Arwen Simones

Aiden me informó que a mi madre la habían atrapado hacía un buen rato saliendo de nuestro edificio, acompañada de varias personas y cargando todo lo que quedaba en el apartamento. En mi habitación habían colocado algunas de mis cosas personales que lograron recuperar, lancé un suspiro de alivio.

Aiden notó como su cuerpo se relajó al enterarse de que ya su madre había sido localizada y apuró el trago de un sorbo. La aflicción de su rostro desapareció, por lo que asumió que tenía era preocupación por saber a su madre en la calle. En él todavía resonaban sus palabras “con solo verme supiste que soy especial” y eso era cierto, aunque no relevante o eso quería creer.

En ese momento entró Marck con unas bolsas que le mostró a Arwen diciéndole:

            –Aquí hay algunas cosas básicas hasta que vaya de tiendas mañana, las pondré en su habitación.

            –Gracias muy amable, ¿usted es?

            –Soy Marck, me encargo de la seguridad personal de Aiden.

            –Soy Arwen, mucho gusto –le dije extendiendo mi mano, la cual Marck estrechó caballerosamente antes de continuar su camino con mis cosas.

Luego desvié la mirada hacia Aiden y le pregunté:

            –Ahora dime, ¿en qué ambiente conoceré a tu tío?

            –Querrá una cena en algún lugar muy elegante, exclusivo y caro.

            –Está bien, mañana buscaré el atuendo apropiado.

            –¿Necesitas asesoría?

            –No –respondí mirando alrededor para evitar sus ojos y me percaté que en el salón había un piano, así que señalándolo le pregunté a Aiden: ¿puedo?

            –Sí, adelante.

Arwen tomó asiento frente al piano y comenzó a presionar las teclas inundando el salón con las notas de One man’s dream, de Yanni, Aiden estaba impresionado se dejó llevar y cerró los ojos para disfrutar plenamente de esa interpretación.

Se transportó a un sitio tranquilo por varios minutos, eran tan extraordinarias las ocasiones en que podía vivir algo así que se relajó totalmente, cuando ella terminó abrió los ojos y la encontró a ella observándolo.

Marck venía por el pasillo y oyó los acordes del piano, al entrar al área del salón se encontró con Aiden relajado en el sillón con los ojos cerrados disfrutando de la melodía que interpretaba la hermosa chica que había contratado para hacer el papel de su novia, le gustó la escena y se permitió imaginar por un momento que era real y que podría ser posible que su muchacho lograra tener eso alguna vez en su vida.

Aiden Paxton:

Hacía muchísimo tiempo que no sentía la paz que me transmitió esa chica con su interpretación al piano, aún incrédulo por su efecto, me levanté y le pedí:

            –Ven, te mostraré el lugar, extendí mi mano y ella la tomó, entonces sentí su mano pequeña, cálida y muy suave.

***

Aiden la llevó a una amplia cocina donde había una señora mayor acompañada por otra más joven, estaban charlando animadamente, pero quedaron paralizadas cuando Aiden apareció, él les dijo:

“Ella es Arwen, mi novia, vivirá aquí conmigo y deben estar pendientes de sus comidas mientras no estoy”, las mujeres asintieron, la mayor dijo llamarse Emma y la más joven se presentó como Diana, ella les sonrió y seguidamente él la sacó de allí.

Pasaron al comedor, a la sala de entretenimientos, biblioteca; al área de oficinas donde una estaba decorada con elegancia y sobriedad, amoblada normal con escritorio, silla ejecutiva, sillas gemelas y estantes, pero la otra era el paraíso para Arwen y se exaltó mucho al verla por la cantidad de equipos que tenía.

Aiden vio su entusiasmo con mucha curiosidad y se dijo que tenía que leer todo sobre ella, quería conocerla un poco más; allí también se encontraba el área del personal, luego subieron un piso y había una gran sala de estar con un televisor gigante, alrededor seis puertas que correspondían a seis habitaciones inmensas que contaban con vestidor, baño y terraza cada una; en otro piso estaba a un lado un gimnasio y al otro una hermosa piscina, también tenía terraza con una espectacular vista.

Al regresar al piso de las habitaciones él abrió una puerta y dijo: “esta es la nuestra”, aunque en principio se sorprendió se recuperó rápidamente, entró a la habitación y giró sobre sus talones viendo todo, en el amplio vestidor estaba la mitad vacía esperando por su ropa.

***

Le anuncié que ya había espacio disponible en el closet para lo que necesitara comprar al siguiente día, por ahora tenía lo que se recuperó de su apartamento más lo que le adquirió Sam, seguidamente le entregué una bolsa diciéndole: “Este es mi regalo de bienvenida”, ella tomó la bolsa, la revisó y encontró un pijama de tela gruesa de franela con pantalón largo y camisa holgada con las mangas también largas, ella lo vio y sonrió, entonces le pregunté:

            –¿Qué es gracioso?

            –Este es el pijama más recatado que he visto, ¿lo elegiste para evitar mi sex appeal?

            –Esta habitación es fría –contesté secamente.

            –Voy a darme una ducha y me acostaré –me anunció Arwen.

            –Tómate tu tiempo, yo vendré a dormir en un rato.

Arwen fue al enorme baño, la ducha era espectacular y la disfrutó mucho, usó ropa interior de la que rescataron de las manos de su madre, se puso el pijama y sonrió al verse en el espejo del vestidor, era un mata pasiones típico, se metió en la cama y al rato sintió a Aiden entrar, también él fue al baño, luego salió con una toalla en la cintura y secándose el cabello vigorosamente.

Ella observaba su fabulosa figura que parecía tallada en piedra, sus brazos y su espalda estaban tatuados, tragó grueso y parpadeó varias veces, decidió darse la vuelta para evitar seguir devorándolo con sus ojos, él sintió el movimiento y se fue al vestidor, de allí salió en pantalón de mono y sin camiseta, se acostó a su lado sin pronunciar palabra.

Aiden tenía unos documentos en la mano que captaron su atención, era el informe detallado sobre la chica que fingía dormir a su lado, sabía muy bien que estaba simulando dormir porque su respiración era contenida.

Sonrío internamente y se fijó en que estaba usando la ropa de dormir que le dio, esperaba no arrepentirse ya que lo hizo adrede para poder quedarse con ella en la misma habitación y evitar tentaciones. Entonces se dispuso a leer ya que Marck había conseguido mucha información.