Hasta ahora la reunión se estaba desarrollando con una tensa calma, Aiden dejaba que Arwen respondiera libremente, aunque estaba disfrutando mucho como se defendía ella ante el intenso interrogatorio al que la sometía su tío, sin dejar de estar atento para defenderla si lo consideraba necesario.

Oswald Paxton continuó indagando sobre la relación de su sobrino:

–¿Y los planes de boda?

–Eso no será posible, yo soy muy independiente, no soy ama de casa y mi idea de ser madre está suspendida por unos años, ni siquiera tengo un gato, nosotros nos amamos, nos sentimos muy bien juntos, pero mi trabajo es mi pasión, podemos pasar muchos años felices sin documentos de por medio.

–¿Estás de acuerdo con ella? –preguntó Oswald Paxton dirigiéndose a su sobrino.

–En realidad no, porque tampoco quiere mudarse conmigo definitivamente, pasa unos días y regresa a su apartamento, pero por hacerla feliz acepto resignado todo lo que diga.

Se miraron unos seg