Stefan.La inofensiva casita que se mira por fuera esconde al fondo una finca enorme, estamos metidos en una camioneta de "plomería" a solo unas casas más adelante, el sol se ha ocultado así que es el momento perfecto para actuar, yo quería entrar y matar a todo lo que se me ponga al frente, pero Alessandro me convenció de no hacerlo, la prioridad es sacar a Renata de aquí, sí, quizás sería el momento perfecto para tomar desprevenido Armando e intentar matarlo, pero para eso necesito muchos hombres y un puñado de hombre no pueden infiltrarse y pasar desapercibidos, la muerte de Armando será para otro día, Renata es la prioridad esta noche, lograr sacarla y poder escapar todos con vida es el objetivo.— Ya revisé los videos de vigilancia y no hay nada sospechoso más que ahí.- Alexis señala el computador, Alessandro y yo nos acercamos, en una zona un tanto excluida de la casa hay una estructura con varias puertas enumeradas.— No hay cámaras cerca, ya analicé todos los posibles lugares,
Su piel esta muy fría tengo miedo de usar mucha fuerza, temo que con el más mínimo roce de mis manos la lastimaré aún más. — ¿La encontraste?.- la voz de Alexis sale por el auricular que llevo y resuena en mi cabeza, me llevo una mano a donde está el aparato, presiono un botón y hablo. — Sí... está aquí conmigo, voy a sacarla de esta pocilga.— La zona está despejada, el camino por el que entraron está libre, tienes 6 minutos máximo para que salgan sin ser descubiertos por nadie.— Entendido. Me separo un poco del cuerpo de Renata, pero en cuánto nota que me alejo me abraza con más fuerza pegándome a su cuerpo, me muerdo el labio y trato de controlar las lágrimas que se me quieren escapar, me mata verla de esta manera. "Es tu culpa""Fuiste descuidado"La voz en mi cabeza desde hace tiempo toma el control de manera involuntaria y me grita con cada oportunidad que puede, me concentro y trato de mantener la mente en blanco, aún estamos en peligro, hasta que no la saque de esta ca
Llegamos a casa, en cuanto el auto se estaciona Alessandro es el primero en huir, yo me acerco a Renata para cagarla, noto como se pone tensa, pero no dice nada, se deja que la cargue y la lleve al interior de la casa, el doctor está esperando en la que era su antigua habitación, cruzo la puerta con ella en brazos, en cuánto mira al hombre de bata blanca, explota. — ¡No! ¡No!.- comienza a gritar en lo que se revuelve en mis brazos intentando que la suelte, empuja mi pecho y me esfuerzo para mantenerla sujetada y no se me caiga. — Renata, linda, es el doctor... viene a revisarte, necesitas ser atendida. — ¡Por favor no!.- sus ojos... sus ojos se encuentran con los míos, se me detiene el corazón, sujeta el cuello de mi camisa y comienza a llorar. — Stefan no dejes que me toque... no dejes que me haga daño... ¡No quiero más anestesia!Sin palabras... me estoy desmoronando junto con ella, Renata esconde su rostro en mi cuello y comienza a llorar de una manera que me destroza el alma en
Renata.Una extraña sensación de emoción se posiciona en mi pecho, el cuchillo que la sombra sostiene en su mano resplandece cuando entra en contacto con la luz de la luna que se cuela por la pequeña ventana, lo único en lo que puedo pensar en este momento es que morir es mejor que continuar de esta manera, le pido que acabe con mi sufrimiento, sucede lo que pensé que no volvería a ser posible, veo a Stefan. "Vino por mí... viene que rescatarme" Cuando él se acerca a mí y con manos temblorosas desata mis ataduras mi corazón comienza a latir con emoción, miedo y nerviosismo, una vez libre me lanzo a abrazarlo, me aferro a su cuerpo por miedo que solo esté delirando y en cualquier momento se esfume. Me sacó de ese horrible cuarto, yo mantuve la cara escondida en todo momento contra su pecho, tenía miedo y sé que él también lo tenía, los latidos de su corazón eran sumamente erráticos, pero sorprendentemente logramos salir en una pieza, me subieron a un auto y justo en ese instante com
Cierro los ojos unos instantes, no quiero pensar, no quiero recordar, quisiera olvidar todo lo que pasé en estos días, borrarlo de mi memoria y fingir que nunca pasó, pero... mi bebé. Abrazo la almohada con más fuerza contra mi abdomen, no me importa el dolor de la herida que me realizó Isa, o lo que todos esos hombres hicieron conmigo, nada de eso se compara con haber perdido lo que era todo para mí, lo que desde hace meses se convirtió en mi vida y mi motor de impulso, ahora no está, me lo arrebataron, mi bebé, mi niña... dejo que las lágrimas corran libremente y estaba a punto de dejarme llevar por mi miseria, pero de pronto recuerdo que no estoy sola en la habitación, abro los ojos y ese hombre sigue parado ahí, mirándome con algo de tristeza. — Lo lamento... yo...- le digo limpiando mis lágrimas, no quiero que esa mirada de lástima de nadie sobre mí.— No tienes que disculparte, al contrario quien te pide perdón soy yo, por no poder encontrarte mucho antes. - bajo la mirada, s
1 semana después.Stefan. Estoy sentado en mi oficina mirando los expedientes médicos de Renata, su médica general... y ahora su psicóloga está sentada en frente a mí con una expresión de derrota en su rostro, ambos nos sentimos igual de frustrados supongo, Renata se niega a hablar incluso con ella. — Hemos avanzado un poco, no lo negaré, pero al momento de tocar el evento que sin duda la tiene mal, cambia de tema, se niega hablar, además no suelta esa almohada, la resguarda y protege como si fuera parte de ella, además... - la doctora se queda callada, con los ojos perdidos en la madera de mi escritorio. — ¿Además...?– mi voz parece sacarla de sus pensamientos, ella parpadea varias veces y me mira directamente a los ojos. — Ella parece estar pasando por un luto, está atravesando una perdida muy grande.Suspiro, miro a mi derecha en donde están Alessandro y Alexis sentados, ambos pensativos, todos hemos estado muy al pendiente de sus avances, se niega rotundamente también a ser an
No puedo creerlo, mi cuerpo ha comenzado a temblar ligeramente, esto no puede ser verdad, mis ojos me deben de estar engañando, esto debe ser una ilusión..."No es real""No es real" "No es real" Mi mente me grita, acerco mis brazos a la cuna, incapaz de controlar el temblor de mis manos, tomo la hoja del ultrasonido y comienzo a verlo, el nombre falso de Renata está impreso al principio de la hoja. "Embarazo de 15 semanas" eso es casi cuatro meses... tan solo habían pasado 3 meses que se fue de mi casa cuando la secuestraron, eso quiere decir que cuando la alejé de mi lado ella ya estaba embarazada... El bebé es mío, el bebé era mío, acaso Armando lo...Las palabras de la psicóloga llegan de golpe a mi cabeza"Ella parece estar pasando por un luto, está atravesando una perdida muy grande"Después las de Alexis llegaron, fueron como una bofetada en el rostro."Ella dijo que le habían arrebatado una vida y la posibilidad de tener otra..."Por eso abraza la almohada con tan
Renata. Sabía que lo descubriría, sabía que se daría cuenta tarde o temprano, que todo se iría destapando poco a poco, pero ahora que lo sabía las cosas irían desenmascarándose una a una, cayendo como dominós apilados y el caos se desataría, pensé que con el tiempo el dolor iría reduciéndose hasta volverse más tolerable como todas las demás ocasiones, pero me equivoqué, al ver esa pequeña prenda en manos de Stefan el dolor detonó de nuevo impidiéndome hasta respirar, aún con la almohada entre nosotros paso mis manos para sujetar con una su cabeza y con la otra su nuca. — Lo siento... lo siento tanto, cuando recién me enteré no supe ni como reaccionar, pensé en decírtelo, pero luego recordé lo que pasaba en cada embarazo, nunca pasaba de los dos meses... fui al doctor con toda la intención de interrumpirlo antes de llegar a eso, pero el doctor me dijo que todo iba bien, me explico que sería un embarazo muy riesgoso, pero si se tomaban las medidas y cuidados adecuados podría tener a m