Montiel? ¿El chico que siempre está pendiente de mi y que me ha ayudado en todo momento? ¿Creíste que podía llegar a sentir algo por él?Asiento con una sonrisa, seguro
Me niego a dejar de sentir sus caricias, me niego a moverme y dejar de abrazar a este hombre tan maravilloso, me niego a abrir mis ojos porque estoy disfrutando de sus besos y no quiero que se acaben.Siento cómo mi cuerpo es recorrido por besos y caricias, algo que estremece mi cuerpo, esas cosquillas en mi piel que me erizan por completo.Pero toda esa magia se ve interrumpida cuando escucho en mi oído: "Mi amorcito, es hora de levantarnos". —No es justo —protesto cuando lo escucho reír. —Ya lo sé, pero debes levantarte —me deja un beso en mi cuello.Dejo escapar un largo suspiro y siento el delicioso aroma de fresas con chocolate, lo cual me saca una sonrisa. Me siento rápidamente en la cama, en volviendo me , con las sábanas y recibiendo mi vaso con fresas y chocolate.—¡Uy! ¡Qué delicia! —le digo cerrando mis ojos y disfrutando en mi paladar ese sabor. —Buenos días, mi bella durmiente —dice Sebastián, dejando un beso en mis labios. —Buenos días, mi bananon , gracias por el postre