Capítulo veintiuno
Exasperante silencio
Salgo del despacho igual a como llegué. Sin embargo, a medio camino un mareo me aturde y todo mi cuerpo se desestabiliza. Me aguanto de las barandas de las escaleras, pero no consigo sostenerme y siento que voy a caer por ellas.
Ya veo la caída venir y el pánico se apodera de mis sentidos.
Pongo mis manos en mi vientre para protegerlo de los posibles impactos, pero el ruso llega primero y detiene la caída a tiempo. Me gira para comprobar mi estado y en el preciso instante en el que clava sus ojos azules en los míos, me desvanezco en sus brazos.
Despierto al oír voces a mi alrededor, me remuevo y puedo sentir algo conectado a mi brazo izquierdo. Abro los ojos con extrema lentitud para acostumbrarlos a la claridad. No obstante, me desconcierta ver que todo está oscuro.
—Ya despertó —escucho una voz que no reconozco.
Capítulo veintidós Confesiones Me quedo impactada. Jamás pensé que el canto diera fruto. —Pero no hoy —agrega con rapidez y me
Capítulo veintitrés El Nacimiento de una familia y la muerte de otra Todos nos quedamos en silencio. Los dos rusos se retan con la mirada. El ambiente se torna incómodo, por lo que decido intervenir. —Te agradezco una vez más por haber cogido a Flash —hablo y Dimitri me observa antes de entregarme el cachorro. —No fue nada, un gusto conocerte a ti y a Flash —me sonríe y cuando creo que ya todo se ha solucionado, añade—: Hasta pronto señor y señora Pretov. Mi marido, al escuchar ese apellido, se enerva. Tengo que usar toda la fuerza que tengo para detener a Alexadre de lanzarse contra su medio hermano. —No te molestes hermanito. Al final, la sangre no es algo que se pueda cambiar. Créeme, yo tampoco tengo muchas ganas de llevar tu sangre. Sin embargo, el lazo que nos une es algo que no podemos negar. »Somos hermanos, Alex, nos guste o no. Sin nada
Capítulo veinticuatro Una triste noche *Alexandre Ivánov* Corro junto con todos al oír el grito que sé que era de Vanessa. Cuando llego a la cocina, me encuentro con una imagen que no me gusta para nada. Mi mujer se encuentra golpeando el piso, llorando mientras que grita cosas como: «no puede ser», «es mentira», entre otras. No entiendo nada, así que me agacho e intento que me diga que le pasa, q
Capítulo veinticinco Te amo *Alexandre Ivanov* Despierto al sentir un sollozo acompañado de un agarre en mi brazo. Abro perezosamente los ojos y me encuentro a Dariel llorando abrazado a mí. Lo abrazo más fuerte y empieza a llorar desconsolado. Pobre pequeño, yo sufrí la muerte de mi madre, pero él perdió a toda su familia menos a su hermanito. Lo cargo y nos envuelv
Capítulo veintiséis Una visita inesperada Esas dos palabras se quedan resonando en mi cabeza. Me acaba de decir te amo. No lo puedo creer, siempre pensé que yo sería la primera en decirlo pero el ruso de pacotilla me tomó la delantera. Estoy tan feliz que me quedo paralizada.—No tienes que responderme y mucho menos decirlo por compro... —no lo dejo terminar esas palabras que no tienen sentido.—¿Alguna vez vas a dejarme ser la primera en algo? Se suponía que yo te lo diría antes —le reclamo juguetonamente y él se ríe—. Yo también te amo, Alexadre Ivanov, mi ruso de pacotilla y mi neandertal. Aunque creo que te queda mejor mi amado esposo —le digo.Me besa lento, dándose el tiempo de saborear mi boca.—¿Nunca te han hecho el amor bajo las estrellas? —me pregunta y niego embelesada con la imagen de dios griego que me brinda—. Pues prepárate, nena, porque esta noche será inolvidable.Y lo fue, esa noche la tengo tatuada
Capítulo veintisieteBienvenida al mundo, mi pequeña Marie IvanovaBienvenida Marie IvanovaMo puedo creer que después de diez años seacapaz de pararse delante de mí. No sé que quiere, pero tampoco me interesa. No tengo nada de que hablar con él. Se divorció de mi madre cuando yo solo era una adolescente, una niña que lo veía como su mayor héroe. Y este solo era una mala copia de un padre. Al crecer me di cuenta de tantas cosas. Descubrí las mostruosidades que le hacía a mi madre. La engañó con un sin fin de mujeres incluso con su mejor amiga. Le robaba el dinero para irse a darle lujos a las cualquieras con las que se acostaba. Mientras mi madre trataba de darse a conocer en el mundo de la moda, trabajaba incontables horas para poder sacar sus colecciones. Él se robaba su dinero y se lo disfrutaba con otras. Mi madre vivía enamorada de él y nunca se dio cuenta de las cosas que él hacía. Pensaba que este energúmeno la amaba como ella
Capítulo veintiocho: Una mujer feliz Sus deditos se pegan a mi piel en tanto su pequeña boca succiona con avidez y yo no puedo hacer otra cosa sino contemplarla embobada. Es tan hermosa, tan... perfecta. —Lo es —escucho la voz de mi esposo y entonces, me doy cuenta de que he pensado en voz alta—. Es hermosa y perfecta... como tú. Alexandre se acerca a besar su cabecita y luego mis labios, para más tarde continuar observándola juntos. Así llevamos horas y creo que lo estaremos por otras más. Nuestros ojos simplemente no pueden apartarse de ella, de ser maravilloso que hemos creado juntos. —Me cuesta creer que un ser tan puro y precioso haya venido de mí —declaro conmovida con unas silenciosas lágrimas asomando mis mejillas de manera repentina—. Es... es... —Increíble —culmina la f
Capítulo veintinueveUn mal presentimientoDejo que Clara termine de hacer la maleta y me dirijo hacia el cuarto de Marie. Allí me encuentro a mi esposo con nuestra hija en brazos, haciéndola reír con un sonajero en mano.Amo verlos juntos, ser partícipe del amor que ambos se profesan. La imagen queda grabada en mi cabeza y me gustaría algún día poder inmortalizarla en un lienzo.&n